Los personajes pertenecen a Stephenie Meyer.
NOTA DE SUICIDIO
Edward POV
Me acurruqué en el suelo mientras la música seguía sonando. Ya habían pasado cuarenta años desde que me fui, cuarenta años sin verla. Recordaba a la perfección el tacto de su suave piel, sus ojos chocolate, el sonido de su risa, el calor de sus carnosos labios contra los míos...
Gemí de dolor cuando esos recuerdos me desgarraron por dentro. A estas alturas ella estaría casada, con hijos, posiblemente hasta nietos. Ella tenía que vivir, y no podía hacerlo al lado de un monstruo como yo. La ira me recorrió al imaginármela en brazos de otro hombre. Ese hombre que tendría todo lo que yo deseaba.
La canción que estaba escuchando, su nana, se repitió varias veces. Quería vivir con mi dolor, era lo menos que le debía: sufrir yo lo que le había hecho sufrir a ella.
-¡EDWARD! ¡APAGA ESO Y VEN AQUÍ!
El grito de Alice interrumpió mis pensamientos. Haciendo un gran esfuerzo me levanté, apagué la música y bajé al salón.
Toda mi familia estaba allí, esperándome. En cuanto me vio entrar, Emmett me gruñó, enfadado, y me fulminó con la mirada. Bella y él habían sido inseparables desde el momento en que se conocieron. Esme solía decir que los dos juntos eran peligrosos. Emmett, tan infantil como él solo, tenia las ideas descabelladas, y Bella, que se apuntaba hasta un bombardeo, le seguía la corriente, metiéndose en los líos más disparatados. Y yo le había arrebatado a Emmett su juguete, la única persona de la familia que él creía divertida, a su hermana favorita.
-¿Que quieres, Alice?-le pregunté a mi hermana con toda la educación que pude.
-Lo hemos decidido entre todos-me respondió ella-. La dejaste para hacerla feliz, ¿no? Pues voy a mirar su futuro para ver como esta, me da igual lo que digas.
-¡NO!-chillé-. ¡ME PROMETISTE NO VOLVER A HACERLO, ALICE!
-Quieres que sea feliz, ¿como sabes que lo es?-me replicó Alice.
Di un paso hacia ella, furioso, pero Emmett se lanzó contra mí, sujetándome contra la pared.
-No te atrevas a tocarla, ya has hecho suficiente dejando a Bella-me gruñó mi hermano.
Luché para liberarme y Emmett me soltó con brusquedad. Alice estaba en medio del salón con los ojos cerrados, concentrándose. Entonces soltó un gritó y cayó caer al suelo, jadeando horrorizada.
Vi en su mente su visión y entendí su reacción.
-¡No, Alice!-grité cogiéndola por los hombros-. ¡Te habrás equivocado, vuelve a mirar!
Ella sollozaba, negando con la cabeza.
Gemí y enterré la cara entre las manos. Bella. Mi Bella. Mi pequeño y dulce ángel.¿Qué le habría pasado?
-¿Que pasa?-preguntó Emmett, temiéndose lo peor al vernos a nosotros-. ¿Alice, que has visto?
-¡Nada!-chilló ella-.¡Bella esta muerta!
Emmett rugió, me cogió por la camisa y me estampó otra vez contra la pared, provocando un boquete en ella.
-¡ESTO ES CULPA TUYA!-gritó mi hermano, mientras que yo no paraba de llorar la muerte de mi amada-. ¡TE LO DIJE! ¡TE ADVERTÍ QUE NO TE FUERAS!
-Emmett-le dijo Rosalie suavemente, tirando de él para alejarlo de mí. Detrás de ellos Jasper intentaba consolar inútilmente a Alice.
Es un arranque de furia de Emmett, se le pasara, me tranquilizó Esme mentalmente
Seguro que Alice se ha equivocado, será mejor que volvamos a Forks, me dijo Carlisle.
Asentí con la cabeza, intentando convencerme a mí mismo de lo que decía Carlisle.
/
Me derrumbé al lado de su tumba. Alice no se había equivocado, Bella estaba muerta. Mi familia y yo estábamos en el cementerio de Forks, llorando sobre su lápida. Acaricié su nombre grabado en el mármol.
Isabella Marie Swan
Se apagó la estrella más bonita del firmamento
1987-2005
Ya nada me ataba a este mundo. Bella había llegado para iluminar mi vida, enseñándome que vale la pena vivirla. Pero ahora esa luz ya no estaba. Se había apagado el mismo año que nosotros nos fuimos. Todo este tiempo pensando que ella era feliz mientras que estaba muerta bajo tierra.
Oímos unos pasos acercándose. Nos giremos y vimos a una mujer de unos sesenta años, mirándonos impresionada. Reconocí al instante su mente.
-¿Ángela?-aventuré.
Ella asintió con la cabeza. Se acercó a nosotros.
-Ella sabía que vendríais a verla-nos dijo. Me tendió un papel doblado-. Me dijo que os diera esto si os veía. No sé que pone, me pidió que no lo leyera y no lo he hecho.
Cogí la nota. Vi que estaba cerrada con celo.
-¿Sabes que le pasó?-preguntó Esme con la voz rota.
-Sí, fue una semana después de la graduación-nos contó Ángela-. Charlie entró en su habitación para despertarla y se la encontró en un charco de sangre. Se había cortado las venas.
Una imagen horrible vino a mi cabeza. Bella, tumbada en su cama, con profundos cortes en las muñecas, que sangraban sin parar, manchando de rojo su suave y pálida piel. Mi respiración se aceleró. Apreté el rostro contra la lápida de Bella.
-Supongo que querréis estar a solas-dijo Ángela. Puso unas flores sobre la tumba y se alejó unos pasos-. Vengo a visitarla muy a menudo. Siempre fue mi mejor amiga. Adiós.
Dicho esto se fue.
-Edward, que pone en la nota-me urgió Alice.
Negué con la cabeza y se la entregué, incapaz de leerla por mí mismo. Alice la cogió, la abrió con miedo y se puso a leerla en voz alta.
Mis queridos Cullen:
Siempre os he considerado mi familia. Supongo que me aliviaba no ser la única rara en Forks. Os debo muchas cosas, aparte de la vida por salvarme de James.
Jasper, sabes que te quiero. No te tortures, no te guardo rencor por nada de lo que pasó. No fue tu culpa, cualquiera me habría atacado si estuviera en tu lugar.
Carlisle, siempre te he considerado un padre y un modelo a seguir. Eres el mejor médico que he conocido, y con lo torpe que soy, he conocido a unos cuantos, créeme.
Esme, ¿quién podría decir que las suegras son malas después de conocerte? Eres tan buena y tan dulce que siempre me ha costado imaginarte cazando.
Rosalie, sé que nunca nos hemos llevado bien, pero te quiero como una hermana y me hubiera gustado poder conocerte más a fondo. Quizás nos hubiéramos llevado bien.
Alice, mi pequeño duendecillo, gracias por torturarme con esas sesiones de compras. Aunque protestaba, jamás te he dicho que en el fondo me lo pasaba bien.
Emmett, mi querido hermano gigante, he de reconocer que la primera vez que te vi te tuve miedo. Pero resultaste ser la persona más buena y con las ideas más divertidas que he conocido.
Edward, mi dulce y cariñoso sabelotodo, siempre has sido la persona más importante de mi vida. Sé que nunca hubiera sido feliz al lado de nadie más. Te quiero, siempre te he querido y siempre te querré.
Siempre vuestra,
Bella
Nos quedemos en silencio cuando Alice terminó de leer. Tomé la decisión enseguida. Iría a Italia a pedirles a los Vulturis que acabaran con mis sufrimiento. Porque eso sería mi existencia de ahora en adelante, un eterno sufrimiento.
-Sabes que no lo permitiré, Edward-me dijo Alice. Debí suponer que ella ya había visto mi futuro-. Aunque tenga que atarte, no te irás.
Suspiré, derrotado. Sabía que no convencería a Alice y que no habría manera de escaparme. Intenté hacerme la idea de que iba a sufrir mucho más de lo que había sufrido estos últimos cuarenta años.
/
Rosalie POV
-Alice, déjalo, no tiene sentido-protesté, pero mi hermana me ignoró olímpicamente.
Estábamos otra vez en nuestra casa en Alaska. Carlisle se había llevado a Esme de casa, alegando que ésta necesitaba aire, pues estaba destrozada. Edward estaba torturándose en su habitación, leyendo una y otra vez la carta de Bella, abrazado a una foto que habíamos robado de la casa de Bella, en la que la veía sonriente, vestida de graduación. A Emmett lo habíamos encerrado entre todos, ya que estaba tan furioso con Edward que temimos que llegara a matarlo. Jasper, Alice y yo estábamos en el salón. Jasper intentaba mantener a raya el dolor de Edward y la furia de Emmett. Yo estaba sorprendida por el hecho de que acababa de descubrir que echaba de menos a Bella. ¡Yo! Bueno, en realidad siempre me había caído bien, pero estaba tan celosa de que fuera humana que no me di cuenta hasta demasiado tarde. Alice, en cambio, estaba intentando hacer algo imposible para ella. Ver el pasado.
-Alice, déjalo-repetí, suspirando.
-No puedo-me contestó-. Es imposible que Bella se suicidara. Yo la conozco y se que jamás lo haría.
-Yo tampoco me la imagino haciéndolo, pero lo ha hecho-repliqué, harta-. Y sabes que por mucho que lo intentes, no vas a poder mirar el pasado para ver su muerte.
-Rose tiene razón, mi amor-le dijo Jasper, abrazándola por los hombros-. Y aunque lo vieras de que serviría. Bella no va a volver.
-¡Jazz, tengo que saber que le pasó!-lloriqueó Alice-. No quiero aceptar que esta muerta.
Entonces soltó un grito ahogado y sus ojos se perdieron, mirando por encima del hombro de Jasper.
Una visión.
Alice POV
Ellos no lo entendían. Simplemente el hecho de que Bella se suicidara, siendo ella tan alegre, me parecía tan raro como Edward de repente anunciara su compromiso con Tanya.
Entonces una imagen nubló la habitación. Era un bosque. Bella estaba delante de nosotros. Nos sonrió y luego se giró y echó a correr.
Edward entró como un huracán en la habitación. Sentí a Emmett aporrear la puerta, pidiendo a gritos que explicara mi visión. Sabía que la única razón por la que mi hermano aún no había derribado la puerta era porque Esme se enfadaría.
-Está viva-susurró Edward. Las comisuras de sus labios se curvaron hacia arriba en una pequeña sonrisa. Era la primera vez que le veía sonreír en cuarenta años.
-¡Alice! ¿Que has visto?-me urgió Jasper.
Me giré hacia él con una enorme sonrisa en el rostro.
-Bella está viva.
Bueno aquí os dejo el primer capítulo de un fic. Espero que os guste. Soy nueva en esto. Espero vuestros rewiews diciéndome vuestras opiniones. ¡Besos!
