No había nada mejor que ser vampiro.

Naces, creces, te vuelves responsable y dedicado a tus propios asuntos.

Eliges una vida.

Yo no elegí la mía, pero mi padre la eligió por mí. Y acertó completamente cuando me convirtió en lo que soy.

Los humanos son mi comida, mi sustento, no más.

Era poderosa. Más que ningún otro y por eso sabía que Edward el protegido de los Cullen era el enviado del mal, su madre solo lo trajo al mundo con un solo objetivo. Joderme la vida de manera irreparable quizá.

Era poderosa. Tenía más de quinientos cincuenta años, un don que pateaba culos sin mirar muy bien a quien. Era la vampira perfecta, deseada por la corte vulturi, amada por mi padre Aro y sus súbditos.

Tenía un don que era extraño explicar. De cierto modo era un escudo que me protegía de todos los ataques y al mismo tiempo absorbía o revotaba el don de los demás mientras yo lo hacia mío para atacar por minutos o quizás horas.

Era perfecta, y el enviado del mal (coff coff Edward Cullen coff coff) lo sabía.

Había tres cosas a las cuales yo atendía.

Una: al llamado de mi padre (aunque hiciera morisquetas)

Dos: al llamado de marco y cayo.

Y tres: a Esme y Carlisle.

Los respetaba y sentía un profundo amor por ellos. Si Esme decía, venga chica, deja eso allí. Yo lo dejaba de buena gana si Carlisle en su gran son de paz me pedía no matar a ningún humano yo asentía y aceptaba aunque me doliera en el profundo de mi ser.

Y eso por supuesto, me trajo problemas.

Estúpidos problemas.

El humano claro (estúpido Edward) era sin exagerar un grano escondido por allá por donde no te entra el sol. Pero, que sabía cómo meterse dentro de mi. (en serio sabia, que rico) lo cierto es que la vida da muchísimas vueltas.

Ayer estaba disfrutando de mi vida, mañana quizá Alice me diría que tal estaría.

Pero el enviado del mal, segurísimo podría mi mundo de cabeza.

El mundo vampírico estaba en rumores de una futura guerra. Los del clan Inglaterra intentan destronar a mi familia italiana y yo sería llamada para luchar como la mujer fuerte que siempre fui.

Pero, ¿Soy fuerte en realidad o Edward también me haría volcar eso de un momento a otro?

Estúpido humano.