Disclaimer: bueno, ya saben Gundam Wing no me pertenece, si no que es de Hajime Yatate y Yoshiyuki Tomino. Y si quieren... también de Sunrise, pero jamás será mío. Esto... es un Universo Alterno y por lo tanto, la historia ha cambiado, los personas también pero de alguna forma se mantienen algunas de sus actitudes además de sus nombres. Ante todo, no los utilizo con fines de lucro, sólo por diversión, ¿de acuerdo?

¿Otra vez la misma historia....?

Sumire-chan

Capítulo I: Sakura no Tenshi

Él resopló. Una, dos, tres veces mientras la preceptora lo llevaba a la oficina de la directora. Eran las nueve de la mañana y estaba a punto de devorar un panecillo en la cafetería cuando esa mujer de cabellos negros, sonrisa tersa, como de gato, y ojos igualmente felinos se acercó y le explicó que le necesitaban en aquella oficina. Él debió seguirla, claro.

No le preocupaba que lo regañaran, siempre lo hacían; decían que su comportamiento no era el adecuado para el instituto, ni siquiera para un niño de diez años que había sido bien educado. Sí, ellos adoraban a su padre, ministro en algún país no muy lejano, demasiado ocupado como para saber de su hijo. Al menos, en navidad y cumpleaños, recibía una carta extensa contándole de sus aventuras por el mundo y regalos que ni le llamaban la atención por mucho tiempo. Su padre era un hombre loco, aún no entendía como ellos gustaban de él.

Quizás porque pagaba sus gastos y arreglaba sus líos, quizás él sí sabía de él.

Miró a la mujer que estaba a su lado, aunque amable, no dudaba en tirarle de las orejas cuando con su mejor amigo hacían una trastada. Eran inseparables y ambos muy inquietos, siempre metiéndose en algún conflicto con los niños más grandes, o simplemente escabulléndose por ahí a ver cosas que no tendrían que ver. Entre ellas, a las muchachitas en el baño.

Finalmente, entraron en la oficina y sus ojos marrones se encontraron con los ojos casi grises de su directora, su rostro arrugado y su cabello aparentando la blancura de un copo de algodón. Aún así, no era muy viejita pues su carácter muchas veces, se transformaba al de una persona jovial, llena de vida, al parecer... ella lo estaba.

A su lado, había una mujer con una niña que apenas si pasaba el escritorio, no como él... él era alto, musculoso, al menos eso creía, era musculoso para su edad. Ella parecía muy indefensa, sin ninguna expresión en su rostro. Casi como él era aveces.

- Heero, buenos días, ¿cómo estás?

- Muy bien, señora. ¿Para que me mandó a llamar?

- Calma, Calma. Vamos despacio. La señorita que me acompaña se llama Angeli Peacecraft y ella es su hija Relena. Relena se incorpora hoy al instituto, por eso te he mandado a llamar.

- No entiendo ¿Qué tengo que ver yo con esto?

- A eso es a lo que iba. Quisiera que te encargaras de guiar a Relena los primeros días hasta que se adapte por lo menos, lo que pase luego ya no estará bajo mi orden. ¿Qué te parece Heero? ¿Puedes hacerlo?

El muchacho miró a los ojos de la niña, su tez muy blanca y sus ojos azulados brillantes como si estuviera a punto de llorar. Finalmente, miró a la directora y asintió.

- ¿puedo irme ya?

- Relena, este es Heero Yuy, puedes ir con él, te ayudará a adaptarte a nuestra institución.

La niña sólo la miró. Luego escuchó atenta lo que su madre le decía, en realidad... esa mujer era la nueva esposa de su padre y no era su verdadera mamá, la suya había muerto poco después de nacida ella, por lo que no tenía muchos recuerdos de ella. Quizás sí algunos recuerdos perdidos en su memoria. Aún así, escuchó lo que Angeli le decía.

Su mente viajó a semanas pasadas. Las cosas habían cambiado desde que su padre había enfermado. Según su hermano mayor era una enfermedad en parte psicológica pues él estaba muy afectado por ciertas decisiones que se tomaban en su empresa y que eran irremediables.

Los ojos se le llenaron de lágrimas de sólo pensar que quizás él estaba en un lugar como ese, solito, desamparado, con tan bueno que él era. Y su corazón dio muchos brincos en su pecho, cuanto le dolía pensarlo; pero él le había explicado que tenía que ser una nena fuerte, justo antes de que Angeli la sacara de casa, junto a una maleta vieja y la asistenta personal. ¿Cómo serlo? Lo intentaría, por lo menos para su hermana.

Aunque no podía dejar de pensar que extrañaría a su hermano, pronto él cumpliría los doce años y ella quería estar con él para celebrarlos, como todos los años. Mucho después, ella le alcanzaría con nueve. No faltaba mucho para ellos, sólo un par de días.

Miró al joven, ¿Heero había dicho la mujer de cabello blanco? Sus ojos eran marrones y sus cabellos del mismo tono, parecía distante, triste, incluso indiferente. Ella sólo significaba para él una carga, eso le molestaba, aunque sólo fuese por los primeros días, luego no le permitiría ocuparse de ella como si se tratase de una muqueñita de porcelana.

- Vamos - dijo seco el muchacho tomándola de la mano y en la otra sostuvo su maleta.

Cuando salieron de la oficina él resopló nuevamente, cuarta vez en todo el día y luego se volteó a ver a la niña que tenía a su lado. Se perdió momentáneamente en esos ojos azules...

--------------- Fin del capítulo 1---------------

Aquí regreso con un nuevo fic de GW, ¿¿¿ME EXTRAÑARON??? Jajajaj, antes que nada, me presento... para los que no me conocen mi nombre es Sumire, Sumire-chan o Sumi-chan para ustedes. Este es mi segundo fic de Gundam Wing, siendo el primero Mi manera de amarte que duró aproximadamente un año, y fue uno de los más lindos pues también uno de los primeros que escribí y con los que me anoté en FF.net.

Para que me conozcan tengo 16 años y soy de Argentina, estoy en el penúltimo año de secundaria, por lo tanto, en dos años comenzaré la Universidad en las carreras de psicología y Astronomía. Pronto comenzaré a estudiar japonés en la Asociación Japonesa de mi ciudad. Además de eso, practico Kung Fu y soy cinturón verde, es decir, tres cinturones antes del negro. Soy una fanática empedernida del amor y la amistad, por lo cual mis amigas y esa persona especial son lo más importante de mi vida exceptuando a mi familia, que va primero en todo para mí.

Este fic se me ocurrió la noche anterior al día del padre, estaba bastante cansada y al otro día me tenía que levantar para prepara el almuerzo y el desayuno en la cama para mi papi. Estaba mirando al techo cuando la imagen vino a mi mente en un flash. Aparte de eso, había estado leyendo el fic de Rurouni Kenshin de Blankaoru llamado "Por siempre mía" y creo que de alguna forma me inspiré para volver a escribir de Gundam Wing.

Mis queridos lectores, les dejo ahora y espero ansiosa sus reviews.

Muchos besos.

Sumire-chan

Naitemo iiyo donna kanashimimo tsubasa ni kawarunosa sono mune de