Chat Noir se encontraba en uno de sus frecuentes patrullajes nocturnos con su Lady que lo acompañaba. Entretanto charlaban como lo hacían habitualmente en esas situaciones.

Sin embargo, detrás de esas sonrisas y coqueteos que le propiciaba el gatito, se escondía una artimaña y una táctica que en pocos minutos iba implementar. Lo llevaba bastante tiempo desarrollando y planeando. Hasta que por fin se decidió en realizarlo, después de todas la dudas que anteriormente tuvo por lo que conllevaría al efectuarlo.

—Mi Lady —La llamo y ella poso su vista en él— ¡Mira! —Exclamo señalando a un costado suyo y Ladybug miro.

— ¿Qué? —Pregunto al no notar algo inusual.

Entonces en ese instante donde justo su Lady poso sus ojos azules en él otra vez, Chat pronuncio unas palabras más...

"Un beso robado"

Le dijo, antes de unir sus labios con los suyos, el cual al hacerlo pudo disfrutar ese fugaz momento, antes de que ella se apartara y tapara su boca, profundamente pasmada.

— ¿Lo viste? —Pregunto sonriendo ladinamente.

Ella ante esa pregunta, quien estaba roja y encolerizada por lo que había hecho el intrépido gatito. Le propino una cachetada en su mejilla, coloreándola. Ante esa acción se levantó y con los puños sumamente apretados se fue ofendida de ahí, bufando e insultando al minino. No pudiendo creer lo que había hecho.

Mientras tanto, Chat apoyo su palma en el lado de la mejilla que ahora estaba roja y palpitante. Este suspiro, pero aun sin borrar esa sonrisa boba de su rostro. La razón era porque ya se esperaba esa reacción de parte de su Lady y es por eso que tenía tantas dudas de llevar a cabo el plan, pero a pesar de que también podía estar la posibilidad de que su Lady a partir de ahora tome distancia de él, siendo precavida y sumamente desconfiada.

Eso no le importaba realmente, tampoco si ella se enojaba y todo porque su objetivo lo había cumplido. Sintió sus labios y para Chat eso es suficiente.

Había valido la pena.

¿Y por qué no? Si se le daba la oportunidad podría volverlo a intentarlo.