Ni los personajes ni el tema en el que me inspire son míos.. si no habría alto PV 8DD.
Todo suyo~
Poco después de que sonara el timbre salio corriendo del colegio, el auto de su familia la esperaba para llevarla al ultimo lugar del día, al terminar eso comenzaría (aunque de forma un poco parcial) el tan esperado verano. Subió al auto y este arranco rápidamente por lo que en menos de quince minutos ya se encontraba frente a las puertas del honorable conservatorio de la ciudad, cuna de los mas importantes músicos y cantantes de todo el país. Bajo prácticamente corriendo, ya que llegaba con un poco de retraso a su ultima clase formal de piano, después de eso solo quedaría el final ¡y listo!... ¡nunca mas a sentarse en esa aburrida silla de madera con todas esas teclas y partituras!.
Una voz la interrumpió justo cuando estaba por entrar al aula.
-¡Haruka!- la llamo su amiguita.
-Hola Michiru... voy con un poco de prisa... dime...
-¡Que descortés!- le reprocho la niña- es que mi mamá dice que podes quedarte a dormir para celebrar que pasamos a secundaria alta- finalizo sonriendo.
-¡Si!- acepto contenta- le voy a avisar a mi mamá...
-Esta bien- la interrumpió nuevamente- ya arreglaron, dice que no hay problema, así que no te detengo mas, ¡disfruta tu ultima clase!
-No lo voy a hacer- acoto en voz baja con una sonrisa picara antes de entrar, por lo que la otra niña se rió con disimulo.
Dos aburridas horas mas tarde, una Haruka de trece años salia del aula con cara de preocupación, las pautas de su final le habían arruinado la felicidad del fin de curso. Para su contento una pequeña Michiru de la misma edad la esperaba en la entrada del lugar con el flamante auto blanco de la familia Kahio.
-¿Finalmente te pego el profesor?- pregunto al ver la cara de la rubia.
-No, pero estuvo cerca... me pego con pautas...
-¿Con pautas?- pregunto sorprendida.
-Si, me dijo que debido a mi edad tenían que subirme el nivel de exigencia en el examen final para que estén seguros que estoy a la altura de un buen pianista... seguramente a vos te digan lo mismo cuando rindas tu final de violín- termino mientras subían al auto.
-Seguramente, yo rindo en dos meses así que todavía no me notificaron nada.
-¡Esto apesta!- se quejo la rubiecita.
-Jajaja- rió la niña a su lado- es un ultimo esfuerzo, piensa que hay adultos que tardan el doble que nosotras en hacer estas carreras, seguro no es nada grave tampoco... ya me vas a contar después de la merienda.
El auto se puso en marcha directamente a la mansión Kahio. Ambas niñas eran amigas de años, desde que sus profesores les pidieron a ambas juntarse en un concierto ante la ciudad para mostrar a las dos mas grandes "prodigios" de piano y violín. Compartían muchas similitudes, ambas median igual, tenían ojos claros y cabello largo y ondulado, una en tonos rubios, y la otra en un bellisimo color aguamarina. Ninguna de las dos chicas pasaba desapercibida por nadie (para molestia de una y ego de la otra) mas aun cuando estaban por recibirse tan jóvenes. Otra particularidad que tenían, era que eran hijas de familias muy pudientes de la sociedad, y que no tenían mas amigas que a si mismas, una por su carácter fuerte no se llevaba bien con sus niñas pares, y la otra simplemente era muy tímida para socializar, ya que según ella "solo sabia hablar de música" (aunque para Haruka era claramente un pretexto que usaba ya que por ser tan linda, las demás niñas la envidiaban y dejaban a Michiru de lado por que fácilmente las opacaba).
-Estas muy seria- hablo de pronto Michiru- ¿realmente es tan grave el final o... paso alguna otra cosa?- pregunto, y Haruka guardo silencio,- ¡Si paso otra cosa!, ¿te retaron en el colegio?- y la rubia se mantuvo igual de callada- mmm... ¿te peleaste con algún niño de nuevo?- y la otra desvió la mirada- ¡si fue un chico!...no me digas que... - y su compañera se puso levemente sonrojada...- ¡se te declaro otro niño! - y ahora sus mejillas estaban completamente rojas.
-¡Mira... ya llegamos a tu casa!- dijo realmente contenta de encontrarse frente a la mansión, y cuando el auto se detuvo, bajo corriendo hacia la entrada.
-¡No te me vas a escapar Haruka!... ¡estas entrando a MI casa!- le grito Michiru mientras también bajaba del auto e iba corriendo tras la rubia.
Una criada las recibió en la entrada y las llevo directamente a la sala estar, donde ya tenían servida la merienda y los padres de Michiru las esperaban.
-¡Haruka linda... un placer tenerte nuevamente con nosotros!- hablo la dueña de la casa al verla.
-Muchas gracias por recibirme, buenas tardes señora... señor- saludo con la educación que desde chica le habían inculcado en su familia.
-Esta bien niña, no te preocupes por las formalidades, somos casi familia ya... - hablo el padre de Michiru- vengan, siéntense en la mesa, deben estar cansadas después del ultimo día de escuela y conservatorio.
-¡Y felicidades por haber pasado a secundaria alta Haruka!, si todo sale bien (que seguro va a ser así), van a compartir lo que resta de su escolaridad formal en la escuela Mugen- eso era casi un hecho, ambas ya habían sido pre-aceptadas en el prestigioso complejo educativo "Mugen"; solo con poner sus (prácticamente logrados) títulos y calificaciones, ya estaban dentro, y lo que mas alegraba a las dos niñas, es que estarían juntas por primera ves en la escuela.
-Espero rendir bien el final... - dijo tímidamente Haruka.
-¡Claro que lo vas a lograr!
-¡Es verdad!, ¿que fue lo que te dijo el profesor?- recordó Michiru
-Me pidió que ademas de componer una pieza compleja de piano, ¡también componga una canción que acompañe... con letra y todo!
-¡Genial!
-¡No!, nunca compuse ninguna letra, no se como escribir una canción ¡solo quieren complicar las cosas!
-¡Estoy segura que vas a lograrlo!
-¿Sabes si eso va a aplicar en el final de Michiru?- pregunto el padre de esta.
-No me dijeron nada, pero seguro que si, ambas nos recibimos en las mismas condiciones, no creo que cambien la modalidad del final.
-Es verdad, las "gemelitas" del conservatorio, son iguales hasta en eso- Haruka solo le sonrió a la madre de su amiga, y bebió de taza de te. Poco después de que tuvieran aquel concierto juntas hace cuatro años, y se volvieran amigas, la gente las había empezado a llamar de esa manera, ya que eran similares físicamente e iban las dos juntas para todos lados, aquel apodo le hacia gracia a Michiru, pero a Haruka la incomodaba.
La merienda se extendió un poco mas, y al terminar las dos niñas subieron a la habitación de Michiru, ambas dormirían juntas (como era su costumbre desde hace años), ya que la niña tenia una cama muy grande y era mas divertido quedarse charlando hasta tarde, hablando del colegio y algún que otro chico que se cruzaba en su camino.
En cuanto la puerta de la habitación se cerro, Michiru se tiro sobre la rubia provocando en ello que las dos caigan al piso.
-¡Ahora si me vas a hablar sobre ese chico!- dijo muy alegremente.
-¿Quien es la descortés ahora?, ¿no te enseñaron que es de mala educación tirar a la gente al suelo?- pregunto tratando de quitarse a su amiga de encima, pero esta la agarraba muy fuerte de la cintura.
-Es que si no te me vas a escapar- protesto- dale Ruka... ¡contame!- le suplico en un puchero, la rubiecita que tenia entre sus brazos se sonrojo.
-El dijo que me quería...
-¿Era compañero de clase?
-Si...
-¡¿SI?!
-¡Que si!...
-¿Pero no le llevabas mal con los chicos de tu clase?
-Si pero... que se yo.. de pronto me dijo eso... y yo...
-¿Y tu...?
-¡Me puse muy mal!... le dije que no y salí corriendo... no se... no me lo esperaba... no de el... cuando lo vi parado creí que quería pelear otra ves contra mi...
-¡Ah!... ¿este es el niño con el que me contaste que discutiste?
-Si... ¡Michiru sos pesada, salí de arriba mio!- se quejo quitando a la niña de arriba de ella- ademas no quiero hablar de esto- termino muy sonrojada.
-¡No soy pesada!... pero esta bien... ya me vas a contar mas...
Las horas pasaron y llego la hora de dormir, ambas niñas se despidieron de los adultos y volvieron a subir a la pieza.
-Voy a buscar mi pijama...
-Si Ruka no tenes que pedir permiso, ¡es TU cajón! ya te lo dije jajaja... yo voy a bañarme- termino y desapareció tras una puerta que se encontraba a en la pared izquierda de la habitación.
-Si...- la rubia se dirigió a la cajonera mas grande, y del ultimo cajón saco su ropa para esa noche, se habían quedado a dormir tantas veces una en casa de otra, que ambas tenían un pequeño "espacio físico" en la vida de su amiga, en ese cajón Haruka tenia guardada una muda de ropa completa, junto con una toalla, cepillo de dientes, ropa de abrigo y un traje de baño, lo mismo que Michiru en su casa.
-¡Me alcanzas un toallón... me lo olvide!- pidió Michiru desde el baño.
-Ya te llevo- le grito desde el cuarto, de la cómoda mas baja que estaba junto al ropero saco un toallón y se dirigió al baño, alcanzando la tela desde la puerta y sin mirar dentro.
-No lo alcanzo y me puedo caer... ya Haruka pasa, me voy a resfriar...- Con los ojos medio cerrados entro, no quería ver a su amiga desnuda, era muy vergonzosa, y últimamente eso estaba empeorando.
Cuando ambas niñas estuvieron listas, se metieron en la gran cama y apagaron las luces de las mesitas de luz. Desde la penumbra Michiru miraba fijamente a su amiga.
-¿Que?
-Contame...- dijo divertida, pero Haruka seguía en silencio- vamos... - insistió - ¡Ruka!
-Esta bien- acepto finalmente- cuando volví al aula después del ultimo receso, encontré una carta sobre el pupitre, levante la vista y note que uno de mis compañeros me miraba y se sonrojaba, como sabia que este chico me buscaba pelea todo el tiempo supuse que estaba arrepentido y quería disculparse o algo así. Al final de las clases me reuní con él en el lugar de la escuela que marcaba la carta, él ya me estaba esperando y cuando me vio volvió a sonrojarse.
-¿Entonces?
-Le pregunte directamente que quería y empezó a tartamudear, y yo a molestarme ya que me estaba haciendo llegar tarde al conservatorio
-¡Pobrecito!
-¡No me interrumpas!
-Jajaja, perdón... -dijo Michiru cubriéndose hasta la nariz con la sabana para ocultar su sonrisa.
-El me miro a los ojos y entonces dijo... el dijo... ¡dijo que yo le gustaba!
-¡Que lindo!- ya no soportaba mas, pudo notar aun en a penumbra como las mejillas de la rubia se volvían carmín.
-¡No fue lindo, fue muy incomodo y me puse muy nerviosa! yo creí que quería disculparse y me estaba diciendo eso.
-¿Y como le rompiste el corazón?
-¡Ah!... le dije que no y me fui corriendo
-Pobre niño...
-Me sentí muy mal en el auto... pero de verdad no lo quería, no me interesan los chicos...
-Pero es muy lindo que te digan que te quieren... Haruka sos muy linda, es normal que los chicos se te acerquen...
-¡Pero yo no quiero que lo hagan!
-Es que eso no lo podes evitar... yo creo que los chicos son lindos- dijo Michiru con un poco de timidez- a mi me gustaría que alguno se me declare... aunque no me guste...
-Es extraño que nadie se te haya declarado- ella sabia todas las confidencias de su amiga, y si bien ambas llamaban mucho la atención por el carácter que tenían sus pares no se les acercaban.
-Es que creen que soy rara... soy la mas chiquitita de la clase y siempre quedo a un costado en todo... pero yo quiero que alguien me quiera...
-Yo te quiero- afirmo la rubia.
-¡Y eso lo se!- dijo Michiru abrazando a Haruka por la cintura bajo las sabanas -y yo también te quiero mucho... pero... quisiera encontrar a un príncipe que me abrace y proteja...
-¿De esta forma?- pregunto abrazándola.
-Jajaja... si, ¿vos sos mi príncipe?
-¡Claro princesa!, ¡y voy a protegerte de todo lo malo!- y Michiru se acomodo mas en sus brazos
-Te quiero mi príncipe... buenas noches...
-Buenas noches... - y así noto que su amiga la abandonaba yéndose al mundo de los sueños, mientras ella sentía como si las cosas estuvieran cambiando en su interior. Eran tiempos difíciles, empezaba a tener dudas extrañas sobre sus ideas, todas las niñas de su clase se la pasaban hablando de los varones, admirando a los cantantes del momento y tratando de llamar la atención incluso de los profesores mas jóvenes, sin embargo ella se sentía todavía incomoda en presencia de sus compañeros, y el momento en el que estaba mas a gusto era el que compartía con su única amiga, el afecto que sentía hacia Michiru se hacia cada día mas fuerte. Con ella podía mostrar toda su personalidad, relajarse y amaba que la otra niña también se comportara de esa forma con ella. Seguro aun era una inmadura, ya llegaría el momento en que sentiría un gran aprecio por algún chico, y finalmente conociera a su príncipe. Aunque por ahora, prefería seguir siendo ella el "príncipe".
La miraba durmiendo en sus brazos, era tan linda, una muñequita de porcelana final y delicada. Físicamente eran casi iguales pero ella era mas ruda, siempre tenia el cabello enredado y se enganchaba la ropa jugando de forma bruta, no tenia mucha paciencia para leer partituras, y prefería cuando su padre la llevaba a correr en karting (cosa que ademas se le daba muy bien), comenzaba a sentir sueño, mejor dejar aquellos sentimientos confusos para después y descansar aprovechando la grata compañía que tenia aquella noche solo para ella.
Sentía un suave vaivén sobre su cuerpo, y de pronto cosquillas, perezosamente abrió los ojos aun dormidos y se dio cuenta que un ángel la movía.
-Buenos días, ya son como las nueve ¿a que hora te pensas despertar?
-¿Recién las nueve?, todavía puedo dormir un poco mas...
-Haruka ¡arriba!
-Mmmm...- murmuro escondiéndose bajo las sabanas, de pronto sintió que unos brazos la rodeaban y después un peso que caía sobre ella.
-¡Si no salís de la cama voy a quedarme arriba tuyo hasta que te pese!
-Eso no me disgustaría... - Michiru se puso seria, y después de meditarlo unos momentos se levanto de arriba de su amiga y se acerco a la puerta.
-¡Entonces solo yo voy a desayunar!- dijo fingiendo molestia y salió del cuarto. Ni ella había entendido lo que quiso decir con eso, pero era verdad, no le molestaba quedarse abrazada a su amiga mas tiempo... es mas... lo hubiera... ¿deseado?. Después de unos minutos su estomago comenzó a hacer ruido, por lo que decidió seguir el camino de la primera y bajar a desayunar.
-¿Pensaste algo para la composición?- le pregunto Michiru durante el desayuno.
-No tengo idea, quiero que sea una pieza de piano original, no con los acordes mas esperados, y en cuento a la letra todavía no se de que podría tratar la canción.
-Podría ser algo sobre la vida... la familia... ¿una letra que trate sobre la naturaleza?
-Si... va... no se.. no se me ocurre nada... ¿querés salir a pasear hoy a la tarde?
-¡Haruka!, estamos hablando de algo serio...
-¡Pero es sábado!
-Y el final es el viernes próximo, ¡no tenes tiempo de estar paseando!
-Vamos... solo un día... se supone que hoy comenzaron las vacaciones de verano y nosotras estamos acá adentro, ademas seguro que si salgo a tomar aire fresco me viene algo de inspiración... -Michiru la miro pensativa, es como que recién lo notaba, pero que hermosos ojos que tenia, de un color azul profundo como el mar.
-Esta bien, pero tengo que volver temprano...
-¡Te lo prometo!- dijo con una expresión muy alegre en su rostro- ¿tenemos una cita entonces?
-Jajaja... si- rió Michiru.
Terminado el desayuno, ambas chicas salieron a caminar por el lujoso barrio de blancas mansiones hasta llegar a la plaza principal del lugar, aquel sitio estaba muy animado en la mañana, había niños corriendo por todas partes, gente jugando con perros, y chicos patinando en skate. Mientras caminaban en silencio Haruka se perdió viendo la mano de Michiru que colgaba a un lado de su cuerpo mientras caminaban, que lindo seria poder ser aquella persona que la tomara, e ir juntas a todas partes... ¡pero en que estaba pensando!... ambas eran chicas.
-¡Pero que hermosa señorita!, permitame regalarle una flor- dijo un chico de unos veinte años que vendía flores dirigiéndose a Michiru con su sonrisa mas seductora.
-Muchas gracias- acepto sin darle tiempo a Haruka a retrucar.
-Su rostro gentil ilumino mi día, un gusto verla señorita... ?
-Michiru- respondió alegremente la chica, y el joven florista se retiro haciéndole una reverencia.
-¡Que lindo!, ¿no fue muy amable?, ¡es la primera ves que me regalan una flor!... ¡creo que estoy enamorada!- Haruka se sorprendió ante la declaración.
-Es un extraño que trato de seducirte.. nada mas... seguro que ya había regalado diez de esas flores el día de hoy- respondió tratando de quitarle importancia al asunto.
-¡Que cruel!- hablo molesta Michiru- ¡a vos todo el tiempo te dicen cosas así, pero esta es la primera ves que me dicen algo a mi!-. Estaba molesta, ¿por que estaba molesta?, ella misma pensaba que su amiga era hermosa e incluso le hubiera gustado regalarle su primer flor, ¿era envidia?.. no... -¡Estas celosa!- afirmó la chica sacándola de sus pensamientos.
-¡No!- dijo retrocediendo dos pasos- es que... ¡es un extraño! ¡no podes enamorarte de un extraño!- trato de justificarse.
-¿Por que no?... ¿no sabes que existe el amor a primera vista?
-No lo creo...
-Haruka... - Michiru no entendía el comportamiento de su amiga, sabía que era muy tímida con los chicos, pero no tenia por que actuar de esa forma. Al mismo tiempo, sentimientos desconocidos estaban naciendo en el pecho de la rubia, quien sin saberlo estaba experimentando por primera ves los celos, no por que a ella no le hubieran regalado una flor, si no por que Michiru había afirmado el estar enamorado de otra persona.
-Me voy- sentencio Haruka.
-Pero... ¿por que?...
-Creo que me inspire para la partitura- dijo tranquilamente sonriendo, dio media vuelta y se fue corriendo a su casa, estaba asustada y por algún motivo quería huir del lado de Michiru. Se esforzaba por entender que la había hecho actuar de esa forma, pero no lo entendía. Después de pensarlo se dio cuenta de que lo que había sentido eran celos, ¿por que celos?, si ella era su mejor amiga, sentía como si un castillo de arena se derrumbara dentro de ella, y lo que creía que era una solida amistad, era en realidad un sentimiento mas fuerte.
Penso en el hecho ocurrido docenas de veces al día, tratando de volcar todo lo que sentía en la partitura, todavía no sabía de que trataría la letra, se concentraría solo en la parte que mejor manejaba. Tendría que llamar a Michiru y explicarle como se sentía con respecto a ella, y decirle que dudaba que la amistad que creía tener en realidad era... ¡no, de ninguna forma! estaban por ir juntas al colegio, y si le decía cosas tan extrañas, seguramente ella se espantaría y la dejaría sola.
Hasta ese momento nunca había pensado que ella experimentaría el amor, ya que no lograba que algún chico le llamara la atención, pero ahora ahí estaba, cuestionándose años de amistad y temiendo por un sentimiento... ¿incorrecto?.
No supo en que momento se quedo dormida sobre la partitura, pero se encontraba en un lugar oscuro, por mas que miraba a todos lados, solo había negro a su alrededor, la luna nueva salia en medio de aquella noche de nieblas en la que estaba inmersa. Solo una voz a lo lejos le daba coraje para caminar, la llamaba... si quizás esa hermosa voz la llamara con mas fuerza...
Despertó sobresaltada y cubierta por un frío sudor, entonces ya no pudo oprimir sus lágrimas, tenia miedo, la valiente chica que siempre había sido, tenia miedo.
Sus lágrimas habían caído sobre la partitura que estaba componiendo y mientras pensaba en ella (y en "ella") terminó la primera parte de la melodía y comenzó a escribir la letra.
Un día después ya tenia casi la mitad de la canción compuesta, pero estaba trabada, por mas que le daba vuelta, había arreglos que no terminaban de gustarle, no tenia otra opción, tendría que enfrentarse a esa persona, la única a quien podía recurrir. Ya no se podía esconder, la confusión que sentía la había hecho ignorar los mails y llamadas de su amiga, pero la necesitaba, quizás con solo verla podría terminar la canción "buena excusa ¿no?". Guardo sus cosas en una mochila y se dirigió directamente a la casa de ella.
-Adelante señorita- la saludo una mucama en la entrada.
-¿Se encuentra Michiru en casa?- preguntó con una voz casi inaudible.
-Si, le avisare que usted esta aquí
-No es necesario, voy directamente- eran las tres de la tarde, había un solo lugar en la casa en el que ella podría estar. Escucho la dulce música del violín desde la puerta, toco tímidamente y cuando le contestaron que entre así lo hizo.
-¡Ruka!- dijo dejando la niña el violín sobre una mesita corriendo hacia ella, cuando llego a su altura Michiru tubo el impulso de abrazarla, pero Haruka retrocedió automáticamente, lo que dejo a la otra niña sorprendida por unos momentos, al ver que la rubia no hablaba Michiru fue quien rompió el silencio- ¡me asuste... creí que te había hecho enojar!
-Esta bien, no te preocupes... es que me vino inspiración de pronto y.,. bueno, ya sabes como es esto- Michiru la miraba fijamente a los ojos, no se creía una palabra de lo que decía la niña rubia, pero opto por callar, conocía a Haruka, y sabia que cuando fuera el momento, ella le diría directamente todo.
-¿Amigas?- pregunto con una sonrisa.
-Si...- y sin poder evitarlo sus mejillas se sonrojaron sutilmente, rezaba entonces por que la otra no se diera cuenta de ella, pero fue en vano.
-¿Por que te sonrojas?
-Yo... Michiru yo... no lo se... - ¡no!, ¡no le podía decir! ¿como explicar "aquello" que le estaba pasando, la situación se estaba volviendo desesperante... algo... ¡tenia que decir algo!- partitura- fue lo primero que vino a su mente.
-¿Partitura?
-Si... tengo algo para la canción escrito, me gustaría que lo vieras para darme tu opinión.
-Jajaja... esta bien, no es necesario que seas tan tímida... ¡quiero ver! ¡quiero ver!- Haruka saco lo que tenia compuesto y se lo alcanzo extendiendo apenas su brazo. Sus manos se rozaron cuando le paso los papeles, Michiru no dio muestras de haberlo notado, pero en ella rápidamente apareció el molesto carmín en las mejillas... que lindo seria tomar esa cálida mano...
-¿Como se llama?- pregunto aun inspeccionando a la ves la partitura y la letra, alternando su visión en ambas hojas para poder imaginar mejor la canción.
-No lo se...
-¿Como no sabes el nombre de la canción que compones?
-Es que todavía no pienso en uno... y bien... ¿que te parece?
-Se ve bien, aunque no comprendo del todo de que se trata
-¿Como?
-Es que... es algo... como un rompecabezas al que le faltan piezas... no digo que este mal, la melodía definitivamente es buena, pero a la letra le faltan partes... ¡vas bien seguí así!... no ... ¡no pongas esas carita!- Haruka no podía disimular su disgusto, no estaba enojada en ningún punto con su amiga, pero ella, sin quererlo había captado tal cual su estado de animo a través de la letra, en su corazón habían baches que no sabía con que tipo de sentimiento llenar.
-Esta bien... voy a seguir trabajando en la letra- Michiru le sonrió y nuevamente si tiro sobre ella para abrazarla, pero Haruka volvió a retroceder.
-Se que podes...- le dijo en un susurro, aquello disparo en su mente, la respuesta parecía estar mas cerca, se acerco a su amiga tratando de acortar la distancia que ella misma había establecido y tomo la letra de su mano, saco un bolígrafo y comenzó a tirar palabras en algunos renglones, sabia, ¡no!... ¡estaba convencida! de que encontraría con que llenar esos baches.
-Gracias, creo que ya me voy...
-Pero... ¡por que!... ¡te podes quedar a merendar!
-Te agradezco pero... quiero seguir trabajando en eso- comenzaba a sentir el corazón agotado por aquel sentimiento raro, ese al que todavía no se animaba a poner nombre.
-Quiero cantar tu canción...
-¿Que?
-¡Si!, leí los detalles de tu final, para la exposición una persona va a interpretar tu canción mientras vos tocas el piano.
-Lo se.. pero creí que iban a asignarme a una de las de canto.
-¡Pero quiero ser yo!, ¡vamos!, si bien nunca hice canto, sabes que tengo bonita voz, y me haría muy feliz cantar la canción cuando la termines.
-Le... yo... le voy a preguntar a mi profesor.
-¿Lo prometes?- pregunto esperanzada.
-Claro- afirmo, le doy su palabra, se despidió y se fue.
Prácticamente huyo de la casa de quien era su mejor amiga, si había llegado confundida, ahora estaba peor, lo que sentía por ella iba en una linea paralela a el sentimiento que Michiru tenía, pero ya no podía esconderlo mas de si misma, aunque todavía no tenia coraje para aceptar lo que sentía al cien por cien.
Sin darse cuenta, se revolvía bajo las sabanas esa noche, otra ves ese horrible sueño, sola, a oscuras, con miedo, la voz, la luz brillante, esa persona al final del camino, lo único que necesitaba para salir de ese lugar... para llegar a ella, era necesario, se lo rogaba, en silencio le rogaba eso, que dijera eso. Despertó sobresaltada, pero esta ves no lloro.
En medio de la oscuridad se estiro para prender su luz de noche, saco la canción de adentro del primer cajón, y con un lápiz comenzó a llenar los baches que aun quedaban.
Había gran expectativa en torno a ella, y eso no era nuevo, la "pianista prodigio" del conservatorio daría su examen final en un auditorio con sus profesores y un montón de gente (ya que el examen era directamente en un concierto junto con los demás alumnos que se recibían... como para no sentir presión). Lo que mas nerviosa la ponía no era la prueba, si no que se cruzaría con Michiru otra ves, por mail le había mandado la confirmación de su profesor, la letra y la melodía, ademas de algunas indicaciones.
No mas enviar el correo ya se había arrepentido, ¿que ocurriría si su amiga podía leer entre lineas lo que sentía?, ¿como le contestaría?, solo esperaba que esos sentimientos no interfieran en la prueba, todos los ojos estaban en ella, si fallaba no sería algo que pase desapercibido, cerro fuerte los ojos y el sueño se vino a la mente, peor, solo pudo sentir mas temor ante lo que tenía que afrontar. Miro sobre su hombro y vio como su amiga corría directamente hacia ella.
-¡Por que no viniste a casa!, ¡te extraño!- y otra ves extendía sus brazos para agarrarla, ¡por que insistía con eso!- quería practicar la canción con vos...
-Es que estuve un poco a las apuradas... ya sabes.. la prueba.. y después el viaje de la familia... todo junto...
-Lo se, pero quería que la practiquemos juntas..
-Te va a salir muy bien, confío en vos- y le sonrió como pudo. Un profesor se acerco a ellas indicándoles que ya era el momento, y las condujo a la parte de atrás del escenario. Miro de reojo la mano de Michiru, quería tomarla, pero no se animaba, sentía como si viento la empujara, pero estuviera por caer. Finalmente llego su turno, el presentador las anuncio e ingresaron al escenario, tomo asiento en el piano y su amiga frente al micrófono, estaba tan nerviosa que creyó que moriría por esos mismos nervios ahí mismo.
"Si nos separamos, por favor... que el destino nos vuelva a reunir"... ¡Por que había volcado todos sus sentimientos, en una canción... y sobre todo en una que mostraría frente a todos!, Michiru la miro y ella (como pudo) le guiño un ojo y comenzó a tocar.
-"Eran tiempos difíciles cuando eras la única persona para mi, eso hizo que mi afecto se volviera mas fuerte"- escuchaba cantar a Michiru y no podía evitar vaciar sus sentimientos sobre el teclado del piano -"honestamente, trate de renunciar al amor por que creí que nunca llegaría, tu estabas al final de una larga espera..." - ya no pensaba en nada, no sabia donde se encontraba, estaba concentrada a tal punto en la canción y la pieza que tocaba, que comenzaba a sentir oscuro todo su alrededor, pero no podía fallar, todavía faltaba para que termine, solo un poco mas... -"¿me dejarías ser la única para ti?... tu serias mi luz brillante en esta oscuridad"...- "por favor" rezaba para sus adentros. Ya no veía, tocaba las teclas prácticamente de memoria-"ven hacia mi, solo dos pasos, abrázame antes de que sea demasiado tarde..."-aunque la asuste, aunque le cueste acercarse, necesitaba que ella siga estando a su lado- "...cuando la luna salga en una noche de niebla, aunque sea mentira, cuando el coraje haga que se crucen nuestros corazones" - no respiraba, no veía, necesitaba que ella la saque de ese lugar-" incluso si nos separamos poco a poco, como un primer sentimiento poco a poco, al igual que el destino nos volveremos a encontrar... di mi nombre" ... ¡Haruka!- escucho gritar a Michiru quien de pronto corría hacia ella. Después de terminar de tocar la canción, el mundo se cerro, pero esa voz... ella había sido capaz de sacarla, de volverla a la vida. Se puso de pie en medio del estruendo de los aplausos y finalmente la pudo abrazar. Fue rápido como el viento, casi un "accidente" pero el beso que quiso darle en la mejilla termino siendo un poco mas abajo, el la comisura de sus labios, la tomo finalmente de la mano y ambas salieron del escenario, un ultimo abrazo y Haruka subió corriendo al auto de su familia. Dejando atrás a una sorprendida Michiru de trece años de edad.
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Primer entrega de varias, cada cuento va a contar un momento de la vida de las cuatro outer teniendo a la respectiva chica como protagonista y todos van a estar basados en diferentes temas del grupo GFRIEND, ya que a alguien muy especial le gusto mucho mi primer fic de este estilo y decidí escribirle mas cosas así :)
No soy escritor y cometo errores (de ortografía y sintaxis), sin embargo espero que disfruten leyendo esto así como yo disfrute escribirlo :)
Mi idea es subir una canción por semana, ojala mi trabajo y los finales que se acercan me lo permitan, ya que (aunque quizás no parece) pienso mucho que voy a decir, como, cuando y con que justas palabras para retratar lo mejor posible mi idea .
Me extendí mas de la cuenta xD si les gusta (o no les gusta o algo) háganmelo saber :)
Se me cuidan!~
