Nota: Ninguno de los personajes de esta historia me pertenecen, aunque me encantarian que fueran mios (u.uU). Porfisss, dejen Reviews!
Cap. 01: Llegamos por fin
Era muy de mañana y las clases empezaban, una chica de pelo medio largo color azabache y ojos marrones, se levantó no muy animada ya que odiaba ir a la escuela. Su madre la llamaba para que saliera a desayunar, pero la chica no quería hasta que un niño como de 10 o 11 años comenzó a brincar en la cama de la chica que por cierto tenía 14 años. La chica se levantó enfadada y dijo-"Sota deja de molestarme."
"Kagome es una dormilona."-dijo el chico riéndose de chica de pelo azabache. "Sota eres un pequeño…"-dijo la chica antes de ser interrumpida por su madre que le avisaba que su amiga Sango estaba afuera esperando por ella. Cuando Kagome salió se encontró con la chica del pelo color marrón oscuro en un moño y sus ojos marrones y una sonrisa grande.
"Kagome vámonos ya."-dijo la chica jalándola por la mano. "De acuerdo."-dijo Kagome sonriente. Al llegar a la escuela se encontraron con Rin que había llegado unos minutos antes y se encontraba sentada en un banco sonriendo como siempre. "Rin, ¿Qué haces?"-preguntó Sango sentándose al lado de ella. "Bueno…pues tratando de relajarme es nuestro primer año en la superior."-dijo Rin respirando hondo. "En eso tienes razón."-dijo Kagome agachándose. El timbre tocó y todos fueron a sus salones.
En el salón los maestros se presentaron y todo parecía ir de lo más bien. Pasó el día normal y cuando las chicas salieron de la escuela fueron para la casa de Kagome, la casa era una mansión color blanca y tenía todo lo que se pudieran imaginar. "Kagome, mamá me dijo que le dijera a tu mamá que mañana hay reunión del club."-dijo Sango sentándose en el sillón. "Ahhh y también tu mamá Rin."-concluyó diciendo Sango sonriendo. "Vamos hacer la tarea."-dijo Kagome sacando sus libretas. "Sí."-dijo Rin sonriendo.
Las chicas empezaron hacer la tarea y la terminaron rápido y sin problemas. Ya era de noche y Rin y Sango se fueron a sus casas. Kagome le dio un beso a su mamá en la mejilla y se fue a dormir. A la mañana siguiente sucedió lo mismo con Kagome y Sota.
"Mi tonto hermano me molesta mucho."-dijo Kagome al llegar a la escuela enfadada. "Que bueno que yo no tengo."-dijo Rin sonriente como siempre. "Bueno pues Kohaku es muy bueno conmigo."-dijo Sango tratando de animar a su amiga.
"Mi preciosidad."-dijo una voz masculina. "No puede ser…"-pensó Sango con su mirada baja fue poco a poco subiéndola hasta que se encontró con un chico de pelo marrón y sus ojos marrones. "No puede ser…Miroku."-dijo Sango como una tonta (T.T). "Sí, Miroku mi querida Sango."-dijo el chico cogiendo la mano de Sango. "Sango creo que tienes un pretendiente."-dijo Kagome riendo. Sango estaba apunto de meterle un puño a Miroku cuando de repente tocó el timbre y se fueron felices.
"Quiero matar a Miroku."-dijo Sango metiéndole un puño a la pared. "Vamos Sango cálmate."-dijo Kagome dándole unas palmadas a Sango en la espalda. "Jejeje…eso es verdad cálmate."-dijo Rin sonriente. Las chicas entraron a su salón y el maestro mandó a Kagome al salón de décimo para darle una libreta a un chico y mandó a Rin a cuarto año a darle una nota a la maestra. Ambas chicas partieron a los lugares destinados para ellas.
Kagome abrió la puerta del salón lo que recibió de bienvenida fue un libretazo en la cara. Kagome se quedó paralizada y vio que un chico de cabello largo negro y ojos dorados, se reía de ella. "Miren al parecer la prepa es un imán para los libretazos."-dijo el chico de cabello oscuro. La cara de Kagome se puso roja como un tomate y todos se asustaron, excepto el chico de cabello oscuro.
"Mira descarado…"-dijo Kagome antes de meterle con la libreta al chico. "Tonta, ¿Por qué hiciste eso?"-dijo el chico apunto de meterle a Kagome. "Lo hice porque eres un descarado, idiota."-dijo la chica metiéndole de nuevo con la libreta. El chico de cabello oscuro le iba a meter a Kagome (pobre ⌐ ⌐), pero entró la maestra.
"Inuyasha, ¿Qué haces?"-preguntó la maestra enfadada. Inuyasha se detuvo y miró a la maestra enfadado. "¿Cuántas veces te he dicho que no molestes a las jóvenes de noveno?"-dijo la maestra sentándose en su escritorio de madera. "Me lo…ha dicho más de ochocientas veces."-dijo Inuyasha sentándose en su pupitre.
"Ahora jovencita, ¿Qué la trae por acá?"-preguntó la maestra muy amablemente. "Es que la maestra Halliwell me dijo que le entregara esta libreta a un estudiante de su salón."-respondió Kagome muy cortés. "¿De quien es la libreta?"-preguntó Inuyasha de presentado. Kagome lo miró de reojo muy enfadada y dijo refiriéndose a Inuyasha-"Le pertenece al bufón de la clase." Inuyasha se enfadó, pero la maestra lo miró seriamente ya que él era él que había empezado todo. "Y déjame en dártela de la misma forma en que tú me recibiste."-dijo Kagome con una sonrisa malévola. Ella alzó su mano, Inuyasha no estaba asustado porque creía que no le iba a doler, cuando Kagome le tiró la libreta en la cara se la dejó marcada y todos se empezaron a reír de él.
----------------------------------------------Con Rin----------------------------------------------------
Rin iba por el pasillo y llegó a la puerta del salón de doce. Ella estaba muy asustada porque ella era prepa y la iban a molestar. Fue abriendo la puerta lentamente hasta que pudo ver a los estudiantes, fue entrando poco a poco y notó que no le habían hecho nada. Llegó hasta la maestra y le dio la nota. Cuando iba de regreso choco con un chico de pelo largo color plateado y sus ojos dorados, cuando lo vio directamente a los ojos se quedo paralizada. El chico la ayudo a parar y le preguntó si se encontraba bien y ella dijo que sí con la cabeza. De repente Rin recuperó su estabilidad y no sabía que hacer.
"Lo lamento…perdón."-dijo la chica haciendo una reverencia. "No tienes que pedirme perdón."-respondió el chico algo amable, pero un poco serio. "Es que soy un poco torpe a veces."-dijo la chica con una gotita de anime en la cabeza. "¿Cómo te llamas?"-preguntó el chico seriamente. "Yo…me llamo Rin."-dijo con la voz entrecortada. "Yo soy Sesshomaru."-dijo el chico extendiendo su mano. Ella miró su mano y extendió la de ella y se saludaron (que tonto u/u). "Bueno ya me tengo que ir…espero verte después."-dijo Sesshomaru haciendo que el corazón de Rin comenzará a latir bien fuerte.
"¿Por qué estoy tan nerviosa?"-se preguntaba Rin mientras iba de camino hacia su salón, por el camino se encontró con Kagome y notó que estaba enfadada.
"Kagome, ¿Qué te sucedió?"-preguntó Rin con una sonrisa. "Un estúpido chico me metió con una libreta."-respondió Kagome mega enojada. "Hay Kagome…me paso algo genial…lo mejor que me ha pasado en la vida."-dijo Rin con corazones en los ojos y corazoncitos alrededor de ella. "¿Qué te pasó?"-preguntó Kagome intrigada. "Choque con un chico se llama Sesshomaru."-dijo Rin suspirando. "¿de que grado?"-preguntó Kagome tratando de soltarle la lengua a Rin y le contara todo. "Es de doce."-respondió sin ver el plan de Kagome. "¡WOW!...yo quisiera que eso me pasara a mí."-dijo Kagome al igual que Rin con corazones en los ojos y corazoncitos alrededor.
"Tenemos que entrar al salón."-dijo Rin preocupada. "Hay es verdad…vámonos."-dijo Kagome jalando a Rin por el brazo. Cuando llegaron al salón todos los estudiantes estaban dormidos y la maestra leyendo un libro de Historia. "Y nosotras preocupadas por llegar al salón…todos están dormidos."-dijo Rin sonriente. Ambas chicas se deslizaron por el piso y llegaron a sus pupitres sin ser notadas. Cuando por fin pudieron dormirse toco el timbre y se tuvieron que levantar para ir a la hora de almuerzo, ya que la maestra de historia reemplazo a las otras cuatro maestras porque habían faltado y las cuatro horas habló sobre historia.
"Ya es la hora de almuerzo…nos faltan dos horas y salimos de esta escuela."-dijo Kagome sentándose en una mesa con Rin y Sango. "Vamos…no pudo ser tan malo…además hiciste lo correcto te diste a respetar."-dijo Sango dándole unas palmaditas en la espalda a Kagome. De repente se sentaron con ellas, Miroku, Inuyasha y todos sus amigos.
"¿Qué haces aquí?"-preguntó Kagome tratando de mantener la ira dentro. "Vine a saludar a mi gran amiga…la prepa."-contestó Inuyasha en un tono burlón y todos se comenzaron a reír, excepto Miroku que estaba muy ocupado recibiendo cachetadas por parte de Sango. "Y déjame saludarte también."-dijo Kagome con una sonrisa malévola. "Aquí tienes tu saludo."-dijo Kagome tirándole la bandeja en la cara a Inuyasha y se fue con Sango y Rin.
"Niña estúpida me las vas a pagar."-dijo Inuyasha mega enfadado. Sesshomaru había visto toda la escena y notó que esa chica no era normal al igual que sus amigas Sango y Rin. "Tengo que encontrar la manera de acercarme a Rin para ver lo que tiene."-se decía constantemente para él.
El almuerzo siguió de lo más normal, incluyendo a Sango metiéndole cachetadas a Miroku. "Lo que hace el amor."-dijo Miroku cuando toco el timbre. "El amor…idiota."-dijo Sango dándole una última cachetada en la hora de almuerzo.
La última clase de ellos tomaba dos horas y era educación física esa era la clase más odiada por las chicas. "A mi me gusta la educación física."-dijo Sango sin entender porque Kagome y Rin la odiaban. "A nosotras no."-decían ambas a la misma vez. De repente sonó un pito y todos se pusieron en fila india.
"Hoy tienen que darle 15 vueltas a la cancha, 50 "jumpin-jacks" y 50 "push-ups"…entendieron."-dijo el maestro bien rudo. "Este maestro nos quiere matar."-dijo Kagome refunfuñando mientras iba por la segunda vuelta con Rin. "¿Dónde esta Sango?"-preguntó Rin. "Sango ya va por la vuelta 6 vuelta."-dijo Kagome mientras trataba de no perder el aire. "¡Qué! Ya ella va por la 6."-exclamó Rin incrédula. "No…ahora va por la 8."-dijo Kagome mientras cruzaba de nuevo la meta. "No te preocupes Kagome solamente nos faltan 11 vueltas."-dijo Rin respirando hondo. Siguieron corriendo hasta terminar las vueltas y empezaron hacer los "jumpin-jacks". De repente pareció Sango muy calmada y como si no hubiera echo nada.
"¿Por qué no estas haciendo los "jumpin-jacks"?"-preguntó Rin cansada. "Porque ya los hice."-dijo Sango sonriente. "Si quieren las puedo ayudar."-dijo Sango bien bajito para que no la escucharan. "Sí…por favor."-dijeron ambas. "De acuerdo…hagan por lo menos 25 "jumpin-jacks" y 25 "push-ups" y yo le digo al maestro que los hicieron completos."-dijo Sango con una guiñada. Ambas hicieron lo que dijo Sango y pudieron terminar vivas de ahí. El timbre tocó y todas las chicas salieron voladas de ahí.
"Que bueno que terminamos."-dijo Kagome feliz. "Sango…gracias."-dijeron ambas abrazándola y Sango les sonrió. "Bueno…hoy vamos para la casa de Rin."-dijo Sango muy animada ya que le gustaba la casa de Rin por los perritos lindos (marca Shit-zu) que tenía. "Sango…mi perrita tubo seis cachorritos y mi mamá me dejo regalarte uno a ti y a Kagome."-dijo Rin sonriente. Ambas chicas sonrieron bien grande y la abrazaron provocando que se cayeran todas al piso.
"Un perrito…mi mamá no se va a poder negar porque es un regalo."-dijo Sango felizmente. "Ni mis padres."-dijo Kagome como si estuviera cantando. "Debí imaginar que esto me pasaría alguna vez."-dijo Rin mirando como sus amigas actuaban como locas. "Bueno vámonos."-dijo Rin jalando a sus dos amigas.
Cuando llegaron a la casa de Rin todas estaban sonrientes y alegres. Rin le dio un perrito a Sango y a Kagome y ambas quedaron maravilladas con ellos. Luego de un rato en la casa de Rin ambas chicas se fueron para sus casas.
---------------------------------------------En otro lugar-----------------------------------------------
"Esa estúpida de Kagome me las va a pagar."-decía Inuyasha mirándose en el espejo. "Sí claro…esa chica te tiró la bandeja encima y tu no hiciste nada."-dijo Sesshomaru mientras veía como Inuyasha se enfadaba cada vez más. "Y tú, ¿Por qué no me ayudaste?"-preguntó Inuyasha señalando a Sesshomaru. "Porque no me meto en problemas de pareja."-contestó Sesshomaru saliendo del cuarto.
…Continuará…
