Holu, esta vez les traigo un divertido reto, el FicToberES, que consiste en escribir 31 historias de un mínimo de 210 palabras, durante todo octubre, siguiendo una lista de palabras por día, hoy toca la primera palabra, que es "máquina". Yo lo empiezo un poquitín tarde, pero no pasa nada XD, todo el que quiera puede hacer el reto, así que los invito a todos los que quieran a participar, para más información pueden pasarse por su twitter: FICTOBER_ES, o también por su Tumblr: .COM

Los personajes de Fullmetal Alchemist le pertenecen a nuestra querida vaquita Hiromu Arakawa, si fueran míos, probablemente el Elricest seria canon XD

Puede que al publicar el fic me hayan borrado algún que otro guion o signo de puntuación, así como también puede que tenga alguna falta de ortografía, pido disculpas en caso de que pase.

Sin más que decir, empezamos :3

Máquina

Perro de los militares, títere, chucho faldero, máquina.

¿Cuántos sinónimos te dan por formar parte de los militares? Algunos te aprecian, otros te odian con todo su ser, eres un salvador, un ángel, un demonio y el diablo al mismo tiempo. Que dios te bendiga, ojala te vayas al mismo infierno, son muchas opiniones para un solo cargo.

Te dedicas a ser una máquina todas las miserables horas de tu vida, a cumplir todo tipo de órdenes, tienes que estar preparado para matar en cualquier momento de tu vida, y la posibilidad de quejarte sencillamente no existe por aquí.

¿Qué por qué hago todo esto? Por ti, simplemente por ti. Por ver tu cálida sonrisa una vez más, para ver tus pardos ojos brillar de todas las diferentes maneras posibles, con el fin de ver la luz del sol brillar sobre tu suave piel, para oír el bello sonido de tu voz sin esa distorsión tan lastimera. Pero sobre todo, para poder sentir el calor que perdí aquel día.

La culpa es mía, fui tan egoísta, que no solo quise sobrepasar a la lógica, sino también me negué rotundamente a quedarme sin ti, y te até a un pedazo de metal, totalmente incapaz de sentir.

Ya me lo has dicho muchas veces, que no me odias por lo que he hecho, que la culpa es de los dos, que me quieres mucho, y que no piensas alejarte de mí nunca. Lo sé, y no lo dudo ni lo dudare en ningún momento, pero déjame echarme la culpa a mí mismo, déjame cargar todo el peso sobre mi espalda, por favor no sufras por mí, el único que merece sufrir aquí soy yo.

Por favor déjame martirizarme con la culpa, porque es la única manera de no desviarme del camino.