Los personajes son creación de Marvel Comics, sólo los pido prestados sin fines de lucro.

Historia enlazada a Ven. Va a ser muy corta y es que la hice para responder algunas dudas de Ven. Lo prometido es deuda y aquí está, a quienes se preguntaban de estos dos.


El grito del corazón

Por Tlacuilo1

Soy la voz del país del nunca jamás

La inocencia en cada hombre,

La tumba vacía de Peter Pan,

Soy un silencioso cometa en contra del azul, del cielo azul

Cada chimenea, cada luz de luna que avistaremos, soy la historia real que tu leerás…

Cada recuerdo que tu más apreciarás

Soy la voz del país del nunca jamás

La inocencia de los sueños en cada hombre.

Cielos en busca de otra tierra...

Fragmento de la canción Storytime de Nightwish.


Los rumores eran ciertos y el grupo de amigos y hombres de negocios se miraron unos a otros. Todos dueños de emporios en diferentes ramas, compartiendo la curiosidad por los descubrimientos. Howard Stark retomó la palabra.

—Somos pocos, los que lo desconocíamos.

Magnus Lehnsherr asintió, agregando:

—Supongo que somos los incómodos para ellos, que no estaríamos de acuerdo. Clonación de órganos y capacidades regenerativas auxiliados por materiales inorgánicos, etc., pero crear esclavos... Para esos detestables fines; por supuesto que estaríamos en desacuerdo.

T'Chaka exhaló:

—No voy a negar que ese tipo de transacciones mueve millones de dólares... —Los otros lo vieron entrecerrando los ojos, más éste concluyó — Más tampoco lo apruebo.

Magnus y Howard conocían lo snob que el banquero de color era, más aun poseía un poco de decencia; por eso apoyaría el plan que libraría al mundo de ese laboratorio que nunca debió existir.

En los monitores que también se encontraban en la reunión, uno de los hombres habló;

—Por eso llamé a esta reunión. En Ciudad Gótica * arribaron dos de estos híbridos, se pudo detener a los responsables y hubo una minuciosa búsqueda para evitar que se repitiera. La cede está cerca de ustedes.

El hombre del otro monitor acotó:

—Concuerdo en que esto se debe cortar de raíz y rescatar a estos seres. En Star City hubo un intento de contrabando, la pequeña ya está a mi resguardo, sin embargo no debemos seguir posponiendo la desaparición de esa red. **

Howard se cruzó de brazos y asintió:

—Usaremos nuestros recursos para terminar con esto.

—¿Necesitan ayuda? —preguntó Bruce.

—Estamos listos, si la requieren.

Confirmó Oliver. Sin embargo Magnus respondió:

—Todo será discreto y veloz, pero gracias por el ofrecimiento. Sólo estén pendientes por si las ratas intentan huir a sus ciudades.

La despedida de los hombres comunicándose por el monitor fue sería, pero amable.

Howard notó que el Lehnsherr ya marcaba un número telefónico y acotó:

—Me gustaría estar presente.

Magnus observó al científico y empresario.

—Estaría bien; yo no puedo ir.

T'Chaka gruñó, más comentó:

—También iré.

—No es... —mencionaba el Stark.

—Iré. —cortó el banquero y agregó —Me voy, tengo varias juntas.

T'Chaka dejó a los dos hombres restantes a solas.

Magnus concluyó su conversación y colgó, viendo a Howard.

—¿Tu guardia aún no está listo?

—No es mi guardia. Sólo deseaba ayudarle.

—Y comprobar que el implante serviría. No te quedaste con los resultados de Empresas Lehnsherr.

—... Deseaba ver y hacerlo todo por mi mismo. Ese jovencito está bien y estable.

—De cierto modo fue mejor, Logan ya es un adulto y no teníamos los resultados de alguien más joven.

Magnus se levantó y se despidió de su congénere.

—Me voy, tengo una fiesta de Beneficencia a la que asistir, lo que te recuerdo.

Howard se mesó los cabellos:

—Lo había olvidado, Mary debe estar esperándome.

Magnus negó y dejó al Stark, por lo menos ya le había recordado la cita que el olvidadizo científico pasó por alto.

000

En sus pocos años de vida, él estaba acostumbrado a ser pinchado, medido y cuánto se les ocurriera a esos hombres vestidos de blanco, sus ojos castaños se perdían entre tanta bata. Distinguía el género por el timbre de voz, no obstante todos tenían la misma entonación, dar órdenes.

No era el único, pero si uno de los mayores, los otros apenas eran más grandes que un humano de tres años.

Él conocía esos datos porque le permitían leer, aunque creyeran que sólo miraba los dibujos de los libros, le llevó meses aprender observando los que los médicos escribían y comprenderlo; la escritura no estaba a su alcance, púes no le darían los instrumentos necesarios, por si fuera poco no consideraba seguro que supieran de sus conocimientos.

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La gran casa estaba silenciosa. Howard dejó su maletín en su despacho y buscó a su esposa. Subió a la planta alta y la encontró en esa habitación. Ella se sorprendió al verlo y sonrió:

—No puedo creerlo, llegaste a tiempo.

Howard se acercó a su esposa y besó su frente.

—Vamos...

Mary no tuvo que decir nada, la pérdida de Gregory*** les dolió muchísimo a los dos, y estar en su cuarto era un alivio que se convertía pronto en tristeza.

El matrimonio ya era mayor para intentar tener otro pequeño o pequeña, además que su luto no se los permitía ni pensar en esa posibilidad.

La reunión pasó como una velada más, donde la gente rica se sentía bien consigo misma al donar algunos dólares para aliviar su conciencia.

Howard imitó a los otros donando lo necesario, y sin poder dejar de pensar que detrás de varias de esas máscaras de personas filántropas, se escondían pervertidos capaces de financiar un laboratorio para crear híbridos humanos con rasgos animales para usos deleznables.

—Querida...

Mary comprendió y asintió.

—Si, ya nos podemos retirar.

El matrimonio Stark se despidió de sus conocidos y dejaron el lugar.

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La enfermera Peggy entró a la habitación y le sonrió al chico en la cama:

—Sigues despierto, deberías descansar.

—Ya estuve mucho tiempo haciéndolo.

Ella revisó los signos vitales y acotó

—Has tenido avances, pero aún no estás de todo bien.

—Créeme Peggy de estar cuadripléjico a tener todos mis movimientos de nuevo, no es un avance es algo como un milagro.

Ella suspiró y confirmó:

—Lo es, el Doctor Stark lo logró.

—Le debo la vida a ese hombre.

—En ese caso, obedece su prescripción y descansa, Steve.

El jovencito rubio ya no se opuso y trató de conciliar el sueño.

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En la residencia Lehnsherr; Logan fumaba mientras Gambito y Rogue terminaban de acomodar lo necesario en su auto.

Dog y los otros del equipo de James, los esperaban cerca de las instalaciones que tenían cercadas.

Magnus deseaba que todo se hiciera de inmediato y sin errores; por lo que usó a toda su gente.

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Su colita se movió con nerviosismo, notaba algo extraño, pero no que fuera físico, si no un presentimiento.

Supo que tuvo razón cuando varios sonidos de explosiones grandes y pequeñas se escucharon, antes de que uno de los de bata llegara corriendo a sus hábitats y los urgiera a seguirlo.

El grupo obedeció, más él se quedó hasta el último y con todas sus fuerzas trató de no asustarse con los ruidos y luces. Se escondió en un cuarto de limpieza. El hombre que los llevaba se notaba más ocupado por huir que por sacarlos a todos.

Con lo nervioso del hombre no notaría si otro pequeño lo imitaría dejando el grupo y echando a correr más adelante.

El ruido y demás se calmaron más tarde.

El pequeño salió con cuidado hasta donde nunca creyó... El exterior. Se sentó sobre el escombro de lo que fue la entrada del lugar y observó la noche estrellada.

—¡Hallé uno!

Escuchó y quiso correr más no le dieron tiempo, pues fue alzado a pesar de que se defendió.

—Es feroz.

Bromeó el gran hombre y hubo otro que llegó y con gesto amable, pidió...

—Tranquilo, todo está bien. Dámelo Dog.

—Como quiera Doc, pero le advierto es feroz.

El niño con rasgos gatunos se dejó alzar por el hombre y es que este trasmitía tranquilidad y confianza.

Nunca nadie lo cargó con tal ternura y por inercia se acomodó en el hombro del hombre ronroneando satisfecho.

El mercenario dejó a ese par a solas y se unió a su grupo para buscar a más híbridos, de los médicos... no quedaba nadie.

No hubo éxito en hallar a más experimentos, pero esa organización quedó destruida y eso era lo importante. No podían rescatar a los que ya habían vendido, pero si crear algunas leyes para evitar tanto abuso; la cuestión era cuanto tiempo llevaría.

T'Chaka no bajó de su auto, y cuando fue informado de la misión cumplida, se retiró sin preguntar más.

Howard no le increpó para la naturaleza de éste fue una gran ayuda la que ofreció. Él, por su parte, se despidió sólo de Dog, pidiéndole que no dijera nada del híbrido, no hasta que él lo hiciera. El soldado se encogió de hombros:

—A mí ya me pagaron Doc, mi hermano vale mucho más que un pequeño secreto.

El Stark de metió a su auto y sentó al híbrido castaño. Éste no opuso resistencia, para él haber conocido el exterior era más que cualquier cosa, sólo esperaba que el nuevo laboratorio no fuera tan pequeño.

Howard notó la serenidad del infante, que miraba por la ventanilla del coche y como sólo la colita se movía con parsimonia:

—¿No quieres saber a dónde vamos?

—...

—¿No sabes hablar?

Por fin el mínimo de giró a verlo y se encogió de hombros.

El científico sonrió al percibir que el espíritu de ese pequeño aún estaba luchando y en pie.

El viaje en auto fue un monólogo del Stark comentando sobre las calles casas, lugares, personas y si bien no recibió respuesta hablada, notó que las orejitas escuchaban atentamente.

Por fin parecieron salir de nuevo de la ciudad, pues sólo había casas muy grandes con magnos extensiones de terreno a su alrededor. En uno de esas enormes rejas con gente custodiándolas. Howard se internó y después de saludar a los guardias, siguió el camino rumbo a la mansión Stark.

Después de unos dos minutos arribaron a la zona del estacionamiento y Howard apagó el auto. Agarró su maletín y vio al pequeño; podía dejarlo que se moviera solo, no obstante consideró que el pequeño necesitaba confianza y sobre todo calor humano.

–Ven.

Llamó al gatito; éste obedeció y el adulto lo alzó en brazos cruzando la puerta principal. El infante observó el lugar y con sus grandes ojos cafés recorriendo todo, dijo…

–¿Esto es una casa?

–Lo es.

–¿Tu laboratorio está por aquí?

Howard negó y estaba por responder, sin embargo alguien que bajaban por la gran escalera de caracol habló…

–Howard… ¿Quién es él?

–Mary…

La mujer terminó de bajar los escalones en lo que el adulto con su curiosa carga llegaba hasta ella:

–Este… Él estaba en… en…

Howard le había contado algo de lo que sucedía a su esposa, sin embargo nunca creyó que podrían rescatar a un pequeño que le llamó tanto la atención.

Mary era una muy buena mujer y no hizo más preguntas, simplemente se acercó al gatito y le ofreció sus brazos…

El gatito vio eso ojos sinceros y no hubo más duda, se lanzó al abrazo maternal.

–Querida, él no puede quedarse…

Ella mecía al pequeño en su brazos y vio a su esposo:

–Howard si no querías que me quedara con este pequeño, no lo hubieras traído.

–Mary él es un hibrido.

–Él… Él solo es un niño que nos necesita.

Sin inmutarse por la conversación de los adultos, el minino ya descansaba en los brazos de la mujer que olía tan bien y era tan cálida.

El Stark no supo porque tomó la decisión de llevar al pequeño a su casa, pero al ver a su esposa con este en brazos tarareándolo una canción de cuna, supo que a pesar de su escepticismo el destino si parecía existir.

Mary no llevó al pequeño a la habitación de su difunto hijo, pero si a una cerca de la que compartía con su esposo y ahí lo recostó en la cama.

El hombre vio cómo su esposa parecía haberse encariñado muy rápido del hibrido y bien podía llevarlo a un laboratorio o…hacerla feliz.

–Howard…, Anthony Edward Stark.

Acotó la mujer y Howard sintió curiosidad.

–¿Cómo…?

–Ese es su nombre ¿te gusta? Según comprendí ellos no existen para la sociedad, por eso puede ser nuestro.

–¿Una mascota? –preguntó Howard, pero el rostro molesto de su esposa le dio la respuesta– Como desees, querida.

El Stark dejó a ese par y bajó a su despacho. Marco un número y esperó la respuesta.

–¿Bueno? –preguntó Magnus Lehnsherr.

–Supongo que ya te informaron de cómo fue esta noche.

–Si. Un éxito a medias, pues no pudimos recuperar a los híbridos.

–Aun así ¿Qué hubiéramos hecho con ellos?

–Salvarlos Howard. Lo importante es que estuvieran fuera de las manos de esos malditos.

–Los seguiremos buscando. Hay que hacer ilegal el maltrato a ellos.

–Presionaremos. –completó Magnus. – Nos vemos.

–Si.

Esa fue la despedida y es que, ambos hombres eran empresarios por lo que sabían que la amistad era algo voluble o bien por una causa mayor, no obstante se consideraban de los más sinceros colaboradores y eso contaba mucho.

El Stark metió los datos recién adquiridos en su computadora, más no se tardó mucho –como era su costumbre–, pues deseaba ver como estaba su esposa y… Anthony.

Subió las escaleras y caminó el tramo que faltaba, hasta el cuarto ocupado por el hibrido.

Mary Stark miraba con ternura al pequeño.

–Vamos a descansar querida.

–¿Y si despierta y se asusta?

Howard suspiró y cedió:

–Bien, podemos acomodarnos aquí ¿eso está bien para ti?

Ella asintió. Howard y Mary tenían otra oportunidad que la vida les había dado, de ellos dependía si aceptar al hibrido como parte de su familia o como una mascota.

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La mañana llegó y el niño se desperezó, se incorporó bostezando; notando que las luces del laboratorio estaban muy tenues, pues apagadas nunca las había visto.

Sus ojos color chocolate miraron el lugar y las personas recostadas en uno sillones cerca de la cama, en ese instante las reminiscencias regresaron a él. Ya no se encontraba en el laboratorio, sin embargo aún no sabía cuál sería su destino.

La mujer se despertó y el infante esperó su reacción. Ella sonrió en su dirección:

–¿Cómo estás? ¿Descansaste?

Ella se levantó y fue hasta la cama acomodando el cabello oscuro de este. Mary recorrió las facciones del niño y casi lloró al ver que este tenía mucho parecido con ellos, ¿acaso eso no era una gran señal?

-¿Tienes hambre?

El gatito asintió y sus orejitas con él.

Mary lo cargó y colocando un dedo sobre sus labios señaló a un dormido Howard.

Los Stark confiaban en su poco personal de servidumbre por lo que cuando Mary llegó a la cocina llevando al pequeño, saludaron, pero no hicieron más preguntas:

–¿Qué desean desayunar la señora y… el señorito…? –preguntó la cocinera.

–Pues sería algo de cereal y fruta para Tony... –La cocinera y su ayudante vieron al pequeño y Mary presentó– Él es Anthony Edward Stark.

Concluyó Mary y sentó al gatito, éste miraba curioso la cocina y oteó el aire relamiéndose los labios, por los olores de la cocina.

De la mano paciente y cariñosa de María Stark, el gatito conoció la gran casa y las cosas más simples que le agradaron y abrieron su apetito de conocimiento.

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El laboratorio era muy privado y exclusivo; con gente discreta trabajando en él, totalmente de confianza para Howard Stark.

Peggy vio llegar a su jefe por primera vez tarde a laborar; ella se preguntó ¿Cuál sería el motivo de esa asombrosa ocasión?

Sin embargo ella lo recibió como todos los días y saludó:

–Buenas tardes Doctor Stark.

–Buenas tardes Peggy.

–Aquí tiene los datos del Señor Rogers.

El Doctor agarró los documentos y leyó sin dejar de caminar a la habitación de su paciente.

Al llegar a esta, saludó al jovencito que lo vio con admiración:

–Veo que va muy bien su progreso; eso es muy bueno, sin embargo no hay prisa, no se presione Señor Rogers.

–Perdone mi impaciencia Doctor, pero es que ha sido un tiempo desde que pude usar todo mi cuerpo, estoy emocionado.

–Lo entiendo, pero hay tiempo. Ahora revisemos esos músculos…

Howard se concentró en su reciente experimento y mayor logro, dejando que los recuerdos de su esposa feliz con Tony quedaran guardados por unos momentos.

Por petición de Howard Steve Rogers, el jovencito que había sido reconstruido con brazos y piernas de adamantium se levantó e hizo un poco de ejercicio para que los científicos tomaran notas.

Después de esa sesión, el rubio Steve estaba cansado, pero rebosante de felicidad. Regresó a su habitación acompañado por Howard y se dejó caer en la cama. El rubio vio al médico y mencionó sinceramente:

–Quisiera hacer algo por usted Doctor, aunque sé que no hay modo de pagar lo que ha hecho por mí.

–Ya lo has hecho, no cualquiera hubiera aceptado ser… un conejillo de indias.

El rubio rió divertido:

–Doctor, por el contrario usted es el que me devolvió la vida.

Howard agitó la mano y negó sin darle importancia a lo que decía el rubio. En su opinión los dos ganaron con ese experimento; sin embargo se notaba que el joven de ojos azules era alguien muy agradecido.

Su equipo de científicos y él, dejaron descansar al jovencito para unir sus investigaciones y dar con los resultados deseados.

El tiempo de ser investigador concluyó y Howard Stark se dirigió a sus oficinas empresariales donde revisó algunas cosas y revisar si hubo alguna noticia del laboratorio destruido. Más confirmó sus sospechas, nadie sabía nada o lo obviaron.

Llamó a su secretaria y le redactó una carta para el Gobernador sobre su molestia con respecto a ese desagradable tráfico de híbridos. Suponía que la de Magnus se uniría a la suya y dos más que vendrían desde los Gobernadores de Ciudad Gótica y Star City. Ese movimiento debía darles algo de ayuda a esos pobres pequeños y no tan pequeños que eran simples mascotas para muchos.

Por lo pronto él ya tenía uno en su casa que parecía no se iría y… No lo hizo, se quedó como el hijo de los Stark, su heredero.

Howard entró al salón y vio cómo su esposa e hijo sonreían mirando un pequeño robot que avanzaba dando tumbos.

El niño notó su presencia y exclamó emocionado:

–¡Mira papá yo lo hice!

–Oh, es muy bonito Tony.

Felicitó Howard y llegó hasta su esposa para besarla. Ella los veía a los dos con una sonrisa.

–Entonces ese Colegio es bueno. –cedió Howard.

Mary se giró a ver a su esposo y agregó:

–Te lo dije, cariño. Los profesores McCoy y Potts son excepcionales.

–Lo hiciste, aunque la inteligencia ya la tenía nuestro Tony.

Opinó Howard orgulloso de su hijo. El gatito ya llevaba un par de años con ellos y en ese tiempo el lazo entre esa familia se hizo inquebrantable.

Tony aprendió muchas cosas y es que su curiosidad nunca estaba satisfecha, instigada por su padre que siempre le otorgó las armas para descubrir el mundo; apoyado por el extenso amor de su madre.

Tony no olvidó el laboratorio, pero ya no formaba parte de sus pesadillas, había sido afortunado y encontró una familia. Si no veía mucha gente fuera de su pequeño círculo social, no le era muy importante, o eso creyó hasta el día que Él llegó.

Esa inolvidable ocasión Tony revisaba algunas cosas en su Pc cuando su padre lo mandó a llamar.

Era raro que su padre le interrumpiera en su tiempo de investigaciones, por lo que consideró que el asunto era importante. Guardó su información y bajó al primer piso yendo a la sala de invitados. Entró y saludó atento, más no se dio cuenta a quien, hasta que se sentó en medio de su padres.

Howard vio al invitado y comenzó…

–Aquí tienes a mis personas más importantes Steve; mi familia. Mi esposa María Stark y mi hijo Anthony Edward Stark.

El joven rubio se levantó y saludó amablemente.

–Mucho gusto, mi nombre es Steve Grant Rogers.

Tony sintió que su estómago se removió, –más no como un mala sensación– al ver y escuchar al rubio de ojos azules. Sin darse cuenta se acomodó su cabello y peinó sus orejitas.

Entre murmullos, porque no prestaba mucha atención a otra cosa que no fuera Steve, supo que este sería el guardaespaldas de su madre y él, y que viviría con ellos. No pudo abrazar lo suficiente a su padre en agradecimiento y este no supo a bien el motivo, pero lo importante es que su hijo y esposa serían protegidos por Steve.

Desde ese día Tony intentaba no ser tan indiscreto en buscar la atención de Steve, no obstante el exsoldado se limitaba a tratarlo con mucha amabilidad sin ninguna otra intención.


Amo a DC, pero no fue por ello que incluí este cameo de dos de sus Millonarios, si no que busqué y no hay muchos personajes ricos en Marvel y ya los ocupé todos jejeje lo siento.

*Por si necesitaban confirmación, sip es Bruce Wayne.

**Oliver Queen o Flecha Verde.

***Se habla de un hermano de Tony Stark, pero no es muy conocido y se desconoce su paradero.

Como mencioné en mi otro fic Ven, no conozco mucho de Marvel por lo que el manejo de los personajes es algo pobre, disculpen.