Imponentes, majestuosas, sublimes olas se rompen en las rocas, se dividen en miles de pequeñas gotas que al caer se vuelven a fusionar con el interminable océano, tan inmenso y azul….sobretodo azul.

Candy aparta con el torso de su mano lágrimas escurridizas que se deslizan por sus tersas mejillas, frunce el ceño y cierra los ojos violentamente dejando que otras cuantas lagrimas brinquen al mar, ¿Cuál era el cruel motivo que le hacía derramar la tristeza que se esforzaba por oprimir?, ¿Qué era aquello que angustiaba su alma y agobiaba su corazón?

Gris, gris, mi amor es gris
cuando me encuentro lejos de ti
Gris, gris, mi amor es gris
si no te tengo cerca de mi

Levanto su hermoso rostro para contemplar el espléndido y radiante paisaje que le ofrecían la luna y las estrellas, lamentablemente aquel cielo azul obscuro empaño su mente regalándole recuerdos que si bien no eran malos, si eran lo suficientemente deprimentes y nostalgicos para ocasionar que el llanto volviera a aparecer.

Mi amor se vuelve azul
cuando tus manos puedo estrechar
Mi amor se vuelve azul
cuando en tus brazos
me haces soñar

Es increíble como un solo suceso te hace madurar radicalmente, pero es aun mas sorprendente cuando una serie de sucesos desastrosos se enfrascan con un alma dulce y noble, una niña de alma inocente y mentalidad fresca y pura, que difícil había sido aparentar frente a sus amigos y familia del hogar del pony, desde su despedida con el heredero Grandchester ella no era la misma, Candy no era la misma, seguía poseyendo aquel rostro aniñado de facciones finas y suaves, pero ahora también era un rostro que denotaba inteligencia y madurez, seguía siendo la dueña de aquel par de hermosos ojos color esmeralda, pero ahora regalaban miradas tan tristes y el brillo que las caracterizaba moría poco a poco con el transcurso de los días, finalmente aquella sonrisa que le caracterizaba solo hacía acto de presencia cuando se encontraba en la compañia de alguien, pero en la soledad….que importaba si sonriera o no, de todos modos no recibiría halagos de nadie, talvez era aquello lo que le ocasionaba tanto dolor, ser conciente que nunca mas alguien le diría:

"Pequeña pecosas te vez mas linda cuando ríes que cuando lloras" ó "Tarzan pecoso y entrometido".

El amor es siempre de un color,
gris o azul
y al final tu y yo
Gris, gris, el día es gris
todo es muy triste si tu no estás.

Sin duda era aquello, no pudo más y desahogo su coraje, lloraba tristemente y golpeaba sus manos empuñadas repetidas veces contra el barandal del barco hasta lograr que de ellas empezara a brotar sangre.

-¡¿Por qué?, ¡¿Por qué Dios Mio?, ¡¿Por qué no me permites ser feliz con alguien que de verdad ame?, ¡¿Por qué me quitaste a ambos?

Rompió en llanto recostando su rostro sobre sus brazos recargados en el barandal.

Gris, gris, la tarde es gris
cuando te llamo y tu ya no estás
Gris, gris, mi amor es gris
cuando me encuentro lejos de ti

Talvez por eso odiaba y adoraba al mismo tiempo el color azul, azules eran los ojos de su amado Anthony, claros y limpios como el mar, azules también eran los ojos de su rebelde Terry, profundos, brillantes y obscuros como la noche, aparentando un par de zafiros, lamentablemente su felicidad ya no estaba entrelazada con la de ellos. Por un momento se sintió feliz al saber que ella reinaba en los corazones de ambos, solo que el corazón de Anthony había dejado de latir por ella hace tiempo y si el corazón de Terry seguía perteneciéndole, algún día debía desechar ese sentimiento para abrirle paso a Susana.

Gris, gris, mi amor es gris
si no te tengo cerca de mi
El amor es siempre de un color
gris o azul
y al final tu y yo

"Ser una alma buena y solidaria tiene amargas consecuencias", con esa idea abandono por segunda vez el hogar del pony para viajar a Londres por mejores oportunidades, pero ahora dos años mas tarde viajaba de vuelta a América para compensar esta teoría, se merecía una recompensa y para obtenerla haría lo que sea, si bien el corazón de Anthony le había sido arrebatado por la muerte, el de cierto joven castaño sería mas fácil de recuperar o de volver a encender la chispa del amor si no la había olvidado, ahora costara lo que costara podía jurar:

-Terrence Grandchester, vaz a ser mio.