Descubriendo a Pchan
Hola a todos!!! Weno, esta es una pequeñisima historia que voy a subir, constara de apenas unos capitulillos, asi hago tiempo hasta que me vuelva a venir la inspiración para mis otras historias que aun tengo sin terminar :P Siempre he querido escribir sobre esta situación. Espero que os guste. Y ninguno de estos personajes me pertenecen!!! Son de nuestra gran Rumiko. Disfrutarlo!
La tarde se volvio lluviosa de repente. El sol, esa manana resplandeciente, se habia ocultado tras grises nubarrones que amenazaban con descargar todo su contenido sobre la ciudad de Nerima y justo fue a la salida de clases cuando la permanente amenaza habia hecho acto de presencia fisica.
Una hermosa pelirroja corria bajo la lluvia. Con una mano se sujetaba el pantalon oscuro, ahora grande para su cuerpo menudo, mientras que en la otra portaba los zapatos, dejando que sus pies descalzos golpearan el humedecido asfalto. Una palabra, mas bien un nombre, se repetia en su mente una y otra vez.
'Akane!' su mejilla aun dolia, y podria jurar que los dedos femeninos de su prometida se quedarian fijos sobre su piel por largos dias.
'Akane¿donde estas?' y así, siguió corriendo y corriendo, cruzandose con algunos pocos transeuntes que se habian aventurado a caminar bajo la lluvia, paraguas en mano. Otros menos previsores se agazapaban bajo los toldos de las tiendas o corrian golpeando, con sus zapatos de vestir, los charcos que ya empezaban a formarse, resguardandose bajo los maletines de trabajo.
Y es que esa manana tan soleada ocurrió lo que por años Ranma habia temido. Años de celos, peleas, de verdades a medias...
Ambos jovenes se habían matriculado en la universidad local, preparándose para ser profesores de artes marciales, aunque la muchacha tomaba, además, clases de teatro, medicina y literatura. La verdad es que había pocas sesiones en las que ambos coincidían en el mismo aula, pero la suerte quiso que ese dia, en la unica asignatura que compartían en la jornada, el profesor se ausentara por enfermedad, con un aviso tan tardío que ningún sustituto pudiera ocuparse de la clase. Todos se quedaron charlando tranquilamente en el aula, al menos todo lo tranquilo que siempre se pudiera dar en Nerima, cuando una joven de 20 anos china y de cabellos morados entraba, como siempre, al lugar con un gran cuenco de ramen y pastelillos de atun, seguida de un pato con grandes gafas de culo de botella y otra joven con una gran espatula en la espalda exigiendo que su prometido se comiera el okonomiyaki de marisco que acababa de preparar.
Después de lo ocurrido en el monte Fenix, las aguas habian vuelto a su cauce, pero con una ligera diferencia. Y esa es que, con pasos muy lentos y seguros, esa relacion que ya habia empezado a formarse de amistad-amor entre Ranma y Akane se iba afianzando cada día que pasaba. Aún seguían existiendo los insultos, aunque en menor medida, y la muchacha ya no se tomaba tan a pecho las escenitas que montaban las otras prometidas, aunque los celos siempre seguian presentes, pero ella intentaba ignorarlos lo más posible.
Curiosamente, un despistado Ryoga también apareció por allí, quedandose a charlar con Akane, contento de verla despues de tantos meses de ausencia.
"Hola Akane¿qué haces tu en Okaido?" preguntó el joven.
"Ryoga, estamos en Nerima, te has vuelto a perder" contesto ella, mientras una gota estilo anime caia por su frente y una timida sonrisa escapaba de sus labios ante lo cómico de la situación.
De pronto un gran escandalo se armó en el salon, pues Ukyo y Shampoo habian empezado a pelear decidiendo que la ganadora alimentaria al muchacho. El aludido solo miraba la escena, aburrido, bebiendo de una botella de agua que Kasumi habia adjuntado con el bento de la comida. Pero, para mala suerte del chico, dicha botella, debido al lanzamiento contra su enemiga de una de las pequenas espatulas que siempre portaba la cocinera en su frente, fue a dar contra su cabeza, provocando que el recipiente escapara de sus manos y derramara el incoloro líquido sobre la amazona apareciendo, donde una vez habia estado el cuerpo exuberante de la china, una preciosa gatita de color lila. Ranma, que aún no se habia recuperado de su fobia a los felinos, salió disparado por toda la habitación derribando, a su paso, mesas y sillas. Algunos alumnos intentaban escapar como podian del jaleo, otros se agazapaban cubriendose en las esquinas. Tan ciego estaba que no vio a Ryoga hasta que chocó con el, provocando que las ultimas gotas de la botella cayeran sobre este.
Los ojos de Akane se abrieron como platos cuando el apuesto muchacho de pañoleta con el que estaba manteniendo una animada conversación empezo a encogerse, la piel antes bronceada por el sol se torno rugosa y de un color verdoso, la nariz humana desaparecio, alargandose hacia adelante y volviendose redondeada. Los dedos masculinos se retorcieron sobre si mismos, endureciendose y dando paso a unas pezunas porcinas.
Y asi, ante la vista asombrada de los pocos alumnos que aun quedaban en el aula, la confusa de Akane, la asustada de Ranma que ya habia dejado de correr puesto que el animal habia desaparecido por la ventana, y la aterrorizada de Ryoga, Pchan aparecio bajo los ropajes, saliendo a la luz de los fluorescentes blancos que colgaban del techo.
El tiempo se detuvo en ese momento, o al menos eso es lo que sintieron ambos muchachos, mientras que un sudor frio bajaba por la espina dorsal de la joven.
"P...Pchan" dejo escapar la chica en un susurro.
"Akane, te lo puedo explicar" Ranma intento interponerse entre el animal y la muchacha, que todavia no salia de su estado de trance.
Cuando las palabras llegaron a los oidos femeninos, provocaron una reaccion para nada prevista por el artista marcial. Por una vez ella, mirandole incredula, habia entendido. Todos los insultos de cerdo y nenaza tenian sentido para ella. La ira de Ryoga contra su prometido el dia que lo conoció, la de Ranma cada vez que ella dormia con el cerdito... todo.
Entonces ella, sin decir una sola palabra, se le vanto de su asiento, curiosamente el unico que seguia intacto en su lugar, camino muy despacio los pocos pasos que la separaban del chico y se detuvo justo enfrente de él. Bajó la vista hacia el cerdito negro, que temblaba de pies a cabeza detras del chico de trenza, las palabras salieron oscuras, frias e hirientes de sus labios.
"Espero no volver a verte en mucho tiempo Ryoga" alzo la vista hacia Ranma "y tu" sus ojos se humedecieron. Trago pesadamente, intentando aguantar las lagrimas que amenazaban con caer por sus mejillas, "¿como pudiste?" preguntó, dolida. Su mano conecto con la cara del joven una vez pudo conseguir que su cerebro reaccionara ante el shock sufrido, y luego, con la cabeza bien alta, salido del lugar sin derrumbarse, aguantando sobre su nuca la mirada de todos los alli presentes.
Una vez estuvo lejos, en uno de los callejones mas oscuros y apartados de Nerima, cuando se supo completamente sola, dejo que los sollozos escaparan de su garganta, abrazandose a si misma. Se sentia traicionada y violada en su intimidad asi que salio corriendo intentando dejar todos esos malos sentimientos atrás, sin direccion aparente, perdiendose por las calles de la ciudad.
Continuara...
