¿Eh?... ah, ya veo...
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Gire mi vista hacia una de las tantas ventanas en el aula, suspire con pesades. De nuevo ahí, sentada esperando por el. Y no sabría decir si era masoquismo o amor el motivo. Cada día, cada tarde al atardecer. Aquel amor me tenia intranquila. Ahora, dispuesta a esperarlo para ir a casa, para cumplir sus caprichos, para darle lo que deseaba como todos los días desde que esto comenzó. Gire mi vista hacia el cielo, deleitándome con el atardecer en tonos rosas y anaranjados. Y en el pasillo, tras escucharse aquellos pasos que lo delataban, sonreí leve.
-Hermano...- Mencione alegre, y el como siempre entro con aquel andar rebelde y elegante que lo caracterizaba.
-Eres egoísta hermanita, teniéndome solo para ti.- Mentiroso. Pense al escucharlo, me puse de pie y me acerque a el para abrazarlo.
-Hermano... te necesito.- Susurre contra sus labios. Su mirada oscura se nublo en deseo y me beso demandante.
Aquella aula, en donde nadie entraba sin una llave, fue testigo de lo que sucedió. Nuestros alientos chocaron y la ropa sobro. Deseaba sentirme llena, feliz, amada, y a pesar del dolor que Sasuke-kun me causaba, seguía amándole con cada parte de mi ser, por esa razón, me entregaba plenamente a su merced.
Jadee entre cada estocada. Mi cuerpo se tensaba y relajaba al ritmo que Sasuke-kun se hundía plenamente en mi centro- Di mi nombre...- Suspire demandante, su mirada choco con la mía y sonrió de lado. Con esa jodida sonrisa que me volvía gelatina a sus pies.
-Sakura...- Susurro en mi oído con ese tono grave y rasposo, aterciopelado. Se me erizo la piel y un espasmo recorrió mi vientre, apretándolo.
Mi vista fue hacia el techo del aula mientras sentía cada vaivén. Era divertido jugar así, estaba consciente de esto. Nos apuñalábamos mutuamente, el susurraba falsos "Te amo", mientras que yo me excusaba de mis sentimientos clavando en mi mente que solo era por diversión (Insana, enfermiza) pero diversión al fin.
Jadee y mordí su cuello debido a las estocadas, cada vez mas intensas, dándome a entender que pronto se vendría. Instinto o Razón... ¿Cual ganaría al final? Pense mientras le sentía venir y llenarme, sus gruñidos como consecuente me obligaron a llegar al orgasmo, y rendida, sonreí entre su pecho.
-Sabes perfectamente que saldrás herida con todo esto. - La rubia frente a mi me regaño, su mirada condescendiente y triste me causaba remordimiento.
Ino Yamanaka, mi mejor amiga desde el preescolar sabia perfectamente sobre la relación que tenia con Sasuke, y a pesar de que le repugnaba la idea, puesto que ella tenia un hermano mayor. Me apoyaba en todo y estaba ahi cuando mas la necesitaba. Era una grandiosa amiga.
La observe de frente y mordí mi labio inferior tratando de ocultar las lagrimas que deseaban salir de mis ojos.
-Ya lo se, se que esta mal, se que me duele. Pero, no puedo evitarlo- Murmure preocupada.-. El Frente a los demás, me sigue tratando como a una molestia, y dice que soy una torpe, su estúpida hermana menor, la molestia de la familia...- suspire.
... a solas, es dulce conmigo.
-Eres una estúpida Sakura... - Ino acaricio mi cabello, por sobre los pétalos de cerezo que habían caído sobre nosotras.- Si. Lo eres, pero el amor causa eso, y aunque seas una testaruda y estúpida chica, eres la mas dulce y entregada mujer enamorada que conozco, y no mereces esto.
El timbre sonó y mientras caminábamos por los pasillos observe a Sasuke-kun con una chica de cabello azulado, Hinata si no mal recordaba, su actual novia. Ino siguió mi mirada y sorprendida me abrazo mientras seguimos hacia el aula. Estaba frustrada, me dolía, pero así eran las cosas. El, Sasuke, siempre me vio como su estúpida y entregada hermana menor que cumplía sus caprichos. Lamentablemente era verdad, Era tan sumisa y con un carácter tan voluble, que el era mi todo, aunque me causaba tanto daño. Y esque, con tan solo mirar a su novia era insoportable, al estar juntos eran la pareja perfecta. Hinata era tan guapa, tan voluptuosa y dulce, de elegancia innata.
Al entrar a clase Karin y Tayuya me observaron con desdén, simplemente me decidí por acomodar mis gafas y esperar a que el día comenzara. Sin embargo, mi mente estaba en el dia de ayer, con mi hermano entre mis piernas, con sus dulces caricias y su mirada indesifrablemente penetrante.
El dia termino, y con ello las clases. Pero no quería ver a mi hermano esta vez. Con la mirada fría salí con rumbo a mi hogar, pero el estaba aquí, interceptando mis huidas como siempre, con esa horrible sonrisa arrogante que tanto amaba. - Hermano...- Susurre, el tomo mi mano cual niña de jardín y siguió caminando.
Una vez en mi habitación, Sasuke atendió una llamada, por simple curiosidad decidí preguntar. El Sonrió con perversión.
-Estarán de viaje por un largo tiempo, te tendré para mi las veces que quiera... sa ku ra- Y tras aquella sentencia mi centro se humedeció.- Dilo Sakura... dilo.
-Te necesito dentro... Sasuke-kun...- Susurre tras un fuerte sonrojo. Y sentí como sus labios devoraban los míos. Ahí en la sala de estar, con la ropa revuelta y la respiración entrecortada.
-Observame, hasta que todo termine...- Gruño mi hermano mientras me cargaba hacia su habitación. Y entre besos húmedos y un calor interno, la historia se repetía una vez mas.
Era un juego, una mala y retorcida historia de amor. Pero lo amaba, lo amaba de verdad.
