Hola al que esté leyendo esto :D
Este es mi primer fic de Harry Potter, espero que les guste.
Declaimer: EL UNIVERSO DE HARRY PORTTER NO ME PERTENECE, ES PROPIEDAD DE J.K. ROWLING, YO SOLO ME DEDIDO A DIVERTIRME CON ESTE MARAVILLOSO MUNDO DE FANTASIA Y CUALQUIER PERSONAJE QUE NO RECONOZCAN ES DE MI TOTAL PODER.
ENJOY
Expreso Hogwarts
El primer día de septiembre trajo consigo una mañana de temperatura agradable, pero con un paisaje anaranjado, las hojas de los árboles ya comenzaban a teñirse de esos colores. Era como si el otoño se hubiera adelantado ese año. Una familia de cinco integrantes cruzaba al trote la ruidosa calle hacia la enorme estación de trenes. En lo alto de tres cargados carritos que empujaban los padres y un muchacho de quince años se tambaleaban tres jaulas con lechuzas que ululaban indignadas. Una niña pelirroja no dejaba de sonreír emocionada, no cabía en sí por lo ansiosa que estaba.
–Lily, ¿podrías quedarte tranquila?–preguntó James algo irritado, su hermana dejaba de preguntarle a él y a Albus sobre Hogwarts, siendo que hizo exactamente las mismas preguntas durante todo el verano. Y cuando decía todo, se refería a todo.
–No seas así con tu hermana, James– lo regañó la voz severa de Ginny Potter. El mayor de los tres hermanos solo puso los ojos en blanco, pero se calló de todas maneras.
–¿Pero que sucede si quedo en Slytherin?– preguntó algo temerosa la pequeña pelirroja. Su padre posó una mano sobre su hombro.
–Oye, yo soy de esa casa– dijo Albus haciéndose el ofendido, pero finalmente le dedicó una sonrisa a su hermana consentida.– En tal caso quedaríamos juntos, ¿no?
–No creo que eso la alivie mucho, Al– dijo bromista James, pero al sentir la mirada severa de su madre encima prefirió guardar silencio.
Los cinco Potter habían llegado frente a la barrera. James le echó una ultima mirada a sus dos hermanos por encima de su hombro; luego empujó el carrito que conducía y comenzó a correr. Un segundo después se había esfumado. El resto de la familia no tardó en imitarlo. Los Potter aparecieron en la plataforma 9 3/4, desdibujada por el denso y blanco vapor que salía de la escarlata locomotora del expreso de Hogwarts. James ya se había perdido entre la multitud.
–¿Dónde se encontrarán?– preguntó Albus escudriñando entre los padres y alumnos que se encontraban en la plataforma.
–No tardaremos en encontrarlos– le respondió Harry.
Por su parte, James buscaba a sus amigos, cosa que no tardó en lograr. A lo lejos divisó la cabeza pelirroja de su amigo y primo, Louis Weasley, acompañado por su hermana Dominique, que ese año escolar cursaba su séptimo y último año en Hogwarts, una muchacha pelirroja, pecosa y que al igual que su hermana Victoire poseía rasgos de veela.
–¡James!– exclamó Louis para llamarle la atención.–¿Has visto a Rick?
–¿Cómo está el nuevo prefecto de la familia?– preguntó burlón el morocho. Pero luego optó por responder a su pregunta con tal de evitarse el ver cómo el pelirrojo lo fulminaba con la mirada.–En eso estoy– dijo Potter mirando por arriba de la cabeza de su primo.
–Hola, James– lo saludó Dominique. Tras ella sus padres, Bill y Fleur lo saludaron con la mano. El chico les sonrió y los saludó. Después ella y sus padres se marcharon en busca del resto de los primos.
James siguió buscando a su amigo con la mirada. Se quedó mirando en la dirección donde se encontraba una pequeña familia, pero no era precisamente la familia de la persona que buscaba. A Louis le llamó la atención la mirada perdida de su primo y siguió su mirada. Una traviesa sonrisa apareció en el rostro del pelirrojo. Esa sonrisa usualmente le daba la impresión a la gente de que debía tener cuidado con su cartera y no dejar en el poder del chico nada que tuviera filo.
–¿Cassie?– preguntó regresando la mirada a su primo– ¿Cuándo va a ser el día en que vas a dejar de mirarla de lejos y te acercarás para hablarle?
Las mejillas del moreno se pusieron rojas y desvió la mirada en un intento por ocultarlo.
–Deja las idioteces– dijo algo molesto. Louis volvió a mirar en dirección donde se encontraba la familia.
–Viene hacia aquí.
James miró nervioso hacia allá y pudo comprobar que el pelirrojo tenía razón. Una chica de cabellera rubio platino, que tenía mechones de color rojo, de ojos verdes y de pecas se acercaba hacia ellos con una sonrisa radiante. Cuando llegó junto a ellos su cabello se volvió de color castaño claro. Lo cual era clara señal de que se trataba de una metamorfomaga.
–¡Hola, chicos!– exclamó al llegar junto a él.
–Hola, Cassie– dijo Louis devolviéndole el saludo. Los ojos verdes de la muchacha se posaron sobre James a la espera de que hiciera lo mismo que su primo.
–Hola, Campbell– dejó salir el moreno junto con una pícara sonrisa.– ¿Me extrañaste durante las vacaciones?– La chica puso los ojos en blanco con fastidio.
–Pensé que cambiarías un poco esa actitud de ser el ombligo del mundo durante el verano, Potter– dijo visiblemente molesta. Luego se volteó al pelirrojo– Nos vemos luego, Louis– dijo con una sonrisa antes de volver con sus padres. James se quedó mirando a la chica hasta que sintió que alguien lo abrazaba del cuello.
–Supongo que tuviste un buen inicio de año, James.- dijo un muchacho de cabellera castaña, de ojos color chocolate y de sonrisa burlona. Richard Lewis, mejor conocido como Rick. Era obvio que había visto lo que sucedió con Cassie. El morocho rodó los ojos y comenzó a caminar.
–Nos vemos en el tren– dijo saliendo en la búsqueda de su familia para despedirse.
James tardó por lo menos diez minutos en encontrar a su familia entre la multitud, pero al menos el montón de cabezas pelirrojas acumuladas en un sector le dio un pequeña idea de donde estaban. Lo que más le costó fue abrirse paso entre tantas personas que se encontraban en el andén. Al llegar junto a sus padres pudo ver que estos conversaban animadamente con su tíos y padrinos, Ron y Hermione Weasley. Junto a ellos se encontraban el pequeño Hugo, quien no paraba de hablar de lo emocionado que estaba por ir a Hogwarts con Lily, y Rose, quien mantenía una conversación con Albus. A lo lejos también vio al tío George y a la tía Angelina despidiéndose de los mellizos Fred y Roxanne, quienes cursaban su último año al igual que Dominique.
Se escuchó el primer silbido del tren. Hora de irse. Se acercó a su padre, quien le dio unas palmadas en la espalda y le pidió que por favor no causara tantos problemas ese año. Y al acercarse a su madre ésta lo envolvió entre sus brazos.
–James, cuídate y por favor, hazle caso a tu padre, no queremos recibir otra lechuza que diga que has hecho volar los lavabos del segundo piso– dijo en un intento por sonar severa, pero la verdad es que estaba tan emocionada por despedirse de sus hijos otro año más, que no fue capaz de lograrlo.
Comenzó a avanzar hacia el tren y mientras que subía sus cosas miró hacia atrás una vez más. Allí vio como su padre le revolvía el cabello a Albus mientras que su madre estrujaba a Lily entre sus brazos. Sonrió y se metió en el tren. Tardó un poco en encontrar el compartimiento en el que iban Louis y Rick, de hecho, durante el trayecto se cruzó con el compartimiento en el que iba una de las amigas de Cassie, Veronnica Stevenson, aunque todos le decían Ronnie.
Cuando ella lo vio le sonrió y le saludó con la mano, gesto que James imitó. No llevaba una mala relación con Ronnie, francamente se llevaban bastante bien, no eran amigos íntimos, pero no se quejaba.
Siguió avanzando hasta que se encontró con sus amigos. Bueno, a uno de ellos. Rick estaba patas arriba en uno de los asientos, literalmente. Sus pies estaba para arriba mientras que su cabeza colgaba del siento mientras que leí al "Quisquilloso". Tenía cierto gusto por ese tipo de cosas. A pesar de que encontraba muy extraño lo que decía en esa revista (y ni hablar de su dueño), no podía decir nada malo en contra su contra. La hija de Xenophilius Lovegood, su dueño, era amiga de la familia. Su nombre era Luna Scamander. Además de que sus hijos iban en su mismo curso, Lysander y Lorcan Scamander, ambos de Gryffindor.
James optó por sentarse al lado de su amigo sin preguntar por qué era que estaba sentado así. Miró de reojo la revista, pero no entendió nada de lo que salía. Salían unas especies de runas. Eso explicaba por qué Rick los leía. El muchacho estaba en la clase de Runas Antiguas. Aburrido de que no lo tomara en cuenta, empujó sus piernas, provocando que el muchacho se cayera.
–¿Qué mierda te pasa, Potter?– dijo molesto el muchacho mientras que se ponía de pie.
–¿Sabes dónde está Louis?– preguntó haciendo caso omiso del reclamo de su amigo.
–Debe de estar con Ronnie y los otros prefectos– dijo masajeándose el cuello, le dolía debido al golpe. James tardó un poco en procesar esa información.
–Espera... ¿Ronnie es prefecta?- preguntó algo sorprendido. Rick lo miró algo extrañado.
–¿Esperabas que fuera alguien más?
–Bueno...- iba a decir que espera que fuera Cassie, pero prefirió cerrar la boca. En eso entran los gemelos Scamander al compartimiento. Ambos chicos tenían cabellera rubia y ojos grises soñadores.
–Hola, chicos– dijeron los hermanos al mismo tiempo mientras que se sentaban frente a los dos muchachos.
–¿Y Louis?– preguntó Lorcan. Una de las pocas cosas que lo diferenciaba de su hermano Lysander era que sus facciones eran algo más toscas.
–Con los prefectos– les informó James. Ambos hermanos se miraron y asintieron.
–Pensamos que mamá mentía cuando nos lo contó– dijo Lysander encogiéndose de hombros.– Ya saben que a veces su palabra no es muy confiable. A veces cree escuchar algo...
–...Y después anda por ahí diciéndolo, a pesar de que está equivocada– completó Lorcan.
Notaron como el tren comenzaba a moverse. Los cuatro chicos se asomaron por la ventanilla para poder divisar a sus familias. James dijo adiós a sus padres con la manos hasta que el tren dobló una curva y se perdieron de vista.
James se sentó en su asiento, al igual que sus amigos, y comenzaron a hablar sobre Quidditch.
El Expreso Hogwarts seguía hacia el norte, sin detenerse. Y el paisaje que se veía por las ventanas se fue volviendo más agreste y oscuro a medida que iban aumentando las nubes.
A través de la puerta del compartimiento se podía ver gente que iba de un lado a otro. Las tres lechuzas que habían en el compartimiento ululaban indignadas. Una le pertenecía a James, era atigrado con tonos cafés y se llama Tabby (1) (nombre que James juraba que se lo había puesto su hermana Lily), la de Rick era negra como la noche y se llamaba Ares (como el Dios de la guerra) y la última le pertenecía a los hermanos Scamander, que era gris veteada a negro y se llamaba Tinkle (2) (nombre que le había puesto su madre).
Cerca de las una de la tarde llegó la bruja regordeta que llevaba el carrito de la comida.
–¿A qué hora crees que aparezca Louis?– preguntó Rick mientras que miraba con sumo cuidado lo que había en el carrito.
–Yo que sé. ¿Acaso me ves cara de agenda?– preguntó James mientras que la bruja le daba unos pasteles con forma de caldero.
A medida que avanzaba la tarde Aaron Zabini, un chico de tez bronceada, pómulos marcados, pelo negro cortado a lo militar y de ojos negros algo separados, apareció frente a la puerta de su compartimiento con el pecho inflado para que todos pudieran ver su insignia de prefecto. Tras él iban sus subordinados que se hacían llamar sus amigos.
–Mira a quiénes tenemos aquí– dijo Zabini abriendo la puerta y daba a relucir sus torcidos diente con una sonrisa.– A Potter, los gemelos lunáticos y al chiflado.
–¿Se te van acabando los apodos con el tiempo, Zabini?– preguntó Rick sin siquiera mostrar rastro de que se hubiera ofendido. El muchacho frunció el ceño.
–Hey, Zabini, supe que a tu padre lo habían ascendido por su gran desempeño. ¿O acaso eso también fue gracias a la maldición Imperius?– preguntó James.
–Cierra la boca, Potter. Debes andar con cuidado con cómo le hablas a las personas– le advirtió inflando un poco más el pecho, si es que eso era posible.
–Ah, claro, ahora le debo tener respeto a un idiota con cara de mandril que se cree prefecto– dijo James con fingido desanimo. Zabini sacó su varita, pero James fue más rápido y posó la suya sobre el pecho del muchacho.– Muy lento.
–¡James!– lo llamó una voz femenina. Al voltearse se encontraron con Cassie, quien en esos momentos llevaba el cabello pelirrojo.– Baja esa varita.
–Hazle caso a tu novia Sangre Impura, Potter– dijo Zabini con una sonrisa triunfal en su rostro, pero James se encargó de borrársela poniendo su varita en su cuello.
–Bastardo...– dijo molesto.
–James, déjalo, no vale la pena– dijo Cassie notoriamente nerviosa. James miró unos segundos el piso y luego sonrió mientras que bajaba su varita.
–Como tú quieras.
–¿Siempre le haces caso a tu novia, Potter?– preguntó Zabini burlón dispuesto a irse, pero apenas dio un paso y se tropezó. Miró sus pies y vio como los cordones de sus zapatos estaban amarrados entre sí. Levantó la mirada y vio como Lorcan movía juguetón su varita entre sus dedos mientras que el resto se reía, incluso Cassie tuvo que hacer el esfuerzo por no reírse.
–¿Qué pasa, Zabini? ¿Tropezaste con tu enorme orgullo?– preguntó el morocho cruzándose de brazos y sonriendo triunfal.
–Ésta me la pagas, Potter– dijo antes de salir de allí ayudado por sus subordinados para que no se volviera a caer.
Todos explotaron de la risa. Tal era el punto que incluso Cassie se les unió. James la miró mientras que ella reía. Se veía hermosa con ese cabello pelirroja, que por un momento creyó en lo que su padre le había dicho una vez.
Los Potter tenemos debilidad por las pelirrojas.
Pero borró ese pensamiento casi de inmediato, era una burrada, además, Cassie podría tener el cabello de cualquier color y se vería hermosa. De hecho, eso sucedía, seguido.
Cassie era hija de una bruja que era reconocida por sus pociones. Mientras que su padre era un muggle que trabajaba como doctor. Nunca en su familia había habido un metamorfomago, por lo cual ella fue una gran sorpresa. Desgraciadamente no todos veían lo que James sí veía en ella. Muchos de Slytherin la tachaban de Sangre Impura u otros la miraban raro por el hecho de que pudiera cambiar su imagen cuando ella quisiera. Pero aparentemente eso no le molestaba a ella.
El ambiente estaba ya más tranquilo después de que Zabini se hubiera marchado. Cassie se les unió en el compartimiento diciendo que esperaba Ronnie. La lluvia arreciaba a medida que el tren avanzaba hacia el norte. Fuera de las ventanillas se veía un gris oscuro que se fue oscureciendo poco a poca hasta que encendieron las luces que habían a lo largo del pasillo y en los techos de los compartimientos. La lluvia golpeaba contra las ventanas y el viento rugía, pero eso no parecía influir en el humor de los chicos.
En eso llegan Louis y Ronnie. El pelirrojo se derrumbó a un lado de su primo y tomó uno de los pocos pasteles con forma de caldero que le quedaban.
–Estoy muerto de hambre– dijo el pelirrojo antes de darle un mordisco al pastel. Ronnie se sentó en medio de Lysander y Cassie. También parecía algo cansada.
–¿Tan malo es el trabajo de los prefectos?– preguntó Lorcan al ver lo cansados que se veían sus amigos.
–No lo es si no fuera por niños de cuarto de Slytherin que abusan de los de primero, asustándolos con no se imaginan cuantas burradas. También es más sencillo cuando no tienes que intervenir en un intercambio "amistoso" de maldiciones– dijo Ronnie arrugando la frente.– Por lo demás es muy divertido.
Veronica Stevenson era bastante guapa, aunque James la clasificaba más como "mona", ya que encontraba que Cassie era mil veces más hermosa. La chica tenía un largo cabello color negro y ondulado. Sus ojos eran de un color azul eléctrico y su tono de piel estaba bronceado al igual que después de todos los verano, ya que su familia va a vacacionar a España. Es alta y tiene una figura esbelta, traía a varios chicos loquitos por ella. Tiene mejillas sonrosadas y unas cuantas pecas en la nariz. Un rasgo que la caracterizaba era que siempre llevaba una cadena plateada de la cual colgaba un búho.
–Sin mencionar de que Zabini no hace muy buen trabajo y holgazanea en su turno– agregó Louis.
–Ni me menciones a ese imbécil– dijo Ronnie molesta. Sacó de su bolsillo un dulce de limón y se lo metió a la boca.– Gracias a él casi todos los pobres de primero están espantados.
–Nadie dijo que ser prefecto fuera fácil– dijo Rick.– Al menos tienes el consejo de tu hermana, ¿no?
–Apenas la vi cuando veníamos para acá, los de séptimo tienes turnos al final del viajes– dijo Louis.– Además de un "buena suerte" no me dijo nada, ni una miserable advertencia– miró su reloj.– Por cierto, será mejor que nos comencemos a cambiar, llegamos en diez minutos.
Las chicas se despidieron y marcharon rumbo al compartimiento donde tenían sus cosas. Se pasaron en lo que quedaba del viaje hablando sobre sus planes para Hogwartg. Sus bromas, sus idas a Hogsmeade y otras cosas cotidianas para ellos. Finalmente se detuvo el tren en la estación y se formó un barullo para salir del tren. En el andén se sentía un frío que causaba tiritones y la lluvia era una ducha helada.
–¡Por aquí los de primer año!– gritaba una voz familiar. Los cinco chicos se volvieron y cierno la silueta gigante de Hagrid en el otro extremo del andén, indicando por señas a los nuevos estudiantes que se adelantaran para iniciar el tradicional viaje en bote por el lago.–¿Todo bien por allá?– preguntó sobre la multitud.
Los cinco chicos lo saludaron con la mano, pero no pudieron decirle ni una sola palabra porque la gente en el andén los empujaba. Los cinco se dirigieron a los carruajes y se encaminaron a Hogwarts.
CONTINUARA...
Bueno, es todo por hoy. No saben cuanto tardé en escribir este capitulo y si el fic tiene éxito, trataré de actualizar lo más pronto que pueda.
No olviden dejar sus reviews, estoy totalmente abierta a sugerencias.
ACLARACIONES:
(1) Tabby significa atigrado, haciendo referencia al plumaje de la lechuza de James.
(2) Tinkle significa tintinear, no me pregunten por qué Luna le habrá puesto así, solo pensé que sería divertido.
¡CIAO!
