Prefacio

La punzada de tu recuerdo permanece en mi muerto corazón.

La desolación de un alejamiento capturado dentro de las paredes de mi mente.

Y por ultimo, el martirio de un reencuentro apuñalando mis sentidos no me dejan respirar.

Los sentimientos que despierta en mí son irreversibles haciéndome desear una neutral soledad.


Nostalgia


Todo era tal fácil con él a mi lado, el suave rose del viento en mi rostro no se asemejaba a sus caricias, el perfecto sonido proveniente de la naturaleza no podía ganar a su armoniosa voz. Él, mi perfecta alma gemela, la otra mitad tan bien trazada para mi encaje.

Ahora nada más queda pensar que algún día moriré para parar la desolación y el sufrimiento que día a día compiten por destruirme.

Se han terminado las gotas de cristal, se ha extinguido el sollozo, es hora de usar la máscara de hierro una vez más para salir hacia ese mundo que deseo abandonar.

Como todos los días, después del alejamiento, baje las escaleras para introducirme silenciosamente a la cocina, extraje de la alacena un recipiente y un poco de leche, note que no me vendría mal cereal para desayunar. Irónico, como si no lo comiera todas estas ultimas mañanas desde aquel día.

-Bella cariño ¿qué haces despierta tan temprano?- me volteé para mirarla fijamente, era Renée, mi madre, quien acababa de levantarse.

-Acaso no es un poco obvio mamá-sabia que debería dejar de ser un poco dura, pero no quería comenzar una de sus inobjetivas conversaciones, por lo cual terminé rápidamente, lavé los trastos y cogí mi mochila excesiva de peso- mamá, no me esperes para almorzar, pasaré a casa de Ángela a almorzar y haremos un trabajo juntas, te avisaré alguna novedad, adiós- salí enseguida sin darle plazo de hablar, se que sospecharía pero eso me daba igual, mi corazón espinoso quería que Renée sintiera un poco del dolor que me hizo sentir por sus consejos egoístas.

Nada…era lo que reflejaba, absolutamente nada.

Llegué temprano al instituto en Phoenix, vivir ahí era torturoso, así lo quise, creí que me merecía eso, que era lo mejor para mi. Lo único que me hacía sentir VIVA eran esos sentimientos cortantes, soy absurda, se que ya lo perdí pero esa era yo… la gran masoquista.

Escuche unos pasos acercándose a mí, yo tenía los ojos sobre mi antiguo libro "Cumbres Borrascosas", uno de mis favoritos, reconocí ese suspiro pero igual no quite ni un segundo la vista de las páginas.

y bien Bella ¿estás lista? – sonreí o al menos creí haberlo hecho como respuesta, era lo menos que podía ofrecer al sustento, sin su existencia ya me hubiera desmoronado.

Desde luego, ya quiero ir contigo a Forks- mentira. Mi mente me lo repetía, inconscientemente me aferraba a esa vida torturosa, pero no podía decir lo contrario había decidido sucumbir en ese lugar, ese era mi plan.

Umm… claro- lo dijo en un susurro, noté que en su rostro empezaba a nacer un gesto de duda y temor.

Era yo la que siempre estaba causando sufrimiento, un ser de la desgracia para la desgracia pero eso debía reservármelo y utilizar la máscara de la alegría antes de que me descubra.

Ángela Weber- levante una ceja para llenar la frase de intriga- deseo realizar el viaje, este lugar… no es en el que yo deba estar- "solo me trae malos recuerdos" era la frase adecuada para ser dicha pero no quería que se sintiera mal. Hipócrita, mentirosa y masoquista. PERFECTO en todo eso me e convertido, en lo que él menos hubiera deseado, pero es el precio, mi precio.

Sus ojos se llenaron de sorpresa, Ángela no esperaba que hablara indirectamente sobre eso, pero lo tenía que hacer, para convencerla. Me miró unos segundos pensativa y luego note que empezaría a hablar.

esto… yo creo lo mismo… sabes que todos lo pensamos- y sus ojos se abrieron como platos, se dio cuenta que había un grave error al comentarme eso- quiero decir Phoenix no nos conviene más, debemos comenzar algo nuevo, con personas nuevas, y aventurarnos, sentir por fin un poco de libertad.

Liberarme. Estaba dispuesta a cualquier cosa para dejar este mundo pronto y Forks era el perfecto asesino, así me volvería solo un nombre para recordar. Una absurda sonrisa dibujo mis labios, y lo vi, vi confusión en ella.

lo entiendo, por eso debo irme-

Muerte estoy a tu merced.

"me sentiré un poco apenada por irme sin decir nada a Renée"

Dolor, el precio de la venganza.

"ella lo entenderá…"

La paz, gran final, solo… para mí.

Renée, ella es fuerte- escuche rencor en su voz, vi pena en sus ojos, ella era tan insufrible.-Bella sabes que ya no puedes regresar a casa, venir a despedirnos fue buena idea, Jacob estará feliz, y tus maletas, están en mi casa luego pasamos por todo allá. – se encogió de hombros para luego tomarme del brazo y empezamos a andar.

El camino estuvo contemplando por una conversación completamente trivial, por ejemplo que la casa estuvo desocupara desde hace dos años, cuando sus padres se habían mudado a Phoenix, de su mejor amigo Ben, al nuevo instituto al que asistiremos, cosas que ya había escuchado antes, y al final, lo divisamos, aquella sonrisa perfecta, era Jacob mi mejor amigo, al igual que lo fue de él. Al principio estaba ensimismado en su pensamientos, me dio curiosidad saber que rondaba por su mente, pero decidí dejarlo ser, Ángela le hizo un suave peñisco en la cintura y el nos miro con un brillo de dulzura en los ojos.

chicas que alegría que vengan a despedirse de mí- nos abrazó al instante, recuerdo cuando antes lo hubiera tolerado por naturaleza, pero ahora toleraba esos signos de afecto por compromiso.- Bella te deseo lo mejo en Forks, descuida que trataré de ir a visitarlas lo más seguido que pueda- tenía cada mano apoyada en nuestros respectivos hombros.

Jacob yo también te deseo rosas- bufó Ángela haciendo ademan de puchero.

¿me deseas Ángela?- una sonrisa pícara nació en su moreno rostro.

Jacob Black, eres caso perdido- un leve sonrojo escalo las mejillas de mi querida amiga y sentí un hincón en el pecho.

Nostalgia, rayos yo soy humana, en ocasiones como estas quisiera poder transmitir todo lo que ellos tienen impregnados en sus ojos una vez más.

Y de pronto comenzaba a oír a lo lejos una conversación, con 5 años en retroceso por el tiempo.

-Bella eres una adoración- había posado sus ojos en mi pequeño obsequio de cumpleaños haciendo que los colores escalaran a mi rostro.

-soy solo yo, es normal no- sonreí por lo bajo y él puso los ojos en blanco.

- Ok, gracias por el medallón, es admirable como me refleja a ti, la foto del interior en donde nos encontramos juntos es lo mejor… como debe de ser- una sonrisa torcida era lo que me entregaba a cambio, y no pedía más.

-descuida, es tu día te lo mereces- deposité un beso en su mejilla, era lo único que podía haber hecho a mis cortos 14 años, sobretodo por ser solo su mejor amiga.

- asombroso, si me das este tipo de regalos preferiría que todos los días sean mi cumpleaños.- posó la mano que no tenía ocupada por mi obsequio en donde segundos antes mis labios habían tocado.

-si dices cosas así seré un tomate viviente el resto de mi vida- sentí una vez más mis mejillas estallar.

- yo Masen le doy mi palabra de que seré suyo, el lazo que acaba de batir lo e tomado como sus ojos me lo pedían y mi corazón me lo dictaba- perfecto, una vez más hacía notar su amor por la literatura.

-Pues sus palabras me han conmovido, mi corazón le esta agradecido- las risas se oyeron por parte de ambos, en un segundo le di el segundo beso del día en la misma mejilla, ni yo misma lo esperaba.

-No me tientes Bella Swan, no lo hagas- Edward había utilizado un tono profundo y me sobresalte, lo mire por unos cortos segundos, para luego sentir una oleada de calor que recorría mi rostro.

-Eres adorable sonrojada- su voz aterciopelada fue como una descarga y me había dejado shockeada.

-Pues…gracias, Edward…desearía que seamos los más grandes amigos de la historia, no quisiera perderte- porque era verdad, lo que sentía era de una gran amistad, ingenua ya estaba enamorada y aún no lo sabía.

-claro Isabella, unidos hasta la eternidad- sus palabras me reconfortaron aunque las mías llegaron a el como un hincón.

-y bien Isabella, ¿nada que desees comentar?-note como el tiempo había pasado y seguramente la charla de mis amigos, a la cual yo había estado absorta, había terminado.

-Bella estuviste muy callada, más que de costumbre ¿acaso no me quieres dejar?, si es eso te puedes quedar a mi lado- Jacob como siempre con su típicas bromas, pero su oferta era un cero a la izquierda.

-Lo siento Jacob paso de ti, creo que debemos irnos Ángela, el vuelo sale en dos horas- empecé a caminar en dirección a mi auto, un Audi A5 Cabrio azul marino. Escuche un adiós Jake, te llamaremos de parte de Ángela y ella me imito subiendo al auto.

-este va hacer un viaje agotador, vamos a mi casa pronto- me dijo sonriente, algo le perturbaba, pero sabía que pronto me iba a enterar, esperaría pacientemente a que ella misma me lo diga, pero su mirada perdida me decía que nada bueno se avecinaba.

Cuando llegamos a su casa, sus maletas y las mías esperaban en la sala, su madre nos miraba triste y complacida a la vez.

-cuídate mucho mamá, te llamaré ni bien me encuentre en casa- era una escena conmovedora ver a madre e hija despidiéndose.

-Ok hija, cuídense ustedes dos por favor, cuando estés allá trata de ir pronto con Ben donde los Newton ya que está trabajando en su tienda.- seguro que ni bien estuviéramos allá ella saldría a los brazos de Ben, es más que su amigo de Forks, él es el amor de su vida.

Solo esperaba que la muerte me encontrara en Forks de una buena vez, era el escenario perfecto, era sombrío, él anhelaría de alguna forma en la otra vida la oscuridad de hoy, pues según Jacob estaba dejando mi pasado atrás, aunque yo sabía que estaba tatuado en mi alma.


wii...xfin cuelgo el primer cap de mi fic ya era hora xD! espero que les agrade,no soy nueva escribiendo pero si soy nueva x estos lares.

acepto cualqier tipo de comentario asi que solo presionen el botoncitO verde xD!

besOs. *Glarea*