Lo diferente siempre se ha perseguido lo no común lo que no encaja en las normas, los pensamientos diferentes no son aceptados lo desconocido es peligroso. Glen un chico de cabello cobrizo, ojos verdes inexpresivos y una mirada distante se ve alejado de la mayoría de la gente prefiriendo a la soledad y la compañía de la naturaleza.
En los pueblos a lo extraño solían excluirlo, Arthur un joven de unos 17 años de cabello rubio y ojos verdes era uno de esos excluidos por la razón de ver cosas que otros no pueden y hablar con cierta criaturas, dentro del pueblo el chico solo vivía con lo que sus padres le dejaron antes de morir, pero eso no sería suficiente para toda su vida porque no encontraba trabajo , nadie quería contratarle el tenerlo era algo mal visto para los negocios pero aun con esa exclusión intentaba sobrepasarlo todo con el mejor humor posible, en casa era el único lugar donde no era juzgado, aprendió en su soledad a leer, era de los pocos en el pueblo que sabía leer haciendo que fuera aún más extraño a la vista de la demás gente. Arthur aun podía recordar esos días divertidos con su familia antes de la partida de sus padres, quedaba en el como una sombra una memoria de tiempos buenos que le ayudaban a seguir con su vida lo más tranquila posible , pero su frágil paz construida termino ese mismo día, el nuevo rey había declarado y mandado capturar a todo aquel que fuera extraño y diferente para según sus palabras limpiar el reino y crear un lugar más seguro y organizado.
Arthur por suerte se alcanzó a enterar de los planes del rey con tiempo logrando tomar su capucha, alguna de sus pertenencias y sus pocos ahorros, salió de la casa intentando ser lo más discreto posible ocultando su rostro y fingiendo ser un simple viajero que estaba de paso recorriendo callejuelas escuchando que sus mismos vecinos le estaba buscando para entregarlo a las autoridades, camino a paso rápido hacia la salida del pueblo, hubo revuelo cuando se enteraron de que escapaba, la gente del pueblo comenzó a buscarle eso haría su escape un poco más difícil, debía salir sin que nadie le viera así que se quedó pensando en cómo salir, en su caminar encontró una carreta con cargamento esperaba que fuera de salida y confiaba en eso, se subió en silencio y se escondió entre barriles, sacos de cereales y granos tapándose con su capa simulando ser un bulto más, la carreta fue avanzando lentamente, estuvo en incertidumbre por un buen rato hasta ya solo escuchar el característico sonido del bosque, pudo respirar aliviado pero de la nada escucho la voz de otro hombre haciendo que diera un salto.
—ya estamos lejos del pueblo y de esa gente bruta puedes salir yo no pienso entregarte a ninguno de esos guardias ni a su loco rey – Arthur alzo la mirada viendo de quien se trataba, era un chico un poco mayor que él de cabello color cobre, se levantó y sacudió la ropa solo asintiendo un poco
—¿quién eres? Nunca te vi antes en el pueblo- le pregunto intrigado
—soy Glen, otros me conocen como el ermitaño del bosque – el rubio había escuchado antes sobre el ermitaño que habitaba el bosque pero en su imaginación era un hombre viejo , con barba larga y muy sucio o desalineado a diferencia de lo que veía delante de él, ese chico seguro si viviera en el pueblo tendría mucha popularidad con hombres y mujeres jóvenes
—soy Arthur Kirkland, también conocido como el loco del pueblo – se presentó también, cuando dijo lo de que "era el loco del pueblo" Glenn pareció interesarse más en el
— ¿entonces estas huyendo de esa persecución del rey, no?—le pregunto a el chico menor a lo cual solo le asintió con un movimiento de cabeza
— no creo que seas mala persona, y si estas huyendo no tienes a donde ir, también me resultas alguien interesante, porque no vienes conmigo a vivir aunque sea por un tiempo, en mi casa nadie me visita así que estarás seguro, y además un loco y un ermitaño es una combinación peculiar pero a mi parecer muy buena
—Arthur lo pensó un momento ese chico podría ser un loco o un asesino pero no tenía realmente otras opciones así que acepto, el chico de cabello cobrizo solo hizo un ademan con la cabeza y le acomodo la capucha haciendo que se subiera con él en la parte delantera de la carreta, durante lo que quedaba del viaje realmente no hablaron mucho pero fue un viaje muy comodo, llegaron a la cabaña al anochecer cuando el sol ya daba sus últimos rayos de sol el día completo fue de viaje aun cuando no hicieron muchas paradas , el camino para llegar a la cabaña era realmente algo confuso si les llegara a seguir de seguro se perdería. La cabaña era modesta en su decoración pero amplia, al entrar todo estaba en orden y limpio, Arthur se instaló en una habitación que estaba enfrente de la habitación principal y se recostó sobre el colchón un poco duro pero para el fue realmente cómodo en ese momento, por fin pudo relajarse un poco después de su día tan estresante .
Para la mañana siguiente Arthur se sentía más descansado y relajado, al sentarse en la cama se dio cuenta que el desayuno estaba ya hecho por el olor que percibía, dejo todo en orden en su habitación y fue a la cocina, olía y se veía bien bueno por lo menos mejor de lo que el solía cocinar, se sentó a la mesa tomando sus alimentos, entre los dos reinaba un cómodo silencio, el rubio ayudo a arreglar toda la cocina y parte de la casa.
Aun hacia frio, estaban en el final del invierno pero el aire aun soplaba fresco así que Glen decidio prender la chimenea para hacer el lugar un poco mas acogedor y como, se sentaron ambos para disfrutar de la calidez del fuego
—¿por qué razón fuiste considerado extraño o loco por tu pueblo?—Glenn siempre era directo a la hora de hablar o preguntar cualquier cosa, el rubio se confundió en un principio y dudo en responder pero después de pensarlo se armó de valor para contar su historia, no era exactamente lo que le había preguntado pero tenia que decirlo primero, le hablo de su familia que eran dueños de una tienda y solían cultivar la tierra, de cómo sus padres le contaban cuentos y leyendas antes de dormir y como para ellos siempre fue alguien normal a pesar de decir que siempre podía ver criaturas y podía hablar con animales
—solía ser elfos luminosos, gnomos traviesos, hadas y pequeños conejitos voladores pero también veo sombras monstruos y cosas realmente aterradoras mis padres jamás creyeron que eso estaba mal pero me dejaron solo después de una terrible enfermedad que tuvieron, no fue su culpa pero con ellos se fueron los únicos que realmente me entendían—
—solo eres diferente pero no estás loco, no te pudieron entender–murmuro Glen más para el mismo por lo que el contrario solo asintió sin decir otra cosa
—cuando llegue ayer pude darme cuenta que tu casa está protegida por seres luminosos , eso significa que eres realmente una buena persona , solo eres un poco raro como yo, diferente a los demás aunque en una forma que aun no entiendo bien pero sé que no eres común—eso le causo una pequeña sonrisa al mayor
—¿y puedes hablar con ellos?, ¿has intentado ocupar tu don en algo bueno? – le pregunto Glen al menor
—siempre he tenido miedo del que dirán de ser aún más excluido, así que nunca intente nada pero ahora que estoy aquí creo que lo intentare, tal vez eso podría ser de alguna ayuda –
—bueno tendrás mucho tiempo aquí, o lo dedicas para estudiar y leer o a platicar con esos seres más que eso realmente no puedes hacer mucho, este lugar es algo aburrido— le comento el mayor , por lo que el rubio dedujo que estudiar era lo que hacía en ese lugar pero refirió no preguntarle sobre que eran sus estudios
Así pasaron los días, Glen solía encerrarse en sus libros y Arthur hablaba con los seres de luz que para sorpresa de ambos lo aceptaron entre ellos casi de inmediato, poco a poco esos seres le enseñaban cosas útiles tales como hacer algunos remedos para sanar heridas y curar enfermedades, eso le hubiera servido de mucho cuando sus padres enfermaron pero prefirió apartar esos pensamientos tristes de su mente y concentrarse en el futuro .
lo que estaba aprendiendo le solían llamar brujería, pero solo eran enseñanzas de seres bondadosos, aunque sabía que al haber seres obscuros podría dar también enseñanzas para el mal por eso se mantuvo alejado de esos seres tenebrosos y de sombras, en ese tiempo también fue enseñando a Glen lo que día a día aprendía así fue creciendo una pequeña pero fuerte llama de amistas entre ellos, haciendo que ese lugar se sintiera como un hogar realmente cálido y acogedor.
