Querido diario:
Estoy asustada. Lo que todo este tiempo Stefan intentó ocultarme acaba de salir a la luz. Ella está viva… y regresó para vengarse. Katherine. Presiento algo, algo muy malo. Me preocupa Stefan… pero más que nadie… Damon. Todavía ama a Katherine, lo cual es muy peligroso para él. Anoche estuvo en mi habitación. Se había encontrado con Katherine, pero el sermón que ella le dió lo había dejado sin alma. Su amor no corresponde a Damon…Eso me asusta, quiero evitar desastres, pero solo soy una humana en contra de una vampira extremadamente poderosa. Un total desastre. No estoy segura si esto se resolverá… pero de lo que sí muy segura es… es que… es que el final no terminará bien...
-Elena
Elena cerró su diario y lo sostuvo en su regazo. No se atrevía a abrir alguna gaveta de la habitación de Stefan… nunca sabría que encontraría en ellas. Había estado encerrada ahí desde la madrugada. Le habían prohibido salir de la casa, llamar o buscar a alguien, a menos que fuese algún hermano Salvatore. Según ellos, debían mantenerla alejada del mundo exterior hasta que resolvieran el problema de su "gemela". La vampira más temida por los hermanos Salvatore. Katherine Von Swartzchild. Elena todavía no entendía que era lo que tanto los asustaba, pero prefería no abrir la boca. Esa misma madrugada habia estado en su durmiendo en su habitación, alejada de todos los problemas, hasta que unas manos extrañas cubrieron su boca, evitando que gritara del susto. Damon.
"¿Qué demonios haces aquí?" susurró Elena cuando logró alejarse
"No puedo explicarte ahora, pero tienes que venir conmigo" exclamó Damon, tomando la mano de Elena y llevándola a la ventana de cristal de la habitación. Elena soltó su mano y lo miró directamente a los ojos, con una mirada fulminante.
"Yo no voy a ninguna parte contigo, Damon Salvatore"
"Elena Gilbert… no te pongas difícil. Sabes que no puedes competir conmigo" dijo con una sonrisa tentadora
"¿Quién te da la autoridad de entrar a mi casa y secuestrarme? "
"Stefan… Salvatore. Creo que reconoces muy bien ese nombre ¿No? "exclamó sarcásticamente. Interiormente, Elena quería tirarlo por la ventana, pero sabía que no le haría ningún daño, así que para qué buscarse problemas con la tía Judith por el ruido.
"¿Lo dices en serio?" preguntó Elena. Damon no contestó, solo la miró. Grandioso, muy de Damon.
"No entiendo por qué-"comenzó Elena
"Te dije que no puedo decirte nada ahora, pero te voy a prometer que si no vienes a las buenas, te voy a arrastrar y llevar a las malas ¿de acuerdo?"
Cuando llegaron a la mansión Salvatore Stefan le dio la bienvenida con un largo y tentador beso. Luego se giró y vió que Damon aun seguía de pie, penetrándolos con una mirada matadora.
"Gracias" exclamó Stefan. Damon no dio señal de haber escuchado, abrió la boca para decir algo cuando Elena interfirió.
"¿Qué está sucediendo?"
Stefan miró a Damon, parecía estar buscando ayuda, pero al final se rindió y se giro hacia Elena. Las cosas parecían estar muy mal, como para que Stefan necesitara ayuda de su hermano.
"Elena, mi amor…no sé cómo decirte…Esto. Es… es solo que… um…"
"¡Habla!" gritó Elena desesperada
"Estas en peligro. En un grave peligro, y tememos que algo te suceda" interfirió Damon, ya que Stefan parecía no encontrar las palabras.
"¿Qué clase de peligro?"
"Elena…Ka…Katherine está viva y está en Mystic Falls"
Stefan había dicho que Katherine había muerto recibir contacto directo con el sol, y sin anillo. Había sido su voluntad y ellos, los hermanos Salvatore, se habían culpado de su muerte. Probablemente ya Katherine sabia que había una joven idéntica a ella, una que le había robado el corazón a los hermanos vampiros… y ahora querría deshacerse de Elena… solo por celos. Elena todavía tenía el collar con verbena, el que le había obsequiado Stefan, solo para protegerla de Damon. Ahora sería para una amenaza peor. Elena decidió salir de la habitación y bajó las escaleras, rumbo a la sala. Ahí encontró a Damon, que estaba bebiendo Whiskey, de nuevo. Lo peor era que en una de sus manos sostenía la foto de Katherine, la que decía "Katherine 1864". Damon tenía un rostro de sufrimiento, uno que daba pena admirar. Parecía tener una depresión severa. Damon dejó la foto a un lado y luego dijo:
"¿Qué quieres?" Estaba ebrio y el olor a alcohol invadía la sala
"Saber donde esta Stefan"
"Stefan, Stefan, Stefan… todos se preocupan por el inocente de Stefan" dijo en un tono aburrido y volviendo a tomar un trago de su bebida
"Estas ebrio" exclamo Elena
"¿Crees que no lo sé? Elena, puedo estar ebrio… pero no soy estúpido. Puedo razonar por mí mismo ¿sabes?"
"Sí, claro… lo que tu digas" Elena decidió seguirle la corriente. Lo peor es discutir con un ebrio
"Stefan salió" dijo Damon después de unos segundos de silencio
"Ya me di cuenta de eso ¿A dónde fue?"
"No tengo la menor idea. Con suerte, se habrá ido a tirar de un puente"
"Muy gracioso" exclamo sarcásticamente
"Lo sé" dijo tomando mas Whiskey. Elena puso los ojos en blanco y camino hacia adentro de la sala, sentándose en un mueble de piel negra frente a Damon. Luego de unos minutos Elena preguntó:
"No crees que-"
"No Elena, no ha ido a buscar a Katherine. Stefan no tiene el coraje para hacerlo"
"Tampoco tú, ya que estas aquí sentado, ebrio y buscando la respuesta del '¿por qué no me ama' "
Después de eso, Elena se relajó. Entonces Stefan no ha ido a buscar a Katherine. Elena volvió a mirar Damon. Adentro… muy, muy adentro, sentía lastima por él. Estaba enamorado de una vampira despiadada a quien no le importaba el dolor ajeno. Solo por eso, Elena la odiaba, la odiaba con todas su fuerzas. Katherine había hecho sufrir a Damon, pero también a Stefan, obligándolos a compartirla ya que ella era una joven indecisa incapaz de escoger. Era, o se puede decir es, una egoísta. Elena se estaba inquietando. ¿Dónde estaba Stefan?
"Damon…, seguro que no te dijo-"
Damon entonces reaccionó. Arrojó el vaso de cristal contra el suelo, al lado de Elena. La joven dio un brinco, cayendo de pie, y llena de Whiskey. Damon se levantó del mueble, y con una velocidad sobrenatural, Elena se encontró contra la pared, el rostro de Damon a unos centímetros de ella, y con sus manos a cada lado de la pared, sosteniéndolo.
"No sé en donde demonios esta mi maldito hermano. ¡No se! Y tampoco me importa… si quiere desaparecerse una semana ¡pues que lo haga! Nadie lo necesita. Ni siquiera tú" y estampó sus labios contra los de Elena. La joven intentó zafarse, pero Damon tenía una fuerza sobrenatural. Elena le dio una patada y Damon se echó para atrás. Antes de que Elena pudiese responder de otra manera, lo abofeteó con todas sus fuerzas. El rostro de Damon termino hacia un lado, su mano en la mejilla abofeteada.
"Veo que no has cambiado"
Elena subió de nuevo a la habitación y se encerró con llave. Estaba atardeciendo y la luz era de un color anaranjado. Elena se dirigió al enorme baño y se miró en el espejo. Estaba toda cubierta de Whiskey. Su "top" blanco había terminado con manchas amarillentas.
"genial" murmuró. Se desvistió y entró a la ducha. Se lavó el cabello, juraba que habían caído fragmentos de cristal en él. Luego de varios minutos salió, envuelta en una toalla. Fue a uno de los armarios. Según Stefan, había ropa de Elena ahí. Él mismo las había traído para cualquier emergencia, como ésta. Encontró un vestido casual que le encantaba. Era hasta encima de la rodilla, azul cielo y corte de princesa con una cinta crema. Se puso unas zapatillas cremas y luego fue y se arrojo a la enorme cama de Stefan. Se cepilló el cabello para desenredarlo. Cuando estuvo seco, se hizo una larga trenza de lado. Luego de varios minutos, observando hacia afuera de la ventana, se rindió y volvió a la cama. Prefería aburrirse antes que volver a bajar y enfrentar a Damon. De pronto comenzó a oír un celular sonar. Su celular. Revisó con la mirada y luego abrió la gaveta de la mesa de noche. Ahí estaba. Elena lo tomó entre sus manos e identificó lo que la pantalla decía. Stefan. Elena sonrió y abrió el celular
"¿Hola?"
"Al fin te conseguí. Te llame hace quince minutos. ¿Estás bien?" Dijo Stefan
"Si. ¿Donde estas?"
"¿Damon no te lo dijo?"
"¿Qué cosa?"
"A dónde había ido. Le dije que te lo dijera para que no te preocuparas."
"Está completamente ebrio, creo que no recuerda ni su nombre…" Elena decidió dejar la parte del beso fuera
"Ese idiota. Como sea, estoy en el apartamento de las instalaciones de la Sra., Flowers. Te llame para decirte que necesito que vengas. Hay unas cosas tuyas aquí y necesito que me digas qué hacer con ellas. Hable con Damon hace una hora para que revisara el perímetro. Esta despejado. Ya lo cubrió completo y no hay señal de Katherine."
"De acuerdo. Llego en quince minutos"
"¿Tienes el collar con Verbena?"
"Si"
"Okey, solo para asegurarme. Te espero"
Colgaron la llamada. Elena tomó su celular y salió de la habitación. Bajó las escaleras y vió que Damon estaba completamente dormido en el mueble. Elena fue con discreción y tomó las llaves de jaguar rojo. Salió por la puerta principal y entró al auto. Ya comenzaba a oscurecer, pero Elena sabía llegar perfectamente a la casa de la Sra. Flowers. Pasaron exactamente quince minutos cuando llegó al apartamento. Las luces del estaban encendidas. Elena se bajó de inmediato, no resistía las ganas de ver a Stefan. No se molesto en tocar a la puerta, la Sra. Flowers debía estar dormida. Subió las escaleras y entró al apartamento que una vez fue de Stefan y cerró la puerta. Había cajas llenas de ropa, objetos antiguos y libros. Elena caminó hacia el armario pero no vió a Stefan. Se dirigió hacia el baño pero tampoco estaba ahí. Fue entonces cuando oyó la voz femenina detrás de ella.
"Hola gemelita"
