N/A: Hace literalmente años que no escribo en español, así que espero que os guste este pequeño one-shot. La idea se me ocurrió viendo prompts en tumblr.
Los cristales temblaban bajo la furia del viento y el agua. La visión era casi nula en aquellas condiciones, pero Soul llevaba suficiente tiempo trabajando en el faro como para que no fuera su primera, y desde luego no su última tormenta.
En cuanto las primeras gotas habían empezado a caer había cogido su guitarra y algo de comida y había ascendido las escaleras de caracol hasta lo alto del faro, acomodándose en un borde pegado al cristal, fuera del alcance del rayo de luz que ayudaba a los barcos a llegar a puerto.
Los rasgueos y la comida siempre eran mejor recibidos que las noches de insomnio que tantas veces habían traído las tormentas, y con el inicio de un huracán atacando la zona, Soul había decidido que lo más inteligente era ni intentar dormir.
Debía ser cerca de las cuatro de la mañana cuando vio algo sospechosamente vivo en el mar. Había dejado la guitarra a un lado, nada de lo que tocaba le parecía bueno, y su mirada se posó en las embravecidas aguas.
Poniéndose en pie de un salto Soul se acercó, tratando de ver mejor. Efectivamente había alguien lo suficientemente loco como para nadar en semejante temporal, desafiando al viento y mar. Por lo menos parecía ser lo suficientemente cuerdo como para intentar acercarse a tierra, y en cuanto Soul se dio cuenta de que se acercaba al acantilado salió disparado escaleras abajo.
Sin tan siquiera parar a coger un chubasquero salió del faro, siguiendo la figura en su recorrido a la playa.
-¡Hey! ¿Estás bien? ¿Necesitas ayuda?
Ahora que se encontraban más cerca podía ver que se trataba de una mujer, o un joven con pelo muy largo y ojos enormes. En cualquier caso aferró su móvil, dispuesto a llamar a emergencias, mientras que con el otro brazo intentó inútilmente proteger su cara.
-¿Qué haces aquí? ¿Estás loco?
Para su espanto la chica se había quedado quieta en cuanto lo había oído.
-Eso te debería preguntar yo a tí. Vamos, sal. ¡Vas a coger una neumonía si sigues ahí!
Para su asombro, ella se limitó a levantar una ceja, sonriendo con suficiencia. Debía de estar cerca de un banco de arena porque apoyó las manos bajo el agua y se alzó, mostrando su figura pese a las olas.
Soul giró la cabeza rápidamente, notando como el rubor llenaba sus mejillas en cuanto se dió cuenta de que no llevaba nada puesto.
-¡Eh, sardina, vuelve la cabeza!
A regañadientes hizo lo ordenado, cabezonamente negándose a mirar por debajo de su cuello.
-Oh, por Dios, ¿quieres hacer el favor de mirar abajo?-Ordenó ella poniendo los ojos en blanco.
Antes de que pudiera abrir la boca para protestar sus ojos le traicionaron y recorrieron su torso desnudo tan rápido como su pudor le dejaba. Sus ojos se abrieron como platos cuando vio, entre las aguas su piel fundiéndose con escamas.
Alzó la vista de golpe, sin palabras, y se quedó mirando embobado al ser que tenía a menos de veinte metros.
-Nos vemos, sardina.-Con un guiño se zambulló en el agua, desapareciendo sin dejar rastro y dejándolo solo en la playa, con el viento y el mar azotándole con toda su furia.
