Disclaimer: Los personajes de Dragon Ball Z no me pertenecen, son todos propiedad del Gran Akira Toriyama. La historia es totalmente de mi propiedad.

Capítulo 1

Príncipe

Planeta Vegeta.

Hogar de los saiyajins. Raza extraterrestre de apariencia física muy parecida a los habitantes del planeta llamado Tierra, los humanos. Sin embargo, su fuerza es superior a la de un ser humano y poseen una cola parecida a la de un mono, siendo un punto débil en algunos. Orgullosos, poderosos y tercos que creen solo en su fuerza y superiores a cualquier raza en el Universo.

Su sangre fría y corazón oscuro es lo que los hace una raza muy poderosa y peligrosa. Grandes purgadores de planetas para la obtención de bienes y tecnología que les permitan aumentar su capacidad y poderes.

Lleva el nombre de su Rey. El saiyajin que acabo con el pueblo Tsufur que habitaba anteriormente en el planeta. El Rey Vegeta.

- ¡Es un niño!, ¡Es un niño! - so oían los gritos de los soldados por todos los pasillos del castillo. Todo el mundo estaba de cabeza por el nacimiento del heredero al trono del Planeta Vegeta.

Pero no todo era tranquilidad en el mundo de los saiyajins. Hace un tiempo, los saiyajins hicieron una alianza con Freezer que es un alienígena líder de la Organización Interplanetaria de Comercio junto a su hermano mayor, Cooler, y en secreto su padre el Rey Cold. Este les prometía la expansión del Pueblo saiyajin a cambio de conquistar planetas para él. Sin embargo, este acuerdo comenzó a tornarse algo no muy agradable para el Rey, ya que Freezer llego a tomar totalmente posesión y control, sobre todo.

- ¡Felicidades, su majestad! Su hijo ha nacido con un poder de pelea extraordinario, es el niño con el poder de pelea más sobresaliente registrado en nuestro planeta- le comunico Nappa, entrando al gran salón sin antes realizar una reverencia a su Rey que no demostró ninguna expresión en su rostro por el nacimiento de su hijo. -Afortunadamente, la Reina logro sobrevivir luego de un complicado parto- seguía hablando el soldado elite. -Sin más, con permiso su majestad, me retiro – dijo comenzando a salir del salón, pero fue detenido por la voz del Rey.

-Nappa- lo llamo sentado en su honorable trono color dorado y rojo. - ¿Si? - pregunto el soldado volteando rápidamente. El Rey se levantó de su trono con su mirada seria, caminando alrededor de su más fiel soldado, meciendo su capa roja al compás del caminar. -Quiero que te encargues del entrenamiento de Vegeta, debe tener un poder considerable para tener el honor de ocupar mi lugar algún día. De ahora en adelante serás su mano derecha y deberás guiarlo para que se convierta en el mejor guerrero de nuestra raza… Estoy seguro que se convertirá en el Legendario Súper Saiyajin – concluyo.

- ¿E-el Legendario Súper Saiyajin? - se sorprendió Nappa. ¿Realmente el niño tenía tanto potencial para convertirse en el guerreo de la leyenda que recorría el planeta? – Por supuesto que sí, es el Príncipe de los Saiyajins, es su destino- exclamo el Rey más que seguro. -Lo que usted ordene, majestad- reverencio y se retiró con su permiso. "Apenas comienza a caminar, comenzara su entrenamiento" pensaba el Rey observando su planeta por el gran ventanal.

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Cinco años después…

El príncipe de los Saiyajins, Vegeta. Con cinco años de edad se lo consideraba un saiyajin sumamente orgulloso, de sangre fría con un corazón lleno de maldad.

Desde su nacimiento perteneció a los guerreros de la mejor clase por su poder, ya era un guerrero de clase alta, teniendo el nivel de pelea más alto entre toda su raza.

Soldado sobresaliente y destacado de entre todos los soldados a su corta edad. La primera vez que sintió la sangre en sus manos, se volvió adicto a ella. Su sed de sangre corriendo por sus venas crecía cada vez más, volviéndose cruel y despiadado, deseoso por la destrucción y el aniquilar a quien se le pusiera enfrente.

-Es suficiente por hoy, Príncipe Vegeta- comunico Nappa a través del comunicador que poseía la sala de entrenamiento. - ¡No he terminado! - le contesto malhumorado, cayendo de rodillas y sosteniéndose con sus manos para no golpearse el rostro. Podía sentir el sudor cayendo por su frente, su respiración descontrolada y algún que otro ardor en los brazos por los rasguños.

-Príncipe Vegeta, recuerde que hoy debe recibir al Emperador Freezer, son ordenes de su padre- volvió a recordarle Nappa. Vegeta no presto atención mientras una cantidad considerable de Saibaiman se lanzaban hacia él. Sin mucha dificultad, el joven príncipe fue destruyéndolos uno por uno con puños y patadas letales, terminando con ellos con un gran rayo de ki atravesando cada cuerpo.

Después de tomar una ducha y colocarse su armadura real, camino por los pasillos en silencio junto a su padre para recibir a Freezer. Al abrir las puertas del gran salón, tanto padre como hijo fruncieron el ceño. Allí se encontraba Freezer con sus dos soldados de confianza, Zarbon y Dodoria.

-Señor Freezer- reverencio el Rey con un gran odio cargado en su voz. El príncipe permaneció inmóvil en su lugar sin reverenciar ni nada por el estilo.

-Oh… Querido Vegeta ¡Que gusto me da verte! - hablo sarcásticamente el Emperador junto con sus secuaces. - ¿Así que él es el famoso principito de que hablas? - pregunto viendo interesadamente al joven príncipe que solo se limitó a cruzarse de brazos haciendo una mueca.

- ¡Jojo!... Que actitud joven príncipe, deberías comenzar a cambiar de actitud cuando comiences a trabajar en mi ejercito- dijo acercándose en esa especie se 'trono volador', como solía decir Nappa. - ¡¿Qué?!- finalmente hablo el más joven de todos. -Oh vaya, parece que tu padre no te informo nada al respecto- sonrió maquiavélicamente observando al Rey. -Como ya tienes un potencial extraordinario, trabajaras para mí- explico. -Con el permiso de tu padre… Podrás volverte más fuerte- mintió tratando de crear ilusión en el joven.

Cosa que no ocurrió. La aparición de Freezer ante el Príncipe Vegeta provoco desde un principio una repulsión hacia el Emperador Freezer por la educada y a la vez elegante manera de hablar. Aun mas, no podía soportar el hecho de ver como su padre obedecía muchas de sus órdenes.

Desde ese momento un gran odio y deseo por aniquilarlo broto en el corazón del joven Vegeta. Pero al fin de cuentas, el joven príncipe acepto y terminaría sirviendo a Freezer.

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Vegeta se encontraba entrenando en uno de los planetas de Freezer acompañado de Nappa y sirviendo a Freezer siendo enviado a conquistar planetas para él. Lo cual en parte lo ayudaba ya que así, cada vez aumentaba muchísimo más sus poderes.

Tiempo después, el joven Príncipe, terminando de conquistar aquel planeta distante, recibe una impactante noticia de parte de Nappa a través de su rastreador y se le confirma sobre la explosión de su planeta y la extinción de su raza junto con su padre.

A Vegeta no le importante ni mostro reacción o expresión alguna más que frialdad pura. Su único objetivo seguía siendo el mismo: pretender seguir las ordenes de Freezer para así incrementar su poder y algún día poder aniquilarlo con sus propias manos.

Vegeta era ahora alguien que lo había perdido todo, desde que paso a manos de Freezer, el solo llego a ser más que solo un simple sirviente, acatando cada orden de aquel individuo que odio desde el principio.

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Durante el transcurso de su adolescencia, Vegeta vivía esperando el día en que pudiera derrotar a Freezer. Siguió las ordenes de este, atacando numerosos planetas junto con Nappa, peleando en contra de muchos guerreros, superando innumerables encuentros con la muerte, tomando esa gran característica especial de los saiyajins de aumentar su poder en gran manera cada vez que se recuperaban del borde de la muerte.

Así mismo Vegeta se deleitaba aniquilando a seres vivientes, cada vez más fortaleciendo su orgullo y queriendo siempre ser el más fuerte, viviendo solo para obtener más poder, era lo único que le importaba. El poder.

Pero la vida de aquel joven Príncipe de dieciocho años estaría a punto de dar un giro extraordinario…

N/A: ¡Hola! Aquí de nuevo xD. ¡Nueva historia! Dejen reviews, opinen que les parece. ¡Den Fav y Follow Nos leemos en el próximo capítulo!