Disclaimer: The Legend of Zelda y todos sus personajes son propiedad de Nintendo.
Capitulo 1: El Rescate
Han pasado 3 días desde que Link libero de su sueño sin fin al pez viento, la deidad que había dado forma a la isla de Koholint, ese lugar tan ¿Mágico? Donde el héroe de Hyrule encajaba tan bien, se sentía bien, eso sí, tenía que enfrentarse a hordas de enemigos, pero ¿Ya no hacia eso en su tierra natal? Así que eso no sumaba como algo negativo a su estadía en la isla de los sueños.
Solo era eso, sueños… todo era un sueño… cuando el pez viento despertó, todo lo que Link conoció se esfumo de manera abrupta, dejando un vacío de aquello que formo parte de los pensamientos del joven, la isla, sus nuevos amigos, su hada compañera y ella, la doncella del vestido azul y cabellos rojizos, Marín quien había hecho un lugar especial dentro de su ser también se habían ido, ya no quedaba rastro de ella y el en lo más profundo le dolía su eterna desaparición, ya no volvería a ver su jovial rostro ni escuchar su melodiosa voz, Koholint Island ya no era más que un simple recuerdo que se hacía cada vez más lejano conforme se iba alejando el gran pez con alas, dejando a nuestro héroe en medio del mar con los restos de su barco destruido por el rayo.
Link remaba con gran dificultad usando un pedazo de tronco que quedo de su embarcación, esperando ver tierra firme en algún momento pero solo veía agua, agua y más agua hacia todos lados, elevando aún más su frustración, había hecho su trabajo de héroe y libero de su prisión a una deidad atormentada, ¿y que gano a cambio? ¿Que la isla de la cual estaba considerando su nuevo hogar se fue?, ¿Qué fue condenado a morir en el inmenso mar? ¿Qué la persona que se volvió especialmente única para él se esfumara para siempre? Definitivamente a veces hacer lo correcto no siempre trae felicidad, no quería pensar en que él fue el causante de que la hermosa damisela sea ahora solo una gaviota volando hacia la inmensidad, La chica de cabellos rojizos fue muy especial para él, no quería dejarla, pero su deber de héroe siempre debe estar por delante… SIEMPRE, maldito deber.
''No puedo seguir remando, no he comido nada en 3 días y no puedo beber agua de mar, tengo demasiada sed'' – pensó Link.
El Hyliano comenzó a remar cada vez más lento, el hambre y la sed hacia mucha mella en su agotado cuerpo, sentía que en cualquier momento se desplomaría en las aguas y posiblemente moriría ahogado o comido por alguna criatura marina, soltó su remo improvisado y producto de su extremo cansancio se dejó engullir por las aguas azules y profundas, ya todo le daba igual, no volvería a Hyrule y Koholint era historia… cerro los ojos y espero que Din, Nayru y Farore lo dejaran dormir por siempre.
''Link… ¡LINK!'' – escucho el chico de ropas verdes… otra vez esa voz.
¿Marín? – susurro Link
Link, ¡despierta! – se escuchó más fuerte la voz.
El joven abrió los ojos de par en par pero su visión era muy borrosa aun, la voz que le hablaba provenía de una mancha rosa que poco a poco fue tomando forma hasta moldearse la figura de una mujer de cabellos rubios y vestido blanco con rosa y muchos adornos de oro que hacían juego con su vestimenta… era la misma princesa Zelda.
¡Link! ¡Gracias a las diosas, estas vivo! – exclamo muy eufórica la princesa dándole un abrazo nostálgico al héroe.
¿Dónde estoy? – pregunto débilmente él.
En el barco real de la princesa – respondió Impa, la cuidadora de Zelda – hace más de 1 mes recibimos informes de nuestros exploradores marítimos que se encontraron después de una tormenta eléctrica los restos de un barco que llevaba el símbolo de la realeza, muy similar al barco en el cual partiste tú, la princesa se preocupó muchísimo por tu paradero y ordeno tu búsqueda inmediata.
Ya veo – se limitó a decir Link.
Me preocupe tanto por ti, que decidí participar personalmente en esta búsqueda, ya llevábamos 15 días sin resultado alguno, muchos se comenzaban a dar por vencidos, pero yo sabía que estabas vivo en algún lugar y no iba a parar hasta encontrarte, finalmente hoy te vimos flotando al lado de un pedazo de madera – añadió Zelda.
Y lo agradezco princesa, no logre llegar al puerto de Hyrule porque fui asaltado por un rayo durante la tormenta que termino destruyendo mi barco, la verdad es que estaba en un buen problema – Link se explicó levantándose poco a poco pero perdió el equilibrio por la debilidad y tuvo que ser sostenido por Impa y Zelda.
¡No te esfuerces tanto! – regaño la princesa.
Tengo una pregunta que hacerle joven Link – hablo Impa.
¿De que se trata?
¿Cómo lograste sobrevivir todos estos días sin comida y sin agua apta para consumo?
Pues – Intento explicar Link su aventura por Koholint pero, un momento… Impa tenía un punto, ¿Si todo fue un sueño, porque pudo sobrevivir tantos días en el mar? No tenía sentido.
Cuando mi barco fue destruido me desmaye y desperté en una Isla, ahí algunas personas me salvaron la vida – se explicó de manera superficial.
¿Isla? ¿Cuál isla? – volvió a preguntar Impa, insatisfecha con la respuesta.
La isla de Koholint – Link respondió con la esperanza de que ella supiera de esa isla y que no fuera sido un sueño lo que vivió.
La princesa y su cuidadora se vieron las caras confundidas y luego se volvieron al joven de ropas verdes.
¿Koholint? – pregunto Zelda.
Si
Jamás había oído de una isla con ese nombre – dijo Impa confundida.
Pero es cierto, allí salvaron mi vida y a cambio ayude a liberar al pez viento, quien me devolvió de nuevo al mar – se explicó Link intentando dar coherencia a sus respuestas.
Creo que la insolación, la hambruna y la deshidratación han hecho mella en su salud y en su imaginación joven Link – bromeo la cuidadora de Zelda.
No es el momento de estresarlo con este interrogatorio Impa – interfirió Zelda – tenemos que volver a Hyrule y hacer que los curanderos se encarguen de la salud de Link, hoy es día de júbilo, ¡nuestro héroe ha sido encontrado con vida!
El barco real termino su misión de búsqueda y volvió a las tierras natales de Link, ahí él fue trasladado al castillo e inmediatamente fue atendido por los sirvientes del castillo bajo estrictas ordenes de la princesa para hacer su recuperación lo más rápida y confortante posible, es lo mínimo que podía hacer ella por él, después de todo gracias a ese joven, Ganon fue derrotado y su reino fue salvado… era una deuda de conciencia para ella.
Los sirvientes garantizaron la recuperación de Link, le proporcionaron agua, alimento y medicinas para minimizar los efectos del naufragio que sufrió, ya en la noche en una habitación especialmente acomodada para él, estaba durmiendo profundamente en una cómoda cama, cuando entre sueños se vio caminando entre una villa.
¿La Villa Mabe? – Se preguntó Link – ¿Cómo es posible?
Mientras seguía caminando llego a una veleta de gallo en medio de una estructura de piedra y cerca de él se podía escuchar una voz femenina cantando alegremente una melodía muy conocida para Link, La balada del Pez Viento.
La voz pertenecía a Marín quien estaba del otro lado de la veleta, espera… ¡¿Marín?!
Link corrió hacia ella con cierta emoción e intento tocarla, pero al poner su mano en el hombro de la chica, este traspaso su ser, como si de una ilusión se tratara.
¿Qué? – dijo Link sorprendido.
Marín se dio la vuelta y con su cara alegre y jovial le dedico una sonrisa a él.
¡Me alegra verte de nuevo! – dijo Marín.
Lo siento – dijo él.
¿Uh? ¿Por qué? – pregunto ella confundida.
Porque gracias a mí, la isla desapareció... no quería que te fueras Marín.
¡No lo sientas! – Dijo Marín retomando su sonrisa – gracias a ti ahora soy libre para recorrer el mundo como una gaviota, el pez viento concedió mi deseo y eso fue porque tú lo liberaste de su prisión, ¡Muchas gracias Link!
A pesar de la actitud alegre de la pelirroja y de sus palabras esto no hizo cambiar la expresión triste del rostro de Link.
Pero yo quería que vinieras a Hyrule a conocer a mis amigos – dijo el recordando sus palabras a ella cuando le pregunto si quería venir a su tierra natal.
Marín le dedico una mirada tierna y lo tomo de las manos, escapando de toda lógica ella sí pudo tocarlo a él, pero el a ella no… ¿Por qué?
Link… tienes razón, yo te dije que vendría contigo
a Hyrule y aunque no pudimos salir de Koholint, debo cumplir mi palabra. Hay una forma de lograrlo pero debes averiguarlo por ti mismo, mientras tanto ¡puedes visitarme cuando quieras en tus sueños! – culmino Marin dedicándole su característica sonrisa a Link pero súbitamente la figura de la pelirroja comenzaba a desvanecerse.
Espera ¡Marín! – Link se despertó bruscamente de su sueño – ¿Qué significaba eso que le dijo la pelirroja? ¿Había una forma de hacer volver a Marín? Eso sonaba irracional e imposible, ella solo fue un sueño, pero si había alguna oportunidad de hacerla volver no la dejaría pasar, tan solo si hubiera algo que cumpliera los deseos de alguien… espera, ¡Si la hay!
Mientras una idea rondaba la cabeza del héroe de Hyrule unos suaves golpeteos en su puerta indicaban que alguien deseaba entrar en su habitación.
Adelante – dijo él.
Al cuarto entro la princesa Zelda quien aún se veía preocupada por su amigo y aliado contra el rey del mal.
¿Cómo te sientes? – pregunto la princesa.
Muy bien, muchas gracias por esto, estaré en deuda eterna con usted su alteza – dijo Link algo apenado.
De eso nada, al contrario el reino de Hyrule está en deuda contigo y lo mínimo que podía hacer era cuidar de tu salud.
Princesa… ¿Puedo contarle una anécdota? – pregunto Link sentándose en la cama.
Por supuesto – dijo ella sentándose a su lado.
Pero antes de empezar tengo otra pregunta para usted ¿La trifuerza puede convertir los sueños en realidad?
¿Eh? – Zelda le dio una mirada confundida a Link pues no entendía las intenciones detrás de esas preguntas pero la mirada decidida de el esperaba una respuesta sincera de la princesa.
Esta es mi primera historia de Zelda y Link's Awakening a pesar de ser uno de los juegos menos conocidos de la saga su historia me encanto un monton! el dúo Link/Marin casi no se ve por lo que esta historia va dedicada a ellos, gracias por leer y nos vemos en el proximo capitulo.
