¡Holaa :D! Bueno aquí estoy con una nueva historia, esta vez de la película de Thor una de mis preferidas :3 espero que os guste el primer episodio, es un poco cortito pero a medida que vaya avanzando los haré mas largos :P en fin solo espero que os agrade mi nueva idea y que me dejéis vuestra opinión. Esto es todo.

Nota: Este fic se situa durante la película de "Thor: Un mundo oscuro"

¡Un abrazo!


Descripcion personajes:

Ildry: Ildry es la ultima descendiente del clan de dragones de Muspelheim, el reino del fuego. Ella tiene el pelo largo y de un color rubio platino y atado siempre en una trenza, sus ojos son de un claro azul igual que el cielo. Puede controlar a su antojo el fuego, ya que es parte de su naturaleza y su tranformación es la de un gran e imponente dragón de color rojo junto a unos profundos ojos del mismo color. (Foto de perfil del fic)


Rabia

Ira

Cólera

Furia

Venganza

Esas eran las únicas palabras que tenía en mi mente día tras día, noche tras noche, deseos de venganza, venganza por los míos, venganza por sus muertes.

Porque no pararía hasta hacer justicia por sus muertes, con solo recordar como todos esos asquerosos asgardianos arrasaban con todos ellos junto a mi pueblo hacia que mi sangre hirviera de rabia y que la furia empezara a dominarme por completo creyendo que me volvería loca de un momento a otro.

¿Un rey justo? Já, algo como eso no existe, solo existe un rey con ansias de más poder, con ansias de dominarlos a todos, de apoderarse de todo.

Pero juro que no descansare en paz hasta ver como su corazón daba su último latido y como la vida le era arrebatada de sus ojos, porque si él creía que aquello era justo, yo haría justicia por todos mis seres amados.

Haría justicia por todo mi pueblo, porque aunque pareciese que yo estaba sola era todo lo contraria, en mi espalda tenía el apoyo de todos ellos, esperando a que alguien como yo alzase su espada contra el rey haciendo que sus sueños eternos fuera placenteros.

Lo juro tal como yo me llamo Ildry, ultima superviviente del clan de los dragones de Muspelheim, el reino del fuego.

El sonido de las cadenas siendo arrastradas en el suelo se escuchaba por toda la gran sala del trono, a cada lado de mi 3 guardias me sujetaban fuertemente para que no intensase escapar.

La furia empezó a apoderarse de mí en cuanto lo vi ahí, sentado en ese gran trono dorado como si nada hubiese ocurrido, mirándome como si solo fuera basura, creyéndose que todo era suyo.

Odín, el rey de Asgard "Padre de todos".

Mi corazón latía rápidamente, lo tenía tan cerca, tan malditamente cerca de mí, que si no hubiera sido por estas endemoniadas cadenas que bloqueaban mi poder seguro que ya habría saltado encima de él y lo habría matado sin compasión alguna, entonces de verdad me habría convertido en una asesina.

Pero yo sabía que aquello era imposible, no por nada era el gran Odín, uno de los más poderosos dioses que existían. Así que mi ataque no habría servido de nada.

Una vez que llegamos a escasos metros de su trono los guardias me dieron un tirón en las cadenas que hizo que yo retrocediera y parara de andar, me gire y los mire seriamente.

-Ildry, única superviviente de Muspelheim, estas aquí por ser acusada de asesinato ¿cierto?-. No sabía por qué pero el tono tranquilo de su voz hacia que me enfadara, era como si en su voz hubiera un brillo escondido de burla.

-Hmp, sinceramente no sé porque estoy así, yo no he hecho nada malo, comparado contigo ¿verdad?-. Dije calmándome un poco y hablando en tono tranquilo, como si nada estuviera pasando. Inmediatamente la cara del gran rey pasó a ser una de seriedad absoluta con un brillo de ira en sus ojos. Justo lo que yo quería conseguir.

-¡No te hagas la tonta, muchacha insolente! ¡Sabes perfectamente que estas aquí por asesinar a cerca de 30 de mis hombres!-. Grito él.

-¿Asesinar? ¡Jajaja déjame que me ría! ¡No hables de asesinato cuando tú fuiste el que mandaste a esos hombres para acabar con todos nosotros! ¡Aquí el único asesino eres tú!-. Le grite explotando de la ira.

-¡No te atrevas a levantarme la voz monstruo, todos ellos merecían morir y tú también, por desgracia sobreviviste al ataque. Y si los mate fue porque me traicionaron!-. Dijo el sorprendiéndome.

-¡¿Que te traicionamos?! ¡¿Pero de que estas hablando?! ¡Aquí el único traidor eres tú! ¡Tras la guerra nos prometisteis dejarnos en paz y ahora vienes y matas a todos! ¡¿Quién es aquí el traidor ahora?! ¡¿Eh?!-. Le grite mientras que mis ojos de volvían acuosos, dando señales de que iba a llorar.

-¡Basta, no quiero seguir escuchando tus tonterías! ¡Serás encarcelada en los calabozos hasta el día en que celebre tu juicio!-. Ordeno el mientras daba un golpe en el posa brazos de su trono y se levantaba rápidamente.

-¡Yo no he hecho nada, no tienes ningún derecho en encerrarme en ningún lado!-. Le grite mientras los guardias empezaban a jalar de mis cadenas.

-¡Serás encerrada como la asesina que eres!-. Dijo el furioso.

-¡Yo solo me defendí, aquí el único asesino eres tú!-. Le grite furiosa.

-¡Encerradla de una vez, no quiero seguir escuchándola!-. Ordeno fuertemente él.

Los guardias empezaron a jalar más fuerte de mí, hasta tal punto que acabe cayéndome haciendo que todos ellos se rieran de mí. Yo los mire fríamente haciendo que se callaran rápidamente, en ese momento sentía las ganas de lanzarme encima de ellos y atacarlos pero por mala suerte aquellas cadenas me impedían moverme y mucho más realizar algún tipo de magia.

El resto del camino fue silencioso, solo se podía oír los pasos de nosotros y el ruido de las cadenas siendo golpeadas en el suelo.

Observe fijamente el castillo, nunca había estado en Asgard siempre me lo imagine como un palacio enorme y muy majestuoso pero aquello era mucho más de lo que había llegado un día a pensar, sin duda era realmente impresionante.

Aunque yo prefería mil veces mi poblado, era una aldea pequeña pero muy acogedora, toda rodeada de enormes árboles y hermosas flores de colores vistosos, y ese cielo, tan anaranjado que parecía que estaba amaneciendo las 24 horas del día.

Sonreí nostálgicamente al recordar a mi hogar, imaginar que hace apenas una semana me encontraba tranquilamente paseando con mi padre por la aldea y que días después era esposada y tratada como una asesina.

Sin duda era de locos ¿cierto?

Bajamos por unas grandes escaleras de piedra, estaba todo oscuro y no se podía ver mucho, llegamos a unas grandes puertas e imponentes puertas de color marrón decoradas con finos motivos dorados.

Dos guardias estaban custodiando la entrada, en cuanto nos vieron no tardaron en abrir aquellas enormes compuertas produciendo un fuerte ruido.

Observe detenidamente los calabozos, un largo pasillo había ante mí y a cada lado múltiples celdas de un tono tan blanco que casi era de locos. Una barrera de color amarilla encarcelaba a cada preso.

-Vamos-. Uno de los guardias me dio un pequeño empujo en el hombro con su bastón, yo solo gruñí de irritación y comencé a andar a duras penas.

En cuanto entre los presos empezaron a gritas o a silbar como locos, aquello era el colmo, parecía como si no hubieran visto una mujer en sus miserables vidas. Yo solo puse los ojos en blanco.

Continuamos andando hasta que llegamos a la que sería mi patética celda, la mire fijamente sin duda me volvería loca allí dentro y eso que todavía ni había entrado.

-Tienes nueva compañía-. Dijo con burla uno de los guardias al preso que se encontraba en frente de mi celda.

Ni siquiera me moleste en mirarlo, seguro que sería otro preso con aspecto robusto y cara de loco, ya tendría bastante tiempo en mirarlo durante mi estancia.

Me quitaron las esposas y de un empujo me metieron allí dentro, al instante las barreras anaranjadas aparecieron dejándome esta vez totalmente encerrada.

Me quede tumbada en el suelo mirando a la nada, después de todo era eso lo único que podía hacer, sentar y mirar hasta que mis ojos se desgastasen.

No pude evitarlo y un par de lágrimas se escaparon de mis ojos rojos, no podía evitarlo, había estado aguantando durante mucho tiempo pero ya estaba en mi límite, así que lo deje salir todo, necesitaba desahogarme.

No sé cuánto tiempo paso pero tras llorar durante un rato me sentí un poco mejor, me tumbe boca arriba con los brazos y las piernas estiradas.

-Vaya, ya pensaba que nunca dejarías de llorar-. Una voz me llamo la atención, esta era suave y algo profunda.

Gire mi cabeza hacia la dirección de esta y me sorprendí al ver en la celda de enfrente a un muchacho, este tenía el pelo negro y un poco largo peinado para atrás, unos ojos verdes y no vestía como un simple preso, no, vestía elegantemente.

¿Qué hacia un tipo como el ahí?

-Necesitaba desahogarme, espero no haberte molestado mucho-. Me disculpe educadamente mientras me sentaba en su dirección.

-No te preocupes, uno ya se acostumbra cuando se tiene que escuchar las 24 horas del día a estos brutos gritar-. Dijo él alzando los hombros.

-No creo que llegue a acostumbrarme a algo así nunuca-. Dijo suspirando pesadamente.

-Sin embargo todavía me pregunto cómo una criatura como tu ha llegado a estar presa en las calabozos de Asgard-. Dijo el clavando su mirada en mí, al instante note un escalofrió recorrerme el cuerpo.

-¿Acabas de llamarme criatura?-. Pregunte frunciendo el ceño.

-¿Lo acabo de hacer?-. Pregunto el con tono inocente.

-Lo acabas de hacer y yo no soy ninguna criatura soy Ildry, de Muspelheim-. Dije presentándome.

-¿Muspelheim, el reino del fuego? ¿Acaso no fue destruido en la guerra con los elfos oscuros?-. Pregunto el curioso.

-La mayor parte del reino, los que sobrevivieron empezamos una nueva vida en pequeñas aldeas, sin embargo todo lo que quedaba también ha sido arrasado por completo-. Dije mientras recordaba la masacre que sufrimos todos.

-¿Acaso esa es la razón por la que estas aquí? ¿Porque se te ha ido la cabeza y los has matados a todos?-. Pregunto el en tono burlón. Haciendo que me enfadara.

-¡No digas tonterías! ¡Si estoy aquí es por un error! ¡Yo solo me defendí de ellos!-. Grite mientras me ponía de pie y me acercaba a la barrera.

-¿De ellos? ¿Quiénes?-. Pregunto el intrigado en el tema.

-De ellos, los asgardianos. Llegaron a mi pueblo arrasándolo todo a su paso y creyendo que todo erasuyo. Mataron a niños, violaron a las mujeres y torturaron a los hombres y solo por buscar la estúpida "Lagrima de Dragón"-. Inmediatamente me lleve una mano a la boca, había hablado de más y un tema así no debería de saberlo cualquiera y menos un preso, me regañe internamente.

Estúpida.

Por suerte parecía que él no le había echado mucha cuenta a lo que dije.

-Así que mi querido padre ha vuelto a hacer de las suyas ¿cierto?-. Dijo el sarcásticamente.

-¿Tu padre?-. Pregunte verdaderamente sorprendida.

-Sí, mi padre. Soy Loki Laufeyson, hijo de Odín, bueno, lo era, ahora mismo soy un preso más como puedes ver-. Dijo el tranquilamente poniendo sus manos en la espalda.

Nos quedamos en silencio después de haberme dicho aquello, ¿cómo era posible que el hijo de alguien como el rey estuviera encarcelado como un simple asesino? Ahora me encaja la idea de sus ropas y a diferencia de los demás aquellos elegantes muebles.

-Vaya, así que tenemos a un príncipe entre nosotros ¿cierto?-. Dije burlona haciendo que el sonriera.

-Eso parece-. Contesto.

El sonido de las grandes puertas daban señales de que alguien había entrado en los calabozos, vi como un guardia se acercaba poco a poco a mi celda hasta quedar a escasos metros.

-¿Que miras?-. Le pregunte en tono cortante.

-No estás en muy buenas condiciones para hablar así monstruo, yo que tu cuidaría un poco ese vocabulario-. Dijo el sonriente haciendo que mi sangre hirviera.

-¡Ni se te ocurra volver a llamarme monstruo asqueroso asgardiano! ¡Sabes de sobra que los únicos monstruos aquí sois vosotros!-. Le grite llena de furia, me descuide y sin darme cuenta mis ojos se habían vuelto rojos y la redonda pupila era sustituida por una fina línea. El soldado pareció asustarse ya que se tensó rápidamente.

-Sabes de sobra que no sirve de nada amenazarme, no puedes salir de ahí y mucho menos hacerme cualquiera daño-. Dijo el con un aire de triunfo.

-Eso crees por ahora pero cuando salga de aquí no dudare en mataros a todos ustedes, así que disfrutad de vuestros últimos momentos de vida-. Les dije mientras me acercaba demasiado a la barrera, sabía que si llegara a tocarla esta quemaría toda mi mano, pero aquello no me importo demasiado y en un ataque de furia pose mi mano derecha sobre la capa anaranjada haciendo que me produjera una fuerte quemazón en la palma, pero poco me importaba ahora el dolor.

-Di todo lo que quieras pero nunca saldrás de aquí-. Volvió a decir él.

-Eso lo veremos asgardiano y dime de una vez que es lo que quieres no quiero seguir viendo tu rostro un segundo más-. Dije en tono cortante frunciendo el ceño.

-He venido para decirte que tu juicio se celebrara dentro de 5 días, ve preparándote antes de condenarte al hacha-. Dijo el divertido mientras salía de allí.

-Maldito...-. Susurre llena de rabia.

Una fuerte punzada cruzo mi mano, la levante y mire como toda la palma era de un fuerte color rosa y que la piel estaba ya un poco arrugada.

-No ha sido muy buena idea hacer eso-. Dijo Loki. Entonces empecé a llevar un poco de magia a ella y está poco a poco fue adquiriendo su tono normal y ya no me dolía.

Levante la mirada cruzando directamente con la verde de Loki, el me miró fijamente como si quisiese leer mi mente.

-¿Qué eres tú?-. Pregunto frunciendo un poco el ceño haciendo referencia a mis extraños ojos.

Yo solo cerré los ojos mientras me calmaba poco a poco, me había dejado llevar por la rabia y sin querer había dejado ver una parte de mi forma de dragón, los ojos. Cuando los abrí estos ya habían vuelto a su color normal, un azul claro como el cielo.

-Solo soy una persona que estuvo en un lugar equivocado en un momento equivocado, solo debes saber eso-. Le dije mientras apretaba los puños, si había algo que no me gustaba era mentir pero este caso lo requería.

Me acerque a la pared y me deje caer en el suelo apoyando mi espalda, sin duda aquello se me iba a hacer largo pero no impediría que algún día saliera de allí.

Asenté la cabeza en la blanca pared y cerré los ojos, desconectando un momento de todo, poco a poco el sueño empezaba a hacerse notar en mí y cuando me di cuenta me había quedado profundamente dormida.


Y bueno ¿qué os ha parecido? espero que haya pasado la primera prueba jajaja. Y bueno esto es todo, nos vemos :D

Nota importante: Si de aqui a una semana el fic no llega a las visitas o a los reviews que me gustaría que me dejaran (por lo menos 3 o 4) no continuare con la historia, ya que no sabre si de verdad os esta gustando o no, espero que me comprendais :)

¡Un fuerte abrazo!