Whenever you are
Yuri, estoy aquí.
Estoy a tu lado.
Nunca lo olvides, ¿si?
En donde quiera que estés, aunque no me puedas ver.
Yo estoy contigo.
Si no es en cuerpo, lo estoy en espíritu.
Yuri, te amo.
Esta noche, y siempre.
Cuando estamos juntos me encargo de hacerte sonreír.
Una sonrisa de alegría, de pena.
Una sonrisa relajada.
Una sonrisa forzada, que no consigues mantener, y se transforma en una real.
Una sonrisa por la razón que sea.
¿Está bien, Yuri?
Dime que lo está, por favor, porque no puedo no hacerlo.
Dónde sea que estés, permanezco a tu lado.
Siempre.
Me aceptaste hace tanto, y aún lo haces.
Yuri, eres mi ángel.
Mi lindo, lindo, y tan inocente ángel.
Perdóname por arrebatar parte de esa inocencia.
Pero necesitaba... poseerte.
Yuri, sé que soy egoísta, pero no puedo evitarlo.
Yuri, tú también eres egoísta, no lo niegues.
Entonces, seamos egoístas, juntos.
Yo junto a ti.
Tú junto a mí.
Entrelazo nuestras manos, y beso tu frente, sobre uno de tus párpados, tu nariz, tus labios, tu barbilla. Beso tu cuello, y me detengo.
- Yuri - pronuncio, suavemente.
- ¿Si? - respondes con cientos de veces más tacto.
- Te amo.
