Hace tiempo escribí dos One Shots en inglés, subidos en otra página, basados en una idea que vi por Tumblr, y que he decidido traducir y subir aquí.

Este primero se basa en SuperCat (Kara Danvers y Cat Grant). Espero que os guste.


Recuerda tener esas palabras , en su antebrazo izquierdo, desde Krypton.

Salvo que no sabía que eran palabras puesto que el alfabeto kryptoniano es tan diferente de los de la Tierra. Sin embargo, recuerda que le encantaba la forma que tenían esas líneas de formar curvas y ángulos, un diseño que sólo había visto en otro kryptoniano. Recuerda aprender a copiar esas formas hasta no necesitar verlas para dibujar ese tatuaje misterioso.

Fue Alex, de hecho, quien le habló de sus palabras y su significado, en su primera noche en la Tierra, y una vez su nueva hermana le dió un viejo pijama con el que dormir.

Aparentemente, los humanos nacen con las primeras palabras que les dirá su alma gemela, tatuadas en su piel. Y ambas llegaron a la conclusión de que el alma gemela de Kara debía ser humana. Con su primo y ella siendo los únicos kryptonianos con esos tatuajes, y el hecho de que las palabras de Kara estuviesen en español... bueno, no había que ser un genio para saber su significado.

Y así fue como pasaron su primera noche, su primera fiesta de pijamas. Alex enseñando a Kara a leer sus palabras, mostrándole las suyas a su nueva amiga y hermana, y soñando despiertas con sus almas gemelas.

Tal vez fuese el hecho de que el concepto de almas gemelas era algo nuevo y excitante para una mente kryptoniana adolescente lo que hizo que Kara no parara de fantasear con su alma gemela.

¿Será alguien alto?

¿Será inteligente? ¿Tendrán una gran imaginación?

¿La aceptará tal y como es? ¿O tendrá miedo de lo que es?

A veces fantaseaba con la idea de que su alma gemela confiará en ella ciegamente desde el principio, cómo Kara le salvaría y esa persona estaría tan agradecida por ello, tan impresionada con sus poderes. A veces, en sus días malos, cuando echaba de menos Krypton y a sus padres, se imaginaba cómo su alma gemela la rechazaría, odiándola, huyendo de ella. No soportaba esos días. Alex intentaba con todas sus fuerzas hacerla reír y sonreír esos días.

Pero, incluso en esos días, esperaba con ansias oír sus palabras. Conocerle por fin. Saber por fin.

Esperó durante todo el instituto, y nada.

Esperó durante todos los años de universidad, y una vez creyó haberlas escuchado, mientras estudiaba en la biblioteca. Sin embargo, tan sólo era su mente jugándole malas pasadas. Y tal vez pidiéndole unos minutos de descanso tras horas y horas de estudio.

Incluso cuando se mudó a National City, al sofá de Alex, y, una semana después, consiguió un nuevo trabajo en CatCo Worlwide Media, sus palabras, y su encuentro con esa alma a la que estaba destinada, eran lo único que en lo que podía pensar durante su entrevista de trabajo.

Asistente Personal de CatGrant, una de las mujeres más poderosas del mundo mediático.

Por Rao. Sabía de la reputación de Cat Grant. Había oído historias y rumores sobre su nueva jefa desde su primer año de instituto.

Y deseaba tanto, tanto, tanto, TANTO poder seguir conservando el trabajo tras su primer día... o tras su encuentro con la Sra. Grant. Los rumores podían ser sólo rumores, pero había motivos más que suficientes para que a esa mujer la calificaran de Reina de Hielo. Y el hecho de que el hombre de recursos humanos le llamara hace media hora para decirle que tenía veinte minutos para empezar en su nuevo puesto y "por favor, llega a tiempo o los dos estamos despedidos", era suficiente como para hacerse una idea de qué le había pasado a la anterior asistente.

Así que ahí está, recién llegada, nerviosa, excitada, con nauseas, feliz y aterrorizada, todo al mismo tiempo. Sin saber qué hacer. Intentando que no se le note, mientras permanece de pie, en medio de la oficina de Cat Grant, frente a la mismísima Reina de Hielo quien se dedica a leer algo en la pantalla de su portátil.

Y es, en ese instante, cuando ve cómo su nueva jefa levanta la mirada, frunciendo el ceño ante la intrusa en su oficina, y dice:

- Tú no eres Linda.

El mundo de Kara se para, y sólo siente confusión y sorpresa y felicidad y... Por Rao, en qué lío se puede estar metiendo.

- ¿Y bien? -pregunta su jefa, su... alma gemela- ¿Quién eres?

Querido Rao, que Cat la acepte.

- Soy Kara, Sra. Grant.

Y ahí está. Ve la sorpresa, la confusión y, finalmente, comprensión en los ojos de Cat.

Y Kara hace lo único que puede hacer en este momento.

Sonríe.