Tras darle el alta a Sebastian, House y Cameron salieron de la sala de diagnósticos juntos y bajaron hasta recepción.

-¿Vas a salir con él? – preguntó House mientras salían del ascensor.

-¿Es de tu incumbencia? – respondió Cameron sonriendo. House la miró fijamente.

Llegaron al aparcamiento, cuando Cameron se disponía a irse hacia su coche, House la agarró de la muñeca. Ella se dio la vuelta y le miró.

-¿Qué haces? – preguntó ella mirándole.

-¿Vas a salir con él? – repitió House.

-¿Desde cuando te importa con quién salga House? – preguntó Cameron. Le estaba poniendo entre las cuerdas.

-Te vi cogerle la mano – dijo él desviando la mirada al suelo.

-¿Celoso? – preguntó de nuevo Cameron.

-¿Vas a salir con él? – dijo House.

-House, mírame – le pidió Cameron. Al ver que no lo hacía, le cogió la barbilla y le obligó a mirarla – contéstame, ¿te gustaría que saliese con él?

House seguía agarrando la muñeca de Cameron, y bajó la mano hasta que entrelazó sus dedos con los de ella. Cameron miró la mano y sonrió. Le miró de nuevo.

-No voy a salir con él, no tendría futuro. Pasa demasiado tiempo en África. – dijo Cameron sonriendo. House la miró y sonrió también.

-Mañana te veo Cameron – dijo House soltándole la mano.

-Hasta mañana – dijo ella.

Cada uno se fue por su lado, Cameron se dio cuenta de que nunca le arrancaría un "te quiero" a House, pero aquel gesto le fue suficiente para saber que al menos le importaba demasiado como para no dejarla ir.