Todavía recuerdo el día que me declaré, y bendito el día que se me ocurrió que sería buena idea decirle lo que sentía por el…
Recuerdo que meses antes decidí dar un cambio a mi estilo de vida y preocuparme un poco más por mí, en mi aspecto y mi salud y no en ponerme lo primero que pillaba y comer rápido solo por encontrarme con él, me quité mis dos moños y empecé a recogerme el pelo con una diadema, pero eso solo cuando no tenia misión o entrenamiento porque un pelo tan largo al final acaba molestando, cuando tenia entrenamiento o misiones lo recogía con dos trenzas bajas (bastante largas por cierto) o una coleta alta. Pero él como si nada, la primera vez que me vio con las trenzas me dijo que me molestarían, cosa que al principio fue verdad pero por que no estaba acostumbrada, luego estaba bien y cuando me vio con el pelo suelto una tarde que iba con Hinata no me dijo nada, ni hola siquiera, que mal me sentí pensando en que ya no tenía sentido todo lo que hacía, si el chico al que iban dirigidos mis cambios no se fijaba en mí.
Pero tras pensarlo detenidamente me di cuenta que era hora de actuar, así que empecé a lanzarle indirectas para ver como reaccionaba, pero o el chico era tonto y no se enteraba de nada o no quería enterarse de nada, la última opción era la que menos me gustaba. Así que fui hablar con Sakura e Hinata a ver que me decían ellas (nos hicimos muy amigas, y ellas eran las que me aconsejaban que cambiar era una buena opción para llamar la atención de él), estaban encantadas con mi idea de declararme a Neji, así que cogí todo el valor y las fuerzas que pude y me fui al parque donde habíamos quedado para entrenar. Ese día no lo olvidaré nunca…
Flash back
Me dirigía al parque donde nos íbamos a encontrar y miré mi reloj, vi que quedaban 30 minutos así que iba bien de tiempo, y mientras en ese rato podría prepararme lo que le iba a decir, aún no lo tenía muy claro.
Cuando estaba a punto de llegar donde siempre nos encontrábamos para entrenar (al lado de ese gran árbol lleno de golpes) con mi discurso preparado, le pude divisar a lo lejos dando golpes al árbol, no podía ser, miré de nuevo el reloj y aún quedaban 10 minutos para la hora a la que quedamos, para volver a repasar todo lo que le iba a decir, pero no, él ya había llegado, mi corazón empezó a latir más rápido, parecía que se me iba a salir del pecho, las piernas me empezaron a temblar y no podía dar un paso más, me paré y vi como se giraba…
Llegas pronto – soltó mientras se giraba a mirarme
No soy la única – fue lo primero que se me vino a la cabeza - ¿Cuánto tiempo llevas aquí?
Eso no importa – se acercó unos pasos a mí y se puso en posición de ataque – empecemos – ordenó, siempre mirando con esos ojos perla serios que me volvían loca.
Empezamos a entrenar y la verdad que no estaba muy bien, con tantos nervios recibí unos cuantos golpes hasta que se cansó y se paró.
¿Qué te pasa? - preguntó con cierto tono de enfado mirando como estaba en el suelo respirando agitadamente – llegaste más pronto de lo normal pero no luchas como siempre.
Lo siento – me disculpé, que estúpida me sentía ahí tirada con él observándome esperando una respuesta que le convenciera, era cierto que aunque él era mejor que yo siempre conseguía esquivar muchos golpes y sabía defenderme pero no lo había conseguido – te importa si paramos un rato, estoy desconcentrada y quiero hablarte – levanté la vista y vi como hacía un mueca.
Que sea rápido, vine a entrenar – se giró y se dirigió al árbol donde se sentó apoyando su espalda contra el tronco.
Me senté al lado suyo y bajé la cabeza, este era el momento de decirle todo lo que sentía, pero no sabía si me atrevería.
Estoy esperando – dijo más serio de lo normal, se notaba que estaba enfadado por haber parado el entrenamiento, levante la cara y vi que me miraba - ¿Qué querías decirme?
Pues… yo… lo pensé mucho… y me gustaría decirte… am… que yo siento… - ya está, todo lo que me había preparado por el camino se esfumó de mi cabeza, estaba en blanco y más nerviosa de lo que me podía imaginar, menos mal que estaba sentada que si no mis piernas no hubieran aguantado mi peso – vamos que tú… a mi… - ya faltaba menos, cogí aire cerré los ojos y solté – me gustas, ¡me gustas mucho Neji! – al no oír nada abrí lentamente los ojos y le vi que seguía igual que antes, ahí sentado a mi lado mirándome, la expresión de su cara no cambió ni un poquito, así que no sabía que pensar.
¿Lo dices en serio? – eso fue lo primero que dijo, después de lo que me costó decirlo me preguntaba si era verdad, así que asentí, mi boca no respondía, no conseguía emitir ni un simple sí – yo no siento lo mismo – me dijo fríamente mientras se levantaba y se colocaba enfrente mío pero dándome la espalda – no lo podía creer, mejor dicho si lo creía pero no quería creerlo, que frío fue, como siempre – sigamos entrenado – no se que me molestó más, si lo frío que fue cuando le mostré mis sentimientos hacia él o su empeño con entrenar y olvidar que soy persona y tengo sentimientos.
Me levanté y anduve hacia él solo para pasar por su lado y decirle adiós con la voz quebrada, no me di la vuelta para verle la cara que puso pero escuché un hmp por su parte después de mi despedida
Fin flash back
Esa noche lloré por primera vez como nunca lo hice en mi vida, y me desahogué con Sakura, la verdad que ella si sabía consolar, así que al día siguiente hice como si nada hubiera ocurrido, pero creo que él no pensaba lo mismo, porque me esquivaba cada vez que nos encontrábamos en los entrenamientos del equipo (por que ya no quería que entrenásemos los dos solos) o en misiones(ya que fuera de esto no nos veíamos nunca) no me miraba, evitaba por cualquier medio mirarme a la cara y eso me dolía.
