Prologo
El dolor se apodero de mi, como tantas beses lo había echo, allí estaba punzando en mi pecho.
¿Es que nunca iba a termina? ¿Nunca iba a terminar con su trabajo?
Por que eso era, el destruirme de apoco paresia su vocación, su trabajo preferido.
Parecía tomar mucho empeño en hacerlo de apoco y con el mayor dolor que podría llegar a causar una persona a otra.
Vi como de apoco esos ojos verdes, que en un tiempo había resultado mi conduelo y que me habían proporcionado compañía, y que ahora era la puerta que me llevaba al sufrimiento, se alejaron de mi rostro marcado por el dolor.
Dibujo una sonrisa burlona y me beso, era un beso amargo, venenoso y paresia llevar todo el odio que el tenia dentro. Ese odio que no sabia muy bien como me lo había ganado, pero era dueña absoluta de el.
Me mantuvo junto a el hasta dejarme sin aliento.
Luego se separo de mí bruscamente.
_¿Es que nunca vas a matarme?_ le pregunte entre lagrimas
Pero el solo se limito a levantarse y salio por la puerta riéndose de mi pregunta.
Allí iba gran parte del dolor que se había apoderado de mi, burlándose del dolor q había causado y que seguiría causando, de eso estaba segura.
Y allí me quede, sola, lastimada y con un dolor en el pecho que sabría q allí se quedaría hasta que me durmiera y vira esos ojos Dorados (Negros (¿?))
Al pensar en ellos me embargo una paz, pero una paz vacía sin júbilo, por causa del dolor que había sentido momentos antes, un simple recuerdo no podía ganarle a semejante contrincante, el dolor. También lastimaba, pero menos que el por eso la prefería a ella.
De a poco fui volviendo en si…. Salí de la habitación…. Salí de la casa….
Esa casa que era mi cárcel mi Karma.
Deje atrás a mi cárcel y a mi carcelero sin nada más que unos objetivos que tenía desde ase mucho tiempo:
Volver a la vida, cuidar de la criaturita que llevaba dentro, encontrar a esa muchacha que tiempo atrás había resultado ser como mi hermana y volver a ver esos ojos….
Esos hermosos ojos dorados que me que me llenaban de vida, de felicidad, y de paz que tanto necesitaba y que solo el me podía dar.
Realmente deseaba cumplir mis objetivos con todo mi corazón, ese corazón que solo seguía latiendo con la esperanza de volver a sentir la paz de tus ojos…
