Se que debería terminar mi otro fic pero YOLO xD... es que simplemente no podía sacarme esta idea de la cabeza y-y-y terminé plasmándola o jamas hubiera podido continuar la otra u.u
Es un Oiiwa, un AU, espero que lo disfruten y den una oportunidad, porque a mi sinceramente me entretuvo escribirlo y salirme un poco de lo que habitualmente escribo.
Nunca está demás aclarar que los personajes de Haikyuu son de Furudate Haruichi y yo solo los tomo prestados para que hagan yaoi(?)
Enjoy it ^w^
Capítulo I.
- ¿Por qué no cambias la cara Oikawa? Después de todo estamos celebrando que la sesión de fotos terminó, y sin ningún problema además – palmeó su espalda uno de sus compañeros de trabajo, en el vano intento de animarlo.
- Lamento decepcionarte Makki, pero nací con este rostro – dijo molesto Oikawa mirando fijamente la bebida enfrente de él, la cual ni siquiera había tocado.
- No debería darle importancia a lo que dijo aquella modelo, Oikawa-san, ella solo estaba enojada y terminó desquitándose con usted – trató de calmarlo Akaashi, otro de sus colegas.
- La muy bruja me culpó a mi de que se viera mal en las fotos, sé que soy fotógrafo, pero no puedo hacer milagros si el material con el que trabajo es de mala calidad – espetó finalmente dándole una probada a su cerveza, bebiéndosela de un solo trago – odio trabajar con gente inexperta que no escucha.
- Tu tampoco escuchas a los demás – masculló Hanamaki, recibiendo una mirada de reproche por parte de Tooru – pero qué importa, solo olvídalo y bebamos hasta que nuestros corazones estén satisfechos mientras contemplamos a las lindas chicas que aquí hay – propuso recorriendo el amplio bar con la mirada, deleitándose tanto con las empleadas como con las clientas del lugar.
- He tenido suficiente de mujeres por esta semana, tú ve a ligar con quien quieras, yo solo quiero embriagarme y no saber de nada hasta la semana próxima – afirmó colocándose de pie, encaminándose a la casi vacía barra.
- ¡Eres un maldito aburrido Oikawa! – Le gritó el colorín, obteniendo como respuesta que el castaño le enseñara el dedo medio – bastardo – farfulló bebiéndose el resto de su trago.
- Por el momento, lo mejor será dejarlo solo Hanamaki-san – le dijo un poco nervioso el azabache ya que el ambiente se había vuelto algo tenso.
- Supongo que después de un par de copas se le pasara el berrinche – suspiró resignado – entonces solo seremos tu y yo esta noche Akaashi contra las hermosas fieras que están en la mesa de al fondo – el menor solo rodó los ojos.
- Le recuerdo que ya salgo con alguien, por lo que me niego a coquetear con alguien más – rechazó la idea tajantemente.
- Creo que elegí a las peores personas para salir esta noche, incluso lograron arruinar mis ánimos.
- Aún podemos divertirnos sin chicas de por medio – aseguró Akaashi con una pequeña sonrisa mas el mayor solo estampó su rostro contra la mesa, resignándose a la idea de que seguiría en el camino de la soltería.
Oikawa se instaló en el primer asiento que alcanzó al llegar a la barra, acomodándose al lado de un desanimado sujeto de traje, mas no le dio importancia puesto que solo quería ahogar sus penas en alcohol.
- Un whisky – le ordenó rápidamente al bar tender.
Dejó escapar un audible y profundo suspiro de cansancio, al igual que el tipo a su lado, ambos se voltearon a mirar al otro al hacerlo al mismo tiempo.
El hombre tenía el cabello oscuro y en punta, no muy largo; no podía asegurar el color de sus ojos ya que el lugar no era muy iluminado, pero aun así le parecieron bonitos a Oikawa. A pesar de su apariencia ordinaria de trabajador de oficina, tenia algo que logró captar la atención del castaño, quien definitivamente no podía quitarle los ojos de encima, y más cuando este le sonrió levemente antes de volverse a su bebida.
- Día duro ¿eh~? – Tooru finalmente logró salir de su trance al oír la voz grave del sujeto.
- Si, hoy el trabajo ha sido un total asco, solo he oído quejas y llantos – bufó molesto también concentrándose en su recién llegado vaso.
- Te comprendo, mi supervisor en estas fechas esta peor que mujer en sus días – dijo riendo suavemente – gracias a dios que hoy fue el último día, pero a mis compañeros se les ocurrió la brillante idea de venir a tomar, arrastrándome con ellos en contra de mi voluntad.
- A mi me ocurrió algo similar, aunque termine aceptando ya que un poco de alcohol nunca es malo – luego de darle una probada al líquido, se giró nuevamente al sujeto, sonriéndole de lado – por cierto, soy Oikawa Tooru.
- Le dices tu nombre a un completo extraño aun cuando él no te lo pidió ¿intentas ligar conmigo? – Cuestionó con una mirada seria, avergonzando y ruborizando al castaño – solo juego chico listo – dijo riendo entre dientes – yo soy Iwaizumi Hajime, un placer – le tendió la mano la cual Tooru no dudó en tomar.
- ¿Quien es el que esta ligando ahora, dejándose tocar tan fácilmente, Iwa-chan? – se inclinó para susurrarle en el oído, haciendo que este se avergonzara esta vez por la cercanía y la seductora voz que utilizó, además de la manera en que lo llamó.
- Idiota, tampoco te tomes tantas confianzas y me llames como se te de la gana – le reprendió empujándolo y cubriendo su oído con una de sus manos ya que lo sentía arder.
- No seas tan serio, tu también puedes llamarme por un lindo apodo – aseguró sonriente y complacido de aquella reacción tan tímida que tuvo el moreno.
- Entonces Kusokawa te queda perfecto – se mofó enfurruñando al otro inmediatamente – oh vamos, no te enojes por algo que tu mismo acabas de proponer.
- Eres todo un bravucón Iwa-chan, pero aun así me agradas.
- Bueno, debo decir que el sentimiento no es mutuo – declaró desviando la mirada.
- ¡Que cruel! Podrías haber fingido al menos lo contrario – se quejó infantilmente.
- Prefiero ser cruel que basar una relación en mentiras – afirmó serio, sorprendiéndolo un poco por su convicción y sinceridad - ¿y qué edad tienes para tomarte todo tan literal y hacer berrinches como mocoso?
- Para tu información tengo 27 años.
- ¿Tenemos la misma edad y eres así de infantil? – Recalcó incrédulo – me apiado de tu novia que debe sufrir un infierno con alguien que parece más hijo que pareja.
- No debes apiadarte de nadie pues dicha novia no existe – negó totalmente ofendido, sin embargo no enojado, más bien divirtiéndose verdaderamente con todo eso.
- Estas mintiendo, con esa apariencia es imposible que las mujeres te dejen solos – ahora Iwaizumi si que lucia sorprendido.
- Aunque agradezco el cumplido, no estoy interesado en personas que solo buscan a alguien por su físico o estatus social... además en estos momentos no quiero saber nada de ellas por una larguísima temporada – suspiró desganado e irritándose de solo recordar a la modelo quejumbrosa de la tarde.
- ¿Quizás en estos momentos estás en busca de hombres? Ya que te aburriste de las chicas – dijo encogiéndose de hombros – por eso hablas conmigo, un simple vendedor.
- ¿Te molestaría acaso? – cuestionó con una sonrisa sugerente, divirtiendo en vez de espantar a Hajime.
- Luego de un par de copas y una buena charla, quizás ya no me moleste – confesó alzando su vaso.
- Le tomaré la palabra Iwaizumi-san – dijo riendo entre dientes, imitando al moreno y chocando su vaso con delicadeza contra el otro.
Continuaron hablando sin saber con exactitud por cuanto tiempo lo habían estado haciendo, y aunque principalmente se burlaban del otro y discutían de cosas sin sentido aparente, se sentían bastantes cómodos en compañía del otro. Sin embargo la diversión no dura eternamente, y más cuando el moreno se distrajo al recibir una inesperada llamada.
- Perdón, tengo que responder esto – Oikawa solo asintió.
En un principio no estaba ni lo más mínimamente interesado de con quien estaría hablando Hajime, pero su mascara de indiferencia solo le duro unos cuantos segundos.
- Lo sé cariño, sé que dije que llegaría temprano, pero mis compañeros me arrastraron a celebrar con ellos – supuso inmediatamente que se trataba de una chica, y más cuando el moreno hablaba con tanta dulzura – no, no romperé nuestra promesa aunque me levante con resaca mañana – Oikawa se cubrió la boca para no reírse – de acuerdo, nos vemos en casa… yo también te amo, adiós – colgó con una amable sonrisa, irritando de alguna manera al castaño, sin embargo este fácilmente fingió lo contrario.
- ¿Debes irte ya?
- Si, o seré regañado duramente – respondió dejando el dinero sobre la barra.
- Tu novia seguro tiene un carácter fuerte – afirmó Tooru aun sintiéndose enojado del hecho de que el chico estuviera ocupado, y que pusiera esa expresión tan amable al nombrarla.
- Absolutamente, hay veces en la que pienso que tiene un carácter mucho peor que el mio – suspiró exhausto colocándose de pie – y también, no-
- Oikawa-san – el llamado de Akaashi le cortó, dejando al castaño con la duda al no poder oír lo que quería agregar el moreno, mas el azabache se veía lo bastante nervioso como para dejar pasar lo anterior – necesito su ayuda – este arqueó una ceja, un poco escéptico.
- Makki volvió a embriagarse y terminó montando un escándalo – más que preguntar lo aseveró con total seguridad, después de todo el colorín era ese tipo de sujeto cuando bebía de más. Keiji solo asintió – es una pena que ambos hallamos sido convocados cuando apenas nos estábamos conociendo – declaró con desgano el castaño.
- Lo es – apoyó Iwaizumi con leve lástima también de tener que despedirse – espero que tu amigo no te vomite demasiado encima – dijo burlonamente.
- Yo espero que tu futura resaca no te afecte demasiado en tu salida de mañana – le enseñó la lengua despectivamente.
- Mocoso – afirmó alejándose del lugar portando una enorme sonrisa de diversión plasmada en su rostro.
- No eres quien para hablar – rio bajo también pagando su deuda también – bien Akaashi, guíame hasta ese ebrio.
El azabache obedeció, caminando delante de él, sin embargo sintiendo una enorme curiosidad por el sujeto que acababa de irse, el cual su rostro no le era para nada familiar, y que al parecer se llevaba demasiado bien con el mayor.
- La persona de recién ¿era un amigo suyo? – ya no resistió más la curiosidad, puesto que la gente que se llevaba tan bien con Oikawa era de por si, ya muy escasa.
- Para nada, lo acabo de conocer – Akaashi ahora si que estaba asombrado.
- Es increíble, usualmente usted no suele agradarle a la gente en el primer encuentro – dijo tranquila y honestamente, fastidiando al castaño, que a pesar de saber que no lo decía con malas intenciones, no fue grato escucharlo de aquella forma – pero que usted también congeniara con un completo desconocido, también es algo único – a Oikawa le apareció un leve tic en el ojo ante la naturalidad de Keiji, sin embargo también pensaba lo mismo.
- Para ser precisos, y más que congeniar, tuve un flechazo – admitió un poco avergonzado – pero lamentablemente esta ocupado – informó derrotado.
- ¿Y el problema es? – cuestionó curioso, sorprendiendo esta vez a su superior.
- Quien creería que el serio de Akaashi me insinuaría que le robara el novio a alguien – espetó incrédulo – pero aunque quisiera hacerlo, no tengo forma de contactarlo… así que daré vuelta la página y seguiré con mi vida.
- El destino es caprichoso y cuando uno menos se lo espera, nos guía al lugar y persona correcta – Tooru rio no con ánimos de burlarse.
- Como tu hallaste a tu búho puedes afirmar eso con tanta convicción – el azabache se sonrojó levemente, enterneciendo al mayor – también me gustaría creerlo – masculló dándole un fuerte golpe a Hanamaki para tranquilizarlo, aun pensando intensamente en el moreno.
Les agradezco muchísimo que hayan llegado hasta aquí, y si esto realmente resulta, me gustaría leernos en la próxima
Bye bye ^-^
