Hola este es un nuevo fic espero que les guste
Notes:
Zero e Ichiru son hermanos, son humanos y son hijos de Akira Kiryuu y de Shizuka Hiou (ella no es vampiro por el momento), después de un tragico accidente los únicos que sobrevivieron fueron lo gemelos y ahora estan al cuidado de Yagari.
Ahora ellos entraron a la Academia Cross, una escuela elite en donde asisten chicos ricos, separada en dos clases: La diurna y la Nocturna esta ultima decide todo acerca de la escuela.
Kaname y Shiki son hermanos
Capitulo 1
-Mejores Amigos-
Estoy tan cansado de estar aquí, fingiendo ser fuerte, desearía tanto tenerte aquí pero tú te has ido, me has abandonado en esta dulce oscuridad cuando mi corazón sigue llamándote a gritos, buscándote como un loco, aferrándome a esos recuerdos cuidándolos como un valioso tesoro, mi tesoro. He tratado de buscarte por todas partes pero al parecer desapareciste dejándome en una completa soledad, mi hermoso ángel a donde habrás partido, te necesito para vivir, necesito escuchar esa dulce risa y poder deleitarme mirando esos hermosos ojos lila que expresan tanta felicidad y amor, la pureza y ternura que tú solamente puedes brindarme, tú solo puedes revivirme, sanar mis heridas.
Ha pasado ya un tiempo desde aquél primer encuentro, aquél día en el que me demostraste que la felicidad existía, porque tú estabas ahí, me enseñaste todo lo que quería saber, simplemente con esa tierna sonrisa y ahora no sé qué hacer me duele pensar en que tal vez podríamos estar juntos, pero no sé ni siquiera cuál es tu nombre, solo conservo este dije de una hermosa violeta, aquella que me recuerda tanto el color de tus ojos, no tienes idea de cuánto te necesito, ahora solo camino en la oscuridad, estamos tan lejos llorando, viviendo simplemente por el simple hecho de reencontrarnos, tratamos de buscar esa bella señal que nos une, pero es un gran camino en busca de esta bella utopía.
"Kaname me permites entrar" Tocaba desde afuera un hermoso rubio de ojos esmeralda, como siempre tenía una bella sonrisa en su rostro. Takuma Ichijou era el nombre del chico y mejor amigo de Kaname Kuran, el noble rubio era vicepresidente de la llamada Clase Nocturna de la muy famosa Academia Cross, está era una escuela elitista, que no aceptaba a cualquier persona, los alumnos de dicha institución debían cumplir ciertos estándares para ser aceptaros además de contar con cierto estatus y sobre todo dinero. La clase nocturna era un grupo de chicos que habían sido aceptados desde su nacimiento además de que sus padres eran personas reconocidas por su gran poder económico. Además de que eran miembros de las familias más poderosas de Japón. También estaba la Clase Diurna que aunque las familias de estos chicos eran ricas eran inferiores ante la Clase Nocturna. Incluso era tal el poder de los miembros de la Clase Nocturna que si algún estudiante de la Clase Diurna hacía algo que molestara a la Nocturna, estos se encargaban de hacer la vida imposible a esa persona.
La Famosa Clase Nocturna era admirada por la Diurna, las chicas tenían un club de fans de sus miembros favoritos, claro que los chicos también idolatraban en secreto a las bellezas de dicha clase. Y es que la clase Nocturna tenía miembros extremadamente bellos, eran todos como modelos de revistas.
Su líder y presidente de amabas clases era Kaname Kuran, un hermoso chico de cabellos castaños y unos enigmáticos ojos chocolate, eran enigmáticos porque dichos ojos no mostraban ninguna emoción ni sentimiento, aunque si te detenías a verlos podías ver la inmensa tristeza, la soledad y el poco brillo en aquellos hermosos ojos.
"Kaname?" Takuma preguntó al no obtener respuesta de su líder y amigo
"Pasa" Anunció Kaname mientras Takuma entraba en la habitación con unos folders en sus manos "Nos ha llegado esto, al parecer hoy ingresan dos nuevos alumnos a la escuela" Takuma le extendió los folders a Kaname y luego se retiró haciendo una pequeña reverencia.
Kaname suspiró mientras se dejó caer elegantemente en su silla y comenzó a checar los documentos se sorprendió cuando sus ojos percibieron esa palabra, ese nombre, era todo un sueño o acaso verdad. Su príncipe había regresado otra vez, el destino los estaba juntando nuevamente.
Analizó los documentos una y otra vez, deseando que no fuera un sueño, que fuera realidad, sus ojos de nuevo recuperaban aquel brillo, su corazón latía rápidamente…
Nombre: Ichiru Kiryuu
Raza: Humano
Edad: 15 años
Clase: Diurna
Padre: Kiryuu Akira (fallecido)
Madre: Hiou Shizuka (fallecida)
Hermano: Kiryuu Zero 15 años
Sensei: Yagari Toga
Ichiru Kiryuu, segundo hijo de la respetada familia Kiryuu, segundo heredero de la empresa de La Rosa, sufrió un accidente cuando tenía seis años, la familia Kiryuu viajaba en un jet privado hacia las costas de Francia, el avión se estrelló en el mar y los únicos sobrevivientes fueron él y su hermano mayor Kiryuu Zero. Toga Yagari es el actual tutor del chico al igual que de su hermano.
Idiomas: Habla fluidamente el inglés, español, francés, alemán, chino.
Perfil Psicológico: Después de aquel trágico accidente el joven Kiryuu desarrolló un pavor al agua, creando una fobia, es una persona extremadamente tímida además de que es muy callada, siente la necesidad de pasar la mayor parte del tiempo junto a su hermano mayor.
Nombre: Kiryuu Zero
Raza: Humano
Edad: 15 años
Clase: Diurna
Padre: Kiryuu Akira (fallecido)
Madre: Hiou Shizuka (fallecida)
Hermano: Kiryuu Ichiru 15 años
Sensei: Yagari Toga
Kiryuu Zero es el primer hijo de la familia Kiryuu, el es heredero absoluto de todo el imperio Kiryuu además de ser el mayor accionista de la empresa de La Rosa. Junto a su hermano sobrevivió en aquél accidente, siendo rescatados una semana después de que el avión se hundiera en el mar. Kiryuu Zero fue secuestrado cuando tenía doce años, sus captores planeaban obtener dinero con su secuestro. El chico es muy agresivo y por lo general siempre está al pendiente de su hermano menor.
Idiomas: Habla fluidamente el inglés, español, francés, alemán, italiano, ruso y chino.
Perfil Psicológico: Es un chico muy seguro de sí mismo y no se deja intimidar por nadie, sobreprotector con su hermano menor, el chico ha estudiado en el extranjero estudiando en lugares como París, Londres, Berlín y últimamente ha estado estudiando en Osaka.
Nota: Los hermanos Kiryuu son gemelos y para reconocerlos fácilmente el mayor de los dos se ha tatuado en el cuello el símbolo de su familia.
"Interesante" Dijo Kaname mientras terminaba de leer el documento
"Así que Kiryuu Zero huh, creó que tendré que crear un plan para separar a los gemelos y quedarme con Ichiru" Dijo para sí mientras se terminaba de acomodar su uniforme.
Blanco, era el color de la nieve, el color de la pureza, el color del uniforme de la Clase Nocturna, cada uno de los miembros utilizaban su uniforme de color blanco aunque si así lo deseaban podían portar ropa normal si se llegaban a hartar del uniforme.
Para la clase Diurna sus ídolos Nocturnos parecían como los mismos ángeles, todos vestidos de blanco, dándoles ese aire celestial y perfecto.
Cada uno de los miembros de la clase Nocturna tenía una personalidad diferente, pero ciertamente había nueve chicos que eran los preferidos de la clase Diurna.
Claro que para la clase nocturna esos nueve miembros también solían tener más privilegios y eran respetados por toda la escuela, sus nombres eran: Kuran Kaname, Ichijou Takuma, Kuran Shiki, Hanabusa Aidou, Akatsuki Kain, Soen Ruka, Touya Rima y Toudou (se lo inventé xke no se su apellido) Seiren, estos miembros eran los hijos de los miembros más poderosos de todo Japón, y formaban parte de las familias más poderosas de dicho país.
Mientras se alistaban para tomar clases, las chicas de la clase Diurna estaban preparadas para ver salir a sus ídolos, siempre teniendo en cuenta dejar cierta distancia, pues no estaba permitido que se tuviera algún contacto con algún estudiante nocturno.
Ya era la hora del cambio de clases y las chicas de la clase diurna estaban alineadas esperando que aquellos chicos perfectos salieran, cuando las puertas se abrieron se pudieron observar los gritos ensordedores de las alocadas chicas
"Wild-sempai!" Unas gritaban hacia un apuesto chico de salvajes cabellos color naranja y ojos color miel, el chico era muy alto y de cuerpo musculoso pero sin llegar a tanto.
Junto a él estaba un hermoso rubio de ojos turquesa que estaba sonriente hacia las chicas apuntando con el dedo
"Bang!" Decía mientras cada una de las chicas se desmayaba
"Idol-sempai" Otros gritos de las chicas que no dejaban de mirar a sus dioses.
"Kuran-sempai!" Nuevamente los gritos comenzaban al ver pasar con tal elegancia al guapo presidente de ambas clases.
Detrás de estos seguían tres chicas una de cabellos rubios peinado en dos coletas y unos ojos azul grisáceo, la chica era muy hermosa y además era modelo, junto a ella pasaba con aires de superioridad otra chica de cabellos castaños ondulados, robando suspiros de cada uno de los miembros de la clase Diurna, lástima que ella solo tenía ojos para su líder y amado Kuran Kaname, la chica de mirada seria iba justamente detrás de Kaname, ella tenía una expresión vacía e incluso daba miedo, sus cabellos era morados con tonalidades azuladas.
"Kya es Ichijou-sempai!" Otra vez los gritos de las chicas volvían a resonar mientras un alegre rubio pero de ojitos esmeralda comenzaba a sonrojarse y sonreír amablemente a las chicas, a su lado estaba un chico con expresión aburrida pero unos singulares ojos azules era nada más ni menos que
"Senri-sempai!" El chico era el hermano menor de Kaname, pero al ser modelo había decidido ponerse un nick así que se decidió por Senri y desde ahora todos le decían así, claro excepto por Kaname y Takuma quienes tenían distintas maneras de llamar al menor.
Shiki simplemente ignoró los gritos y siguió caminando aunque estaba algo enojado y por qué no celoso de que esas chicas le gritaran a su Takuma. Bueno al menos en la mente del menor Takuma era suyo y de nadie más, porque en realidad era algo tímido para declararse al mayor.
Después de estos chicos salieron los demás y aunque algunas chicas seguían gritando como locas, no era lo mismo cómo cuando pasaron los miembros anteriores.
La Clase Nocturna entró a su edificio esperando que iniciaran sus respectivas clases, todos los chicos estaban con una mirada perdida y algunos incluso estaban aburridos, pero por el bien de esta academia y del mundo debía seguir con esta farsa.
Flashback
"Joven Kuran es momento de que tome sus lecturas" El siempre amable Sensei del chico sangre pura nuevamente llamaba a su alumno para que continuara con sus clases de latín. El chico de 12 años suspiro mientras miraba por el enorme ventanal de su habitación, Kaname estaba cansado, estaba hastiado de tener que comportarse como adulto, lo único que quería era disfrutar de las cosas más simples que había, disfrutar como todo niño una tarde en el parque, jugando con otros chicos o en su caso leyendo. Pero debía cumplir con sus deberes, después de la supuesta muerte de sus padres él era el único heredero al trono sangrepura, Kaname era el príncipe y pronto rey de todos los vampiros, pero por un día quería ser simplemente Kaname.
Se limitó a asentir mientras tomaba sus libros y caminaba hacía el salón de estudio, ahora vivía con Astato Ichijou y su nieto y amigo de Kaname, Takuma. Aunque el rubio era un gran amigo Kaname se seguía sintiendo solo y triste aunque no lo mostrara, Kaname Kuran era el chico más sólo que pudieran ver. Mientras se dirigía al pequeño salón escuchó unas risitas provenientes de la casa de a lado, Kaname se sorprendió pues tenía entendido que nadie vivía en esa enorme casa pero los gritos confirmaban que alguien estaba habitando la casona y para ser más precisos los nuevos vecinos tenían niños. Suspiró suavemente imaginando como sería su vida si tuviera hermanos, pero por su mala o buena suerte Kaname era hijo único. El chico seguía su camino en silencio, meditando, imaginándose el cómo sería si… Tuvo que detener sus pensamientos cuando escuchó un llanto proveniente de la enorme casa de junto el llanto provenía del jardín trasero de la casa. Sin pensarlo ni siquiera un momento Kaname se introdujo en la casa de junto y se encontró con un pequeño de 7 u 8 años, estaba agachado con sus manitas tapando su rostro, su buen sentido del olfato pudo percatar que el pequeño estaba llorando, y lo corroboró cuando el pequeño levantó su carita para observar con aquél bello e inusual color lila al intruso. El pequeño niño se sorprendió un poco dejando su boquita entreabierta, sus ojos aún estaban llorosos y su nariz estaba roja e irritada por el llanto. Lentamente se pudo de pie y avanzó hacia el hermoso sangre pura, la mirada del pequeño era de confusión y curiosidad, dando pequeños pasitos avanzó hacia el castaño que lo miraba con ternura, pues Kaname encontró realmente bello a ese niño, era un ángel, eso debía de ser, no había otra explicación para semejante belleza, el pequeño de cabellos plateados y enormes ojos lila que mostraban felicidad e irradiaban esa sensación de calidez y de amor, una sensación que Kaname quería sentir de ahora en adelante. Cuándo Kaname terminó de idolatrar a aquella hermosa creatura se percató de que el pequeño estaba parado frente a él. El chiquillo notó la mano de Kaname que tenía un rasguño, y aunque Kaname era un vampiro y no cualquiera si no sangre pura que podía sanar rápidamente sin la necesidad de ser curado, pero por una extraña razón su habilidad de curación no estaba funcionando. El pequeño acercó su delicada y delgada manita a la del menor y colocó gentilmente sus dedos en donde estaba el rasguño.
"Dolor… dolor… desaparece!" El pequeño dijo con una voz angelical, y repitió las palabras dos veces más, aun conservando aquél hermoso tono angelical.
Los ojos color chocolate del mayor se abrieron como plato mientras en su cuerpo una serie de sensaciones ante ese tacto, esa suave mano estaba provocando en Kaname sentimientos los cuales nunca ante tuvo mientras aquel pequeño seguía gritando dulcemente para que el dolor desapareciera. Poco después el pequeño le obsequió al mayor una hermosa sonrisa aunque en esos hermosos ojos se podían ver algunas lágrimas que se negaban a salir. Kaname le sonrió al menor mientras corría su mano por la delicada piel del bello ser y con su pulgar limpió las lagrimitas del menor provocando que sus mejillas se tiñeran de rosa y sus ojos se abrieran completamente mostrando sorpresa.
El pequeño niño sonrió mientras comenzó a reír dulcemente, luego tomó en sus manos un juguete de madera, era un carrito que le había regalado su padre, el pequeño niño se sentó junto a Kaname y comenzó a jugar con su carrito arrastrándolo por el pavimento, mientras Kaname miraba con fascinación a aquel bello ser, tan tranquilo y tan feliz, sin ninguna preocupación, tan libre, Kaname quería por una vez en su vida tener esa clase de libertad.
"Te gustan los carritos?" Preguntó al pequeño mientras revolvía aquellos suaves cabellos plateados de manera suave y delicada.
El chiquillo levantó el rostro mostrando esa bella sonrisa y luego movió su pequeña cabeza de arriba hacia abajo indicando que le encantaba. Kaname suspiró y dibujó una tímida sonrisa, el chico de cabellos nunca sonreía pero lo haría para ese pequeño. Kaname no era un chico que mostrara sus emociones a menudo, le estaba prohibido mostrar tal comportamiento, no era bien visto que un sangre pura mostrara alguna emoción en público. Pero con el pequeño allí Kaname sentía la necesidad de abrazarlo de mostrar sentimientos, de poder por una vez en su vida sentirse como un niño normal.
Mientras los dos chicos jugaban con el carrito otro niño llegó, este tenía los cabellos castaños y sus ojos eran de color gris tendría unos 10 años, era todo un diablillo. Se podía ver en su rostro dibujar una sonrisa traviesa mientras que avanzaba lentamente hacia sus víctimas.
Cuando llegó a sus presas se pudo frente a ellas y tomó el carrito de madera
"Kiryuu-kun dame este carrito" Dijo el chico con una voz demandante pero con una linda sonrisa
"N-o no puedo" Dijo tímidamente el menor mientras Kaname arqueaba una ceja, definitivamente no le gustaba que ese niño llegara y le ordenara a su pequeño. Y si su pequeño porqué desde este momento ese lindo niño de ojos lila pasaba a ser de Kaname, so de él.
"No sabes que yo siempre consigo lo que quiero! A mí nadie me dice que no Ichiru" Dijo el chico de ojos grises y comenzó a caminar lejos de ahí con el carrito en manos
"Espera!" Gritó el pequeño mientras seguía al otro niño
El niño comenzó a caminar rápidamente hasta que tropezó tirando en la calle el pequeño juguete y justo en ese momento pasó un carro destrozando en pequeños trozos el valioso juguete. Kaname que miraba desde lejos se percató del pequeño accidente mientras que su niño se quedó pasmado viendo en cámara lenta como destruían aquel juguete. Sus ojitos se empezaban a humedecer nuevamente mientras el otro niño continuaba en el piso mirando los pequeños trozos de madera.
Lentamente Ichiru, si ese era su nombre Ichiru Kiryuu se acercó a lo que quedaba de su carrito y se hincó mientras unos pequeños sollozos acompañados de lágrimas inundaban su hermoso rostro. Detrás del chico de ojos grises estaba un hombre alto de cabellos negros y ojos azules, en su ojo izquierdo (no se si es del lado izquierdo) tenía un parche
"Ese juguete era un regalo hecho por el mismo Akira Kiryuu" Dijo el hombre conocido como Yagari Toga, Sensei y tutor de los gemelos Kiryuu.
Suspirando el muchacho de ojos grises se pudo de pie y jaló al peque de ojitos tristes diciéndole que se calmara que solo era un juguete.
Kaname suspiró y tomó los pedazos rotos de aquel carrito con mucho cuidado, luego se puso de pie y caminó de nuevo hacia el jardín de su casa para regresar a sus lecciones.
"Ichiru" Pronunció el nombre con tanta devoción, un nombre que no olvidaría nunca, incluso aunque pasaran mil años y ya no pudiera encontrar a aquel bello ser, ese bello rostro nunca se borraría, formaría parte de sus más valiosos recuerdo. Ichiru era el nombre del niño que le había podido quitar solo por unos minutos aquella tristeza y soledad. Ichiru era el niño a quien desearía poseer y clamarlo como suyo. Ichiru era el ser más bello sobre la tierra.
O al menos eso pensaba el joven Kaname Kuran
Al día siguiente
"Muy bien qué bueno que están aquí y como han crecido miren nada más se han puesto tan lindos" Una voz chillona y una risita se escuchaban en la oficina del director Kaien Cross
Dos pares de ojos miraban uno con timidez y miedo mientras que el otro con enojó y desesperación "Ya mejor diganos en donde demonios están nuestros dormitorios!" El mayor de los chicos, solo por unos segundos antes de haber nacido le preguntaba o mejor dicho gritaba al director que estaba de un lugar a otro dando brincos como niño pequeño.
"Ha si bueno sus dormitorios son en el edificio del Sol, mis queridos Kiryuu van a compartir habitación, no les importa verdad?" Preguntó Cross ya un poco más calmado aunque seguía con una sonrisa de oreja a oreja y no es porqué los gemelos fueran muy lindos, la razón era porque el Sensei de los muchachos iba a estar en la Academia dando clases como nuevo profesor de Ética.
"Claro que no ahora con su permiso" Dijo el mayor de los gemelos mientras jalaba bruscamente a su hermano fuera de la oficina principal y ambos iban para sus dormitorios.
Caminaron por la escuela hasta toparse con los dichosos dormitorios del Sol, pero los gritos de unas chicas hicieron que saltaran ya que esas chicas eran bastante ruidosas. Zero quién era el gemelo mayor puso los ojos en blanco y bufó mientras tomaba del brazo a su pequeño hermano. Algunos de los chicos que estaban ahí, aparentando ver a las chicas de la clase nocturna aunque en realidad lo que querían ver era las bellezas de hombres que eran los miembros de la clase nocturna. Pero de pronto uno de los chicos que estaba mirando hacia el rubio de ojos turquesa conocido como Aidou giró para encontrarse con un adorable chico que se escondía detrás de su hermano. Al parecer eran gemelos pero no había duda de que el menor y un poco más bajo de estatura era bellísimo, su rostro perfectamente cuidado y su piel muy blanca, esos cabellos plateados peinados en una pequeña cola de caballo amarrado con un listón de color rojo y un pequeño cascabel que sonaba cada vez que el pequeño movía su cabeza.
"Miren!" Gritó una de las chicas que había visto también a esos dos gemelos
"Kya! Son nuevos estudiantes y son de la clase Diurna" Las chicas se emocionaron al saber que había nuevos estudiantes pero al escuchar que eran de la clase Diurna se desanimaron hasta que
"Parecen modelos!" Otra chica gritó atrayendo la atención de todos hacia ciertos chicos de cabellos plateados y un color de ojos único
"Kawaii son gemelos y son de la clase Diurna!" Todas las chicas gritaron al unisón mientras miraban y algunas devoraban con la mirada a los nuevos alumnos. Y es que los dos chicos realmente eran hermosos, Ichiru era realmente una belleza, con esa piel tan cuidada y blanca, su complexión delgada y daba una apariencia femenina, tenía sus mejillas completamente sonrojadas y su mirada asustadisa, era todo un uke, pensaron algunos de los chicos que miraban cínicamente y con lujuría al pequeño. Mientras que Zero tenía una apariencia ruda, su cabello plateado lucía rebelde y lograba acomodarse perfectamente, esos ojos lila mostrando algo de enojo y frunciendo en ceño, su estatura era un poco más alta y se podía ver que su cuerpo era más fuerte con algo de musculo, era realmente sexy aunque todos volvían a ver a Ichiru porque realmente era el ser más perfecto y angelical que hubieran visto.
Incluso la Clase Nocturna se había parado para ver porqué la otra clase armaba tanto alboroto y cuando descubrieron a ese para se sorprendieron de la belleza que poseían, en especial el menor que era toda una belleza, la perfección en vivo. Todos pensaban eso, incluso Kaname que después de tanto tiempo volvía ver a su pequeño, realmente se veía tan hermoso, y Kaname haría lo que fuera para tenerlo y poseerlo, su mirada después se centró en el hermano se su pequeño, el mayor estaba tomando la mano del menor, cosa que disgustó al sangre pura pues nadie tocaba a lo que era suyo. Definitivamente Kaname haría cualquier cosa para tener a Ichiru, empezando por deshacerse de aquel estorbo o mejor dicho hermano mayor de Ichiru.
"Pero que chico tan lindo" Dijeron algunos miembros de la clase diurna dirigiéndose hacia Ichiru
"Deja a mi hermano en paz pervertido!" Gritó Zero mandando una mirada que asustaría a cualquiera y empujando a esos pervertidos lejos de su pequeño hermano
Kaname sonrió en sus adentros porque su expresión parecía igual "Creo que ya encontré tu lugar en mi juego de ajedrez, serás el protector de mi príncipe" pensó Kaname mientras miraba hacia el mayor de los gemelos, definitivamente era mejor tener de su lado al mayor de los Kiryuu, de esa forma podría proteger a Ichiru de aquellos chicos que claro está castigaría por molestar a su niño.
Eventualmente después de conseguir a su amado niño, desecharía al mayor y podría disfrutar su vida con aquel hermoso ángel. Pero la vida siempre tiene planes distintos a los que se tienen y el error que estaba a punto de cometer aquél sangre pura lo haría arrepentirse por el resto de su vida. No es bueno jugar con las personas, ni mucho menos utilizarlas a su beneficio, esto es algo que el sangre pura aprendería y desearía nunca haber cometido, un crimen tan cruel que ni con la muerte le sería perdonado.
"Kaname-sama continuamos?" Preguntó con timidez Aidou, uno de los más fieles seguidores y amigos del sangre pura.
Kaname no respondió, simplemente se limitó caminar ignorando las palabras del chico, y aunque fue muy rudo de su parte, Aidou comprendía que el sangre pura no debía ser cuestionado ni mucho menos reclamarle algo. Takuma sonrió y siguió a su amigo pero sus ojos captaron los hermosos y tímidos lilas que también lo veían a él con dulzura.
Esa mirada que haría que cayera en la más bella traición, que ocasionara un problema y rompiera una amistad, pero también esa mirada que expresaría ese hermoso sentimiento que estaba a punto de formarse.
Takuma era el mejor amigo de Kaname, su mano derecha, leal y siempre apoyando las decisiones del mayor pero esta vez no podría estar de acuerdo, no era posible. Claro está que el rubio siempre estaría con Kaname apoyándolo y ayudándolo, al igual que Aidou y que Kain, los tres chicos estaban ahí para apoyar a Kaname, ya que los cuatro chicos formaban el más selecto grupo, se conocían desde la infancia y claro está, permanecerían juntos por varios años.
Por su parte Kain no pudo evitar mirar a aquel chico con una mirada desafiante, le había parecido interesante, definitivamente haría todo lo posible para acercarse al chico, pues aunque no sabía nombrar todavía eso que empezaba a sentir sabía que le atraía el mayor de los gemelos incluso si no se diera nada especial le gustaría tener una amistad con aquel chico. Porque ese es el privilegio de un amigo, estar cerca de la persona que amas para cuidarla y protegerla, incluso si tus sentimientos no son correspondidos.
