Zanahoria
El crujir del vegetal al ser destrozado por dientes pulcros, lo hicieron fruncir el ceño en una mueca molesta. No era que le molestaba verlo masticar esas jodidas zanahorias todo el día, o que la mitad de la comida de la casa era un gran porcentaje de zanahoria. Con las décadas de conocer al conejo, y los años como pareja del mismo, ya eso había pasado a un problema menor.
Pero eso tampoco era lo que le molestaba, claro que no. No era aquella obsesión que Bugs, mostraba. Sino que era aquella rara manera que él tenía al devorarlas como si fueran dulces lo que, lo sacaba de quicio. Nuevamente su mirada se corrió del guion de su próximo capítulo que protagonizaba junto con Porky, para posarla sobre el conejo a su lado que tenía sus piernas cruzadas sobre su regazo.
Una mirada perezosa se posaba sobre sus ojos, al ver aquel programa de comedia barata, mientras que la segunda zanahoria era devorada con frenesí. Inerte, en aquella calma eterna que poseía siempre su rostro.
Daffy poso su mirada sobre esas largas piernas, que se movían levemente sobre sus piernas. Refunfuñando un gruñido al verlo sacar otra zanahoria, sin apartar su mirada de la televisión, se concentro en el guion.
Pero como si fuera algo más fuerte que si mismo, su mirada nuevamente se poso sobre esos labios que se movían una y otra vez al masticar el vegetal. En verdad parecía ser un adicto a la nicotina con severos problemas de abstinencia, que hacía pasar el vicio por esas zanahorias.
Una leve risita apareció en ellos al escuchar un chiste mal interpretado. Riéndose de la ridiculización ajena, haciéndolo a la vez, reír a él ante lo estúpido que ese actor de segunda parecía.
Otra zanahoria, y él no lo soporto más., corrió su mirada nuevamente. Pero esta vez encontrándose con una mirada coqueta de parte del conejo, al parecer, se había dado cuenta de su presente mirada. Se sonrojo al ver como una lengua húmeda comenzaba a pasar a lo largo del vegetal, mientras esa sonrisa picara no se borraba de sus labios.
Ni siquiera supo, cuando el conejo se movió para terminar sentado sobre su regazo lanzando tanto la zanahoria como el guion, hacia un lugar de la habitación. Unos labios con sabor a ese vegetal, capturaron su pico con suavidad.
Sin poderlo evitar él cerro sus ojos contestando a ese beso. Al momento de sentir como dos sedosos guantes acariciaban su cabeza, mientras sus manos acariciaban esa espalda cálida.
No podía culpar al conejo por ser adicto a esas cosas. Después de todo, a él también le agradaba ese sabor que tenían sus labios al besarlos.
Dejo esto por aquí, y me voy a quemarme las pestañas de tanto estudiar! :'D
¡Gracias por leer! :D
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