¡Buenas buenas! Ultimamente eh tenido muchas ideas para fics, por eso encontraran muchos mios sin terminar, no es porque no cumpla, es porque tengo muchos que terminar… Bueno, La apuesta, es un fic, en donde los populares, no son solo los merodeadores. Mis tipicos personajes de siempre, las parejas de siempre. Aca vamos. ¡No me odien!

Capitulo 1: Planeando y Ejecutando

Tres hermosas chicas estaban sentadas en el centro de una habitación, que estaba vacía. En el medio, una botella de ron se dejaba ver. Las chicas estaban borrachas, pero aun tenían sus mentes cuerdas, y sabían muy bien que estaban haciendo. La chica más alta de las tres, morocha, de un pelo largo hasta la cadera, y con unos ojos turquesas jamás vistos agarro la botella y le dio un profundo trago.

Entonces quedamos así, cada uno tendrá que conquistar a un merodeador – Dijó la chica morocha susurrando.

Si – Dijó muy segura de si misma una pelirroja de ojos verdes esmeralda – Pero son cuatro merodeadores y nosotras somos tres.

Pettigrew queda afuera, después de todo es el más feo – Dijó nuevamente la morocha.

Su cuerpo era codiciado por cualquier chica que le prestara atención, tenía un busto grande, era flaca y alta, y para colmo su trasero no se quedaba atrás, no era gigantesco, pero era bastante grande.

¡¡Sabrina!! – Dijó la pelirroja – No se juzga a la gente por lo que es por fuera

Lo se, ¿Me lo dices a mi? – Todos sus novios eran feos, pero eran las personas más dulces del planeta – Lo digo, porque después de todo es una apuesta.

Tiene razón – Dijó la tercera chica luego de darle un trago a la botella.

Una hermosa castaña de ojos color miel, era alta, más alta que la pelirroja, su cuerpo también era de admirar, aunque sus atributos no eran grandes, eran importantes. Volvió a dejar la botella en el medio, para que la pelirroja la tomara.

Entonces, pondremos los nombres en papel, los cortaremos y sortearemos para ver quien con quien – Dijó la pelirroja tomando un trago profundo de la botella, las tres estaban acostumbradas al alcohol.

La pelirroja era la más bajita de todas, pero orgullosa de su metro sesenta. Su cuerpo era la envidia de todas las chicas, (era la más flaca de todas y aun con bastante busto y parte trasera), sobre todo cuando cierto merodeador se fijo en ella. Aunque las tres eran muy aplicadas, (N/A: la morocha es de sexto, y la castaña va a séptimo con la pelirroja, así que las dos más aplicadas son la morocha y la pelirroja, aunque la castaña no se queda atrás) eran también muy populares, no había un solo chico en la escuela que no deseara a alguna, sobre todo los merodeadores.

Pero recuerden, que hay que durar dos meses sin acostarse con ellos, y cuando se cumpla el segundo mes, tienen que hacer que se saque el calzoncillo, robárselo y salir corriendo, luego tienen que venir a la habitación y colocarlo allí – Dijó Sabrina Potter señalando una pared que tenia tres ganchos, arriba de cada uno reposaba un nombre, casualmente de un merodeador.

Sabrina era una morocha, que casualmente, era la hermana de un merodeador, lo único que la diferenciaba de este, eran sus ojos, lo cuales habían salido igualitos a los de su abuelo. La chica se paro, estaba muy borracha y aun podía mantenerse en tacos que le hacían parecer que media diez centímetros más (No era que los necesitara) Comenzó a caminar en dirección a su baúl, y lo hacia perfectamente. De su espacioso baúl saco una cámara de fotos. Luego de documentar el "antes" del experimento, se fueron las tres chicas a dormir.

La luz se colaba por la ventana, un pelo rojizo comenzó a moverse en la luz, el sol le daba una tonalidad fuego. La chica se levanto y vio que sus amigas también lo estaban, estaban en pijama sobre la cama de Sally Bosch, una castaña tranquila y amable. De las tres siempre había sido la más paciente. La pelirroja también se sentó en la cama y tomo una de las ranas de chocolate que reposaban en la cama y comenzó a comerla. A ninguna le importaba hacer dieta, les gustaba ser quienes ellas quisieran ser.

Buenos días Lil – Le dijó Sabrina.

Buenos días – Dijó Lilianne Evans, la pelirroja. – Me pasas unos drubus Sall. – La castaña le paso un paquetito a la otra chica.

Bueno, Lil, si estas lista – Dijó la morocha sacando una galera debajo de la cama – Ya pusimos los nombres, haznos el honor – Dijó acercándole el sombrero. La pelirroja saco un papel de la galera y lo abrió. Sabrina y Sally le sacaron el papel y lo leyeron, una sonrisa se surco por el rostro de la pelinegra. – Algo me decía que iba a ser el.

Te toca – Dijó Lily arrancándole el sombrero a Sabrina y poniéndoselo a Sally en frente. La chica saco un papel y lo abrió. A continuación abrió tanto los ojos que casi se le salen. Las chicas se acercaron a ver – Ni que lo hubieras hecho a propósito – Le dijó Lily.

Entonces solo queda… - Dijó Sabrina sacando el ultimo papel del sombrero y lo miro – Si, que comience el espectáculo – Dijó sacando del baúl la ropa que se pondría ese día.

(Más tarde)

Era sábado, por lo que los alumnos estaban desayunando, excepto, una pequeña población del alumnado masculino que esperaba a tres hermosas mujeres fuera del retrato de la dama gorda. Pero esa mañana se sorprendieron, no vieron las túnicas del colegio cerradas, al contrario, estaban bien abiertas. Las chicas llevaban puesto su uniforme, pero… La pollera era bastante corta, dejando ver las espectaculares piernas de las chicas (N/A: Quiero explicar, hace solo una semana que empezaron el séptimo y sexto curso respectivamente. O sea que todavía hace algo de calor.) La camisa, (que llevaban desabrochada en los primeros dos botones y con la corbata floja), Estaba tapada por el pulóver del colegio que se adaptaba a su hermoso cuerpo. Los chicos se quedaron así, observándolas por unos momentos.

Estoy aquí arriba chicos – Les dijó Sabrina señalando su rostro, Sabrina llevaba unas botas de terciopelo negro largas, por debajo de la rodilla, que la hacían bastante más alta de lo que era.

Pelirroja – Dijó un chico morocho alto y muy pero muy pero MUY hermoso, un Huffie. Sus ojos celestes le daban ese toque irresistible y estaba tras de la pelirroja desde que esta tenía trece años.

Jonathan – Dijó Lily dándole un pequeño beso en el cachete (Aunque era muy grande, se sonrojo, como si le quemara donde la pelirroja había apoyado sus labios), Lily llevaba unos zapatos de taco alto color rojo sangre.

No te eh visto desde que empezó el verano – Le dijó el chico en gesto de reproche. Todos los chicos del colegio sabían que Jonathan se veía con Lily a menudo. Y todas las chicas sabían, que si estabas con Jonathan, te divertirías.

Lo siento, estuve trabajando – Las chicas trabajaban en el verano; Ellas eran conocidas como las "Chicas perfectas" No solo eran increíblemente bellas, inteligentes, simpáticas y con opiniones. También eran muy buenas cantantes, y tocaban diversos instrumentos.

Al menos – Dijó el chico apretando a la chica contra su cuerpo – Podemos vernos esta noche… Para divertirnos – Lily pareció pensárselo un segundo, quería empezar con "Fase conquista" pero nada le impedía en la apuesta verse con el morocho a escondidas.

Esta noche, luego de la cena, armario de escobas del quinto piso, a escondidas, ¿Claro? – Dijó la pelirroja pasando un dedo por el pecho del chico.

Como el agua – Dijó el chico besándole caballerosamente la mano y yendo hacia el Gran Salón.

¿Alguna vez han visto esas típicas películas norteamericanas donde las chicas populares, seguidas por seguidores caminan por el pasillo del colegio?, esta no era la excepción. Las tres chicas caminaban como diosas por el pasillo de planta baja del castillo, mientras la población masculina se deleitaba con el cuerpo de las muchachas. Un chico, de unos once años, venia cargando un gran tarro de vidrio con un líquido verde que parecía viscoso. El chico se tropezó, y rompió el tarro encima de Sabrina, de repente, miles de "fans" se acercaron para reprender al muchacho, pero Sabrina los paro. La chica miro al niño, sus ojos estaban rojos, como si fuera a llorar, y en efecto una pequeña lágrima se desprendió de sus ojos y se deslizo por su mejilla izquierda, el niño tenía miedo que la chica fuera a lastimarlo.

¿Por qué lloras? – Le preguntó la chica con amabilidad y suavidad.

Arruine tu ropa – Dijó el chico mientras dejaba escapar otra lagrima. La chica sonrió.

Claro que no – Dijó apoyando su varita sobre su atuendo, y la varita aspiro el líquido verde en un segundo.

Reparo- Dijó Sally, que llevaba unas botas cortas con taco marrón claro, y miles de vidrios que había en el piso volvieron a formar un tarro. Lily se agacho y agarro el tarro.

Ten – Le dijó al niño pasándole el tarro, el chico lo agarro con una sonrisa – Porque no desayunas con nosotras – Le dijó Lily con una sonrisa; aunque el chico apenas empezaba el colegio allí, el ya sabia quienes eran ellas. Es que cuando entrabas, los "hombres" se encargaban de que te enteraras quienes eran ellas.

¿Puedo? – Preguntó el chico con un brillo en los ojos.

Claro – Le dijó Sabrina tendiéndole una mano que el niño agarro con seguridad. Las chicas entraron en la sala común, pronto todas las miradas se voltearon a ellas, las chicas ya acostumbradas, simplemente se sentaron.

¿No les molesta que las miren? – Les preguntó el chico.

No, estamos acostumbradas – Dijó Lily.

Por cierto, ¿Cómo es tu nombre?

Michael Gigdot – Respondió el chico con una sonrisa.

Los merodeadores observaban a las chicas desde lejos, Sirius (Que no disimulaba para nada) observaba fijamente a la hermana de James, sin percatarse, que Lily se había dado cuenta.

Sabrina, tu objetivo te mira fijamente – Dijó Lily.

Rápido, airea tu cabello – Le dijó Sally.

¡¿Qué?! – Preguntó la morocha, algo desconcertada.

Tu sabes, muevelo en forma sexy – Le dijó Sally, y Sabrina hizo exactamente eso, y luego miro al merodeador. Este se sorprendió tanto que casi se cae del banco. La chica rió por dentro.

Lily…

Shh! – Lily señala a Michael, las chicas lo miran, esta embobado mirando a una niña pelirroja de su edad y de Griffindor.

Es muy bonita – Le dice Sabrina.

¿Eh? ¡Ah si! Lo es – Contesta el chico algo desconcertado.

¿Cómo se llama? – Le preguntó Sally.

Rachel Grant, fue seleccionada antes que yo, los dos terminamos en Griffindor.

Mmm, deberías ir a hablarle – Lo trata de convencer Lily.

¿Yo? ¿A ella? No, es… muy bonita, jamás se fijaría en mí. – Dice el chico con un tono algo desilusionado.

Nosotras te ayudaremos, solo, danos tiempo – Le dice Sabrina tratando de consolarlo - ¿Si? – El chico asiente antes de irse para sentarse con unos niños de su edad.

Amor joven – Dice Lily – Que dulce.

Si, hay que pensar como ayudarlo – Dice Sally.

Si, pero más tarde, ahora, toca poner en marcha la fase uno, conquista – Dice Sabrina parándose y dirigiéndose donde están los merodeadores, seguida por las chicas.

Las chicas (Para sorpresa de todos y de los merodeadores en especial) Se sentaron al lado del que les tocaba conquistar.

Hola Sirius – Le dijó Sabrina al morocho, el chico sorprendido simplemente asintió. – ¿Qué pasa? ¿No puedes hablar? – El chico negó con la cabeza. La chica simplemente dejo escapar una suave risita. – Bueno, James, ¿Cuándo será la próxima práctica de quidicht? – James, aun sorprendido por tener a la chica de sus sueños sentada a su lado, solo asintió. Su hermana, que se la veía venir, volvió a preguntar. – JAMES – Dijó pasando su mano enfrente a los ojos del chico, que reacciono. – Te preguntaba, cuando será el próximo entrenamiento de quidicht.

¡Oh! Hoy a las seis de la tarde en el campo – Dijó ya entrando en razón.

¿En serio? – Preguntó Lily mirando a James – Entonces, te iré a ver – Dijó Lily poniendo su mano sobre la rodilla de James, el merodeador se sonrojo, lo cual provoco una sonrisa en la cara de Lily.

Bueno Sirius, supongo que practicaremos juntos – Ya que Sabrina era la buscadora del equipo, y Sirius era el guardián. Sabrina fue acercándose a Sirius, como si fuera a besarlo, cuando sus caras estaban a solo dos centímetros, la chica estiro el brazo para agarrar una jarra de jugo de calabaza, y servirse en el vaso, el chico podía jurar que lo hacia para incitarlo.

Los chicos pusieron atención en la pareja que se estaba besando atrás suyo, Sally y Remus, aunque no se podía distinguir cual era cual. Una mano del licántropo acariciaba la pierna de Sally, (Que gracias a la pollera estaba bien al descubierto) Sabrina miro a Lily, como diciendo "esta nosotros esta ganando" y la chica comprendió al instante.

¿Qué tal si vamos a dar un paseo? Digo, para dejarlos solos – Dijó Lily, y Sabrina asintió, los otros dos chicos simplemente se encogieron de hombros.

Vamos – Dijó Sabrina agarrando a Sirius por el brazo y saliendo del gran salón. Del gran salón simplemente se dirigieron a los patios, los cuales estaban desiertos.

Los cuatro caminaban en silencio, observando solo los alrededores, un silencio, que no les pareció necesario interrumpir. Caminaron así hasta que llegaron al lago, allí se sentaron. Sirius no podía evitar mirar a Sabrina, esta lo miraba cuando este la miraba. James, simplemente había apoyado su espalda en un árbol para observar el lago, amaba a Lily, y había cambiado por ella. Pero no quería que se diera cuenta tan obviamente. Por su lado, Lily si había notado el cambio, le asombraba que Potter no estuviera sobre ella, se veía tan tranquilo, tan maduro, tan… apetecible. La pelirroja se dio cuenta lo que estaba pensando y sacudió su cabeza. No supieron cuanto tiempo pasaron allí sentados, pero algo había surgido de allí. Ni Lily, ni Sabrina miraban igual a los dos merodeadores. Al cabo de un rato, James miro su reloj.

Ya son las diez – Dijó el morocho – mejor vamos – El chico se paro y le tendió una mano a Lily para que hiciera lo misma, esta la acepto con ganas, mientras que Sirius estaba dormido sobre la falda de Sabrina.

Ustedes vayan, yo me quedo aquí con el – Dijó la morocha, y los otros dos solo asintieron, mientras se dirigían al castillo.

Comenzaron a caminar por los pasillos, abarrotados de gente. Lily miraba a James, no podía creer que aun no le había preguntado para salir. Ahora que lo pensaba, no le había pedido ni el día que volvían a Hogwarts, el siempre le pedía en el tren. Ya había pasado una semana y el no le había pedido para salir, ni una vez. Y lo estaba viendo más seguido en la biblioteca, estudiando y haciendo sus tareas. Y no había hecho ninguna travesura, pero si ya había pasado una semana…

Tengo que ir a la biblioteca a hacer un trabajo, ¿Si? – Le dijó James, sacándola de sus pensamientos.

¿De que? – Preguntó Lily.

Pociones – Respondió el morocho.

Entonces déjame ayudarte – Dijó Lily poniendo su mejor sonrisa.

No creo que… - Lily puso cara de perrito abandonado, lo que hizo que James se ablandara – Esta bien. – Dijo resignado. Así se marcharon los dos, a la biblioteca. El día uno de la conquista había terminado, ahora solo quedaba paz.

Cap 1, listo. Jejej. Bueno, espero les haya gustado, como ven, las chicas también podemos ser populares, y lindas y…

(James y Sirius pasan con caras de embobados por al lado de la autora, que esta en una cabina, con auriculares y un micrófono enfrente. La autora abre la puerta de la cabina y tira de James y Sirius hacia adentro, deja los auriculares en la mesa con el micrófono)

Autora: ¡James! ¡Sirius! ¿Qué les han hecho?

James: ¡Oh!, nada, es solo que cupido ah escuchado nuestros pedidos.

Sirius: Te salio una rima (Dice con una sonrisa babosa)

Autora: ¡Oh no! Ustedes no eran así, ¿Quién les hizo esto?

Sirius: El amor… El amor…

James: Lily, que linda se ve, siempre…

Autora: James, no olvides el plan, el plan que hiciste durante el verano con tus amigos, no ibas a perseguirla ni hacer esas cosas que hacías, ¿Recuerdas?

James: Si, pero no puedo creer que me haya hablado… (La autora gira los ojos)

(Remus entra en la habitación, la autora se tira sobre el)

Autora: ¡Remus! Que bueno que viniste, ¡las chicas han hipnotizado a estos dos!

Remus: ¿En serio? Que bueno… (Dice con la misma expresión babosa)

Autora: ¡Remus! ¡Remus! (La autora mira el cuello de Remus) ¡Remus! ¡Que son esas marcas! (Pregunta indignada y asqueada)

Remus: Marcas del amor, marcas del amor autora…

Autora: Mientras estos se recuperan, yo voy cerrando el cap, será hasta el próximo cap o en la próxima historia, (Si quieren, pueden leer alguna de mis otras historias)Jejeje… Nosotros vemos! Más de "La apuesta" en el próximo cap.

(Silencio en la cabina, todo oscuro)

James: ¿Qué paso?

Sirius: Cállate que ya termino el cap.

Autora: Si no se callan ahora, haré que los saquen del equipo de quidicht, ¡¡A LOS DOS!!

(Silencio en toda la cabina)

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