Nota del autor: Para poder ubicar de un modo mas fácil las cosas en el fanfic, he decidido utilizar las referencias geográficas del mapa de Hlissner de las series de fanfiction de My Little Pony: Friendship is Magic llamada "Where the World Ends". Esta geografía será también utilizada en el resto de mis fanfiction de la serie, así que les recomiendo mucho que la tengan en cuenta para ubicarse mejor! ;)
Sin mas preámbulos, ¡disfruten del fanfiction! ^_^
"En el principio, solo existía el caos. Las fuerzas de la luz y la oscuridad chocaban una con otra y el mundo no tenia principio ni final, no había mares ni desierto, no había montañas ni praderas, no había arriba ni abajo.
Y luego, Nocturne, Señor de la Oscuridad, y Diurnal, Ama de la Luz, separaron los reinos celestiales finalizando el eterno conflicto, siendo el dominio de la noche para el y el de ella el del día. Luego, del polvo de sus pezuñas se formo la tierra, y de sus lágrimas se llenaron los mares. De la gran gema de cada una de sus coronas se formaron el sol y la luna. Luego por su aliento llenaron la tierra de todo tipo de árbol y vegetal, y por su palabra poblaron aire tierra y mar con toda criatura y animal.
Así, de los fuegos del corazón la tierra fueron creados los dragones, feroces residentes de los volcanes.
Y de las arenas del desierto se formaron a los íbices, los camellos y todos los habitantes de la gran extensión.
Y de la tierra y hojarasca de los bosques nacieron los ciervos, los tapires y sus demás guardianes del reino de los arboles.
Y de las altas hierbas y rocas de la sábana originaron a las cebras, los rinocerontes y demás moradores de las planicies.
Y de la nieve y rocas de las más altas montañas crearon a los grifos, los burros y todas aquellas criaturas que podían desafiarlas.
Finalmente, su deseo fue crear a aquellos que heredarían su regalo. Criaturas hechas a su imagen y semejanza, que encarnaran todo lo que este nuevo mundo significaba.
Que conocieran la verdadera Lealtad, para no volverse los unos contra los otros y romper con la eterna paz.
Que conocieran el gozo de la Risa, para así no permitir que la tristeza les inunde de pensamientos nefastos.
Que conocieran el don de la Generosidad, para así compartir las riquezas de este nuevo mundo sin envidiarle nada al otro.
Que conocieran la satisfacción de la Bondad, y así su alegría nunca se vería opacada por las dificultades en sus vidas.
Que conocieran la virtud de la Honestidad, para que no teman a expresar lo que dicen sus corazones.
Que conocieran el poder de la Magia, para que puedan percibir cada milagro de su agraciada creación.
Y así fue como nacieron los ponys, cada una de sus tribus con un origen tan especial como sus dones particulares que Diurnal y Nocturne les dieron.
De los vientos se moldearon los cuerpos, combinándolos con las nubes mas puras y suaves de las que elaboraron sus alas y plumas para así dar nacimiento a los pegasos. A ellos los dioses les enseñaron como manejar el clima y procurar su equilibrio.
De las gemas mas refinadas de los corazones de las montañas tallaron otros equinos, coronados por un cuerno que les permitiría percibir y realizar la esencia mágica. A ellos les dieron el regalo de los dones mágicos para poder manejar la naturaleza que los rodea.
De los cuatro rincones del mundo reunieron un poco de tierra y la moldearon hasta dar origen a los ponys terrestres, aquellos que tendrían una conexión con la tierra y los secretos de la vida que produce. A ellos les enseñaron el secreto de como cultivar la tierra y cosechar alimentos, para que el sustento nunca les faltase.
Y finalmente, los más especiales. Aquellos que nacieron de fragmentos de cielo y polvo de estrellas: Los alicornios. Criaturas majestuosas que podían surcar los cielos e invocar la magia más pura y refinada, capaz de controlar los elementos.
Así nacieron los hijos predilectos de los dos dioses: los hijos de Nocturne, Umbros de la Sombra, Oscuris del Anochecer y Glacia de la Ventisca. Y los hijos de Diurnal: Alúmina del Alba, Vulcanus de la Llama y Marina de las Mareas.
Cada uno de ellos fue encargado a una tarea especial. Un importante deber que no podían descuidar, para poder guiar a las tres tribus tomando en el nombre de sus padres celestiales. Y así fue durante algún tiempo…"
En la entrada el Recinto Sagrado de Nocturne, sostenido mágicamente en la cima de una gran cumulonimbus, se encontraba aguardando un alicornio cuya piel reflejaba el azul profundo del cielo nocturno, con brillantes y pequeñas estrellas a lo largo de todo su cuerpo y sus alas, solo finalizando estas en desvaneciéndose el extremo de estas suavemente como si se tratare de una suave flama. Sus cascos y el cabello de su melena ondulada y su cola eran del mismo color purpura oscuro, con la particularidad de que fluía suavemente como si estuviese sumergida en una agua, al mismo tiempo que se desvanecía como el extremo de sus alas. Su flanco parecía carecer de una Cutie-Mark, ya que la espiral de estrellas que la componía casi pasaba desapercibida con las del resto de su cuerpo. Sus ojos purpura hacían juego con la gran amatista que adornaba el centro de la elegante pechera que vestía, un adorno exquisitamente tallado, digno de alguien de su status.
Repentinamente, el alicornio avisto una criatura que se acercaba rápidamente dejando una gran estela de sombra humeante a su vuelo. El alicornio conocía esa figura de hace tiempo…tal vez desde que había abierto sus ojos por primera vez en este mundo. En cierta forma tenia algo que no solo era siniestro, sino también majestuoso. Junto a el había descubierto muchos trucos que le permitía su existencia, mas de los que su padre les había revelado.
La figura finalmente arribo al templo y aterrizo a su lado, cesando el nacimiento la estela de humo oscuro al tiempo que sus cascos resonaban en el piso de la entrada.
"Bienvenido hermano." saludo el alicornio al recién llegado.
El otro alicornio sacudió su melena para que se levantara y fluyera hacia atrás, y luego miro al primero con sus ojos violáceos, con una sonrisa. Si bien sus cuerpos eran muy parecidos, este otro alicornio era más grande que el primero, y su pelaje era de un color negro carbón, constantemente emitiendo una tenue aura de humo oscuro. Mas allá de vestir una pechera similar a la del otro, esta estaba coronada por un gran ónice negro en lugar de la amatista. Color que contrastaba con sus cascos purpuras cuyo color hacían juego con el de su crin y colas, similares a las de su hermano con la particular diferencia de que la primera era mas abundante que la del otro. Su Cutie-mark se componía de un escudo con un ojo de iris vertical atrapado dentro de este.
"Hola Oscuris, veo que terminaste antes que yo con tus deberes hermanito."
Oscuris miro a los ojos violáceos del otro alicornio frunciendo un poco la mirada. "Siempre termino trayendo la noche a tiempo. Padre nos enseñó que nuestro deber en este mundo es cumplir con nuestras responsabilidades diligentemente. Tu deberías hacer lo mismo Umbros."
Umbros cerró los ojos dando un suspiro y luego miro con aire superado a Oscuris "Mi querido hermano…No tienes por qué ponerte así, después de todo, mi forma de hacer las cosas es… Diferente."
Oscuris cambio su gesto por una mirada mas comprensiva "Lo se, pero seria perfecto si al menos…"
"Ya, no empecemos con esto ¿de acuerdo?" interrumpió Umbros "Discutir estas cosas nunca nos llevo a ningún lado." Luego miro hacia el recinto antes de volver a hablar "¿Esperamos a Glacia?"
"No lo creo. Padre solamente nos convoco a ti y a mi solamente." Respondió al tiempo que se ponía a la par de su hermano mirando hacia el recinto "¿Vamos?"
"Claro… Después de todo, nunca fue muy paciente."
Ambos alicornios se adentraron en el gigantesco templo. A medida que caminaban el resonar de sus cascos hacían un ligero eco en la estructura de la edificación. Las gigantescas columnas que flanqueaban el recinto hacían sentir a cualquiera que caminara a su lado muy pequeño. La oscuridad hacia difícil ver los tallados de las paredes que, aunque eran difíciles de vislumbrar, ambos ya conocían desde tiempo. Eran un relato en imágenes de como su Padre había formado el mundo junto a Diurnal, así como también contaban sobre el nacimiento de los ponys. No había relato mas conocido que ese entre las tres tribus a través de los siglos, sin importar la raza a la que pertenecieran. El servicio y las bondades de los alicornios era un recordatorio para ellos de que la historia siempre estaba viva aun cuando el Padre y la Madre del mundo no se dejaran ver con facilidad por sus potrillos.
Finalmente ambos ponys llegaron al final del recinto, donde un gran altar se elevaba al final de una gran escalinata de amplios escalones. Detrás del altar había una gran ventana con un enorme vitral que simbolizaba a un gran alicornio con el cuerpo en el mismo color que el cielo nocturno y ojos completamente blancos. Con una crin, una larga cola y etéreos cascos de un color azul grisáceo como los de las nubes nocturnas. Al llegar al pie de este, ambos alicornios se detuvieron.
"Hemos acudido a vuestro llamado, Padre." Anunciaron en un dignificado tono de voz, al tiempo que se inclinaban sobre una de sus patas delanteras haciendo una reverencia.
Como respuesta a esa frase, una gran cantidad de niebla oscura comenzó a arremolinarse sobre el altar, proveniente de tanto las ventanas del recinto como de la propia entrada. El remolino rápidamente comenzó a tomar forma hasta que finalmente dejo ver un cuerpo equino cuyos pesados cascos retumbaron suavemente en el lugar al aterrizar en el suelo. Esta resulto ser idéntica a la efigie del vitral detrás suyo, con la particularidad de que era cinco veces mas grande que los dos alicornios que se encontraban al pie de su altar. El cuerpo de Nocturne se rodeaba de un aura azul profundo como el cielo de la noche, y sus ojos resplandecían con un moderado fulgor blanco.
"Bienvenidos hijos míos, levantaos." Ordeno el señor de la noche con una fuerte voz que hacia eco en si misma.
Ambos alicornios obedecieron a su padre y levantaron la mirada para observar a los ojos a su creador. "Los he convocado hoy porque he tomado una decisión que les incumbe a los dos." continuo Nocturne "Diurnal y yo hemos concluido que ya este mundo no necesita mas de nosotros y es tiempo de que retornemos al plano celestial. Creemos que estáis listos para llevar el mundo a su siguiente etapa: Seréis vosotros los que queden a cargo de vigilar y cuidar este mundo."
"Pero Padre, Tu y la gran diosa Diurnal siempre han mantenido el orden en el mundo porque tanto los alicornios como los ponys os reconocen como la máxima autoridad de este mundo." cuestiono Oscuris "¿Qué nos unirá a todos si no los tenemos para guiarnos?"
"Sabemos que necesitan algo que os inspire a la unidad, y es por eso que hemos tomado una decisión." Contesto Nocturne al tiempo que sacudía su etérea melena "La verdadera armonía proviene de la unión de los opuestos. Un mundo en equilibrio, un mundo en el que el balance predomine. Uniremos los reinos de la noche y el día por medio de la celebración de una boda entre nuestros herederos. Diurnal ya eligió a Alumina, su hija mayor, como su heredera. Posee el amor y la virtud suficientes como para sucederla."
Ambos alicornios recibieron sorprendidos la noticia. Alumina y los dos sementales habían sido amigos desde que tenían memoria. Los tres solían compartir los ratos que tenían entre sus deberes para relajarse y distenderse entre ellos. Por supuesto, siempre había existido una sana rivalidad entre los hermanos por lograr la atención de Alúmina, aunque nunca nada que no los hiciera terminar riendo a los tres juntos al final de sus reuniones. Umbros no pudo evitar sonreír pensando en lo que su padre diría a continuación.
"¿Y quien será vuestro heredero, Padre?" aventuró Umbros "Como tu hijo mayor, será para mi un privilegio tomar la posición de…."
"No te apresures Umbros" interrumpió Nocturne "Después de mucho meditarlo, decidí que mi heredero será aquel pony que cumple con las expectativas que espero de un líder, así como las virtudes necesarias…Y ese pony no puede ser otro que aquel que demuestra la mayor fortaleza de los dos…"
Umbros comenzaba a impacientarse. Las palabras de su padre casi no eran oídas por este. Si a fortaleza se refería, su padre no podía hablar de otro que no fuera el. Después de todo, su tarea era una, sino la más importante de todas: Mantener a raya el mal que había quedado al margen del mundo durante su creación. Una tarea sumamente difícil que requería de un equino con un gran poder para evitar que el caos retornara. Su valor y su compromiso con el deber eran dignos de reconocimiento, aun entre aquellos que no celebraban mucho su nombre.
"…Y por eso que he llegado a la decisión de nombrar a mi heredero. Y ese serás tú, Oscuris. Serás el rey de este mundo que hemos decidido bautizar como Equestria."
La noticia dejo helados a los dos. Tanto Oscuris como Umbros quedaron boquiabiertos.
"¡¿COMO?" cuestionó fuertemente Umbros, alterado "No entiendo… ¡¿Por qué Oscuris? ¡Yo soy el mayor! ¡Yo tengo el derecho de sucederte como rey!".
"¡Serenaos Umbros!" irrumpió firmemente Nocturne "No tome esta decisión sin motivo alguno. Vuestro hermano ha cumplido con sus responsabilidades tan diligentemente como vos lo habéis hecho. No pongo en duda vuestro poder, valor o capacidad para proteger este mundo…Sin embargo, no apruebo en lo más mínimo la forma en que os dirigís hacia nuestros súbditos. Imponiéndote por medio de vuestras demostraciones de poder, exigiéndoles reverencia… Ese no es el comportamiento que espero de uno de mis hijos."
" ¡¿Y por qué no?" respondió enfadado Umbros "¡Nosotros somos superiores a ellos después de todo! ¿Que es lo menos que nos deben sino el temor, la reverencia y el respeto que nos merecemos?"
"¡No es el temor, sino el amor lo que debéis lograr de ellos! ¡No puedo dejar la custodia de este mundo a un pony que no tiene la mas mínima consideración por las demás criaturas que lo habitan!"
"¡Ese es el problema hermano!" irrumpió Oscuris, enfrentándolo de costado. "¡Los ponys no son tus lacayos, sino tus súbditos! ¡Tienes que protegerlos y cumplir con tus deberes por el simple gozo de ver sus sonrisas y su felicidad!"
"¿Solo por verlos felices? Tal vez a ti te contente recibir su burdo cariño por traerles la noche, ¡pero a mi no me basta un simple agradecimiento de ese tipo de criaturas por lo que hago por ellos! ¡Yo merezco mucho mas!" espeto Umbros perdiendo toda formalidad en su habla al mismo tiempo que se paraba sobre sus patas traseras y luego aterrizo fuertemente provocando una onda de choque que hizo que Oscuris tuviera que ponerse en guardia para poder soportar la presión, lo cual no evito que fuese arrastrado unos centímetros atrás.
"¡Hermano, por favor!" insistió Oscuris, intentando acercarse a el "Haz el intento…. Yo puedo ayudarte a volverte un rey digno para…."
"¡No quiero tu lastima Oscuris! ¡LO QUE QUIERO ES MI DERECHO!" le respondió al tiempo que un fulgor comenzaba a brillar en el cuerno de Umbros, a lo que siguió el disparo de un fuerte haz de luz hacia su hermano.
Rápidamente Oscuris respondió con otro rayo de energía a fin de detener el ataque de su hermano. El rayo lentamente retrocedió hasta que finalmente los poderes se equilibraron deteniéndose. "¡Hermano, por favor basta!" le pidió esforzadamente manteniendo el poder necesario para que su rayo no cediera un centímetro. Sin embargo la única respuesta que Umbros dio fue un resoplido molesto.
"¡ES SUFICIENTE!" Bramó Nocturne al tiempo que uno de sus cascos golpeaba el suelo y el aura que componía su pelaje se agitaba. La onda de choque de su pisotón su potente voz resonó en todo el recinto haciendo retroceder a ambos alicornios forzadamente y perdiendo estos el equilibrio por la fuerza del impulso. Ambos se incorporaron y voltearon a ver a su padre. Quien ahora se hallaba con sus gigantescas y majestuosas alas de cielo nocturno desplegadas.
"¡He tenido suficiente de vuestro comportamiento rebelde Umbros!" exclamo Nocturne con un tono majestuoso y sobrecogedor que indicaba su enojo "¡No solo no pretendéis arrepentiros de vuestro camino de vanidad y desdén por todo lo que no esta a vuestra altura, sino que también levantáis la mano contra tu propio hermano!" pauso por un momento mientras notaba que Umbros retrocedía dos pasos sin bajar la mirada desafiante "Vuestra arrogancia y egoísmo no tienen lugar en el mundo de paz, amor y armonía que hemos creado. ¡Te despojo de tu posición y de la gracia de los alicornios! ¡ESTAIS EXILIADO!" volvió a bramar al tiempo que sus ojos brillaban intensamente y proyectaron un fuerte haz de luz que envolvió a Umbros.
El alicornio dio un fuerte y sostenido grito mientras podía sentir como su cuerpo iba metamorfoseando forzadamente y sus poderes comenzaban a desvanecerse y cambiar. Las majestuosas colas y crines de cabello azul purpureo eran remplazadas por crines negras y violetas que llameaban como si estuvieran hechas de fuego. Sus humeantes y majestuosas alas emplumadas se transformaban en grotescas y agujereadas alas negras con grises membranas de piel. Sus facciones faciales fueron demacrándose a la vez que iban creciendo delante de su esquelética testa unos colmillos iguales a los de un carnívoro, al tiempo de que el cuerno de su frente se retorcía como la raíz de un árbol y sus profundas pupilas violáceas mutaban por unas de un intenso amarillo brillante con pupilas verticales.
La intensidad del haz no disminuyo con la finalización de la transformación del demacrado cuerpo de áspero pelaje. Aun gritando por la intensidad del rayo, Umbros salió despedido por todo el recinto y mas allá, a la lejanía hasta que su vista se perdió en el destello de una estrella.
Tras unos momentos, Nocturne volvió a plegar sus alas mientras Oscuris se reincorporaba y miraba con preocupación hacia donde su hermano acababa de salir despedido hacia unos momentos. Luego volvió a voltear hacia su padre, con la voz acongojada. "Padre… ¿Que paso? ¿Qué le habéis hecho a Umbros?"
"Umbros cayo de la gracia de los alicornios" le contesto Nocturne "Él es ahora una criatura caída de la oscuridad que solo se alimenta de los sentimientos oscuros de los demás."
Oscuris bajo la mirada un momento acongojado por el destino que su padre acababa de mencionar. Era su hermano y por eso se rehusaba a dejar ir la esperanza de poder revertir la situación. Por lo que expreso su conflicto "Padre…Umbros… Él no tiene la culpa de ser así. ¿No hay algo que pueda hacer para ayudarlo?".
"Me temo que eso depende de Umbros, no de ti Oscuris. Su convicción esta muy arraigada en lo mas profundo de su ser. Si eso habrá de cambiar, solo el tiempo lo podrá demostrar." Aseguro tajantemente.
"¿Pero quien habrá de vigilar el Caos y la Sombra si no es el? El caos volverá a invadir el mundo, y muchos sufrirán…" Expreso preocupadamente Oscuris.
"Lo se hijo mio. Por eso, me temo deberán encargarse de esa tarea a tu y Alúmina también, como parte de vuestros futuros deberes reales…." Dijo al tiempo que parpadeaba por un momento "Es la única forma de evitar que vuestros futuros súbditos sufran."
Oscuris pensó por un momento en todos esos ponys que había cuidado desde que había sido encargado con la tarea de ser el heraldo de la noche. Aquellos ponys que le agradecían con una sonrisa tanto desde la tierra como desde mas abajo en el cielo por traer el manto de la noche con la estela de sus alas para así poder darle a los ponys un tiempo para descansar de sus quehaceres diarios. Si bien sus pensamientos estaban con su hermano, no descuidaría a todas esas pequeñas almas que confiaban en el. Era su guardián y se comprometió a cuidarlos, a velar por su bienestar junto con sus hermanos y los hijos de Diurnal y no fallaría en eso, menos aun cuando fuese coronado como su rey.
Sin pensarlo mas, miro decididamente a su padre "Entiendo… ¡Estoy dispuesto padre!" mientras se acercaba unos pasos hacia la escalinata del altar.
"Es un gesto digno de un futuro monarca Oscuris." Respondió Nocturne al tiempo que sus ojos volvían a resplandecer, para luego proyectar un suave haz de luz a su hijo. "Estoy seguro que cumpliréis con todas mis expectativas aun con semejante carga a cuestas."
"Así será, Padre."
"…Y así como las aves que desafían sin pensarlo a las alturas, la arrogancia y desdén de Umbros de la Sombra lo desterró del reino y la gracia de los alicornios, mientras que Oscuris del Anochecer se convirtió en Oscuris de la Medianoche, Señor de los Cielos Nocturnos y Guardián de las Sombras. - Génesis de Equestria, Pergamino Primero."
