Prólogo.
[Axel]
Pánico aumentando, el corazón latiendo más y más rápido en lo que los segundos del reloj se ven avanzar más y más lentos. El foco de la linterna iluminando todo frente a sus ojos, moviéndose de un lado a otro buscando a los enemigos que tenía que ahuyentar. Se encontraba en medio atento a cualquier movimiento en las cercanías, vigilando el ropero como las dos puertas a sus lados listo para cualquier ataque de sus pesadillas.
Axel: . . . ¿Hmph?
Apunto su linterna a la puerta derecha donde la figura de su viejo amigo ahora el cual era un pollo con ese aspecto demoniaco le observaba desde la puerta entreabierta. Disparo fugazmente con el flash de su linterna ahuyentándole escuchando sus fuertes pisadas. Sin embargo su paz no duro ya que la figura de un conejo igual de destrozado se poso en la puerta izquierda, era su hijo o al como una extraña versión de pesadilla del mismo.
Axel: ¡. . .!
Hizo lo mismo y logro hacerle retroceder, sin embargo a sus espaldas sintió un extraño sonido. Era similar al de una dentadura cerrándose y abriéndose una y otra vez como si fuese un muñeco. Con algo de incomodidad se giro a su cama encontrándose con dos pequeñas versiones de su amigo el oso a las cuales ahuyento igual que a los otros, con su linterna. Suspiro con calma y se sintió por lo menos un poco más seguro ahora que se habían alejado.
Axel: ¿Por qué no pueden dejarme en paz? S-Se que es mi culpa… pero esto es demasiado
Escucho el sonido de las puertas de su armario abrirse y su calma se esfumo como la sensación de seguridad cuando recordó al más peligroso de todos, el zorro. Se giro rápidamente apuntando con su linterna al armario el cual se encontraba vació ¿A dónde había ido? Estuvo a punto de volear en dirección a los lados pero una mano metálica le tomo del cuello, alzándolo al aire y provocando al estar atrapado que dejara caer su linterna, se encontró con los ojos verdes de su viejo amigo.
Axel: . . . D-Deténganse…
Dejo salir con algo de dificultad al estar siendo asfixiado e intento zafarse, pero el zorro era mucho más fuerte que él y lo demostraba con la fuerza que empleaba al sujetarle. Ya no tenía su linterna, no tenía nada con que defenderse. Balanceo el garfio de su otra mano en el aire en lo que salía esa risa digna de un psicópata de película de terror y se clavo directo en su mandíbula, el filo del garfio atravesó y salió por encima de su lengua atravesándole totalmente. La sangre comenzó a brotar a chorros de la comisura de sus labios, había perdido, estaba muerto.
[Laura]
La joven de cabellos castaños se encontraba con audífonos cubriendo sus oídos mientras pasaba a través de las calles en plena mañana. Luego de recorrer un par finalmente llego a una enorme que destacaba sobre el resto de las demás en sus alrededores la cual seguía sin creer perteneciera a su amigo. Guardo los audífonos y toco el timbre varias veces limitándose a esperar, pero los minutos pasaban y nadie llegaba a contestar la puerta.
Laura: Oh ¿Crees que puedes salvarte encerrándote en tu casa?
Rebusco en uno de sus bolsillos y saco un juego de llaves, luego de buscar entre las muchas que se hallaban en ese juego finalmente encontró la que buscaba. La introdujo en la cerradura y sin más o si quiera preocuparse por darle un susto de muerte se introdujo en el enorme hogar. Le llamo por su nombre varias veces pero no obtuvo respuesta alguna, por lo que se dispuso a buscar y buscar a su amigo hasta que finalmente le hallo.
Laura: No puede ser ¿Otra vez?...
Y nuevamente se encontraba en su habitación tumbado frente a su cama de piernas abrazadas en esa mirada sombría y pérdida, temblando como una gelatina. Un líquido negro chorreaba de uno de sus ojos. Le dejo allí pues ya sabía sobre que intentar despertar a Axel de ese estado no era una opción pues se ponía como loco si siquiera te atrevías a tocarle por error.
Bajo nuevamente al ala principal del gigantesco hogar y se dispuso a ir a la cocina pero se detuvo y observo directamente a la puerta cuando escucho el sonido del timbre. Se aproximo a la puerta y a costa de que no fuera su propia casa abrió. Encontrándose con sus otros dos amigos los cuales con una expresión de sorpresa le saludaron con la mano.
Emilio: Laura ¿Qué haces aquí?
Laura: Vine por un café ¿Y ustedes que hacen aquí?
CJ: Venimos a pedirle azúcar a Axel para el café…
Laura: ¿Y?...
Emilio: Y el café…
Laura: ¿Y?...
CJ: Las tazas…
Laura: Solo pasen de una vez…
Ambos: ¡Yei!
Ambos entraron con sus manos en el aire y dieron vueltas como idiotas pasando junto a su amiga, al llegar a la mesa del salón tomaron asiento y esperaron a la líder. Luego de unos minutos en que se preparaba el café, finalmente los tres se encontraban sentados en la mesa con una taza de café frente a cada uno, los otros dos no tardaron en preguntar por el faltante.
Emilio: ¿Y Axel?
Laura: . . .
CJ: ¿De nuevo? Mierda…
Emilio: Ya es la tercera vez en la misma semana, menuda locura
Laura: ¿Aún no tenemos nada?
Ambos negaron con la cabeza y dieron un sorbo a sus tazas en lo que la castaña suspiraba y ponía su mano sobre la mesa jugando con sus dedos, sin siquiera darle un sorbo a su café. Desconocían totalmente al chico que se encontraba sobre su habitación totalmente, lo único que tenían hasta el momento era algo sobre un pasado militar y que fue guardia de seguridad en una famosa y gran pizzería que últimamente estaba siendo un gran éxito en la ciudad.
Laura: No tenemos nada, sea quien haya sido su jefe en el pasado es bueno ocultando datos. Ya no tengo idea de como podremos arreglar su problema de pesadillas…
Emilio: Corrección, no teníamos nada… la respuesta llego a mi cara
Laura: ¿La encontraste?
Emilio: No, literalmente llego a mi cara
En ese momento Emilio comenzó a recordar como en esa misma mañana en la cual se hallaba por el pórtico de su casa como todas las mañanas en busca el periódico. En eso el repartidor arrojo el periódico directamente a su cara causando que cayera al suelo. Se levanto rápidamente y agito el puño en alto amenazando al chico que se alejaba en su bicicleta y hubiera seguido allí de no ser por lo que se encontró en uno de los anuncios, el cual ahora se encontraba sobre la mesa frente al grupo el cual observaba el anuncio.
Laura: ¿Y esto de que nos sirve?
CJ: Si, es el anuncio de una pizzería de niños ¿Qué tiene de especial?
Emilio: El trabajo en está pizzería antes de conocernos por un tiempo. Pero se quemo y nunca se supo que paso exactamente en ese lugar, si lo llevamos a ese lugar…
Laura: Nos contara algo sobre sus pesadillas… ¡Es perfecto!
CJ: ¿Y cómo lo convencemos de ir a esa pizzería? Apenas sale si no es por amenaza tuya
Emilio: Laura ¿Mañana es tú cumpleaños? ¿Cierto?
Laura: Si ¿Recordaron comprarme un regalo verdad?
Ambos: Si…
Laura: Porque sino…
Emilio: Ya lo sabemos, sacaras tu escopeta y nos apuntaras. Ese no es el punto ¿No te prometió ir a tu cumpleaños? ¿Y si lo celebraras en esta pizzería?
Laura: Hmm… ya veo por donde vas…
Y así continuaron la conversación planeando que palabras usarían para lograr convencer al extraño de su amigo para ir a la pizzería. El anuncio era bastante llamativo y grande, una portaba de esa tal banda que se estaba haciendo tan popular últimamente. En la que se encontraban cuatro chicos al pie de un cartel que ponía "Freddy Fazbear's Pizza" y un cartel más llamativo sobre el mismo que a pesar de estar en inglés entendieron perfectamente "Nueva generación+".
[Axel]
La alarma de su reloj digital anunció las seis AM y finalmente pudo salir de ese estado de trance en el que se encontraba. Parpadeo un par de veces y se levanto del suelo, paso su mano por su ojo y al tener ese líquido negro entre sus dedos dejo salir un suspiro pesado, al parecer había perdido y por ende había terminado nuevamente en ese estado tan lamentable. Sin más se fue directo y por el pasillo finalmente logro llegar uno de los baños de la casa.
Axel: . . . Ugh…
Limpió su rostro rápidamente con el agua del grifo y se observo frente al espejo, limpió como si no hubiera pasado nada hace tan solo unas horas. Finalmente se dispuso a bajar por un poco de café para mantenerse despierto un rato más, al llegar al ala principal terminando de bajar las escaleras se encontró con sus tres amigos en la mesa los cuales le saludaron alegremente como si estar a las seis de la mañana invadiendo su casa fuera normal.
Axel: ¿Qué hacen en mi casa?
Ambos: Nos abrió Laura
Axel: ¿Y cómo entraste tú Laura?
Laura: Use mis copias de llaves
CJ: ¿Por qué tienes una copia de las llaves de nuestras casas?...
Laura: Así les recuerdo que no se podrán esconder de mí si me hacen enojar
Esto último lo dijo con una sonrisa "inocente" en el rostro cerrando sus ojos en lo que sus los otros dos solo se limitaban a observarle con los ojos entrecerrados. Axel rodo sus ojos y se encamino en dirección a la silla libre de la mesa, tomo asiento en lo que depositaban una taza de café frente y la tomaba entre sus manos, en eso observo como sus tres amigos tenían sus vistas clavadas en él.
Axel: ¿Qué?
Emilio: Cuéntaselo Laura
Laura: Axel ¿Recuerdas que prometiste venir a mi cumpleaños?
Axel: A cambio de no darte un regalo, lo recuerdo ¿Por qué?
Laura: Iremos a comer a un lugar muy conocido…
Axel: ¿No será en tu casa?
Laura: No, será en esa famosa pizzería "Freddy Fazbear's Pizza"…
La taza resbaló de sus manos temblorosas y el contenido se derramo por casi toda la mesa, por lo que en ese momento los tres se observaron completamente extrañados debido a la reacción de su cuarto amigo el cual parecía haberse perdido de la realidad por unos segundos antes de lograr por lo menos articular una palabra nuevamente. Finalmente logro recomponerse y observo a sus tres y actualmente más grandes amigos directamente, con una expresión vacía.
Axel: ¡No pienso ir!
Emilio: ¿Y por qué no?
Laura: ¡Es cierto! Me lo has prometido…
Suspiro con pesadez enfrentando las miradas de extrañeza de sus amigos. Dio un vistazo a ese tan lindo anuncio en el periódico, esos definitivamente eran sus tres viejos amigos, con su hijo Fonnie, aparentemente se habían vuelto las estrellas de la pizzería en esos tres meses. Una idea vino a su cabeza y finalmente, a regañadientes decidió aceptar solo por que se lo había prometido a Laura y luego de dejar salir un suspiro de resignación entono sus palabras.
Axel: Ugh… está bien, voy a ir a tú cumpleaños en esa pizzería. Pero que quede claro que a partir de ahora no pienso comprarte nada como regalo…
Laura: Por mi perfecto, en ese caso ya nos vamos y te dejaremos prepararte~
Sus tres amigos se levantaron de la mesa con un aire victorioso y luego de sonreírle, se largaron de la misma manera en la que llegaron. Sin siquiera dejarle acompañarles, solo se largaron y usaron al cerrar ese juego de llaves que tenía la castaña, tendría que pensar seriamente en cambiar otra vez la cerradura de la puerta. Cuando escucho el sonido de la puerta cerrarse, finalmente se levanto al momento en que escucho los pasos alejándose y se fue directo a la cocina en busca de algo para al menos limpiar el desastre que había hecho con su café en la mesa.
Axel: Veamos… ¿Hmph?
Luego de rebuscar en uno de los cajones de la alacena encontró un trapo que serviría para quitar y dejando salir un suspiro estuvo a punto de retirarse de la cocina. Pero antes de salir desvió la vista hacía un par de sobres que había sobre su mesa acumulados. La mayoría eran cuentas y cosas que no tenían mucha importancia, pero una sobre el resto destacaba debido a que tenía una firma que juraría haber visto en alguna parte anteriormente.
Axel: ¿Y esto?...
Tomo el sobre en sus manos dejando el trapo a un lado y lo abrió, lo rompió en el proceso pero no le importo, pues lo que si le importaba obviamente era su contenido. Debía admitir que la letra no se parecía en nada alguna a la de sus amigos más cercanos, y luego de recorrer un poco más entre toda la información finalmente encontró el nombre del remitente, era de Katy. Pensó por un corto momento en dejarla allí y ni molestarse en leerla, pero se lo debía por todo lo que había hecho.
Hey Axel
¿Cómo va todo? Supongo que estarás más que bien, no a todo el mundo le dejo una mansión para él solo. Solo espero que mantengas mi anterior casa limpia y no te preocupes, yo pagare la mayoría de las cuentas, no te deje mi casa para que luego la pierdas por no poder mantenerla. A mis padres no les importa pero dicen querer conocerte ¿Tal vez algún día puedas venir no? Francia es bastante bonito aunque aún no domino bien el idioma pero al menos lo intento. Espero que a tus amigos no les moleste que te deje la casa a ti solo, pero ellos siempre fueron bastante… ya sabes, destructivos.
Cuando pueda haré lo posible por pasarme por allí aunque lo de que vengas lo dicen en serio, además me daría mucha gracia verte tratando de hablar francés ¿Tú ya estuviste en Francia? Creo que me dijiste que si. Pero bueno, aún no nos podemos quedar en un lugar fijo por lo que no tenemos internet. Mi madre dice que se está muriendo pero siempre exagera, en fin… espero poder volverte a ver algún día.
PD: Si aceptas lo de venir puede que en la próxima no salga sola.
Dio la vuelta al sobre, causando que su contenido restante cayera sobre la mesa. Se trataba de una pequeña foto en la cual se podía ver a la chica en cuestión, junto a sus padres aparentemente muy feliz frente a la conocida torre de Francia, dejo la carta sobre la foto y finalmente se dio vuelta con la vista clavada en la puerta de entrada a su hogar desde la cocina.
Axel: A lo mejor en otro mundo…
Dijo para luego retirarse de la cocina, tomo un par de cosas y luego de arreglarse salió de su nuevo hogar para finalmente alejarse del mismo, perdiéndose en la distancia. Si iba a regresar a ese lugar se aseguraría de que nadie pudiese reconocerle. Tal vez era una mala idea, pero por alguna razón, ese día tomo la decisión de regresar, a ese lugar en el que sus pesadillas comenzaron.
