Bueno… para empezar, esta historia la escribí hace mucho tiempo, ya han pasado dos años si mis cuentas no son malas, y quise corregir algunas cosas, para subirla de nuevo.

Espero que les guste (:

Disclaymer: Ninguno de estos personajes me pertenece, todos se deben a la maravillosa imaginación de JK. Rowling.

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Hermione iba corriendo seguida de sus dos amigos.

Se dirigían al despacho de su antiguo director, necesitaban un lugar para esconderse, y hace unos meses habían instalado una fortaleza ahí, adelantándose a que esta batalla estaba por ocurrir. La mayoría de sus amigos ya estarían ahí, o eso esperaban, ojalá muriera la menor cantidad de personas, aunque fuera algo imposible de cumplir.

Al llegar a su destino, atravesaron la gárgola ya destruida por algún maleficio y subieron las escaleras rápidamente, abrieron la puerta, y se dispusieron a buscar el famoso ladrillo que abriría la habitación.

-Miren chicos, ¡Lo encontré!-Chilló Hermione emocionada.

Lo presionó y luego con la varita recitó algunos hechizos. A los pocos segundos una amplia habitación apareció ante sus ojos, pero, no había nadie ahí.

-Pero que... ¡Maldición!-Gritó Harry angustiado. Salió corriendo de ahí, esperando encontrar a alguien en el camino.

-¿Este es imbécil acaso?-Tras decir esas palabras, su pelirrojo amigo salió tras de el.

Hermione sintió algo tibio correr por sus mejillas, y se dio cuenta que estaba llorando. Angustiada, perdida, desolada...

Corrió hacia sus amigos, buscó pasillo por pasillo, pero ni rastro había de ellos...

Las lágrimas no paraban de deslizarse sobre su rostro, y veía algo borroso, por primera vez Hermione Granger no sabía que hacer.

Empuñó su varita fuertemente, y se quedó parada contra la pared, tratando de oír algo que la guiara hacia ellos. Escuchaba hechizos, gritos, risas de triunfo, llantos... De todo, menos a ellos.

-Vaya vaya, miren con quien me vine a encontrar, ¿No eres tu la sangre inmunda, amiga de ese Potter?-Dijo una voz cercana a ella, se dio vuelta asustada, para encontrarse cara a cara con Bellatrix Lanstrange.

-¡Tu!-Gritó Hermione con desprecio impregnado en la voz-¡Confringo!-Dijo, apuntando con su varita hacia la desastrosa mujer.

Pero ella fue más rápida. Usó un hechizo protector, para luego reír.

-¡Crucio!-La maldición dio de lleno en el pecho de la castaña, haciendo que cayera al suelo, y chillara de dolor-Jajajaja-La estruendosa risa de Bella hacía eco en el pasillo, Mantuvo el hechizo un rato, y volvió a gritar-¡Crucio!-Pero en ese momento la chica desapareció, y el hechizo rebotó en el frío suelo de piedra.

Lo ultimo que escucho la chica, fue la voz de Harry, reclamándole algo a Ron.

OoOoOoOoO

-Bueno, como les iba contando, la chica estaba pegada a mi y… ¡Aaaah! ¡Joder! ¿Qué pasó?-Regañó un chico de cabellos negros con destellos azulados mientras se paraba del suelo, y pasaba sus manos sobre su túnica para quitarle el polvo.

-¡Aaaah! ¡Un cadáver!-Grito un chico bajito y rechoncho mientras apuntaba hacia la chica y salía corriendo.

-Colagusano... ¡No es un cadáver! Mira, aún respira-Dijo un chico de pelo castaño y ojos miel tomándole el pulso a la chica que estaba tirada en el pasillo–Cada día está mas loco…-Susurro el chico mientras se paraba y miraba hacia donde se había ido su amigo.

-Wow... ¿Quién será? Nunca la había visto y tiene la túnica de Gryffindor…-Dijo otro chico de pelo negro y ojos color avellana.

-No sé, pero por su estado cualquiera pensaría que viene de una Guerra… Mira esta llena de cortes y sangre, además su túnica esta echa añicos…-dijo el ojos miel analizándola.

-Lo mejor sería llevarla a la enfermería. ¿Tú qué dices Padfoot?-Pregunto el Moreno-¡Hey Padfoot! ¿Estás ahí?-Llamó la atención moviendo su mano derecha de arriba abajo al frente de de Sirius.

-¿Qué?... Ah, si, si, llevarla a la enfermería, claro...-Respondió medio ido.

-Vaya Padfoot, no llevas ni cinco minutos al frente de ella y ya te la comes con los ojos-dijo el castaño mirando reprobatoriamente hacia su amigo-¿Qué sucede si llega a ser una maniática desquiciada?

-Pero es linda-Sonrió, a lo que sus dos amigos giraros los ojos.

La chica volvió en si, pero no lograba obtener las fuerzas para abrir los ojos, escuchaba murmullos a su al rededor, y quería saber lo que pasaba. Esperaba, emocionada, a que fueran sus dos mejores amigos los que estaban ahí, pero, distinguía tres voces, no dos...

Trató de decir algo, pero solo logró gemir roncamente.

-¡Mira! Está despertando-Dijo Remus arrodillándose y acercándose a la castaña-¿Estas bien?

Esa voz le parecía extrañamente familiar, pero no recordaba por qué... despegó sus labios nuevamente, pero solo logró susurrar cosas inentendibles.

-Insisto que lo mejor es llevarla a la enfermería.

-Tienes razón-Concordó Remus parándose del suelo-¿Sirius? Supongo que la quieres cargar tu, jaja.

Al escuchar ese nombre, Hermione abrió los ojos mecánicamente, era completamente imposible que Sirius Black estuviera ahí, hace dos años había muerto en manos de la misma mortifaga que la había atacado.

-Miren, abrió los ojos-Susurró Padfoot haciendo caso omiso al comentario de su amigo-¿Estas bien muchacha?

La chica solo asintió, aceptando que no podría decir nada hasta que hubiera descansado.

-Bien, ¿Quieres que te llevemos a la enfermería?

-Eso no se pregunta Sirius, es obvio que hay que llevarla-James la levantó del suelo y la afirmó en sus brazos-Vamos.

Los tres chicos emprendieron camino, no hablaron mucho, solo intercambiaban miradas de vez en cuando.

-Miren, se durmió-Comentó Remus luego de tocar la puerta de la enfermería.

-Claro, debe estar agotada y adolorida-Afirmó James.

Al abrir la puerta, la señorita Pumfrey chilló de espanto.

-¡Pero que le han hecho! Pobre chica, pasen, y déjenla en una camilla, ahora-Ordenó.

Fue a buscar cosas para curarla mientras los chicos la acomodaban. Ya se disponían a irse cuando la enfermera los detuvo.

-¿A donde creen que van? Me deben algunas explicaciones.

-¿Explicaciones sobre que? Nosotros no le hicimos eso si eso es lo que cree.

-De usted no lo espero , pero de sus amigos... Quien sabe, con todas esas bromas que habitúan a hacer...

-Pero jamás han llegado al extremo de dejar a alguien así, solo son bromas, lo que le pasó a esta chica va mas allá de eso... Llegamos a pensar que venía de una batalla.

La enfermera puso cara de horror al pensar en eso, Miró con compasión a la chica, que respiraba pausadamente sobre una de sus camillas.

-Esta bien, váyanse, yo me encargaré de ella, si quieren luego pueden venir a verla.

Los tres chicos asintieron al mismo tiempo, y salieron por la puerta, no sin antes dirigirle un último vistazo a la misteriosa chica.

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Bueno, eso es todo, acorté mucho el capitulo, ya que será como una introducción a la historia... Los demás serán más largos, no se preocupen [:

Ojalá les haya gustado, y, si quieren dejar alguna crítica, comentario, ánimo, no duden en escribir un RR [: