Ángeles de Céphiro.
Capítulo 0
El principio.
Cuentan las historias en los pergaminos de la antigüedad que cuando brilló el Sol por primera vez, surgió en el universo una nueva galaxia. Dentro de ella fue creado un sistema conocido como Sistema Solar, en él 10 planetas fueron creados por Zión un joven dios de cabellos plateados, ojos color miel, cejas un poco pobladas, mirada brillante y penetrante, de facciones serias, muy apuesto y de carácter reservado, de complexión delgada y alta estatura. Decidió darle vida sólo a uno de los planetas: La Tierra.
Durante mucho tiempo fue habitaba por la humanidad y era el lugar más pacífico y hermoso que pudiera existir en todo el universo. Pero con el tiempo se vio corrompida por el odio, la maldad, la superioridad y las constantes guerras que sus habitantes provocaban buscando el poder absoluto y la total destrucción de sus semejantes… Al ver esto el joven dios decidió castigar a la humanidad y darle vida a otro planeta; un maravilloso lugar al que le dio por nombre: Céphiro. A este planeta le fue dando vida al ir creando hermosos paisajes, empezando con un océano de mares cristalinos y con colores que van desde el verde turquesa pasando por el azul marino hasta llegar a un azul profundo. Sus aguas rodean las hermosas tierras adornadas por los más frondosos bosques y verdes valles, bellas praderas adornadas con una exquisita variedad de flores, ríos de caudal tranquilo que surcan las tierras, así como también creó llamativas montañas que flotan por los cielos extrañamente adornadas en la cima con un poco de nieve y pequeñas cascadas cuyas aguas caían de sus bordes hacia el océano y que les otorgaban un toque especial. Pero eso no era todo, para continuar con el sin igual paisaje le dio vida a inimaginables criaturas, que se encargarían de custodiar el Taur Aina "Bosque Sagrado".
Entre las criaturas se pueden mencionar a las Faeries ó Hadas: Pequeños seres muy conocidas en todo el reino mágico, a pesar de que existen muchos grupos de hadas cada una pertenece a un elemento. Acostumbran vivir en los bosques, arroyos, cuevas e incluso pueden habitar en un tronco hueco de un viejo árbol, en su mayoría acostumbran a salir de noche, e intervienen en todo el desarrollo de las flores, de las que representan su aroma, su color e incluso su forma. Se dice que jamás envejecen, son extremadamente bellas, y tienen un gran parecido con las doncellas humanas. Pero es fácil distinguirlas porque no en todo se parecen a nuestro genero, la mayoría de ellas poseen las orejas puntiagudas al igual que los elfos, su piel acostumbra a tomar los colores de acuerdo al entorno en el cual viven, por ello pueden ser translucidas. Tienen alas tipo insecto ya sean en forma de mariposa o de libélula cuyas membranas pueden ser transparentes o multicolores, sus largos cabellos son irisados y generalmente suelen vestirse con ropas sutiles, tipo gasas o muselinas, aman la música, les encanta cantar, son muy sociables y gustan de estar acompañadas. Los Unicornios y Pegasos: Hermosos animales que habitan en los bosques de Céphiro. Los unicornios lucen un cuerno en la frente de su cabeza, su piel es de un blanco purísimo, aunque al principio los potrillos son dorados y se vuelven plateados antes de alcanzar la madurez. El cuerno, la sangre y el pelo del unicornio tienen cualidades mágicas muy poderosas, a diferencia del Pegaso un unicornio no posee alas, pero particularmente son veloces y algunos tienen la capacidad de hacerse invisibles. Un Pegaso es un corcel alado de naturaleza mágica. Se trata de un ser inteligente, bondadoso y salvaje. Un Pegaso es una criatura muy tímida que sólo puede ser domada por jinetes de buen corazón tienen la forma y el tamaño de un caballo árabe y unas enormes alas emplumadas. Suelen ser blancos, aunque también se conocen marrones y hay rumores de Pegasos negros. Independientemente de su color todos los Pegasos son seres bondadosos y nobles. Los grifos son los enemigos naturales de los Pegasos. Cuando se enfrenta a un grifo, el Pegaso aprovecha su mayor velocidad en el vuelo para cansarle y distraerle. Si se enfrenta a un dragón intenta atraerlo a lugares de difícil acceso para que el dragón no pueda seguirlo fácilmente, y así aprovechar este tiempo para atacar. Suelen atacar en picado con los cascos y con los dientes.
Pero para poder mantener el equilibrio del planeta Zión creo desde lo más profundo de la oscuridad a los seres más temibles que se pudieran conocer, ya que si existía el bien por consiguiente el mal también debía de existir pues un mundo lleno de paz y armonía sería un mundo completamente aburrido; así que no dudó en darles vida, teniendo el cuidado de no perder el control sobre ellas. Entre sus creaciones están los Urulókis,"Dragones" seres con cuerpo de serpiente, alas de murciélago y dos fuertes patas con filosas y poderosas garras, tienen la capacidad de crear un potente gas mortífero de color verde que surge de su aliento, al igual que una poderosa llamarada de fuego, también creo otras criaturas inferiores que el dragón pero igualmente de cuidado los Grifos, animales con cabeza de águila, cuerpo de león y alas de murciélago o de águila, con la sola emisión de un chillido son capaces de enloquecer a sus víctimas y provocar la pérdida del sentido; el animal haciendo uso de sus poderosas garras troza el cuerpo de su presa para luego devorarlo. Por otra parte también creó a los Gwath Rána "Sombras Errantes" espíritus cubiertos por una capa negra de alta estatura y cuyo rostro se oculta bajo una capucha de donde solo se pueden observar dos ojos de flameante mirada muy penetrante y aterradora, de las mangas surgen unas manos grises de apariencia putrefacta y como espíritus que son, sus cuerpos parecen levitar sobre el piso; cuando atacan, su contacto frío hace que se entumezcan las articulaciones y que la víctima quede casi paralizada, perdiendo además los sentidos como el olfato, el tacto y el oído. En ese momento las sombras comienzan a drenar la energía, incluso, haciendo uso de sus uñas afiladas atraviesan el cuerpo vertiéndole un veneno a la víctima para esta convertirse en una sombra pasando al plano material negativo y dejando sólo su sombra en el plano material primario. Algunas víctimas mueren antes de llegar a ser drenadas por completo y entonces son abandonadas. Las sombras son seres de inteligencia baja, no obedecen órdenes y tienen una buena movilidad que les permite ir a voluntad sin ser percibidas. Son nocturnos e inmunes al frío y a ciertos hechizos y conjuros. Todos ellos se encargaban de resguardar el Iâ Helë o den na Urth "Abismo Negro o de la Muerte" que se localiza en el lado oeste de Eira, noroeste de Fraria y al este de Leiram, en el punto muerto de Céphiro.
Aunque también con la creación del planeta y sus animales, Zión decidió darle una nueva oportunidad de vida a la raza de Los Hombres: con la esperanza de que fueran diferentes. Ellos que vieron la luz por vez primera en el país de los elfos llamado Fraria en el lejano oriente de la Tierra Media. A diferencia de los elfos se les dieron las mismas características que a los hombres de la tierra, esto es, que son seres mortales y tienen una vida corta. En lo referente a la fortaleza física y nobleza de espíritu han mejorado. Se trata de una raza que sucumbe fácilmente a las pestes y a los rigores del entorno; su cuerpo y su espíritu pueden quedar dañados por todo tipo de cosas que no afectan en absoluto a los elfos. Por todo esto, los llaman engwar, "enfermizos". Es una raza pertinaz que se reproduce con mayor rapidez que todas las demás razas, y, aunque perecen con facilidad, vuelven a multiplicarse y se desarrollan con velocidad, de modo que algunos los llaman "los usurpadores".
Antes que los hombres también nacieron los Elfos; quienes lo primero que percibieron cuando vinieron al mundo fue la luz de las nuevas estrellas . Por eso los elfos aman la luz de las estrellas sobre todas las cosas. Tienen ojos brillantes ya que cuando la nueva luz de las estrellas penetró en sus ojos, permaneció allí para siempre. Zión, creó la raza más hermosa y más sabia que ha existido jamás y declaró que los elfos tendrían y crearían más belleza que cualquier criatura terrena y que experimentarían la mayor felicidad y la más profunda aflicción. Serían inmortales y siempre jóvenes. No conocerían la enfermedad, pero sus cuerpos serían como la tierra en sustancia y podrían ser destruidos, podrían sucumbir por la acción del fuego o del acero en la guerra, ser asesinados e incluso morir de pena. Tienen el mismo tamaño que los hombres, pero son más fuertes de espíritu y de cuerpo y no se debilitan con la edad, al contrario, se hacen más sabios y hermosos. Andan siempre envueltos en una luz que es como el resplandor de la Luna que acaba de ponerse en los límites de la tierra. Su cabello es como oro hilado, plata tejida, azabache pulimentado. El sonido de su voz es variado, hermoso y sutil como el agua. Dominan el arte de la oratoria, el canto y la poesía. Su dialecto es conocido como Quenya y fueron los que se encargaron de enseñarle a las demás razas el arte del habla. Después de los Elfos vinieron los Istari; seres que fueron llamados "Magos" por los hombres. Llegaron al noroeste con el fin de corregir el desequilibrio provocado por una futura guerra que se fuera a desarrollar, en la Tierra Media de Céphiro. Aparecieron secretamente bajo forma humana, pues no podían hacerse presentes con toda la fuerza de sus inmortales espíritus y debían limitarse a los poderes que podían adquirirse en las Tierras Mortales, físicamente son muy vigorosos, muy hábiles de cuerpo y mente, usan báculos para concentrar y hacer uso de su poder y cada Istari tiene su propio rango; siendo el blanco el más alto y gris el siguiente en poder y sabiduría. Tienen prohibido dominar a los pueblos de la Tierra Media.
Ahora bien, a cada raza Zión le asigno un Líder, que se encargaría de mantener el equilibrio entre sus semejantes. A cada uno le otorgó un don mágico y un objeto símbolo de su poder: a los elfos los lideraría una mujer cuyo don es la curación y ver el futuro, como símbolo debe portar una corona con la que podrá predecir el futuro, a los istari los lideraría el mejor de ellos dándole solamente un magnifico báculo como símbolo pues como es sabido los Istari por naturaleza tienen sus propios dones, y por último entre los hombres, eligió al que demostró tener buen corazón y ser digno de liderar a los suyos con inteligencia, le otorgó por don un poco de magia y como símbolo una fuerte y aguerrida espada. Zión tuvo la certeza de que hizo bien en darle vida al nuevo planeta, ya que el planeta Tierra estaba por afrontar el preludio de la devastación y aunque se mantendría con vida solo los que merecieran habitar en ella serían los elegidos para cuidarla y protegerla y tal vez devolverle su belleza natural perdida. Aunque verdaderamente eso ya no importaba pues Céphiro tenía toda la prioridad de Zión pues era su orgullo aquel lugar, que desde su creación se había logrado mantener en perfecto equilibrio. Pero también sabía que algún día pudiera sufrir el mismo destino que la Tierra, conocía a su hermano y no descartaba la posibilidad de que un nuevo conflicto se creara gracias a él, así que para prevenir tal peligro decidió enviar a los guardianes que intentaron proteger la Tierra pero que por culpa de la propia humanidad no lo lograron y ahora se encargarían del bienestar de tan bello lugar, borró sus recuerdos, pero resguardó sus verdaderos poderes en uno de los reinos, poderes que les serían devueltos el día que los llegaran a necesitar; cada uno de ellos nació entre las razas humanas y otro entre el reino animal con el fin de proteger a los suyos ante cualquier adversidad… pero será esta la verdad? pues hay muchas cosas inconclusas que poco a poco se descubrirán...
