Ranma ½ y todas sus situaciones y personajes son propiedad de Rumiko Takahashi. Hago esto por voluntad propia y sin fines de lucro.
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Implosión
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Me besa y me toca. Tratamos de controlar nuestra respiración agitada, hay algo emocionante y excitante en hacerlo así, a escondidas, aparentando normalidad durante el día como si fuera un juego, incluso discutiendo y peleando como siempre frente a los demás. Pero encontrándonos en la noche, en plena oscuridad, para jugar otro tipo de juego.
Le suelto el cabello trenzado y acaricio su espalda, abrazándolo después con fuerza para acercarlo a mí. Él avanza buscando la cama y me quita el pijama casi con desesperación hasta tenerme completamente desnuda, luego parece calmarse y se toma su tiempo besándome y tocándome por todas partes, casi sin dejarme hacer. Sostiene mis brazos para no dejarme alcanzarlo y así pueda quedar a su merced. No me quejo, sé que tendré mi momento para disfrutarlo a gusto luego, las noches siguen siendo largas.
Me muerdo los labios cuando comienza a apoderarse de mi cuerpo, entrando lentamente, con intención, mientras me roza en las partes más sensibles de mi cuerpo. Ha adquirido esa maestría para tocarme que me enloquece, lo aborrezco por eso, y al mismo tiempo lo aliento para que se mueva más a prisa.
En el momento exacto vuelve a besarme, es algo que hace siempre, con intención, para que no alerte con mis gritos a toda la casa. Después me sujeta con fuerza de las caderas, tanto que sé que mañana tendré sobre mi piel las marcas de sus dedos, pero no me importa. Se afirma en mí y me llena completamente una última vez, hasta que estallamos juntos, procurando tragarnos los jadeos y no hacer ruido. En ese instante parecemos flotar sobre el universo, como si tuviéramos todo el espacio y el mundo fuera infinito.
Al instante, sin embargo, él me vuelve a la realidad del espacio reducido donde estamos los dos cuando susurra «Akane» con una voz tan dulce que podría llorar de felicidad. Me gusta que pronuncie mi nombre de esa forma, rendido sobre mí, pero también me gusta que lo suspire de muchas otras formas, y lo hará a lo largo de esta noche. Promesa.
Busco su boca, lo beso y le muerdo los labios.
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Nota de autora: Aquí volviendo a las andadas XD. Gracias por leer.
Romina