Hola a todos!
Bueno, en primer lugar, gracias por pasar por acá y darle una oportunidad a esto (:
[SPOILER ALERT]
Esta historia está situada después del partido de Yakushi, el que está en emisión actualmente. Así que si no quieren saber qué ocurre con eso, no lea u.u
La historia está centralizada en Miyuki. Va a ser muy empalagoso, así que espero que no resulte muy OoC...
En fin, gracias por la oportunidad!
-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-
"Desplazamiento abdominal lateral". La dichosa lesión lo mantuvo lejos del campo por, lo que pareció, una eternidad. Esas tres semanas serían más duras de lo que él hubiese esperado. Estar tanto tiempo lejos de los entrenamientos y sus pitchers, era extraño. Era un poco frustrante estar tan lejos de la acción, pero derrotar a Yakushi lo había valido. Todo había valido la pena.
Durante aquellos días fue imposible para él no rememorar ciertos momentos de ese partido.
"Por favor. No trates de cargar con todo solo porque eres el capitán."
Desde la quinta entrada en adelante. Formando una batería con Sawamura.
"No importa cuál sea la situación, ¡vas a recibir mis mejores lanzamientos en tu guante!"
Era increíble. Dándole ánimos en el campo, aún sin saber del todo sobre la lesión, como el resto. No podía evitar estremecerse con todo eso.
Seguía asistiendo a los entrenamientos, a pesar de que no podía hacer, prácticamente, nada. Kuramochi era el capitán temporal del equipo, así que el ambiente había cambiado, con un aura más maligna. Pero estaban bien. Todos se veían muy motivados. Se divertía observando a sus pitchers. Ver los lanzamientos de todos desde otro lugar que no fuera el plato, era interesante; podía apreciarlos de otra forma. Sin embargo, con el pasar de los días comenzó a notar algo: su atención solo se centraba en uno de los pitchers.
Normalmente, Ono atrapaba para Sawamura, y él se sentía hipnotizado por los movimientos del castaño.
Mientras más tiempo pasaba, más consciente era de lo que Sawamura provocaba en él.
En la primera ronda, fue aún más claro. Se sentía extraño observarlo desde las gradas. Verlo lanzar para otra persona le hacía sentir celos (aunque en ese entonces no lo tenía del todo claro). En un comienzo, pensó que podría ser normal, siempre y cuando sintiera algo parecido con Furuya y Kawakami. Pero no era el caso. Verlo subir al montículo hacía latir su corazón de forma impetuosa, pero agradable; pero verlo desde tan lejos, y no ser él mismo quien tuviese que prepararse para recibir sus lanzamientos, era desagradable.
El quipo había llegado a la tercera ronda, y Miyuki seguía embobado con Sawamura. Watanabe le servía como distracción, es decir, observar a los equipos rivales, revisar las estadísticas de cada jugador, y encontrar debilidades en los oponentes era lo mejor que podía hacer en sus condiciones (además, no podía negar que era divertido) y Watanabe era un muy buen compañero para aquello. Pero cada vez que pisaba el campo, o iba a apoyar a los pitchers se encontraba con un millar de sensaciones en su pecho.
Lo que más le molestaba era el hecho de que Sawamura parecía estar muy bien sin él. ‹‹Hasta hace unos meses no podía entenderse con casi ningún cátcher…creo que ha crecido muy rápido.›› Y eso era bueno, incluso se sentía orgulloso de él: sabía de primera mano por todas las dificultades por las que había pasado en su primer año, y aún así, seguía adelante, mejorando día a día, con un entusiasmo que desafiaba su comprensión. Era como si su potencial fuese infinito (otra de las cualidades que, inconscientemente, le atraía). Pero por otro lado…casi deseaba que el pitcher de primero no necesitase de nadie más que de él.
.
El año de béisbol se había terminado. Luego de la derrota de las semi finales, el equipo no tenía mucho más que hacer, salvo, seguir entrenando, por supuesto. Para entonces él ya podría empezar con ejercicio ligero. Solía trotar alrededor del campo mientras los demás entrenaban. Ya se encontraba pensando en el próximo año, los próximos partidos, los próximos torneos y los próximos oponentes.
Pero para variar, esta vez eso no era lo único que ocupaba su mente.
‒¡MIYUKI-SENPAI! ¡SIGUE ESFORZÁNDOTE! ¡TE ESTAMOS ESPERANDO! ‒ escuchó a lo lejos. Le vio de soslayo sin decir nada ni detener el trote. Como siempre estaba lleno de energías, con una gran sonrisa en su rostro.
‒Sawamura, concéntrate.
‒¡Sí! ¡Lo siento!
Sonrió. A pesar de que era muy ruidosa y molesta, la voz del de primero le resultaba sumamente reconfortante. Se sintió estúpidamente feliz.
Ese tipo de cosas que le estaban diciendo a gritos que reconociera lo que sucedía con él, pero se las estaba arreglando muy bien para ignorarlo.
Luego de varios minutos se detuvo. Fue por agua y mientras la bebía dio una vista rápida al campo desde el dogout. Todos estaban muy concentrados, había mucho movimiento. Sawamura se encontraba practicando bateo, perfeccionando su toque de sacrificio, parecía orgulloso. De nuevo se quedó absorto en sus movimientos: agitaba el bate de arriba abajo mientras farfullaba lo talentoso que había llegado a ser con eso, alardeando frente a Furuya. Era tan enérgico que no notó el momento en el que el bate, literalmente, salió volando, aterrizando muy cerca de Kuramochi. En breve el cátcher tuvo el primer puesto para ver cómo éste se abalanzaba sobre el de primero, gritándole lo peligroso que era ser tan descuidado mientras le aplicaba una llave al cuello, muchos se acercaron a gritarle también (Maezono y Kanemaru entre ellos) y otros tantos a intentar calmar al de segundo (como Kominato y Tojou). No pudo evitar reír ante eso. ‹‹Definitivamente es un idiota.›› pensó riendo con más fuerza. Aún era doloroso reír, sentía resentido su costado derecho, pero no podía evitarlo. Era un típico día de entrenamiento para Seido.
El quipo se había vuelto mucho más interesante y divertido desde que él llegó. Recordó el día de la presentación de los de primero, y siguió riendo.
‒Debes tener más cuidado
‒¡Lo sé! Pero tampoco fue para tanto…
Ambos chicos de primero se acercaban a donde se encontraba él mientras normalizaba su respiración.
‒Buenos días, Miyuki-senpai ¿cómo te encuentras hoy?
‒Estoy bien, Kominato. Gracias
‒¡No tienes que tomarlo a la ligera! Debes concentrarte solo en sanar. ‒alegó Sawamura, con una botella entre ambas manos, ofreciéndosela.
‒Lo sé. Qué considerado. ‒respondió recibiéndola.
‒Me iré adelantando, Eijun-kun.
‒Sí, voy en seguida. ‒ respondió, el pelirosa hizo una seña al capitán y volvió al campo, para seguir con la práctica de fildeo.
‒¿Te sientes bien hoy? ‒preguntó sonriéndole.
‒Estoy bien, pero es un poco aburrido estar tan lejos. ‒ dijo observando el campo.
‒Entiendo a qué te refieres. ‒dijo serio, lo que hizo que el mayor le observara, no era un tono muy usual en él. ‒Me haces mucha falta allá. ‒esta vez el menor era quien observaba el campo, sin notar la mirada de momentáneo desconcierto del otro castaño.
‒¿Qué dices? Estás muy sentimental hoy, Sawamura. ‒dijo riendo levemente. Sentía un cálido y agradable nudo en su pecho. Le vio embelesado.
‒¡No es cierto! ‒ se apresuró a responder, molesto. ‒Es solo que…‒agregó, cambiando nuevamente el tono de voz. ‒…quiero volver a formar una batería contigo. No quiero que ocurra…como con Chris-senpai.
Eso sí que lo tomó desprevenido. Le vio sorprendido, el menor mantenía la mirada gacha. Pudo apreciar como sus ojos avellana comenzaban a empañarse. ‹‹Chris-senpai…›› pensó fugazmente antes de seguir contemplando a Sawamura. Su diestra tembló; por un momento quiso decir algo como "No te preocupes, pronto volveré a tu lado. ¡Seguiremos ganando juntos!" mientras ponía una mano sobre su hombro; sin embargo, nada salió de sus labios. ‹‹…normalmente, no soy tan empalagoso.›› Se dijo a sí mismo una vez que notó lo que pasaba por su mente.
‒¡Así que…!‒ continuó, elevando nuevamente el tono de su voz ‒¡tienes que ser paciente y recuperarte! ‒terminó diciendo, alzando un puño frente a él con una amplia sonrisa.
‒Sí, espérame.
‒¡Sí! ‒exclamó. Le sonrió y volvió a la práctica.
Sawamura siempre tenía algo que decirle, incluso los días en que solo observaba sus lanzamientos y le dedicaba uno que otro insulto con el fin de molestarlo. Al final, Sawamura siempre terminaba dedicándole una sonrisa hermosa, enérgica y sincera.
Le vio alejarse. Suspiró. El castaño llegó hasta el campo, volteó y le sonrió una vez más. Él le correspondió la sonrisa y vio cómo se integraba a las prácticas, con una cálida sensación en su pecho.
‹‹…no puede ser.››
Llevó una mano hasta su pecho, sintió el desmesurado latido de su corazón sin despegar la vista del campo, donde se encontraba el de primero. ‹‹…no puede ser.›› repitió, y volvió a trotar alrededor del campo.
.
Al parecer no podía ignorarlo por más tiempo. Así que ahora se encontraba en otra etapa: negación.
La idea de "estar enamorado" ya era ridícula, pero "estar enamorado de Sawamura" era, simplemente, irrisorio. Ese tipo de banalidades como "el amor" no iban con él. Nunca lo había pensado, nunca lo había sentido, nunca lo había necesitado. Algunas chicas se le habían declarado el antes, pero nunca había sentido la necesidad de prestarle atención a ese tipo de cosas ¿por qué ahora? Definitivamente debía ser otra cosa. Quizá enfermaría pronto, o tenía algún principio de patología cardiaca, quién sabe.
‹‹Reconozco que esto no es normal. Pero…es imposible que sea una estupidez como el amor.›› se decía mentalmente mientras cenaba en el comedor, rodeado de sus compañeros. Todos parecían inmersos en sus debates, creyó escuchar una pequeña discusión sobre un videojuego, pero se camuflaba fácilmente con todo el ruido del ambiente. Él mantenía su mirada absorta un par de mesas más allá, donde se encontraba el pitcher de primero ‹‹Admito que me agrada su personalidad. A pesar de que es un idiota ruidoso, siempre encuentra la forma de seguir adelante. Nunca se rinde, es talentoso, apasionado … irradia energías positivas incluso cuando se está hundiendo, cuando la situación solo lo perjudica. Siempre juega con el corazón, transmitiendo esa pasión sincera por lo que hace…›› El menor reía a un volumen alto, llamando la atención de la mayoría de las personas.
‒¡Ni siquiera vas a notar cuando yo me quede con tu dorsal!
Claramente estaba provocando a Furuya (de nuevo), sin éxito.
‒¡No me ignores!
‹‹Además, es muy divertido. Todo es más interesante con él aquí.›› Río por lo bajo ‹‹Es como un libro abierto. No tiene miedo de expresar lo que siente…es más, creo que no puede evitarlo.›› Sonrió sin apartar su vista de él ‹‹Sus ojos transmiten todo su ser…es tan intenso…››
‒¡Mi-yu-ki! ¡Me oyes!
Kuramochi lo sacó de sus pensamientos abruptamente.
‒¿Qué sucede?
‒Yo debería preguntarte eso. Estás muy distraído.
‒Lo siento.
Y entonces, pensó en lo afortunado que debía ser su compañero por compartir la habitación con Sawamura.
‹‹Qué››
Se puso de pie, sorprendiendo a los que estaban a su alrededor. Al parecer estaban comentándole algo a lo que nunca prestó atención.
‒¿Qué te ocurre? ‒preguntó el peliverde, interrumpiéndose.
‒Lo siento, tengo algo que hacer. ‒dijo, y salió del comedor.
Llegó hasta la sala de reuniones de la escuela, como bien había supuesto, el entrenador aún se encontraba ahí. Y si él estaba ahí…
‒¿Miyuki-kun? ¿Qué haces aquí? Es muy tarde.
‒Lo siento, Rei-chan. Necesito preguntarte algo. ‒ella le vio sorprendida, se veía más tímido de lo normal. ‒¿Crees que puedas llevarme con Chris-senpai?
No podía seguir lidiando con eso solo.
-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-
Gracias por llegar hasta acá!
Tengo que aclarar que nunca estuve muy segura sobre cómo sería la traducción de la lesión de Miyuki, aunque entiendo que es más como un desgarro...no estoy segura, perdón por eso.
Lamento también si hubo algún error, espero que no haya sido muy latoso.
Cualquier crítica, opinión, comentario, sugerencia! Todo es bien recibido.
Gracias por leer!
