El Universo y Multiverso Bioshock y sus personajes no me pertenecen, son propiedad de Ken Levine e Irrational Games, esta obra es sin ánimos de lucro y con el único fin de entretener.

Importante: El siguiente fic se vasa en un universo alterno (adoro que Bioshock por fin ponga bases para el multiverso) espero les guste y no olviden comentar.


—Las Consecuencias de nuestros actos—

New York es hermosa en la noche, es el simple pensamiento que pasa por la mente de Elizabeth mientras observa por aquella ventana del departamento. En pocas ocasiones al mirar al cielo siente un escalofrió con cada nube de gran tamaño y se pregunta si se trata de la ciudad en el cielo que por fin la ah encontrado. Y también se pregunta si lo que ah hecho fue lo correcto, traerlo devuelta.

Tardo un tiempo pero al final logro encontrar una forma de traerlo de vuelta, al fin y al cabo es su padre, pero no fue solo amor de hija lo que la impulso a eso, era algo más.

-¿Qué tanto vez?- exclama la voz de aquel hombre por el cual rescribió la historia más de una vez.

Al girarse y ver a DeWitt de pie observándola y al ver a esos ojos verdes que siempre le transmiten confianza recordó porque hiso lo que hiso.

-*Suspiro* Nada- responde Elizabeth entregándole una sonrisa al de ojos verdes.

Booker corresponde la sonrisa de Elizabeth antes de dirigirse al sofá de la pequeña sala. Aunque lo sucedido después de la muerte de Comstock le resulta algo borroso, si recuerda haber llegado a Paris, recuerda el regresar a New York y tener que conseguir un apartamento más grande debido a la presencia de Elizabeth, de cuando en cuando intenta recordar que sucedió después de acabar con "El profeta" pero solo logra conseguir un dolor de cabeza.

Elizabeth se acomoda en el marco de la ventana, de repente la ciudad iluminada por luces ya no es interesante y su atención se centra en el hombre del sofá que lee el periódico.

"Sé lo que estas pensando, olvídalo, es tu padre"

"Pero él no lo sabe, por lo menos esta versión de el no"

"Eso no cambia que es tu padre"

"Pero…"

-Elizabeth- exclama DeWitt sacando de su discusión interna a la chica de ojos azules.

-¿Si?- responde algo nerviosa.

-¿No te aburre estar aquí?, es decir apenas sales de vez en cuando- pregunta DeWitt mientras deja el periódico a un lado suyo y centra su atención en la chica castaña.

-Algunas veces, pero tampoco necesito salir todos los días- responde Elizabeth mientras abandona la ventana y toma asiento junto a Booker.

-Pues tal vez deberías salir un poco más, no me gusta pensar que estas aquí sola y aburriéndote- dice el de ojos verdes con un tono un tanto preocupado.

-No, no te preocupes, tengo algunos libros y eso me mantiene ocupada- aclara Elizabeth mientras observa los labios de aquel hombre de ojos verdes.

"Solo hazlo"

"Hace unos momentos no dejabas de sermonearme sobre las implicaciones éticas de todo esto"

"Si, pero… em… solo hazlo, se que quieres"

-Solo creo que tal vez deveri…- las palabras de Booker no logran terminar la frase cuando Elizabeth le entrega un bezo rápido y tímido en los labios.

En cuanto sus labios se separan la joven de ojos azules baja la mirada con el rostro completamente rojo, en su cabeza no puede dejar de escuchar a esa molesta vos replicándole sus actos.

"¿Por qué lo hiciste?"

"Tu dijiste que lo hiciera"

"Ya, pero no pensé que en verdad lo fueras hacer"

"Pero… pero tu dijiste…"

"Mira, podemos seguir buscando un culpable, pero eso no solucionara nada"

"Esto es tu culpa, ¿ahora que decimos? Como se supone que funciona esto, dios no puedo creer que…"

"Shhh… sucede algo"

-Emm… yo… me iré a dormir, descansa Elizabeth- exclama Booker mientras se pone de pie y se inclina un poco entregándole un beso en la mejilla a la chica castaña.

Elizabeth se queda paralizada de la sorpresa de recibir aquel pequeño beso y con su mano toca su mejilla sonrojada donde aquel hombre deposito ese detalle. Elizabeth no levanta la mirada hasta que escucha el sonido de la puerta de la habitación de Booker cerrarse. Aun con las mejillas sonrojadas la chica de ojos azules sonríe para sí misma.

Después de dejar escapar un suspiro la castaña se levanta del mueble y se dirige a su habitación. Su cuarto está decorado con carteles de musicales y artistas del teatro. Un amigo de Booker los trajo a petición de él, fue uno de los detalles más tiernos que el de ojos verdes ah hecho para ella.

Un par de libreros llenan los espacios vacios en la habitación, en sus estantes hay libros de toda clase, cocina, ficción, romance y uno que ah llamado la atención de la chica muy recientemente.

La ojiazul toma del estante medio un libro de cubierta roja, la potada cuenta con marcos de color dorado y letras doradas que dan la leyenda "El Comportamiento de la mujer Ideal" ya desde hace un tiempo que viene leyendo ese libro y ah tanteado con la idea de poner en práctica esos consejos impresos.

"Genial, ahora usaras trucos de seducción en tu propio padre"

"Ya déjame, es mi problema"

"Sin duda que tienes problemas, ¿Qué diría DeWitt si supiera la verdad?"

"Bueno el… el…"

"¿Cómo reaccionaría al saber que su propia hija intenta engancharle?"

"Pues me preocupare de eso después"

Elizabeth logra acallar esa voz interna de su cabeza y se coloca en su cama de sabanas azules, sin esperar mucho enciende una lámpara de mesa a un lado de su cama. Mientras devora la introducción del libro, en el rostro de la castaña una ligera sonrisa se dibuja mientras piensa en Booker y en como ese libro le ayudara a conseguir lo que quiere.


Espero les haya gustado el primer capítulo de este fic. Este es el primer fic de esta naturaleza que escribo y me gustaría saber sus opiniones.