Hola a todos, esta es una idea que paso por mi mente de repente y decidí hacerla un fic.

Naruto no me pertenece.

Introducción.

El sol acababa de ocultarse dando paso a la noche, el bosque se encontraba en silencio, dejando escuchar de vez en cuando el murmullo de las criaturas que lo habitan, en una parte del bosque se encontraba oculta una pequeña aldea, sus habitantes yacían dormidos tranquilamente en sus casas, nadie se percato cuando una sombra apareció a la orilla de la pequeña villa, aquel individuo se adentro caminando por las angostas calles mientras sostenía algo envuelto en sus brazos.

Aquella figura encapuchada se acerco a lo que parecía ser uno de los edificios más antiguos del pueblo, al llegar llamo a la puerta y espero a que alguien abriera. Unos segundos después un hombre anciano y de aspecto rudo abrió la puerta.

-¿que es lo que quiere alguien como tú a esta hora? – dijo el anciano refiriéndose al encapuchado.

-solamente un lugar donde quedarme un tiempo – comenzó a decir quitándose la capucha dejando ver su rostro.

Era un chico de cabello rubio y de ojos azules, además de tres marcas en cada mejilla, y con expresión triste.

-así que buscas algún lugar para quedarte, ¿y qué rayos quieres que yo haga? – dijo el viejo mirándolo con enojo.

-por favor – suplico el rubio – estoy herido y cansado, será solo por esta noche, el dinero no es problema si eso es lo que le preocupa.

El anciano se quedo mirando se quedo mirando el rostro preocupado del joven muchacho y finalmente con un suspiro lo dejo pasar.

-¿y qué es lo que hace alguien como tu dijo en un lugar como este? – Pregunto el anciano mientras lo acompañaba a una de las habitaciones – usualmente no llegan muchos extranjeros a este lugar, y que es eso que tanto cargas.

El muchacho desenvolvió lo que llevaba en brazos dejando ver a una pequeña niña de cabello rojo durmiendo pacíficamente.

-¡cielos! Ya veo por qué la desesperación por encontrar un lugar donde quedarse – dijo el anciano viendo detenidamente a la bebe.

-si bueno, pero tenemos que descansar – dijo el muchacho comenzando a cerrar la puerta.

Al día siguiente el anciano se levanto y vio que su invitado ya estaba despierto.

-o veo que ya estas despierto.

-Si, la verdad esperaba poder quedarme aquí un par de días más, pero me ah surgido un inconveniente, me iré ahora mismo – dijo cargando a la niña en brazos y abriendo la puerta para irse – gracias por acogernos, eh dejado el dinero en la mesa.

El anciano se volteo y se sorprendió a ver varias monedas de oro en la mesa

-¡pero esto es! – dijo sorprendido y después volteo en dirección a la puerta para encontrarse con que su invitado ya no se encontraba ahí, salió corriendo y lo vio a varios metros de ahí.

-¡espera muchacho, aun no me has dicho tu nombre! – alcanzo a gritar el hombre.

-¡mi nombre es Naruto! – Grito el muchacho - ¡uzumaki Naruto!