¡HOLA A TODOS! *sentada en su living mirando al hermoso arbolito de navidad *
Estaba ansiosa el 25 en la noche, escuchando música a todo volumen de mis grupos de rap favoritos cuando uno en especial apareció, "Voces en el Interior" de Porta con SantaFlow, me dio una idea para una pequeña historia de a lo sumo dos o tres capítulos, serán pocos, ya que me estoy concentrando en mi otro fic... "Sálvame" pero ese es otro tema muy aparte ^-^…
Espero les guste esta pequeña historia inspirada en el tema de este cantante de rap español, bien comencemos…
Anuncio, aviso, advertencia: *voz de narrador* los personajes de HTF no son míos le pertenece a Mondo Media y a sus respectivos creadores…
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Voces en el Interior (Primera parte)
Un día normal de clases, de unas agotadoras y ahogadoras cinco horas de estudio casi ininterrumpido, donde la salvación, son los recreos, de esos exquisitos diez minutos de pausa antes de la siguiente materia.
Llego nervioso, tarde a clases como lo hacía ya desde mitad de año, se acercaban las fiestas y los cierres de notas, él tenía los mejores promedios pero ya ni participaba en clases, estaba cerca del mejor promedio del colegio, pero desde pasados de julio sus notas bajaron bruscamente.
Llegar tarde a clases era la gloria para él, el motivo, los brabucones, quienes jugaban con él como si fuera una bolsa de papas, jamás se defendió, jamás hizo algo contra ellos, solo intento seguir con su vida normal pero no podía, cada vez era peor.
Antes llegaba a horario, y ese era un error, ellos lo esperaban en la entrada de la escuela, y el sufrimiento también, golpes, puñetazos, patadas entre otras aberraciones sufría el peli-verde, pedía por favor que no le hicieran nada, ya que jamás hizo algo o dio motivos validos para sufrir tales agresiones, pero estos matones no le importaban, necesitaban sentirse superior y con él lo hacían. Los directivos de la institución jamás hicieron algo por ayudarlo, no le importaban y lo dejaban pasar lado.
Aguantaba mucho, las heridas tardaban en cicatrizar y los moretones eran notorios, sus padres adoptivos nunca hicieron algo al respecto, inclusive jamás estaba con él, era más importante el trabajo que la vida de su hijo adoptivo, y esto a él lo empeoro. La paranoia que se había formado por esto le produjo problemas en su vida cotidiana, en las noches no podía dormir por las constantes pesadillas que tenia, comenzaba a trastornarse por culpa de las agresiones que recibía diariamente todos los días, su vida dio un cambio radical de ese ser sociable y energético, a un paranoico, desconfiado y miedoso.
Jamás salía de su hogar por miedo a encontrarse con aquellos que podrían dañarlo, de su hogar salía a las siete y media para el colegio y de la institución salía a las una, y simplemente volvía otra vez a su hogar, de ahí no se movía hasta el comienzo de un nuevo día. Amaba la escuela, sería el único alumno en toda la institución educativa que apreciaba el estudio, sus compañeros deseaban un millón de veces quedarse dormidos hasta horarios impensados en vez de soportar el frio del invierno, y solo tener dos semanas de descanso en julio… no preferían disfrutar de sus vidas…
Habían pasados las primeras dos horas más largas de todas, la materia agotadora era Historia, una incesante y aburrida etapa de estudio que debían sufrir los alumnos, aunque a Flippy le encantaba, amaba los viernes, Historia, Matemáticas e Inglés, sus tres materias favoritas en el día más querido por todos los alumnos… el viernes, lo que odiaba eran los recreos, tener que cruzarse con aquellos brabucones, no era una linda opción pero debía bajar a este descanso obligatorio, los preceptores de la institución siempre los sacaban de las aulas para evitar hurtos por partes de los alumnos a sus compañeros.
Estaba en el primer piso de este establecimiento cuando el recreo comenzó, bajo las escaleras al final del pasillo y se dirigió al patio a ocultarse de esos tres jóvenes que lo andaban buscando, era un chico tímido y simple, de ojos y pelo verde, jamás busco peleas ni nada que tuviera que ver con eso, podía pasar de grado muy fácilmente por su gran inteligencia, no tenía la necesidad de estudiar por la facilidad de memoria que poseía, muy envidiado por sus compañeros y respetado por los profesores.
Desde que tubo quince años se enamoro de una pelirroja que por suerte iba al mismo curso que él, su nombre era Flaky, pero tenía competencia con el más atlético del salón, el peli-azul llamado Splendid, un joven muy respetado y querido por las jovencitas; no solo ese era el problema, los brabucones también iban a su mismo salón, tres jóvenes chismosos y aparentemente rudos, Lifty y su hermano Shifty, gemelos de pelo y ojos verde oscuros, y su compañero Cuddles, rubio y "amable" aparentemente, líder del grupo, ellos siempre molestaron a Flippy por ser el más inteligente del salón, se sentían inferiores.
Una vez sonado el timbre para dirigirse a sus respectivos salones Flippy se sentía tranquilo pero debía de cuidarse las espaldas, los alumnos subieron en estampidas apresurados para llegar a los salones, se consideraban ganado entrando al matadero, el peli-verde llego a su salón al final del pasillo desesperado y se sentó en su lugar al lado de la ventana, lentamente ingresaron los alumnos restantes.
La joven pelirroja llego al lado de Splendid, estaban arreglando en secreto, aparentemente una fiesta sorpresa, pero ¿Para quién? Flippy deseaba saber que era que tenían ellos dos planeando, pero jamás se animo a hablarle a la jovencita, solo la saludaba y a veces la ayudaba en los exámenes pasándole papelitos con las respuestas a las incógnitas, ella siempre se lo agradecía llevándole pastelitos y galletas que jamás lograba degustar por culpa de sus agresores, quienes se apoderaban de sus regalos. Siempre intento tener una pequeña conversación para conocerla más, pero la timidez podía más impidiéndole acercarse a la joven.
La hora de Matemáticas había empezado dictando clases el profesor Lumpy, ese señor torpe de aparentemente inteligencia inferior a un niño de 8 años, nadie lo respetaba y se burlaban de él, más cuando lo veían sentado en el escritorio sacándose los mocos y pegándolos bajo la mesa, este peli-azul no era muy bueno en el dicta miento de su materia pero hacia su mejor esfuerzo y eso era notorio.
Flippy estaba tranquilo en su lugar hasta que las molestias comenzaron, papeles y lápices iban hacia el joven, además de amenazas, en papeles escritos con grandes faltas de ortografías, una le causo preocupación, "te esperaremos a la salida", ese mensaje fue claro, otra paliza recibiría y debía de escapar de esa opción, en ese momento deseo que las horas pasaran tan lentamente que el tiempo pareciera no correr pero no fue así, en un abrir y cerrar de ojos, el recreo había llegado y la ultima hora también con la profesora Lammy de Inglés…
"El cruce de los Andes" en historia, "Algoritmos" en matemáticas, "Primer Condicional" en Inglés, todo le había quedado guardado en la mente del peli-verde, la anotaciones no eran necesarias, podía con todo y más, pero el timbre de salida había sonado y la hora de volver a casa había llegado. Los tres jóvenes que se sentaban al fondo del salón se quedaron sentados esperando el movimiento de Flippy, él simplemente tomo sus cosas y comenzó a apurar paso saliendo del aula, los tres jóvenes también detrás de él. El peli-verde corrió mezclándose por el tumulto de alumnos a la salida y una vez bajado las escaleras salió casi volando del lugar.
Había llegado a la esquina del colegio, ahora debía correr cinco cuadras para llegar a su casa, cruzo desesperado la calle, y comenzó a paso apresurado a caminar, se sentía paranoico y eso no era bueno, cuando sintió de golpe que lo detenían sosteniéndolo del brazo derecho. Dio un brinco del susto y rápidamente se dio vuelta; al reconocer a la persona delante de él, se puso nervioso.
-Fli-Flippy… Hola – Menciono nerviosa la joven pelirroja, había corrido detrás de él gritándole para que se detuviera pero el joven estaba muy internado en su paranoia que no escuchaba el afuera.
- ¡Flaky! – Dijo emocionado, se comenzó a tranquilizar y le dedico una tierna sonrisa pero era evidente el nerviosismo que poseía al ver a la jovencita.
- Flippy… y-yo q-quería invitarte a… a mi c-casa – Menciono nerviosa y poniéndose colorada por la situación.
- ¿Yo? – Dijo impresionado, la persona que más quería lo invitaba a su casa, esto lo emociono pero temía que fuese una broma que podría haber planeado la joven con Splendid.
- ¡Sí!... hoy a las c-cuatro… ¿P-Puedes? – Menciono tartamudeando, mientras jugaba con sus dedos bajando la mirada al suelo, se sentía avergonzada pero de alguna forma estaba muy feliz.
-¡Sí!... s-si claro, ¡estaré allí! – Menciono dedicándole una tierna sonrisa, donde la joven lo ve y le corresponde con otra, estaba colorada y Flippy también, le gustaba que ella fuera así de tímida como lo era él.
- Bien… t-te espero – Dijo mientras se marchaba a la dirección contraria a la que el joven seguiría, saludándolo con la mano izquierda. El peli-verde quedo estático viendo marchar a la persona que más quería. Una vez que la vio desaparecer, siguió rumbo hasta su casa.
Llego más que feliz, saltando de la emoción a su hogar, algo que usualmente no hacía, la primera en tanto tiempo en llegar tranquilo sin heridas, ingreso al mismo y directamente llego a su habitación donde se recostó feliz en la cama y dejo que su vista se perdiera en la imagen de la joven Flaky que recordaba en su mente. Había un escritorio a la derecha de la cama y al lado la entrada al baño; a la izquierda de la cama un librero y al lado de este un placar.
Estaba muy feliz hasta que algo interrumpió sus pensamientos, los brabucones, no habían aparecido a la salida ¿Por qué? Acaso se habían aburrido de él o pudo escapar muy bien de ellos, no lo sabía pero estaba feliz de que fuera así, después de tanto, estaba "sano" sin una herida nueva en su cuerpo.
Pero algo de pronto lo puso triste, bajo las escaleras con rumbo a la cocina en búsqueda de algo para comer pero no había nada, la madre le había dejado una nota con disculpas por no haber cocinado, el trabajo se interponía y eso le impidió preparar algo para que pudiera satisfacer a su estomago, así que solo regreso a su habitación con hambre a esperar a que las cuatro llegaran con velocidad. Su tristeza comenzó a aumentar, nadie se había recordado de su cumpleaños, ya tenía diecisiete, era un joven maduro con una idea fija en seguir sus estudios en el ejercito pero sus padres jamás le dejaron cumplir con ese sueño.
Él simplemente se quedaba soñando con un futuro así, en las fuerzas armadas protegiendo a su país, poseía un uniforme militar que le quedaba a la perfección, que era de su padre, ese hombre había participado en el ejército y sabía muy bien el sacrificio que debía enfrentar, por eso nunca dejaron que el peli-verde llegará a ingresar a esa tortura, temían perderlo para siempre. Además de la ropa, tenía un cuchillo de caza que le había regalado el señor, lo cuidaba como si fuera lo más preciado pero jamás tuvo la idea de utilizarlo para dañar a alguien, ¿jamás lo haría?
Pasaron las horas lentas, los nervios y la emoción hacia su mezcla en el joven que estaba sobresaltado por qué deseaba que llegara la hora de ir a lo de la joven Flaky, se preparó con una remera negra y un pantalón de camuflaje color verde con unas botas, acomodó su pelo rebelde con fijador ya que no deseaban permanecer en un lugar, se perfumo y a penas faltando diez minutos salió emocionado a la casa de la joven.
Conocía la casa, era una roja que estaba a tres cuadras de distancia de la suya. Flaky sabía que él era puntual, así que preparó todo lo que tenía planeado a la perfección, unos segundos antes de que el joven llegara a su casa dejó en la puerta, en la parte de afuera, una nota para él que decía "Pasa, te estamos esperando" ella no sabía si haría caso a ese mensaje pero deseaba que fuera así…
Flippy llego puntual a la puerta de la casa de la joven y vio el mensaje – "¿te estamos esperando?" – pensó, ¿Quién más estaba dentro?, ¿Era una broma? Acaso ¿estaba Splendid dentro?, no sabía las respuestas a esas preguntas que se formaron en su cabeza, así que con valentía decidió ingresar igual aunque poseía nerviosismo y curiosidad por saber que lo esperaba detrás de esa puerta.
La luz del lugar estaba apagada, dio un par de pasos adentrándose a la casa cuando la luz se prendió de golpe cegando un poco al joven, de la nada apareció Flaky con una torta en sus manos cantándole el Feliz Cumpleaños junto a otros amigos de ella y Flippy. La pelirroja se acerco al joven con su regalo en sus manos, esa torta de chocolate con crema que sabía perfectamente que a él le encantaba, el joven se sorprendió al ver esa situación.
Detrás de la joven estaba Splendid y al lado de él Thotty, un joven de pelo y ojos violetas con pecas en sus mejillas, más atrás estaba Nutty, un joven vicio de los dulces con ojos y pelo verde claro, y otros dos chicos al lado de este, el primero más alto que su compañero, Sneaky de ojos y pelo verde claro y Ka-Boom, de ojos y pelo marrón.
A diferencia de Sneaky y Ka-Boom, los demás eran amigos de Flaky pero quería estar en el cumpleaños del joven peli-verde, lo quería a pesar de que no hubiesen conversado en la vida, él siempre los ayudaba en las pruebas, estaban agradecidos.
-Y-Yo no sé qué decir – Dijo impresionado y nervioso el peli-verde ante tal sorpresa, estaba feliz que una lagrima recorrió delicadamente su mejilla.
- Nada Flippy, disfruta de tu fiesta – Le dijo Flaky más segura de sí misma, conduciéndolo al living de la casa, donde había tres sillones rojos, cuadros de fotos de Flaky en las paredes rojas y un gran librero contra una de las paredes, esta habitación estaba decorado con globos verdes por ser el color favorito de Flippy, sus amigos dieron la idea, ya que lo conocían muy bien.
Todos saludaron al joven Flippy, se sentaron en los sillones y le dieron un cuchillo al cumpleañero para que haga el honor de corta la torta, el primer trozo fue dedicado a Flaky, quien estaba sentado al lado de Flippy completamente colorada, ella lo recibió con una gran sonrisa; el segundo fue para Sneaky uno de los mejores amigos y vecino del peli-verde; el tercero fue para Ka-Boom, sus amigos lo recibieron desesperados ya que tenían hambre y deseaban probar las delicias que preparaban la joven de Flaky.
Luego recibieron Nutty que lo tomo bruscamente y desesperado fue a un rincón a saborear la delicia, mientras que el peli-verde simplemente lo quedo mirando con curiosidad, luego lo recibió Thotty y por ultimo Splendid. Estos dos últimos con un gran agradecimiento.
Todos degustaban felices de la exquisita torta que luego de unos segundo Flippy se entero que Flaky se había esmerado por prepararlo, y de que ella había sido la de la idea principal le prepararle esta sorpresa junto a Splendid que había ayudado un poco. El joven no sabía cómo agradecer, pero esto era agradecimiento por partes de sus amigos por las ayudas en el colegio que recibían por parte de él, le tenían respeto y un poco de compasión, nadie lo quería en la escuela a diferencia de ellos, los únicos en toda la institución.
-Los brabucones no te hicieron daño esta vez… eso me alegra – Dijo feliz la joven Flaky dedicándole una tierna sonrisa, estaba sentados ambos en el mismo sillón junto a Splendid quien estaba al otro lado del peli-verde.
- Si a mí también me alegra – Menciono contento por la idea, más aun por estar junto a ella.
- ¿Por qué no te defiendes? – Le pregunto el peli-azul con duda, ¿Por qué el joven no se oponía o no se defendía de las agresiones de estos tres jóvenes? ¿Era miedoso acaso? ¿Cobarde?
- Ellos son más fuertes que yo… creo que los hermanos tienen diecinueve y el líder veinte – Contesto deprimido el peli-verde, al recordar las heridas dolorosas que tuvo que sanar además de los moretones, lo ponía nervioso y nuevamente paranoico.
- Es raro que no hicieran algo los directivos del colegio – Comento Sneaky quien se encontraba al frente de él junto a Thotty y Ka-Boom, estaba preocupado por su amigo, además no podía hacer nada para ayudarlo ya que iban a distintas instituciones de estudio superior, jamás podría ayudarlo, tampoco su amigo peli-marrón, ambos separados por las escuelas.
- El tema es, que son alumnos que tienen gran nivel adquisitivo, por parte de los padres… no son cualquier cosa – Menciono Thotty molesto por esa irregularidad que sucedía en ese lugar, era injusto pero el dinero mueve montañas, no sería raro que los hayan sobornados para que fueran aceptados en la institución con pleno gozo de libertades.
- No lo sé pero… yo soy su juguete – Dijo Flippy triste bajando la mirada al suelo, Flaky le da un abrazo en un intento de animarlo, poniéndose ambos colorados por la situación, los demás en la sala lo notaron, sabían los sentimientos que tenían ellos, el uno al otro.
- Tranquilo Flippy… ¿Por qué no los denuncias? – Pregunto Splendid con la esperanza de que ello podría ser posible.
- Lo he p-pensado p-pero… p-pero m-me a-amenazaron – Contesto un poco paranoico, sus amigos notaron que no estaba bien , parecía murmurar incoherencias, esto era normal de él cuando tocaban este tema, los enfurecía, no podían hacer nada, deseaban ir a buscarlos y solucionar los problemas personalmente ellos mismo, pero el colegio estaba en medio.
- ¿Y tus padres Flippy? – Pregunto dudosa la pelirroja al notar la ausencia de ellos en este tema, parecieran no existir, jamás fueron a la institución a firmar el boletín de calificación del chico o a los actos donde estaba abanderado portando orgulloso la bandera de la ciudad de Happy Tree, nadie los conocían.
- Estas m-muy o-ocupados, t-trabajando – Finalizo el peli-verde, no tenia ayuda eso era un hecho, ¿Cuánto resistiría algo así? Sus amigos sabían que era cuestión de tiempo de que él terminase haciendo una locura, hacia su persona o a ellos, sabía cómo defenderse ¿Por qué jamás lo hizo?
- Flippy, nosotros te enseñamos formas para defenderte en situaciones así ¿Por qué no lo usas? – Pregunto un poco molesto por las actitudes del joven, Ka-boom, le habían demostrado las mejores defensas que usaban los militares en la guerra ya que sus padres habían asistido a esa tortura infernal, ¿Por qué no lo usaba?
- Es q-qué… c-cuando e-estoy ahí… n-no… n-no p-puedo – Menciono tartamudeando, estaba nervioso y parecía estar inestable, cansado y agotado, lentamente comenzó a jugar con sus dedos mientras temblaba, se acerco a tomar el cuchillo que estaba en la mesita ratona frente a él y comenzó a juguetear con el cuchillo mientras murmuraba, nadie entendía que le pasaba, Flaky comenzaba a preocuparse, estaba paranoico, no era buena señal.
Sneaky le cambio el lugar a Splendid y Ka-Boom a Flaky, quedaron allí intentarlo calmarlo, temblaba demasiado y temía que se hiciera daño por el cuchillo en sus manos, así que se lo quitaron difícilmente de las manos, forcejeo rehusándose a dar el arma, una vez que se lo sacaron, intentaron calmarlo, pidieron cambiar de tema y disfrutar de su día que eso era lo importante en ese momento.
-"Te ayudare Flippy, te lo juro" – Pensó furioso Sneaky mientras lo tranquilizaba, pero al ver que no cambiaba decidieron llevarlo hasta la casa, Flaky lamentaba haber tocado el tema, ya que ella había empezado a hablar, sus amigos que lo habían tranquilizado un poco lo guiaron hasta la puerta donde se despidió de los jóvenes y salieron del lugar a la casa del joven.
Flaky quedo triste por él, impotente por no tener el poder de hacer algo al respecto
-Tranquila Flaky, intentare hacer algo – Dijo Splendid en un intento por animarla, al igual que ella se sentía indignado e impotente pero intentaría moverse un poco.
- ¿Por cuánto tiempo resistirá?... tengo miedo por él – Contesto en llanto Flaky, no le gustaba ver esa situación, algo malo podría pasar, el peli-azul la abrazo tiernamente intentando calmarla un poco, había sido un viernes un poco movido por la fiesta sorpresa y ahora la paranoia de Flippy…
Habían llegado a la esquina de la cuadra de Flaky, iban un poco preocupados por su amigo quien aun murmuraba cosas que no lograban comprender, doblaron la esquina en dirección a la casa del peli-verde cuando de pronto se toparon con los tres jóvenes más odiados por ellos tres, parecían que lo estaban esperando pacientemente, como habían prometido… "te esperaremos a la salida", esa nota reboto por la mente de Flippy, y lo murmuro tan claro que sus amigos lo escucharon…
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He aquí la primera parte de esta pequeña historia, espero les haya gustado, disculpen las faltas ortográficas que pueda tener el capítulo, mi intención es traerles lo mejor que puedo dar con mi capacidad, dejen reviews ¿sí? Hagan feliz a este intento de escritora ^-^…
¡Gracias por pasar y leer!, solo queda decir hasta el próximo capítulo.
Saluda atte. Doble Whammy o T.J
