Los personajes de esta historia no me pertenecen. Todos sus derechos a sus respectivos autores.

Espero que les guste.

Amor.

- Sentimiento de vivo afecto e inclinación hacia una persona o cosa a la que se le desea todo lo bueno.

1.-una cosa difícil de encontrar

Los gritos de su padre y los intentos en vano de su madre por calmarlo resonaban por toda la casa, llegando hacia la habitación donde se encontraban él y su hermana, tratando de protegerse.

Vio a su hermana, con el cabello recientemente cortado a la altura de los hombros (en clara rebeldía en contra de su padre, a ella le gustaba su cabello largo) y el pequeño pero visible hematoma que empezaba a tornarse más oscuro en su mejilla derecha. Él pudo recibir los otros, agradece, pero (se siente culpable) no cree que haya sido necesario.

Ella no trata de protegerlo a él, aún siendo la mayor, y siempre se mete en problemas sólo para enojar a sus padres.

(Tal vez debería dejar de protegerla. O tal vez debería tratar de entenderla. O simplemente debería...)

Escucharon un fuerte golpe en la puerta principal, y luego a su madre sollozar. Mira a su hermana, quien lo miraba a él. No escuchan más a su padre.

Estaba a punto de decir algo, cuando ella sonríe burlonamente.

-A veces las cosas son así, Johnny. No puedes cambiarlas.

John sabe eso, pero la contradice en algo: ella provoca que las cosas sean así. Sabe cómo es su padre, y aún así lo molesta. Él no aprueba a su padre, pero ¿qué puede hacer él? Tiene sólo once años.

No dice nada. Los sollozos de su madre aumentan con cada segundo, por lo que se dirige al armario en busca del botiquín de emergencias. Mira a su hermana una vez más, viendo su sonrisa burlona, sin importarle que la mujer que les dio la vida está allí fuera, posible y seguramente golpeada, sufriendo por culpa de un idiota. Niega con la cabeza y se dirige hacia la puerta, para sanar las heridas de su madre (físicas, sólo eso puede sanar él, lamentablemente).

Siente un dolor en su pecho, cuando ya estaba en la cama, a punto de dormirse; lo ignora. Como también ignora las lágrimas que tratan de escaparse de sus ojos. Él es fuerte, puede soportar este día. Un día más. Es fuerte.

(Lo será. En unos años más tarde, en la guerra. Va a ser más fuerte de lo que ya es.)

Su hermana estaba sentada en su propia cama, mirando hacia la oscuridad, con una botella entre las manos.

-Aquí no hay nada, Johnny, no hay nada. Si él estuviera aquí, las cosas serían diferentes.

(¿Él?)

Se duerme esa noche, con la pregunta en su cabeza.

¿Él?

La mirada de su hermano sobre él lo incomodaba, mas no le importaba. Su hermana no dejaba de cantar esa estúpida canción y sus padres no le decían nada.

Las lágrimas caían de forma libre, pensando en que tal vez él no se merecía tener un amigo. Él sabe que a veces es un mal niño, y por eso todos se enojan con él.

Mycroft tiene una pequeña batalla en su interior sobre acercarse o no a su hermano y consolarlo, pero al final se da cuenta de que no tiene que hacerlo.

Si tratara de ser cariñoso con él, creará algo que no está muy seguro de querer ver romperse en algún futuro, cuando Sherlock aparezca llorando porque simplemente, los demás no lo tratan bien.

No quiere ver a su pequeño hermano sufrir lo que él. El no ser aceptado por "pares", el no tener con quién hablar fuera de su familia. El no tener a nadie.

Los hermanos Holmes no pueden ser aceptados como otras personas, porque a nadie le gusta que expongan sus secretos a diestra y siniestra, sin siquiera haber entablado una conversación de más de dos segundos.

Sherlock, se da cuenta Mycroft, es débil; no podrá soportar lo que él, el tener que ir solo por la vida, al darse cuenta que no hay otra forma.

Mycroft sabe que su pequeña hermana ha matado al amigo de Sherlock, pero no le dice nada a sus padres, para evitar el dolor. Sin embargo, mantiene tanto como puede a Sherlock alejado de ella. No quiere que siga sus ejemplos, aún siendo ella la menor.

Sherlock sólo empieza a apagarse, de un día para otro. No come como antes, no habla con Mycroft ni mucho menos con Eurus. Simplemente se aleja de sus hermanos y a duras penas convive con sus padres. Hay libros donde antes habían juegos y juguetes, una especie de pequeño laboratorio amateur donde había una espada de cartón y un sombrero pirata y, a cualquier momento del día, hay pequeñas explosiones (son cosas que pasan cuando se experimenta, ¿acaso son tontos? había dicho un día) que al principio alertaban a más de uno.

Mycroft sabe que su pequeño hermano con sed de aventuras y ganas de atraparlo para que sea su presa y sus pasteles sean su tesoro ya ha desaparecido, junto con su pequeño amigo y compañero de aventuras.

Sherlock está sufriendo, lo que vulgarmente muchos llaman, un corazón roto.

Y no hay nada que pueda hacer Mycroft que tenga un fin práctico.