Esta historia está dedicada con mucho cariño y esfuerzo a dos de mis más grandes, lindas y queridas amigas y dos personitas muy especiales así como también 2 simpáticas personas que con el poco tiempo de conocerlas me han cautivado con su forma de ser.

A mis queridas Roquel y Claudia les deseo siempre lo mejor y espero que está historia, que con tanto esfuerzo, y animo he escrito sea de su agrado, y recuerden que yo las quiero mucho, mis lindas amigas y siempre estaré con ustedes.

Al mismo tiempo le dedico está historia a una bella y linda personita a Carmin y a un joven chico muy alegre Duito esperando que les guste ^.~

Les dedico a todos ustedes está historia la cual esta vez he titulado:

Aceptando Amar By Loreto W

Capitulo 1 Déjame Enseñarte

En una habitación completamente en penumbras Duo se encontraba completamente dormido en un profundo y quizás eterno sueño del cual nadie sabía si sobreviviría. Incluso aún en aquel largo y temporal sueño, pesadillas de todo lo sucedido venían a su mente, todas esas pesadillas desde aquella madruga, en donde encontró a su tan amado soldado perfecto. Aún dormido podía ver en su eterna oscuridad, todo lo ocurrido desde ese entonces...

Duo se encontraba en un hospital, y poco a poco sus signos vitales iban disminuyendo, se encontraba en la sala de urgencias, y aun nadie sabia si saldría con vida, aquel accidente, aquel tonto accidente, producto de un descuido causado por pensar en su soldado perfecto, le estaba costando en estos momentos la vida, sin embargo algo que él no sabía es que su accidente, no había sido su culpa, sino que simplemente había sido planeado, por una persona cuyo corazón era caprichoso y malo, una persona obsesiva, a tal punto de lastimar a quien sea con tal de lograr sus cometidos, sobre todo porque esa persona, lo poseía todo, y siempre obtenía lo que quería, pero solo Duo pudo conseguir lo que esa persona con tanto esmero deseaba y jamás logro, y por esa razón se vengo del joven piloto trenzado, dejándolo a causa de su obsesión en estas condiciones, conectado con muchos aparatos para conservar, la breve vida, que dentro de poco se extinguiría. Apenas podía respirar, y las heridas de su cuerpo eran graves y profundas, el siempre estaba solo, y ahora esta vez en su oscuridad profunda también lo estaba, sin ninguna compañía, había sido ingenuo en un determinado tiempo, pero al menos, ahora su soldado perfecto, conocería lo que era poder disfrutar de la vida, así como él lo había hecho pese a que ahora todo para él terminaría....

En estos momentos era atendido urgentemente, sus signos vitales, se estaban deteniendo, los médicos intentaban traerlo a la vida mientras estaba casi muerto, ni la más alta atención podía lograr volverlo a la vida, ahora sus signos vitales estaban detenidos, era atendido rápidamente, los médicos intentaban regresarlo a este mundo, pero todo era inútil y nadie sabía que sucedería con él, nadie, puesto que ahora quizás Duo Maxwell desaparecía por siempre, y Shinigami finalmente quizás reclamaría su alma como tantas veces lo había hecho antes fallando era solo esperar, y quizás el trenzado de ser salvado no viviría sino contrariamente moría, aún así cualquiera de las dos opciones serían vanas, considerando que desde el momento en que vio a Heero con aquella persona su alma, corazón, y ser, habían perecido junto con sus esperanzas, de ser completamente correspondido...

Entonces en aquel fugaz momento todas las imágenes de sus acontecimientos vividos hace poco llegaron, lentamente, a su mente destrozando su corazón ya muerto y su vida extinguida...

Flash Back

Era una noche fría y al mismo tiempo silenciosa. Y el viento azotaba fuertemente los rincones más ocultos de aquel solitario lugar, las olas parecían arremeter con furia las rocas. Y en aquel lugar se podía apreciar entre esa profunda y densa oscuridad una silueta, de perfecta figura, cuyos ojos brillaban a pesar de todo entre tanta oscuridad, se podían contemplar unos hermosos ojos color azul, azul cobalto para ser más exactos, y la luz de la luna llena que se alzaba imponente en el estrellado cielo nocturno permitían ver con más exactitud a la persona dueña de aquella figura, era un piloto Gundam y caminaba sin rumbo fijo con su conocida arma la cual guardaba en su spandex negro, llevaba su arma firmemente apretada en su mano, dispuesto a cumplir con su última misión, y después a llevarla a cabo. Las armas que alguna vez fueron utilizadas para causar muerte, sangre, destrucciones y masacres humanas, dejarían finalmente de existir eternamente.

Heero caminaba por una playa abandonada, a ciertas horas de la madrugada, ahora que la guerra y todas las batallas habían terminado, las ordenes del doctor J y aquellas que debía cumplir habían sido especificas y claras. "Eliminar toda aquella arma de guerra innecesaria ahora que reina la paz" y eso era lo que él haría se eliminaría propiamente como el arma de combate que consideraba que era. El tan solo había sido entrenado desde niño para ser un soldado, desde pequeño se le enseño numerosas estrategias de combates para luchar, sin embargo, ahora que la paz reinaba completamente, él como solado, como arma de guerra, y hombre de combate, era innecesario, y debía ser eliminado. Destruir a un arma más de la batalla como lo era él, esa era su misión ahora. Heero ya no tenía ninguna razón para existir, el militar perfecto, frío, calculador e indiferente, capaz de controlar perfectamente algún tipo de sentimiento, emoción o instinto humano, ya no era necesario en un mundo donde reinaba la paz, Heero solo caminaba por inercia, el no sentía nada, después de todo el siempre había estado solo, y jamás había sentido algún tipo de emoción profunda, como aquellos que el protegía, sin embargo a pesar de todo, muchas veces este joven piloto, observo atentamente, a familias numerosas, donde los miembros mostraban su amor, a lo largo de su camino de guerrero había salvado a muchas personas, y el había visto como aquellas se reunían, felices al estar con vida, se abrazaban y demostraban cuanto se amaban, y él tan solo podía contemplar con interés y curiosidad aquellas imágenes, donde numerosos sentimientos para el desconocidos eran profesados, muchas veces Heero decía que la forma correcta de actuar de un ser humano, era dejarse llevar por sus emociones, pero para él aquellas emociones no eran más que el instinto de la supervivencia, en un combate donde su vida era arriesgada, aquellas emociones, de salir adelante y lograr sus objetivos pasara lo que pasara, tan solo para llevar a cabo las misiones que se le habían encomendado, lejos de aquello, el no conocía ningún otro tipo de emoción, afecto o sentimiento. Y nadie nunca le había demostrado esto, y aquellos duros entrenamientos desde niño en los que había sido sometido, se habían llevado la mayoría de su parte humana, más sin embargo él conservaba aún su amabilidad, y sinceridad, pero desafortunadamente le era difícil demostrar su afecto o interés por alguien, debido a su posición de soldado. Lo que le hacían parecer un joven con iceberg de hielo sólido y frío de corazón incapaz de ser derretido....

" Las armas de combate ya no son necesarias ahora que reina la paz yo no pertenezco aquí, tengo que eliminarme, esa es mi misión, eliminar al arma conocida como Heero Yuy"

- Misión Aceptada - Pronuncio dispuesto a cumplir su cometido sin embargo, el lugar para esas armas desechadas consistía en un tiradero de chatarra, ubicado muy cerca de aquella playa, y para acabar con su vida Heero debía llegar a ese lugar...

~ * ~ * ~ * ~ * ~ * ~ * ~ * ~ * ~ * ~ * ~ * ~ * ~ * ~ * ~ * ~ * ~ * ~

Mientras tanto en un lugar de la Tierra Duo caminaba agradado bajo la hermosa vista nocturna de la hermosa luna llena y las estrellas que brillaban mágicamente en aquel profundo, vasto e infinito cielo nocturno, que contemplaba con gran admiración.

Su insomnio lo había llevado a dar una caminata sin rumbo en esa desierta playa ubicada cerca de su departamento, llevaba un pantalón largo de pijama de seda, verde y una camisa del mismo color, sólo a él, se le ocurría salir a caminar con el frío viento que azotaba por todo el lugar, pero el piloto trenzado a pesar del frío estaba dispuesto a caminar con la hermosa vista nocturna en el cielo, de compañía, el frío lo golpeo calando sus huesos, se estremeció ante el contacto, y decidió comenzar a trotar, para mantener el poco calor que su cuerpo aún conservaba. Desde hacía ya un tiempo que la guerra había terminado, y cada piloto Gundam había decidido tomar su propio camino siendo el del joven de ojos violáceos, ir a la tierra y aprovechar la paz que reinaba en ella, para curar tanto las heridas de su corazón, como las de guerra.

Corría y corría sin saber a donde iba, el viento acariciaba sus pálidas mejillas producto del frío, de pronto se detuvo repentinamente para tomar una bocanada de aire, cerro sus ojos y en su mente vio una imagen , muy familiar para él, la imagen de uno de sus compañeros pilotos, el nombre de ese joven vino a su mente, entonces, dejo escapar su nombre, en un suave susurro que fue liberado de sus labios.

- Heero – El nombre perteneciente a quien más amaba, el soldado perfecto, el hermoso y atractivo muchacho de fríos y misteriosos ojos cobalto, y de cabellera alborotada y actitud pésima que tanto amaba, el piloto Gundam del Wing Zero que le había robado el corazón, no sabía ¿cómo?, ¿Cuándo?, Ni ¿por qué lo amaba? Solo sabía que lo amaba de alguna u otra forma, y que con el tiempo la forma de ser de Heero lo había cautivado e intrigado, ya que a pesar de todo Duo pensaba que tras esa fría coraza de Gundamio que resguardaba a Heero debía de haber un corazón cálido, un muchacho tierno, comprensivo, expresivo y quizás romántico, escondido tras una mente de solo misiones, y Duo admiraba a Heero por quien era un muchacho astuto, hábil, calculador, frío, serio, reservado y amable, no importaba si Heero era o no un solado, no importaba lo que pasará con Heero el lo seguiría amando siempre, a pesar de que jamás pudiera confesarle su sentir, ni mucho menos fuera correspondido.

- Heero ¿dónde estás? Mi soldado perfecto, quisiera verte otra vez, y tenerte junto a mi para contemplarte, no importa si me tratas con indiferencia o me llamas baka, Hee chan ai shitteru , regresa conmigo como en los viejos tiempos, seamos compañeros, quizás así está soledad se alejaría de mí, ¿no lo crees Hee chan? – sus ojos se volvieron vidriosos ante un gran anhelo de su corazón, sin embargo sabía que nada podría hacer puesto que desconocía el camino que su Heero había tomado, intentando animarse, se llevo sus manos a la cintura, y en un movimiento que agito su cabello y meneo su trenza, dijo:

- Baka no has cambiado nada ¿cierto Duo? Si que he dejado de ser el gran Shinigami, que no se dejaba derrotar por nada, pero ahora que la guerra ha terminado, las cosas son diferentes, antes había que combatir en un campo de batalla, ahora debemos luchar contra nosotros mismos, me pregunto si Heero habrá podido adaptarse ha esta vida sin batallas, no es tan fácil, tampoco tengo a Deathsythe, mi fiel amigo .... Será mejor que me vaya o voy a morir congelado, no creo que si los muchachos se enteran que morí congelado les haga gracia, Duo, ¿pero que estas pensando? Definitivamente este frío me esta afectando. Pero a pesar de todo no puedo olvidarme de ti Heero...

De pronto el corazón de Duo dolió fuertemente, sentía una opresión en su pecho, una opresión que le hacía sentir débil e indefenso, sentía de pronto una gran angustia, y una preocupación sin razón aparente, que lo embargaron repentinamente, sentía tristeza al recordar a Heero y saber que quien tanto amaba jamás le correspondería, sin embargo está vez su sentir era completamente diferente, no sabia porque, pero Heero corría peligro, sentía en su corazón una angustia y opresión demasiado extrañas, pero a su mente solo venía un nombre Heero, siempre Heero quizás el joven de ojos cobalto correría peligro pero ¿por qué razón? Se preguntaba constantemente. No obstante aquel sentimiento le era inquietante, lagrimas cristalinas se acomulaban es su rostro, no sabía porque, pero sentía que debía alejarse de aquel lugar rápidamente. Corrió escapando, corrió y corrió, sin saber a donde ir, sin saber donde estaba, solo seguía corriendo, y entonces, llego a un lugar desconocido.

- Oh genial Duo grandisimo baka te has perdido. – Duo no sabía dónde estaba se limito tan solo a seguir caminando y llego a un lugar donde se podía ver numerosas armas que ahora yacían destruidas como chatarra, en un tiradero, observó el lugar con más atención y entonces se percato de algo que lo dejo, frío y estático sintió un escalofrío recorrer su espalda y no pudo evitar que las lagrimas que se habían acomunado en sus ojos cayeran incesantemente por sus mejillas. Su corazón dio un giro enorme y el dolor lo embargo completamente, como si una puñalada clavada con furia lo hubiera golpeado directamente. El mundo se derrumbo para Duo en plenitud ante sus pies, no podía creer la escena que sus ojos veían, no podía hacer nada, no podía moverse, ni mucho menos creer lo que contemplaba, su cuerpo no reaccionaba. Heero se encontraba completamente ahí, sin movimiento alguno, el soldado perfecto se encontraba completamente decidido a acabar con su vida, y apuntaba firmemente el arma en su cien, estaba a punto de apretar el gatillo, sin embargo la imagen que Duo observaba petrificado y vino acompañada de palabras de Heero, que helaron al trenzado en todo sus pocos sentidos aun funcionando.

- Este es el fin Heero Yuy será eliminado, las armas de guerra deben ser destruidas, ya no existiré más. Heero apretó el gatillo y disparo, sin embargo segundos antes Duo había salido de su trance y...

- ¡¡¡Noooooooooo!!!, ¡¡¡ Heeeroooo!!!, Duo se había lanzado sobre Heero intentando evitar el disparo, sin embargo había sido demasiado tarde.

La sangre roja y cálida, bañaba el cuerpo completo de Heero, aquella sangre que había salido de la herida producto del disparo, el cuerpo casi sin vida estaba ahí tirado. En efecto el cuerpo por poco sin vida del trenzado, estaba sobre un confundido Heero, Duo había logrado lanzarse sobre Heero haciendo, que este fallara el disparo, haciendo que la bala rozara, en el hombro derecho del trenzado, un leve roce, que aún así, hacia escurrir sangre de él, si hubiera sido un poco más el disparo hubiera matado al chico de ojos violáceos, pero afortunadamente y por poco no fue así.

Un trenzado llorando estaba sobre el cuerpo de Heero, Duo lloraba porque había estado a punto de perder a su Heero, sin embargo, el soldado perfecto, no estaba dispuesto a renunciar a su misión volvió a tomar el arma, y la apunto nuevamente en su cien.

- Noooo Heero no lo hagas, por favor – Duo sollozaba intentando convencer a Heero.

- Duo ¿qué estas haciendo aquí?

- Yo vine a detenerte, Heero ¿que demonios estas haciendo? – Aún lloraba y su mirada era de suplica, esperando que Heero le contestara, la situación era demasiado tensa.

- Debo cumplir mi misión, yo solo soy un arma de guerra, Duo, mi misión es acabar con toda arma existente, yo debo ser eliminado – Nuevamente estaba a punto de apretar el gatillo, pero... - Noooo no lo hagas – Duo tomo el arma con sus manos apartándola de Heero en un movimiento rápido.

- Baka que haces dámela

- No Heero, no puedes morir, no puedes morir ¿acaso estás loco?. No eres un arma de guerra, eres un humano Heero ¡cómo yo!, Cómo todos!. ¡¡¡No puedes morir!!! – Las ultimas palabras las dijo con toda la fuerza que sus pulmones le permitieron, Heero tan solo le dedico una mirada, fría, su rostro era impasible, no reflejaba ningún tipo de alteración y se veía sereno, entonces, lo miro directamente a los ojos violetas, y le pregunto a Duo, aquella pregunta, Duo no la podía contestar, al menos no con la verdad...

- ¿Por que? – Fue la simple pregunta de Heero, confundido por la manera de actuar del piloto Deathscythe. – Mientras que por las mejillas de Duo, lagrimas y más lagrimas saladas caían sin cesar, no podía contestarle a Heero, tan solo porque no sabría como reaccionaría, decirle que no podía morir porque lo amaba, decirle que no podía cometer semejante acto, por él, porque el soldado perfecto, él Heero Yuy era su vida, decirle que el no era una arma sino un muchacho cómo él, y que tanto admiraba, decirle que si se suicidaba, Duo Maxwell moriría con él, no podía decirle aquello, por eso lloraba, sentía la impotencia de no poder decirle la verdad, y tampoco poder responder esa pregunta, intento conservar la calma, y difícilmente miro a Heero a los ojos e intento responderle.

- ¿Por qué? – Volvió a preguntar el piloto 01, con una mirada más desafiante que antes, mientras Duo intentaba controlar sus lagrimas.

- Porque ... porque....tú no eres un arma de guerra ¡no lo eres!, Tú no debes morir Heero.

- Nadie me necesita ahora – fue la sencilla repuesta.

- ¡¡¡Te equivocas aún hay alguien que te necesita!!! – Duo se arrepintió de haber dicho eso, él lo necesitaba, él necesitaba al soldado perfecto, porque lo amaba, el lo necesitaba, por amarlo y porque deseaba demostrarle cuanto le importaba, y cuanto valía para él.

- ¿Quién?

- ¡¡¡Yo Heero!!! Yo...te necesito...porque yo te...

- ¿Tú? – Heero abrió los ojos de sorpresa, el trenzado le estaba diciendo que lo necesitaba, y ¿por qué Duo lloraba? ¿Acaso lamentaría su muerte?, ¿Acaso él le era importante a Duo?, ¿El trenzado se preocupaba por él?, Heero tenía todas estás preguntas, sin embargo, lo que más le sorprendía, era como se sentía, no sabía porque pero sentía un agradable, calor, un calor diferente, al que comúnmente se sentía, un calor que lo llenaba, un calor que lo reconfortaba, ¿acaso sentía eso al ver la preocupación de Duo, se sentía así por la compañía y las palabras del trenzado?, No lo sabía, estaba confundido, sin embargo, no permitió que esas extrañas sensaciones lo dominaran.

- Sí, Heero yo

- ¿Por qué Duo?, Dime ¿por qué razón?

- Por que me importas Heero, por eso no debes morir.

- Soy un arma Duo, mis manos están manchadas de sangre, no es necesario que este aquí, ya acepte mi misión Duo, devuelve el arma.

- ¡Nooo! – Duo intento alejarla de Heero, pero este se la arrebato con facilidad, Duo no sabía que hacer para evitar que Heero se eliminara, no lo sabía, ya no podía soportar más, quería gritar, gritar porque no debería morir, porque lo necesitaba, pero no podía, sin más y sin poder controlarse, se arrojo a los brazos de Heero, sin importar lo que pasará. Y lloro, lloro profundamente, sus lagrimas mojaban la camiseta de Heero, empapándola completamente, y entre llantos, sollozos y suspiros, decía.

- Heero, no ...debes morir, ¡¡¡ no debes!!!, porque yo, yo, yo ¡¡¡te necesito!!!!, Por favor Heero, no lo hagas, no lo hagas, yo te necesito, porque te, a am... O porque tu eres mi mejor amigo, y por eso no debes morir, no eres un arma Heero no lo eres, no lo hagas. – Duo se aferraba al firme pecho de Heero, abrazándolo, llorando sobre él, no querría soltarlo, no quería dejarlo, no permitiría que Heero llevara a cabo su misión, en un impulso rápido, Duo le quito el revolver a Heero, Heero se encontraba con toda su atención en el trenzado, de alguna forma, verlo llorando, le causaba cierta tristeza, aquel muchacho y piloto Gundam que solía hacerle bromas y sonreír, ahora lloraba amargamente solo por él.

- " Duo baka, ¿por qué lloras?, No me gusta verte así, una sonrisa luce mejor en tu rostro, Duo ¿por qué me detuviste? ¿Acaso te importo?, Duo solo soy un arma de guerra, un arma, un soldado que ha asesinado a muchos, incluso a personas que merecían vivir, entonces por qué no quieres que un asesino como yo muera Duo baka?, Por favor, deja esas lagrimas y vuele a sonreír Duo, vuelve a mostrar aquellas sonrisas, que me hacían querer observarte eternamente." – Heero se sentía confundido, no comprendía por más que lo intentaba, no podía comprender porque Duo no deseaba que muriera, sin embargo, también le causaba una cierta sensación de malestar en su pecho, ver a Duo en ese estado, no supo porque razón, pero se limito a abrazar al trenzado, abrazo a Duo y permitió que este llorara muy cerca de su cuello, entonces Heero lo abrazo más aun, sentía una calidez exquisita, parecía que el tiempo se hubiera detenido para él, una paz lo envolvió completamente, era el sentimiento de sentir que alguien se preocupaba por él, aquel sentimiento que jamás le habían dado, puesto que nunca nadie se preocupo por su vida, por la vida de un soldado, asesino como el, sin embargo lo que Heero no sabía es que su sentir correspondía a esa preocupación que Duo tan amorosamente le daba.

- ¿Duo por qué no deseas que muera? Tan solo dímelo Duo, dime porque debo vivir. – Susurro Heero en el oído de Duo, quien se estremeció al sentir los labios de Heero cerca de su oreja, aquellas palabras le habían llegado como un cosquilleo, entonces Duo, alzo su rostro mirando frente, a frente Heero, y con su mirada vidriosa le dijo.

- Heero ... no debes morir, porque tu no eres un arma Heero, eres un humano y puedes sentir, debes vivir porque yo te necesito, Heero, como tu amigo, te lo pido, y también yo quiero decirte que ...yo quiero ...Heero yo yo quiero pedirte un favor, Heero escúchame.

- Duo ... – Heero tomo a Duo de la barbilla, esperando que este hablara.

- Heero...yo quiero... yo quiero .....¡¡¡¡DEMOSTRARTE PORQUE NO DEBES MORIR!!!, Solo dame tiempo Heero, yo te enseñare el por que. Heero Debes vivir Hee chan, solo dame tiempo, es todo lo que te pido y te enseñare. - Duo estaba completamente sonrojado ante sus propias palabras, le había pedido a Heero que no se eliminara para enseñarle porque debía vivir, y así lo haría Duo, esta vez sería el piloto Deathscythe quien tuviera una misión, la cual por ningún motivo fallaría, intentaría conquistar a Heero, y le demostraría, que él debía vivir porque no era un arma y le profesaría de alguna forma u otra cuanto lo amaba, y cuanto lo quería, sin importar como Duo lo haría, por ello se encontraba sonrojado, el le enseñaría a Heero amándolo que la vida podía ser hermosa, y que el disfrutando su amor podría sentir, y entonces ya no sería más un soldado ni una arma de combate, sería el verdadero Heero Yuy siempre oculto tras la coraza de Gundamio.

- Misión...Fallida...Duo no lo haré - Cerró sus ojos, y arrojo el arma lejos, abandonándola entre la chatarra que yacía en aquel tiradero. Observó a Duo detalladamente seguía luciendo un leve sonrojo en sus mejillas, aún Duo le observaba con lagrimas en sus violáceos y hechizantes profundos ojos, ahora su cabello caía suelto, por sus hombros y espalda, se veía increíblemente hermoso, Heero estaba maravillado ante esa imagen, tenía que admitirlo su compañero, poseía un atractivo único.

- "Duo, no lo haré mi misión ha sido abortada, no lo haré por ti Duo, aún no se porque razón, pero quiero saber que vas a enseñarme, Duo, y si puedo ver tu sonrisa de siempre entonces la misión no se compara con tu deslumbrante y alegre habitual sonrisa que me hechiza" Heero se quedo contemplando el rostro de Duo, y noto como el sonrojado rostro de Duo se le acercaba poco a poco se encontraba a unos escasos sentimientos, ahora estaban tocando sus rostros, de pronto sintió como unos labios rozaban los suyos, y como Duo le abrazaba, por el cuello sintió un calor embargándolo completamente, y su corazón se acelero se dejo llevar por el momento, y correspondo el beso de Duo, no lo dudo ni un instante, unió sus labios, los labios de Duo eran suaves, y finos, introdujo su lengua, buscando la de Duo y explorando todos aquellos sabores de Duo, más que sabores manjares exóticos y deliciosos, se separo de Duo, pero Duo tenía sus ojos cerrados, las emociones que había sentido en aquella noche, lo habían agobiado, por eso ahora se encontraba inconsciente a causa de un desmayo. Heero se llevo los dedos índice y medio de su mano derecha para tocar sus labios ahora rojos por aquel inconscientemente anhelado beso, aun se encontraba agitado, no obstante, Heero podía sentir su corazón acelerado, vivo, latiendo como el de un verdadero muchacho común y normal como todos, ¿sería esto lo que el trenzado quería enseñarle?, No lo sabía pero, aún así permanecía confundido, tomo a Duo en sus brazos cargándolo con suma delicadeza, lo llevaría a su propio departamento, no muy lejos de aquel lugar, y esperaría a que despertara, y aprovechara de curarle la herida de su hombro, que con el tiempo y paso de los minutos había dejado de sangrar.

El joven muchacho de atractiva figura caminaba, con un rumbo fijo y determinado por aquella playa, cargando entre sus brazos, a un joven muchacho de cabellos castaños claro, quien ahora dormía en un sueño producto del cansancio, descansado de todas aquellas emociones que lo habían dominado.

- "Por qué lo hice?, ¿Por qué permití que Duo me besara? No lo se, ¿por qué siento este calor recorriendo, porque mi corazón late apresurado? Duo despierta baka y dime ¿por qué?, Solo tu sabes y quiero que me enseñes el ¿por qué?, Baka no permitiré que Duo vuelva a hacerme sentir vulnerable, yo soy un soldado a pesar de todo, eso es lo que soy Heero Yuy un soldado frío sin emociones, sin embargo, ahora no soy el mismo, y solo hay alguien que sabe la repuesta, baka ... solo Duo" - Como un imán Heero fue atraído al rostro de Duo y deposito sus labios cerrados en la mejilla de Duo, no fue un beso, no fue un roce, solo fue un leve toque, entonces, Heero continuo con su camino, envuelto por la densa niebla nocturna, y el viento frió que soplaba en aquel lugar.

El corazón de Heero estaba cambiando, sin embargo no sabía que pensar, no comprendía que le sucedía, y el trenzado lo había dejado vulnerable y confundió, con un mar de preguntas que no sabía como responder. El corazón frío, el iceberg de hielo que como corazón del joven estoico se creía indestructible, poco a poco se estaba quebrando, sin embargo, muchas cosas sucederían a partir de ahora, este era solo el principio del fin de lo que pronto vendría...

Continuara...

~ * ~ * ~ * ~ * ~ * ~ * ~ * ~ * ~ * ~ * ~ * ~ * ~ * ~ * ~ * ~ * ~ * ~ *
~ * ~

Notas de la Autora:

Espero que les haya gustado este primer capitulo, yo espero que si, la verdad pienso que me tardare mucho en continuar está historia, porque no se como puedo seguirla, solo tengo una vaga idea, y ahora que mi hermano regresa no podré escribir como antes.

La verdad que para ser el primer capitulo está muy corta y es que no me gusta, poner capítulos yo prefiero terminarla. Espero que les agrade y sean paciente esperando la continuación

Y ya saben criticas, comentarios, quejas etc a : loretovegeta1@yahoo.es