Bueno, este fic ya tiene 3 años, lo publiqué a principios de 2010 en HPotterForos, pero me ha apetecido remembrarlo ahora publicándolo aquí (rescate de textos antiguos). A ver qué os parece. Además, estreno con episodio doble.

Para ubicarnos, este fic tiene situación en el séptimo año de Hermione y Ginny. Como sabréis, Hermione sí regresó a Hogwarts para terminar sus estudios, por tanto fue compañera de Ginny en clase y también en los dormitorios. Ahora mismo nos encontramos en Navidad, la noche antes de que Ginny y Hermione (ésta última por cortesía de Molly Weasley) vayan a pasar la Navidad en La Madriguera. Sin embargo, el dormitorio de las chicas ya estaba vacío, a punto de dar las 12 de la noche.

-Por fin mañana estaré en casa-, dijo Ginny-. No me estresé tanto desde que peleé contra Bellatrix.

-Bueno, agua pasada no mueve molino-, respondió Hermione.

Ambas estaban guardando toda su ropa en los baúles. Sus compañeras se habían marchado el día anterior, pero como los Weasley no llegaban hasta un día después del regreso "oficial" de los estudiantes, pidieron quedarse un día extra, volviendo en Traslador a la mañana siguiente.

Por fin terminaron de hacer las maletas. Era muy tarde. No habían cenado, pero tampoco tenían hambre. Así que se metieron a la cama. Tenían la costumbre de dormir en ropa interior, ya que últimamente las dos sentían algunos calores –impropios para diciembre-. Sus camas además estaban juntas, ya que les gustaba quedarse hablando.

-¿Has sabido algo últimamente de mi hermano o de Harry?

-No-, dijo Hermione, casi en un susurro. Era noche tenía un ligero dolor de cabeza (o eso pensaba ella), ya que le parecía que Ginny estaba muy atractiva esa noche.

Algo parecido le pasaba a su interlocutora. Miraba a Hermione, y en lugar de su amiga, veía algo más que eso. Un cuerpo perfectamente modelado, muy sexy y que la atraía cada vez más.

Ambas jóvenes se miraron a los ojos. Sin saber como, ambas fueron acercándose cada vez más, hasta que sus labios llegaron a rozarse. De pronto, ambas retrocedieron en forma, y se miraron como pidiéndose perdón.

Ginny se alarmó. ¿Qué diantre le pasaba? Hermione, sin embargo, estaba algo más segura de sí misma. Sabía que le pasaba.

-Hermione…-, empezó a decir Ginny, muy bajito, pero no pudo continuar su frase, ya que Hermione le tapó la boca con el índice y dijo:

-Shhhhhh.

Volvió la atracción. Ambas sintieron que ya no existían ni las camas, ni la habitación, ni Hogwarts. Solamente ellas dos, atraidas la una por la otra. Lentamente, volvieron a acercarse. Sus labios culminaron el beso. Se abrazaron. Ginny se sorprendía. ¿Cómo era posible sentirse tan cómoda? Sus manos tocaban el pelo y la espalda de Hermione…