Disclaimer: Sí, soy Meyer, aprendí español, me mudé al sur de América y ahora juego con mis personajes para disfrutar un poco, ¿a que no soy genial? Bleh, lo saben.
Claim: Un Paige/Andy. ¿Hay algo escrito de ellos? ¿No? ¡Malvados, esta pairing es azúcar !
Advertencias: Llama al 0800-noselasdiré para averiguarlo ;D
Notas: Expandiendo mi imperio (?) y explorando personajes que nadie más ha tratado. Punto.
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It's not so hard
`It's not so hard to understand why I love you,
and why I go mad every time you go away...
even if it's just for a couple of days´
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— ¿Volverás, cierto? —su voz se quebró; ella estaba completamente angustiada. Nunca le agradó que Andy tuviera que subir a la superficie, con todos esos buscadores al acecho.
— Paige, descuida, regresaré. Lo prometo, ¿vale? No te angusties —le besó tiernamente la frente y luego la estrechó contra su pecho, acariciando con gesto ausente su espalda.
Ella aferró sus manitas a la remera de Andy, lo más fuerte que pudo, como si aquello fuera a evitar que él se fuera a la expedición.
— Promételo, Andy, júrame que volverás a salvo. Por favor —en su voz se notaba que las lágimas estaban próximas a salir.
El muchacho suspiró; su novia era muy emotiva, y una sonrisa colgó de sus labios resecos al pensar en ello.
— Lo juro, Paige, palabra de boyscout, ¿vale? —puso una mano al aire y habló solemnemente. Paige rodó los ojos y luego sonrió. Andy continuó con voz más dulce—: Ya, cielo, estaré bien. Déjame ir, me necesitan.
La mujer tragó grueso, aún con el miedo en sus ojos cristalinos—. Vale, cuídate.
Él asintió, con una sonrisa para quitar tensión al asunto, y luego le tomó de la barbilla. Sus labios se unieron primero tímidamente, para luego reclamarse el uno al otro. Cada uno reflejaba lo que eran; los labios de Paige eran tímidos, a veces queriendo tomar mayor confianza, más lentos e inseguros. Pero nunca dejando de ser delicados. Los labios de Andy eran más bruscos, pero no dejaban de ser tiernos, y siempre marcaban un ritmo más rápido, que Paige intentaba seguir.
Al separarse por falta de aire, ambos jadeaban levemente y sus labios estaban rojos y apenas hinchados.
— ¡Andy, no hay tiempo! —oyó a alguien gritarle desde lejos.
— Te amo, nunca lo olvides, cielo —le besó la mano y se fue corriendo en dirección al grupo de expedición.
Paige lo vio alejarse, y por el rabillo del ojo vioa Wes despedirse de Lily de la misma manera. Suspiró.
No era tan difícil imaginar cómo se sentía en esos momentos. Lily la comprendía, y ella a Lily.
— Yo también, Andy.
