Disclaimer: Los personajes pertenecen a JK Rowling.
Este fic participa en el minireto de mayo para "La Copa de las Casas 2014-15" del foro La Noble y Ancestral Casa de los Black.
De golpe en gol
Otro día, vamos; primero un pie, luego el otro; ¡MIRA AL FRENTE!
—Buenos días Nymphadora ―
—¡NO ME DIGAS NYMPHADORA! —le grito, luego ¡PUM! al suelo…otra vez.
—Nuevo día eh —saluda mi pelirrojo amigo— ¿porqué es un calvario para ti poder caminar sin tropezar?—me dice; tiende hacia mí su gentil mano para ayudarme a levantar.
—En algo tenía que ser mala— le respondo sobando mi pobre y adolorido trasero
—¡Nymphadora!— escucho que me nombra alguien de la casa de Slytherin.
—¡Estos pobres hijos de…! —Charlie había puesto su mano en mi boca, mientras su brazo lo pasaba rápidamente por mi cintura, evitando que vaya tras ellos. Se burlaban ¿Cómo no? Si saben que no me gusta ese nombre.
—vamos Dora no te pongas así —dijo Charlie —pequeña Dora —
—no me provoques —
—está bien, está bien —dijo Charlie levantando las manos —¿porqué tardabas?—
—¡Porque no soy un hombre que sale como se levanta de la cama; tengo que arreglarme!—dije molesta
—Tu bello rostro se arruga cuando estas enojada ―¿Bello rostro? ¿yo? Un rubor comenzó a subir por mis mejillas; mi cabello cambio a un rojo igual que el de mi mejor amigo, o mucho más intenso; escuche una carcajada; voltee furiosa — vamos a jugar quidditch; creí que te habías olvidado, así que vine a buscarte —dijo rápidamente, tal vez para aplacar mi furia.
—Charlie Weasley no soy una cobarde —infle mis mejillas enojada —ahora vamos, nos están esperando —lo arrastre tomándole su mano, rumbo al campo de quidditch
Y aquí estoy, arriba de una escoba, viendo a mi oponente; me agarro muy firme de la escoba para no darme duro contra el suelo; voy por la quaffle ¡Dios si me escuchas ayuda a que no me caiga!, desvío a Charlie, le quito la quaffle a Martin, y por quitársela suelto mis resbaladizas manos de la escoba, casi y caigo de lado; suelto la quaffle.
—¡Maldición! —no importa que me dé un duro golpe tengo que hacer un gol. La alcanzo justo antes de que toque el suelo; la suelto nuevamente, pero la agarro en el aire; subo rápidamente y en mi ascenso no vi que apareció Susan; mi escoba choca con la de ella, y giro, giro, giro sin parar; la quaffle sale volando, estoy mareada.
—¿entró?— dice Martin
—¡ENTRÓ! — grita Charlie, metí un gol…!Lo logré!
—Ahora puedo decir que jugué quidditch y no me caí.
