"El único con poder para derrotar al Señor Tenebroso se acerca..., Nacido de los que lo han desafiado tres veces, vendrá al mundo al concluir el séptimo mes... Y el Señor Tenebroso lo señalará como su igual, pero él tendrá un poder que el Señor Tenebroso no conoce..."
Voldemort sonrió. Estúpido viejo chocho. Él era el señor oscuro, no caería tan fácilmente en los trucos de Dumbledore. Habian muchas maneras de evitar una profecia, y esta no era la excepción. Él tendría que escogerlo, adelantarse y dar el primer paso pero ¿por que se molestaría en iniciar una profecia que podría ser su final?
-Me has servido bien Severus-susurro agradecido
-Mi señor...
Voldemort le interrumpió alzando la mano-Se lo que vas a pedir Severus. Abogaras por tu amiga sangre sucia, que lleva en el vientre a el hijo de Potter.
El muchacho bajo la cabeza avergonzado. Estaba temeroso de que ella fuera la elegida, no necesitaba hacer un recuento para saber cuantas veces ella se había enfrentado a su señor directamente, desafiándolo, con la fiereza impresa en su rostro y la valentía de su casa. Eso fue antes de que se ocultara, antes de enterarse de su embarazo y que Severus la perdiera de vista totalmente
-Están también los Longbottom mi señor- acoto apresuradamente.
-Necesito pensar. Retírate.
Con una inclinación Severus Snape abandono la sala de su señor.
Era muy sabido que el señor tenebroso nunca tomaba una decisión a la ligera. Buscaba cada ángulo de la situacion y se inclinaba hacia aquella que mas le favorecía. Por eso, cuando dio con la alternativa inclino su cabeza y rio como no lo hacia hace bastante tiempo.
-Bien Dumbledore, pretenderé caer en tu juego.
Toco la marca sobre su brazo concentrándose únicamente en algunos de sus mas fieles seguidores.
Con un chasquido aparecieron cuatro figuras, que se apresuraron a arrodillarse frente a él.
-Narcisa, Bellatrix.
Las mujeres se adelantaron mientras sus maridos permanecían nerviosos a sus espaldas.
Ese seria el primer paso. Y pronto nada se interpondría en su camino al poder absoluto. La renovación de la comunidad mágica solo estaba comenzando.
El 31 de octubre de 1981 Lord Voldemort asesino a Lily y James Potter y su pequeño bebe fue herido y marcado por él.
El señor oscuro se retiro antes de la llegada de Sirus Black.
Loco de furia ante la muerte de sus amigos, Sirius confió la seguridad de su ahijado a Rubeus Hagrid y partió en busca de venganza a la traición.
Albus Dumbledore y Minerva Mcgonagall se presentaron poco después, entre los escombros de la casa en el Valle de Godric. El anciano profesor examino la herida en la frente del bebe y dictamino que era el resultado de alguna maldición mal ejecutada de Voldemort.
Sacaron al bebe de la casa y se trasladaron a la seguridad del castillo Hogwarts.
Minerva se removía con impaciencia en el despacho del director.
-Aun no sabemos nada de los mortifagos Albus.
-No.
La profesora era una mujer paciente. Mas la parsimonia que mostraba el profesor junto a ella la ponía sumamente nerviosa.
-Deberían estar celebrando. Atacando algun lugar apartado. Regodeándose de nuestras penas.
-Creo que Voldemort esta muerto-soltó como si nada Dumbledore.
-¿Muerto?-pregunto estupefacta la mujer.
-Piensalo Minerva. ¿que lo detendría de matar a Harry? ¿A que se debe esta inactividad de sus seguidores?
Minerva le dedico una mirada al bebe dormido en una improvisada cuna junto a ellos.
-¿Estas seguro Albus? ¿crees que este bebe pudo derrotar al mas oscuro mago de esta generación?
-Es el niño de la profecia de Sybill querida. Es un niño especial.
-¿Que haremos ahora con él Albus? Este niño es un héroe. Toda la comunidad mágica lo querrá.
-Esperemos noticias de Sirius.
Fue en ese momento que llego una lechuza con un memorándum. El logo del ministerio sellaba el pergamino.
El director retiro la carta de la pata y se apresuro a leerla. Y contra todo pronostico sonrió.
Compuso una expresión grave e informo a su compañera.
-Sirius ha sido enviado a Azkaban
Aun con las palabras de Albus en su mente Minerva se dirigió a Privett Drive en busca de Petunia Dursley.
Observo a la familia, alejándose ofendida cuando una escandalizada Petunia salió a correrla de su patio con una escoba alegando que su presencia dañaría a su precioso hijo. Y con forme pasaba el tiempo, estaba convencida de que ese era el ultimo lugar recomendable donde dejar criarse a un niño mágico.
Pese a sus protestas, Harry Potter fue dejado esa noche en la puerta de sus tíos con una carta explicativa en las manos.
Y dos días despues Harry volvería a ser abandonado ante las puertas de un orfanato en Londres.
