CAPITULO 1

Hola, esta es la primer historia que escribo y espero que les guste.

1ra. aclaración: para esta historia imagino a los personajes con un aspecto mas de manga o anime, como en la imagen que puse de portada (espero que se vea)

2a. aclaración: no soy dueña de los derechos de HEY ARNOLD; todos los derechos de HEY ARNOLD pertenecen a Craig Barttlet.

Creo que es todo, espero que disfruten su lectura :)

**Editado. He tratado de corregir todos los errores, aunque posiblemente quedaron algunos.


-¡No puedes hacer esto, simplemente no puedes obligarme a hacer una cosa así, estas mal y lo sabes Bob!

-¿Yo estoy mal? Yo no fui quien engaño a sus padres para irse a parir en otra ciudad a un bastar…

-No te atrevas a llamarlo así y para tu información hice lo que hice porque de haberme quedado con Uds. no hubieran dejado que naciera ¿o me equivoco?

-Pues sí, tienes razón ¿pero sabes lo que hubiéramos evitado?

-No, dímelo tú.

Helga esta cada vez más molesta, es la primera vez que ella y su padre se ven años y en vez de platicar de las cosas que habían hecho en ese tiempo, llevan ya varios minutos enfrascados en una fuerte discusión, y es que, aunque la relación padre e hija nunca había sido excelente las cosas empeoraron hacia más o menos 9 años.

-Lo sabes y muy bien Helga, hubiéramos podido evitar que pusieras en entredicho el buen nombre de la familia con el nacimiento de ese chiquillo y la mala vida que has estado llevando después de eso, sin ponerte a pensar en los demás, pero que otra cosa puedo esperar de ti si siempre has sido una egoísta y rebelde ¿Por qué nunca has podido ser como tu hermana Olga?

-Hay por favor Bob, Olga siempre Olga ¿no te has cansado de eso? Porque yo sí.

-Claro…ya entiendo haces todo esto por envidia…

-¡¿Qué?

-Por supuesto, tu hermana es la hija que cualquier padre puede desear: excelente estudiante, una talentosa artista, exitosa en todo lo que se propone pero sobre todo una hija obediente…en cambio tú…siempre has sido una rebelde y ahora el colmo, revolcándote, solo dios sabrá con cuantos, ni siquiera has podido decirnos quien es el padre del niño y claramente es porque ni siquiera tú lo sabes ¿cierto?

Claro que lo sabe, pero a pesar de lo que se dijera de ella jamás rebelará de quien se trata y enojada, se obliga a callar; una vez más, bajo la mirada acusadora de su padre; quien espera a que ella refute lo dicho…

-Lo ves, no puedes negarlo- dice ante el silencio de su hija- has hecho lo que has querido de tu vida arruinándola y ahora también quieres arruinar la de tu hermana.

-No es cierto, esa nunca ha sido mi intención.

Bob notó una repentina baja en la guardia de su hija menor y como buen hombre de negocios decide atacar.

-Entonces demuéstralo, no le arruines a Olga la oportunidad de ser feliz; al fin ha encontrado al hombre perfecto, con quien desea casarse, pero como ya te dije, tu reputación no será bien vista por la familia de él y eso podría impedir el matrimonio, son unas personas que toman muy en serio esos asuntos- habla con una voz más tranquila.

-¿Y la única solución que encontraste fue esa locura?- también un poco más tranquila.

-No es una locura si lo piensas bien, si tienes un matrimonio con alguien que posee la buena reputación que a ti te falta, ocultar esta vida que has llevado será más fácil porque los cuestionamientos serán menos.

-Pero… ¿Por qué él? - ¿Por qué Arnold?, piensa ella.

-Porque su excelente reputación como abogado e integrante de la comunidad es irrefutable, además ustedes se conocen desde niños ¿no? Y eso facilita las cosas.

-N-no podría yo

-¡¿TIENES IDEA DE LO QUE TUVE QUE OFRECERLE A ESE MUCHACHO…!- vuelve a alterarse.

-¿A-a-a que te refieres con "ofrecerle"?

-¿Tu a que crees?; tuve que ofrecerle una fuerte suma de dinero a cambio de que se case contigo.

-¿y el aceptó?… ¿por qué?-se pregunta a sí misma en voz alta.

-pues porque como siempre lo he dicho, todo mundo tiene un precio y el suyo es el dinero que necesita para seguir con la absurda búsqueda de sus padres.

Al escuchar la respuesta, toda la determinación de Helga para rechazar los planes de su padre comienza a derrumbarse, pues aunque el matrimonio con Arnold por una parte ponía en peligro su gran secreto por otra le daría la oportunidad a él de lograr el sueño de toda su vida… ¿Qué debería hacer?


-¿Entonces mamá, iremos a conocer los lugares donde jugabas?

-Si…si es que todavía existen.

-¡Súper! será muy divertido.

Bob estaba realmente desesperado, tanto que la presionó para que aceptara mudarse a Hillwood en tan solo una semana y ella tontamente aceptó; y no debió haberlo hecho, fue muy difícil informarle a su hijo sobre su repentino matrimonio para después decirle que debían empacar inmediatamente sus cosas porque tenían que mudarse a su antigua ciudad en tan solo una semana; sin embargo su hijo, que a pesar de su corta edad es bastante maduro, se ha mostrando bastante entusiasta ante ella, pero ella lo conoce y sabe que finge, y es que Helga sabe que si él actúa así es para apoyarla, y para no preocuparla más. Sin embargo sabe también que esto está resultando muy difícil para su hijo y lo único que Helga espera es que el pequeño Erick, a quien de cariño ella le dice Rick, sea más feliz en esta nueva vida de lo que ha sido hasta ahora. Lo cierto es que no puede dejar de sentir temor y se sigue preguntando el por qué aceptó, y mientras empaca sus pertenencias y observaba a su hijo hacer lo propio, la respuesta le llega desde lo más profundo de su alma: "porque todavía lo amas tonta".

Y es verdad, no puede negarlo, aun lo ama; y es que aunque ha tratado con todas sus fuerzas dejar de hacerlo, hay tantas cosas que se lo impiden; la principal, el pequeño niño de 8 años que ahora va y viene por la habitación tratando de decidir que objetos llevará consigo para que lo acompañen en su nueva vida.

Helga se detiene frente a su hijo haciendo que deje su actividad por unos instantes y se inclina para poder observarlo mejor, aunque no es necesario, pues su imagen ya está bien grabada en su mente; su piel blanca; su complexión delgada; la forma de su nariz un tanto respingada que la da un toque de dignidad cuando está enfadado y las pecas que la adornan graciosamente, y que un día su hijo unió con un plumón para ver que figura se formaba, consiguiendo únicamente una nariz y unas mejillas rojas gracias a lo fuerte que Helga tuvo que frotar para borrar las líneas; su cabello color rubio rojizo, del que el niño a una corta edad ya se había quejado porque sus compañeritos del jardín de niños comenzaron a llamarlo "fósforo sin encender", asunto que quedó arreglado gracias a la intervención de la maestra; sus ojos…esos ojos tan iguales a los de él, que a veces le duele mirar porque le hacen recordar una cruel verdad: que por más que lo intentó nunca logró ser la dueña de su corazón…

…Sí, conoce perfectamente a ese niño…como solo una madre conoce a su hijo, porque sin importar nada y a pesar de todo, Helga G. Pataki es su mamá, ella y solo ella…y no "la señorita perfección".

-¿Mamá? –Dice el niño desde su cama y con ojos somnolientos mientras su mamá, sentada a un lado de él, acaricia su cabello esperando a que se duerma, para lo cual no falta mucho - ¿puedo ir despedirme de mi maestra?

-Por supuesto- el ciclo escolar se terminó y su hijo se encuentra en plenas vacaciones de verano, así que no está yendo a la escuela- te puedo llevar cuando vaya por tus documentos, ¿no quieres despedirte de nadie más?

-No- contesta simplemente, Helga no insiste porque sabe que su hijo no es muy bueno socializando en la escuela y que hacer amigos no es lo suyo- ¿crees que él me quiera?

-Claro- trata de sonar tranquila y convincente- ¿Y sabes por qué?

-Mmmm…

-Porque es imposible no quererte, además ya te he dicho que Arnold es un buen hombre ¿no?

-Sí, ¿y sabes por qué otra cosa mamá?

-Mmmm… No, dímelo.

-También soy encantador…

-Jajaja…si Rick y modesto también.

-Si mamá-dice cada vez mas somnoliento- soy igual a ti- Helga vuelve a acariciar la frente de su hijo.

-Sí, Rick eres igual a mi- eres mi hijo, añade en su mente.

Y se encargará de que continúe siendo así, pase lo que pase protegerá su secreto.

Más tarde presa del insomnio Helga intenta en vano escribir; necesita hacer las correcciones marcadas para lograr que publiquen su libro de poemas, se ha esforzado tanto para conseguir esta oportunidad; ella y Rick pasaron por tiempos difíciles, llenos de carencias y aunque la situación había mejorado en el último año y medio, gracias a que consiguió un mejor trabajo (trabajo que por cierto le duele dejar),las cosas mejorarían mucho mas con la publicación del libro, y eso es algo que ahora más que nunca necesita; porque no sabe que pueda esperarle a su regreso en Hillwood. Pero a pesar de su urgencia en estos momentos su mente no la ayuda, prefiere, por cuenta propia, repasar los acontecimientos ocurridos en aquel entonces.

FIN CAPITULO 1