EL RIVAL

Piensas que soy calmado donde él es atrevido,

Y metódico donde él es impulsivo.

¿De qué sirve ser correcto, un hermano, buen amigo,

Si mi corazón de ti permanece aún cautivo?

Piensas que soy un caballero donde él es insolente,

Y racional donde él es un demente.

¿De qué sirve ser pausado, educado, inteligente,

Si un soberbio arrogante es quien te carcome la mente?

Piensas que soy transparente donde él es misterioso,

Y sencillo donde él es orgulloso.

¿De qué sirve ser discreto, comedido, generoso,

Si de otro rebosas tu copa para llenarla de gozo?

Yo, un alma tranquila; él, un alma rebelde,

…y tú, la rubia adorada que por siempre recuerde.