¿Cómo salvar una vida?
Capitulo 1
La mañana sorprendiendo a la joven cabellos de fuego quien abrió sus ese par de ojos tan intensamente verdes y su mirada pronto se convirtió en una de pocos amigos.
-aléjate si quieres seguir siendo un fantasma y no un accesorio de ropa.- amenazo con una real voz potente mirando al espectro apoyado encima de su cuerpo naranja, disminuyendo la distancia de sus bocas.
-¡solo un beso! No te quita nada.- se defendió el fantasma de ojos azules.
-lo siento pero que una adolescente pelirroja como yo de su primer beso a un fantasma, no es muy normal en mi escuela. Ahora voltéate que tengo que vestirme.- apunto la ojiverde descubriéndose por completo.
-si lo hicieras te lo agradecería mucho.- confirmo el pelinegro de espaldas guardando un poco de respeto a su amiga y confidente no muerta…o bueno la única humana que podía verlo. –Míralo del lado positivo si me besas ahora, tendrás más práctica con tu "maestrito" de cuarta mal pagado.- refunfuño el fantasma del adolescente que había sido alguna vez.
-ni aunque eso te devolviera la vida.- susurro algo ocupada la de cabellos escarlata y cuerpo de modelo metiéndose las zapatillas refinadas y oscuras.
-eso es exactamente lo que pasaría si nos besáramos.- musito el de piel blanquizca inconforme y de mal temperamento escuchando que después de más de 9 años de conocerse la pelirroja no flaqueaba.
-nunca lo hare, creí que te había quedado claro, entiéndelo.- dijo la bronceada perdiendo un poco la cabeza por "el pan de cada día" que este le daba la fuerza.
¿Por qué ella y no Komand?
-si verdad, si tuviera ojos de color gargajo seguro si me besarías.- enveneno el ojiazul sin medir sus palabras dándose cuenta de que su amiga tenía el mismo tono de ojos.
-Dick, Jasón no tiene nada que ver en esto.- confeso la chica metiendo una cuerda a su mochila ignorando el punto de vista del fantasma hacia los ojos verdes.
-¡no! ¡Qué va! Claro que no, tu cabecita naranja no da para más que ¡Jaasoonnn!...- baboseo el pelinegro imitando una voz chusca y femenina al pronunciar el nombre de su "adversario" que impedía que el descansara en paz.
-¡estoy cansada de ti! ¿Por qué yo y no otra persona? ¡¿No tienes mejores cosas que hacer Grayson?! Por si fuera poco me he pasado casi una década de mi vida etiquetada de loca por los demás. ¿Y sabes por quién? Por ti. Eres una pesadilla indeseable, he tenido que soportar tus estúpidos interrogatorios, tus indirectas, casi pierdo toda mi adolescencia estando buscando pistas sobre tu vida anterior, cosa que nunca da resultado, ¿sabes qué? ¡Tal vez no tu no existas y solo seas producto de mi imaginación, tal vez estoy loca y ahora hablo sola otra vez!- la chica no se dejó reprimir e inmediatamente expulso por la boca todo el peso que llevaba por dentro.
El joven de tez pálida, simplemente supo que lo mejor, era quedarse callado. La pelirroja se le acerco sin pena ni remordimiento de conciencia al daño de sus palabras levantando su mano, causando atravesar el pecho del espectro adolescente, formando a su alrededor color semi-transparente.
-solo míranos. ¿Qué te hace pensar que podamos compartir un beso?- cuestiono la ojiverde con algo de soberbia más que ayuda al prójimo. El gótico noto inmediatamente la sorna en aquellas palabras pasadas. ¿Acaso era discriminación? Sí que había hecho un buen trabajo en educarla un poco.
-probablemente…si tan solo Kory, darás un poco de lo mejor de ti…- el ojiazul levanto su mano, retando a su amiga de carne y hueso que la apoyara y entrelazar sus dedos en la suya (literalmente).
-no hay nada mejor que como ahora soy.- contesto con una patética sonrisa de autoritarismo burlándose de su amigo fantasmal, tomando sus "útiles" y saliendo fuera de la rosada habitación. Se giró despidiéndose acompañada de un ademán de manos, poniendo más sal a la herida. A cambio lo que recibió fue un fuerte portazo cortesía de la telequinesia de su amigo difunto.
-no porque un corazón deje de latir, quiere decir que deje de sentir.- se refuto el alma a si mismo con aires de pesadumbre.
¿Por qué tenía que ser ella y no cualquier chica quien pudiese verlo?
-cucu, cucu.- fastidio una peligra moviendo sus dedos alrededor de su cabeza molestando a su hermana.
-¿Qué?- pregunto secamente de brazos cruzados.
-aun hablas sola con tus amigos imaginarios…aun sigues siendo mi pequeña hermanita.- provoco la pelinegra de ojos violetas aplastando las mejillas de su hermana llegando a la cocina.
-lárgate Komand.- protesto la ojiverde empujando a su hermana hacia atrás.
-niños nada de peleas en el desayuno.- dijo una mujer parecida a la mayor.
-niños...- bufo la pelirroja algo fastidiada respecto a su edad tomando asiento. Lo bueno era que su "amigo imaginario" como solía llamarlo Komand, no podía salir de su habitación.
-Kory quiero hablar contigo.- dijo un joven pelirrojo además de mirada esmeralda y piel bronceada de unos 17 años de edad, partiendo su panqueque.
-¿Qué?- se limitó a decir la muy aburrida e indiferente chica.
-sabes…siempre he sabido que eres una chica con talento especialmente por tus dones de ver cosas que los otros no…por eso creo que…sobre tus amigos, ellos no son buenos para ti, no son lo correcto…
DING DON, DING DON…DING DON, DING DON, DING…
-¡Ya basta arpar! Quedo claro.- vocifero una voz femenina malhumorada detrás de la puerta de entrada.
-¡oh! Deben ser Tara y Roy.- consiguió a decir la pelirroja antes de que su hermano le impidiera abrirles la puerta.
-humm…Kory no te pongas al solo que te puedes derretir bombón.- coqueteo un pelirrojo con aires de seducción, apoyándose en el marco de la puerta, mirándola de pies a cabeza y guiñándole un ojo a Kory.
-hoy no Roy.- ratificaron monótonas las dos chicas de cabellos alegres.
-entonces qué onda Kory, ¿dulce o truco?- pregunto la de mirada celeste y piel clara.
-dejémoslo a la imaginación de Jasón…- contesto traviesa la anaranjada sonriendo acerca de sus planes.
-por supuesto que no Kara, yo se lo dije a Zatanna pero…!AHH!...-
-¿qué es lo que te pasa Donna?- pregunto la rubia observando que su amiga pelinegra se encontraba en el piso sin despegar los pies.
-no…lo se…esto es…m-muy…pegajoso…- respondió la de mirar azul, tratando de desprenderse del piso.
-no entiendo: ¿para qué quiere una escuela secundaria a los animales de zoológico domesticados?- pregunto un hombre robusto de traje de pantalones azules y chamarra gris.
-solo deme para firmar.- contesto monótona una rubia de botas de nieve.
-ahora…pásame la llave inglesa y la perica.-ordeno una pelirroja sentada en una barrera delgada pegada al techo. El pelirrojo de un tono menos intenso se estiro para dar las herramientas.
-sabes Anders, jamás conocí a alguien tan loco como tu.-
-es que las otras personas se drogaban, en cambio yo no.- contesto la adolescente sujetando bien el nudo de la cuerda al techo, jalándola un poco para verificar su firmeza y seguridad.
-¿crees que eso soporte el peso de Jay?- pregunto el de mirada aceitunada.
-espero que no. Espero que el techo se venga abajo.- respondió simple bajando de la cuerda como si fuese una leana.
-si que eres vengativa Kory, recuérdame nunca rechazarte un beso.- sobre advirtió el Roy siguiéndola a la salida.
-esto no es por lo del beso.-
-no me estas entendiendo Bruce, dije que lo obtendría costase lo que costase…
-¡AUXILIO! ¡AYUDA! ¡ALEJENLO DE MI!-
El hombre de 23 años de edad, arqueo una ceja colgando a la otra línea. Esos gritos sí que se escuchaban desesperados. Se acercó a la puerta y la abrió, al fin y acabo sabia lidiar con los clásicos "brabucones", pero lo que consiguió no fue un adolescente con las hormonas alborotadas hasta al cielo, a cambio de esto se encontró con un fuerte rugido de… ¿león?
Alumnos en el piso aparentemente pegados a él gritando de pavor por sus vidas, soda cayendo de cualquier parte, dos pelirrojos y una rubia sosteniendo cada uno un rugiente León como si se tratase de un perro: ese era el escenario con que se encontró al salir de la dirección.
-¡ow! ¿Quién es un buen chico?... ¿Quién es un buen chico?...
-¡!Anders!-
Ese último grito termino sofocando a todos los anteriores e incluso llamando la atención de los leones a excepción de sus dueños.
-llegas tarde para el té, querido.- blasfemó una pelirroja acercándose amenazadoramente a su director.
-¿Qué significa todo esto Anders? Tienes un minuto antes de que llame a tus padres. Y a ustedes también.- amenazo viendo al par de cómplices.
-¡oh vamos! Ayer me decías: ¡ahh si Kory, dame más! Y ahora solo me llamas Anders. ¿Quién te crees tú?-
Se escucharon risitas de fondo.
-no seas miserablemente hipócrita. Que no te haya querido besar, no justifica que…- soltó el pelinegro casi estallando de histeria y enojo.
Esta chica sí que era peor que un dolor de muelas.
-¡shuu! ¡Creí que era nuestro secreto! Además…esto no es por eso, sabes que puedo conseguirlo fácilmente sin armar este teatro…pero ya que estamos aquí…sería bueno aprovechar la ocasión…- susurro sensualmente la de cabello flamante acercándose nocivamente a el ojiverde.
-¡Roy, Tara! ¡Ya!- grito la anaranjada a solo unos cuantos milímetros de la boca del hombre.
El cuerpo del director paso a ser historia de la gravedad. Del piso ahora estaba colgando del techo, con la cabeza hacia abajo, sintiendo toda la sangre bajando a su cabeza.
-mejor suerte para la próxima.- "alentó" la joven escandalosa tiernamente acariciando la mejilla del personaje masculino.
-en cuando baje de aquí…te prometo que…
Sus palabras lograron quedarse dentro de su boca, gracias a los rosados labios de la adolescente, quienes le brindaban un auténtico beso.
-Tara y Roy, saben qué hacer en caso de que la situación se salga de control.- ordeno la pelirroja mirando atentamente a sus amigos, acompañando de reojo la vista hacia su amor platónico quien cerraba los ojos en una cadencia lenta.
La joven se adentró a la oficina procurando no mover nada más allá de la computadora, pero antes escupió un líquido transparente que llenaba su boca. El sedante no sabía muy bien después de todo.
-matemáticas, literatura, física…10.- se dijo a sí misma la ojiverde traviesa tecleando rápidamente.
-y decías que reprobaría Jasón…!ja! soy más inteligente que tu.- resonó en su cabeza y al instante se dio cuenta de que "alguien" no estaba ocupado en leer su mente durante toda la mañana. Prácticamente, si lo habría hecho, él ya le había cuestionado que como todo un hombre el habría de enfrentarse a las consecuencias y aprobaría los exámenes extras para entrar a la preparatoria…en cambio ella no era el, y estaría dispuesta a enfrentarse con el director que tanto amaba para conseguir su propósito.
Di un suspiro de nunca acabar, sentí que volví a la vida en cuanto arregle mis notas, pero… ¿se supone que me debo sentir así de mal? No mentalmente ni emocionalmente, más bien…físicamente.
Sin saber cómo había ocurrido, termine en el piso con la mirada nublado, el corazón queriéndose salir de mi pecho y la cabeza dándome vueltas, inmediatamente me di cuenta que mi cuerpo estaba estampado en alguna mística clase de tatuaje brillante…lo peor de todo vino…fui capaz de ver con mis propios ojos como mi cuerpo empezaba a difuminarse a su vez que comenzaba a desintegrarse…
Hola de nuevo...ahh...tengo excusas: 1) regreso de clases: apenas y es viernes y las ultima semana y esta no pude hacer nada para avanzar las historias. 2) tengo resfriado agudo y me siento muy mal además de que me caí de las escaleras (nunca corran y ahora estoy en la cama) 3)esta historia no es nueva, de hecho el capitulo lo tengo desde hace 3 años y ahora mi mejor amiga Vicky (que esta aquí, ella me fue una de las imaginativas para esta historia -se le ocurrió la idea del fantasma-) y ya que mañana se cambia de escuela :''''((( decidimos subir esta historia ): que habíamos hecho juntas en una pijamada, y este lo tratare de un modo muy especial así que como siempre, tratare de seguir mi fics en cuanto termine las toneladas de tarea que tengo hoy en día sin mas preámbulos, un abrazo psicológico, acepto sus criticas, adiós! (
