Disclaimer: Inazuma Eleven no me pertenece.
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INAZUMA SAVE!
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El mundo no se detiene ante tu dolor
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Capitán
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"Si no te rindes y sigues intentándolo, siempre habrá una puerta abierta"
Midorikawa Ryuuji
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Sentía unas inmensas ganas de vomitar y eso que aún no había comido nada, las gotitas de sudor corrían por su frente producto del nerviosismo y un nudo apretado en el estómago le provocaban unas enormes ganas de quedarse en su cama protegido por las cobijas y almohadas.
-¡Cariño, apresúrate o se te va a hacer tarde para ir a la escuela!
-¡Ya voy okka-san!
Salió a toda prisa de su hogar, era el primer día de su tercer y último año en secundaria y se sentía mucho más nervioso que cuando era un novato.
Kurimatsu Teppei llegó a la reja del instituto Raimon y un nuevo tirón de tripas se hizo presente, era la practica matutina del club de futbol y se sentía completamente perdido.
Él era uno de los siete primeros miembros del club, y aun así no se sentía capaz de ejercer semejante cargo que habían puesto sobre sus hombros.
-Vamos capitán, es hora del entrenamiento- dijo Haruna sonriendo cuando paso a su lado.
Tardó un poco en reaccionar y entender que la chica se estaba dirigiendo a su persona, para él ese título era algo inherente a Endou Mamoru, el castaño de sonrisas deslumbrantes y animo inquebrantable.
Llegar a la cancha y oír que los nuevos lo saludaban con respeto se le antojo extraño, intentó encontrar a un chico de banda naranja en la cabeza, a uno con rastas y capa azul, a uno con gorrito de rayas rosas y azules, a uno de cabellera azulada o un peinado puntiagudo de color crema. Buscó los ojos calmos de Fuyuka-san, los rasgos fuertes de Someoka-san, la voz animosa de Aki-san y la presencia fuerte de Natsumi-san.
Pero no estaban.
Ninguno de ellos volvería a pisar esa cancha.
El recuerdo de la ceremonia de graduación le vino de golpe a la mente y sintió ganas de volver a derramar lágrimas como en aquella ocasión. El legado de aquellas asombrosas personas estaba sobre sus hombros.
"Aunque estabas lesionado de la pierna seguiste jugando para llevar el balón a tus compañeros, es por eso que podrás."
La voz autoritaria de Goenji-san le dio fuerzas, si el delantero principal, que era alguien admirable había depositado su confianza en él como nuevo capitán no podía darse por vencido tan fácilmente.
Soltó un suspiro y recordando esas palabras cobro valor para ir a la cancha.
Kurimatsu era el nuevo capitán y cargaba con las esperanzas de los que ya no estaban y los novatos.
Y no estaba dispuesto a defraudar a sus amigos.
No lo iba a hacer porque contaba con el apoyo de Kabeyama en la defensa, con la energía de Shourin y Haruna y con la confianza de Toramaru.
Porque la verdadera técnica especial del equipo de futbol de Raimon era no darse por vencidos.
Y lograría que se convirtiera en una tradición.
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4 de febrero de 2017. 11:12 pm.
Corto, simple y sencillo. Este drabble es un pequeño homenaje a los personajes que se encuentran bastante olvidados, en este caso Kurimatsu (la verdad jamás pensé que llegaría a escribir algo sobre él) pero me parece importante resaltar la evolución de aquel chiquillo tímido que en un principio no quería entrenar a ese que ayuda en un partido del mundial resultando lastimado y sorprendentemente (al menos para mí) siendo capitán al final de todo.
En fin, espero que les haya gustado.
¡Nos leemos!
¿Review? :3