Aquí traigo otro 'Peeniss'. Disfrutad todo lo que podáis.
Dedicatoria: A Wisper Diggory, que me dio esta idea, que he creado a mi manera.
*Montenegro*
Despierto sudando. Otra vez. Otra vez soñando con mutos, explosiones, mi hermana en llamas, Rue atravesada por la lanza… Sacudo la cabeza e intento esbozar una sonrisa, con un éxito medio. Me levanto de un salto y voy directa a la ducha, quitándome la ropa por el camino al baño. Me meto debajo del agua, sin controlar la temperatura. Hielo. Suelto un gritito ahogado y aguanto la respiración, hasta que me acostumbro.
Cuando salgo de la ducha, envuelta en una toalla, voy al armario y, al abrirlo, me siento desorientada; mil y una cosas para elegir, cosas alegres, cosas que arden, cosas que me convierten en un sinsajo… Suspiro y, por un momento, quisiera que mi equipo de preparación estuviese aquí, para ponerme lo más guapa posible. Evito mirarme en los espejos, no me gusta ver mis cicatrices, las partes de piel no mías. Todo ello me recuerda a lo que sucedió una vez. Donde murieron tantos seres amados. Aparto esos pensamientos de mi cabeza y escojo algo al azar. Un vestido, azul como los ojos de Finnick y con el escote marrón oscuro, como el pelo de la pequeña Rue. Sonrío, porque hay toques de Cinna en esta prenda, las piedras azules incrustadas que tienen un extraño reflejo rojo, las mangas, el corte, el volante… Muy al estilo Cinna. Con el paso del tiempo, con la ayuda de Peeta y de la gente que aprecio, he conseguido aceptarlo. He conseguido que, al recordar aquellas personas, sonría, y no llore. Ahora cada vez que me acuerdo de alguno de ellos, o de varios, sonrío con amplitud, porque aunque no estén, sé que se merecen sonrisas y no lágrimas. Porque ellos lo valen. Eso me dijo Peeta una vez, con esa frase cambió el rumbo de mi vida. Puede que tenga pesadillas con ellos, y no sea nada agradable, pero siempre intentaré recordarles con una sonrisa.
Doy vueltas para brillar como una llama y de un pequeño bolsillito, sale una nota. La cojo. Sigo apostando por ti. La perfecta caligrafía de Cinna nubla mis sentidos.
-Gracias.- susurro, como la última vez. Me quedo mirando la nota hasta que alguien llama a la puerta. Salgo de la habitación con paso tranquilo, volviendo a guardar la nota en el lugar del que había salido, bajo las escaleras, voy a abrir la puerta, y me encuentro con él.
-Peeta.- saludo y él me sonríe.
-Katniss.
-¿Pasas? Iba a desayunar.- le ofrezco y Peeta asiente.
-Claro, te acompaño, además, he traído esto.- dice, alzando una cesta que huele genial. No contesto, sólo sonrío, y voy a la cocina. –He preparado también chocolate caliente. Te gustaba mucho, ¿real o no?
-Real.- contesto, mientras saco un par de platos y tazas. Los pongo en la mesa, mientras Peeta pone la comida. Nos sentamos, hombro con hombro y Peeta habla, antes de poder coger cualquier cosa:
-No recuerdo tu favorito.- susurra apenado, y yo siento una punzada de dolor.
-Adivínalo.- respondo, y lo intenta.
-¿Pasas?- niego con la cabeza.
-¿Moras?
-Piensa, Peeta.- asiente, decidido y escoge otro, pero lo suelta de inmediato.
-¡Con queso!- y yo asiento, feliz.
Cuando terminamos de desayunar me propone algo que no esperaba.
-¿Quieres venir al Parque de Atracciones conmigo?- y yo frunzo el ceño, confusa.
-¿Qué es eso?
-Si vienes, lo verás.
Siento dejaros así, a los interesados en el fic. Pero hagamos una cosa, si me dejáis Review, yo actualizo mañana. Este fic estará compuesto por dos capítulos, sólo entregaré el segundo si recibo Review, ¿ok? No os toméis a mal el trueque, porque es sólo eso, un trueque.
