Vuelvo con mis historias. Y con los Snack. Y mis intentos de enganchar a la gente a esta pareja que me enamoro desde el primer momento. Y por fin algo decentemente maduro. Todas mis historias hasta hora me han parecido muy tranquilas y con un vocabulario muy coloquial. Esta historia trágica (ya veremos porque) tiene un vocabulario algo más cuidado. Aunque no mucho (XDU).
Disclaimer: Todo lo que puedan reconocer es de J.K. Lo demás todo mío.
Advertencias: Yaoi (relación chicoxchico), semi AU (universo alterno) y muerte de personajes
Edit: He alargado el capitulo incluiendo la explicación en él. Siento que fuera tan corto pero lo escribi a mano y parecia más largo (XDU). También tengo ideas para un segundo capitulo gracias a Danny ch.25 Gracias òuó.
1-Los perros no pueden llorar.
El sauce boxeador. Aquel árbol que contenía el misterio que él, Severus Snape, quería resolver. Solo tenia que apretar aquel nudo, solo eso...
Pero algo le carcomía. ¿Porqué Black quería que lo descubriera?. No tenia sentido. Ningún sentido. Bueno no había nada que hacer, estaba decidido y tenia que darse prisa antes de que sonara el toque de queda.
Un bostezo se oyó en el cuartel general de los merodeadores. O mejor dicho el cuarto que los cuatro chicos compartían. El autor de este bostezo era un chico de cabello castaño y ojos café. James Potter. El susodicho volvió a bostezar mientrasmiraba a su alrededor buscando algo con que divertirse.
Pero nada. Peter estaba castigado, Sirius estaba Merlín sabe donde y Remus, la única persona que estaba con él en la habitación, no era precisamente el alma de la fiesta...
-James me tengo que ir ya dentro de poco anochecerá
-¿Qué? Jo Moony que me aburro mucho. No me dejes solo que no se donde demonios se ha metido Sirius.
-¿Y porque no lo miras en el mapa?-respondió Remus mientras salía de la habitación
-Buena idea Remus-alabo el otro a su, ahora ausente, amigo
Así que, con renovados ánimos, James cogió el mapa para ver donde demonios se había metido su querido amigo.
No encontró a Sirius, pero lo que si vio era a Snape en el inició del camino secreto que daba a la casa de los gritos. Casa que dentro de poco estaría ocupada por un hombre lobo.
Rápidamente James salió corriendo de la habitación en dirección al sauce boxeador dejando olvidado el mapa del merodeador abierto sobre la cama
Sirius estaba feliz. Había notado la curiosidad que sentía Severus ante el misterio de Remus. Por eso le había mandado al sauce boxeador revelándole el secreto de su pasillo y enseñándole como acceder a él. Y ahora él, Sirius Black, le salvaría heroicamente de las garras de Remus, quedaría como un héroe y Severus le amaría por fin y odiaría ha Remus. No es que el odiara a su amigo, pero lo que si le hacia arder la sangre era el hecho de que el licántropo parecía llevarse muy bien con el chico de Slytherin.
Con esa perspectiva, Sirius abrió la puerta del cuarto que compartía con sus amigos para prepararse para esa noche. Tenia que pensar bien como quería salvar a su amor. Tenia que quedar como todo un héroe ante el chico de cabellos y ojos ónice.
Al entrar le extraño que estuviera tan vacía. "Donde estará James"-se pregunto extrañado el joven. Extrañeza que paso a mayores al ver el mapa del merodeador abierto sobre la cama de James. Extrañeza que se convirtió en horror al ver los dos nombres que estaban en el pasillo hacia la casa de los gritos. James Potter y Severus Snape.
No podía ser. No podía un estúpido impulso acabar en una broma cruel.
Malditos fueran sus celos si dejaba que algo horrible pasara. Y, malditas fueran sus piernas, ahora patas, si aquello se convertía en una tragedia.
Si no volvía a ver unos ojos castaños mirándolo con picardía o unos ojos color miel mirándolo con sutil y maternal
reprobación.
Si, simplemente, no volvía a ver aquellos ojos azabache que le hundían en la más deliciosa de las locuras.
No era demasiado tarde, aún podía llegar, aún podía salvarlos.
Patas caninas corriendo sobre húmedo césped. Grises nubes adornando la escena con su devastadora creación.
Truenos, relámpagos, rayos iluminando la escena a placer. Luna oculta, pero llena, horriblemente llena. Lluvia y relámpagos y rayos, truenos, lluvia y un aullido.
El aullido del lobo.
Es un sonido sobrenatural que evoca miedo y sobrecogimiento. Y produce desesperación en el corazón de un perro que ahora es hombre de nuevo. Porque los perros no pueden llorar.
Si Sirius ha llegado tarde. De ahí también el AU. James y Severus han muerto a manos de Remus.
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