Historia corta basada en las estupideces que nos han pasado en este medio año a mi y mis amigos. A todos los que conozcan las situaciones a las que hacen referencia les pido paciencia, esto es solo una sátira para quitarme un poco el mal sabor de boca que me quedo. Ya saben un poco de humor para sobrellevarlo todo.


Capitulo 1: El retrato más exacto de un abismo sin fin.

Hikary corría con todas sus fuerzas bajo la lluvia. Intensa lluvia que había lavado tanto las calles de la ciudad coso sus ardientes lagrimas bajo su inmensa fuerza. Tropezó en su camino, rodo por el suelo algunos metros antes de golpearse fuertemente contra la pared.

- ¡Maldición! -Grito Hikary mientras trataba de pararse. -Todavía no, muévanse, muévete, maldita sea muévanse.

Los gritos de Hikary continuaron, mientras la ex elegida de la luz trataba inútilmente de que sus desgastadas piernas sostuviesen su propio peso.

-No. Esto no puede terminar así. -Nuevamente las lágrimas salieron de sus ojos. –¡Dejen de temblar maldita sea!

Lamentablemente sus piernas no le pudieron responder pese a sus gritos. El haber estado corriendo todo el día de un lado para otro como pollo sin cabeza finalmente le estaba pasando factura. Pero no podía rendirse, no ahora que finalmente tenía un objetivo claro delante de ella.

-Solo un poco más piernas mías, solo un poco más. - Hikary levanto la mirada para dejar que la lluvia limpiase su rostro. –Hermano, sé que nunca escuche tus consejos, pero por favor, por favor. Hermano dame las fuerzas para levantarme una vez más.

Si fue su hermano quien detuvo el temblor de sus piernas o fue su fuerza de voluntad nadie supo, pero Hikary logro erguirse al apoyar su humanidad contra la misma pared con la que se había golpeado.

-Vamos, tu puedes hacerlo, izquierda derecha, sigue así, no pierdas el equilibro nada más.

Tambaleándose al borde del desmayo Hikary retomo su camino.

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Las gotas de lluvia golpeaban con fuerza el desgastado cuerpo de quien el su momento fue la elegida del amor, tal era el torrente de agua que casia sobre ella que casi pareciese que los mismos cielos condenaban sus pecados de quien estaba sentada en esa silla de piedra en medio del parque de la ciudad.

- ¿Por qué tardaste tanto Hikary? –Pese a que Sora no había querido iniciar una conversación con un tono tan denigrante en su voz, le costaba mantener la seriedad al ver el aspecto de pollo mojado que tenía Hikary en esos momentos. - ¿Fuiste a tomar un café?

La pared de agua que caía en medio de ambas elegidas apenas si las permitía diferenciarse, aun así, ninguna tenía interés en buscar refugio. Todos terminaría allí, en ese momento, sin interferencia de terceros.

-Algo en tu voz nunca me agrado Sora. Claro que nunca espere que detrás de esos grandes ojos cafés se escondiese una maldita zorra…bueno supongo que tu nombre es una declaración indirecta de tus verdaderos colores.

Sora solo rio ante los insultos de su compañera. Claramente Hikary aún estaba tan alterada por los acontecimientos de las últimas horas que era incapaz de comprender que ella sola había clavado el oscuro agujero donde había caído.

- ¿Me estas culpando del problema en el que estas? -Sora solo levanto sus brazos al aire con entusiasmo. - Pero si tú te lo buscaste sola. Yo nunca te hice nada.

La respuesta de Hikary fue rápida pero contundente. Una cachetada que resonó por todo el parque.

-Todo esto es tu maldita culpa…mi hermano…TK…Ma…

Sora impidió que Hikary continuase con sus delirios regresándole la cachetada.

-Tu realmente no entiendes verdad niña. –Sora agarro con fuerza los hombros de Hikary. –Tú te buscaste esta situación tu sola. Tu.

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Hikary no quiso seguir escuchando a Sora por lo que la pateo con todas sus fuerzas en la entre pierna, todos esos partidos amistosos que jugo con Daisuke por fin le servían de algo.

-Yo nunca hice nada. -Golpe. -Fuiste tú quien traiciono a mi hermano. -Patada. -Engañaste a mis amigos. -Engañaste a mi novio.

-¿Esta es toda tu furia Hikary? Je je je. ¿Todo el odio que puedes reunir es este?

-¡Maldita!

Hikary no pudo seguir con su acusación ya que Sora le regreso el golpe. Un potente puñetazo en la rodilla envió a la elegida de la luz al piso.

- ¿Acaso eres tan tonta como para no comprender que esto te lo causaste tu misma Hikary?

Hikary tuvo que cubrirse ya que Sora comenzó a patearle en el piso.

-Mis errores no te afectaron, tu cavaste tu propia tumba, tu traicionaste la confianza de tus amigos sola, tu abandonaste a tu hermano cuando este más te necesitaba… puedes acusarme de lo que quieras, pero has de saber que tú lo hiciste peor.

Motivada por las palabras de Sora, Hikary sujeto la pierna de su atacante y aplicando una llave que su hermano le mostro en alguna ocasión la tiro al piso.

- ¡Eso es mentira! –Hikary se sentó sobre el abdomen de Sora y comenzó a golpearle en la cara. –Esto es por mi hermano, por Tk, por Jolei, por….

Antes de que Hikary pudiese golpear más a Sora una fornida y uniformada figura se lanzó sobre ella. Hikary lucho con todas las fuerzas que le quedaban, gruño y mordió a su atacante, pero este la inmovilizo y esposo sin ningún problema.

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Al final la policía la había salvado, se había desmayado por el tercer golpe de Hikary y únicamente seguía viva porque un policía había seguido a Hikary bajo la lluvia por creer que esta estaba perdida. Que gracioso.

El oficial había llamado a refuerzos y en menos de 10 minutos ambas estaban siendo atendidas por paramédicos en una comisaria. Claro que Hikary estaba esposada a una silla mientras el paramédico trataba sus golpes.

Lo gracioso comenzó cuando Sora se negó a levantar cargos contra Hikary, pese a que un policía las había detenido en medio de una pelea, poco o nada podían hacer si ninguna de las partes estaba dispuesta a levantar cargos.

Las horas pasaron mientras los policías seguían tratando de encontrarle alguna lógica, pero mientras ella trataba de negociar su liberación, Hikary se limitaba a mirarla con odio y en silencio desde la banca a la que había sido esposada. Finalmente, tras que todos los intentos de la policía por localizar a sus padres o los de Hikary fallasen, la policía acordó liberar a ambas después de que fuesen dadas de alta en el centro de salud las cercano.

-Sabes. Tu y yo nos parecemos-Hablo Sora una vez los policías y doctores las hubiesen dejado solas. –Más de lo que me gustaría admitir de hecho.

-Nosotras no nos parecemos en nada zorra… no eres más que una puta descontrolada y ninfómana. ¿En que podríamos parecernos?

Sora solo se rio de buena gana.

-A ambas nos gusta ganar. –Sora apretó su puño con ira y odio. –No solo eso, queremos que aquellos que nos rodean lo sepan, y que nos aclamen por eso… nos gusta que se arrodillen y admiren lo que logramos.

-Habla por ti mismo.

Sora solo suspiro derrotada, estaba claro que Hikary no admitiría nada, al menos no hasta que se le bajase la sangre y comenzase a pensar claramente de nuevo.

-Eres una pésima perdedora… tarde o temprano tendrás que admitir que lo que te paso es solo tu culpa y de nadie más, de la misma forma que lo he hecho yo. Ambas apostamos lo que teníamos, apostamos todo sin considerar las consecuencias. Estábamos tan llenas de orgullo, tan encimadas en el premio que no notamos que el piso en el que estábamos paradas comenzaba a moverse. Y entonces caímos. Lo perdimos todo, incluso pudimos ver como todo lo que teníamos, lo que queríamos, y lo que pudo ser nuestro se escapó entre nuestros avariciosos dedos.

Sora espero que Hikary se descontrolase de nuevo, espero y espero, pero nunca paso.

- ¿? ¿? ¿?

- ¿Entonces qué hacemos ahora?

Sora sintió como si un cuchillo de hielo desgarrase su espalda. ¿Qué podían hacer ahora? Esa era una pregunta para la que ella no estaba preparada.

- No lo sé. ¿Hay algo que podamos hacer para empezar? -Sora se frota la cabeza con desesperación. –Según mi punto de vista todo lo que pudimos hacer, ya lo hicimos mal. Pero si tienes una sugerencia te escucho.